Si bien los economistas bien informados conocen que en el corto plazo hay poco relación entre la tasa de inflación y la expansión monetaria , puede que este hecho no sea conocido por el lector no especializado. Para comprobarlo , representamos ambas variables. En azul, podemos leer el valor de la tasa de inflación y en rojo el de la emisión monetaria. No es difícil provocar cuan impredecible puede ser esta relación. En realidad,cuando la inflación es baja, puede ocurrir cualquier cosa. No son pocas las ocasiones donde ambas variables se mueven en direcciones opuestas.
El siguiente diagrama es un gráfico de dispersión que permite estudiar con mayor exactitud la relación entre la emisión y la inflación en los últimos siete años. La extrema dispersión de la nube de puntos parece sugerir que en corto plazo la inexistencia de una relación simple entre ambas variables. En realidad, un simple ejercicio econométrico sugiere que no existe relación alguna entre estas variables en los últimos siete años.
Quienes han estudiado la dinámica de los precios no debe sorprender de modo alguno la escasa relación, ya que cuando la inflación es baja, la dinámica de los precios es dominada por las variaciones que ocurren en los precios relativos y que son el produjo de un conjunto complejo de determinantes entre los que hay que incluir al clima, los aumentos en el precio del petróleo , y, las fluctuaciones en el valor del dólar. Es, por esta razón, evidente que el banco central no tiene la capacidad de fijar el valor que asumirá la inflación en el corto plazo.
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