Un Lego Llamado Haya

domingo, 27 de abril de 2008

(Primera parte)
Escribe Juergen Schuldt
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Recordará Ud. que, a principios de los años setenta, la empresa danesa Lego inventó y produjo unas maravillosas piezas poliformes y coloridas de plástico, que permitieron desarrollar divertidamente el ingenio y la creatividad de los niños... y de muchos de sus padres. Con esos ladrillos en miniatura se podía armar, desde una Casa de algún Pueblo, pasando por una Torre, y hasta una ciudad como La Haya, entre una miríada de otras construcciones. Hoy esa microempresa es un imperio transnacional que hasta posee ciudades enteras en miniatura, como Legoland en Dinamarca [1], objetivo turístico que atrae a cientos de miles de fanáticos.
Y, aunque le parezca jalado de los pelos, hay intelectuales y políticos que creen que pueden manipular la obra de algún célebre autor, como lo hacen los infantes con los legos. Es el caso de nuestro mandatario, que seguramente los armó con sus vástagos en sus largos y penosos años de emigración por Bogotá y París. Y ahora cree que puede hacerse lo mismo con los escritos de Haya de la Torre, de cuyas Obras Completas [2] recoge piezas útiles y descarta las inconvenientes para escribir sus libros y, supuestamente, aggiornar el pensamiento y las propuestas de política de su gran maestro. Para convencerse de este tipo de esparcimiento, ya no tan sancto, bastará que lea y compare las dos últimas obras de AGP, que le permitirán comprobar la elasticidad a que puede someterse –en manos y mentes poco responsables o muy ingeniosas- el pensamiento de Haya.
Para este efecto, le recomendamos que confronte usted el libro, publicado cinco años atrás, titulado “Modernidad y Política en el siglo XXI – Globalización y Justicia Social" [3] -que merece nuestros respetos- con su “La Revolución Constructiva del Aprismo – Teoría y práctica de la Modernidad [4], aparecido el mes pasado. Habrá de observar usted, si no lo ha hecho ya, que las acrobacias que se materializan en este último texto, no solo son una falta de respeto a la memoria del propio Haya [5], sino aún más de las bases del Partido del Pueblo a quienes se supone está dirigido este ‘mensaje’.
En lo que sigue trataremos de demostrar esta aparentemente temeraria afirmación. Para comenzar, le advierto que tiene que acolchonarse en un cómodo sillón y armarse de mucha paciencia y tiempo, porque lo llevaré a un aburrido paseo imaginario por los recovecos de este laberíntico Legoland criollo que se ha plasmado en el último de los textos de AGP. Por lo demás, hay que reconocer que no han sido muchos los que lo han comentado, sobre todo si lo comparamos con la avalancha de textos que aparecieron a raíz de la tríada de Perros del Hortelano [6]. Los pocos que lo han hecho críticamente son eminentes sociólogos y politólogos [7], mientras que los que lo han recibido con alborozo religioso probablemente son –con todo derecho- convencidos miembros del partido y/o íntimos del autor [8]. A nuestro entender, sin embargo, a pesar de los comentarios ya vertidos, vale la pena estudiar más acuciosamente el contenido y la redacción del libro, ya que se trata de uno que es de la mayor importancia para el PAP y ciertamente también para el futuro político del país, cuando menos por algunas de las razones –no solo filológicas- que comentaremos en lo que sigue.

1. Bryceándose a sí mismo
Lo primero que me llamó la atención cuando leí el texto por vez primera fue el hecho que me pareció haber leído algunos capítulos en algún otro lado. Repasando la bibliografía que había digerido en los últimos años me di con la sorpresa que es una copia –casi absolutamente fiel- de una de las tres partes de su libro “Modernidad y Política en el siglo XXl”, publicado hace cinco años. Precisando: éste último, que abarca casi 300 páginas, ha sido cercenado en sus Partes Primera y Tercera, pero la Segunda se ha constituido en el hueso y los sesos del ‘nuevo’ libro.
En efecto, el texto reciente consta solamente de 132 páginas. De las que van de la página 25 a la 111 son copiadas al pie de la letra del anterior (alcanzando un 70% del total), incluida la miríada de errores tipográficos y ortográficos del escrito del 2003 [9]. Curiosamente, quienes han comentado el libro no parecen haberse percatado de esta sorprendente peculiaridad del ‘nuevo’ libro, que de original no tiene mucho en lo que a la forma se refiere, pero paradójicamente sí en sus fundamentos político-ideológicos.
Lo que se debe al hecho que a ese número de páginas copiadas se le han añadido o modificado levemente algunos textos. De manera que encontrará Ud. párrafos nuevos, párrafos que se eliminan, párrafos que se juntan y párrafos que se separan. Además, hacia el final y a veces en medio de muchos párrafos, AGP le agregó muy oportunamente una que otra coletilla de unas cuantas palabras adicionales muy significativas para cambiar la esencia del libro anterior [10].
Pero lo poco que tiene de novedoso es extremamente significativo, ya que en esos pasajes se aplican las técnicas que se usan en el Lego. El talento de nuestro ilustre escribidor es tal que con unos cuantos retoques, recortes y añadidos cambia radicalmente el mensaje del 2003 (que está bastante más cerca del pensamiento de Haya), lo que ya es un merecimiento. Lo que, en la práctica, devalúa y deforma radicalmente el pensamiento de Haya, “botando al niño con el baño” como dirían los británicos.
En el libro reciente eliminó completamente la Primera (pp. 25-130) y la Tercera (pp. 215-298) Partes del anterior texto. Verdaderamente recién escritas son pocas páginas. Son efectivamente nuevas, las cuatro de las siete citas de Haya que figuran en las páginas 13 y 14, la ‘Nota Introductoria’ (pp. 15 a 23) y el último capítulo (el IV: pp. 113-132) [11]. Los más significativos, sin embargo, son los párrafos enteramente nuevos, como veremos en la tercera sección [12]. Es decir, no se puede alegar que no hay algún valor agregado en este texto y que no vale la pena gastar los 10 nuevos soles que uno tiene que pagar por él. Más aún, y esto es lo fundamental, el sentido de este libro se diferencia muy radicalmente del anterior, como veremos. La utilidad de la lectura por parte de las bases del PAP será que: para unos, servirá de guía para retomar una nueva praxis política, de acuerdo al modificado pensamiento-guía de AGP; y, para los demás, será motivo para apartarse definitivamente del partido (o, por desilusión, hasta de la política en general).
A primera vista todo esto no tiene nada de protervo. ¿Por qué no va a poder uno copiarse de sí mismo o de repetirse sobre la base de textos que uno ha vertido creativa e inspiradamente en otra obra? Y, más aún, cuando uno no tiene tiempo por estar ocupado como presidente de una república. Por eso, solo dos atingencias. La una es que un mínimo de decencia habría sugerido que se indique que el nuevo texto es una reproducción aggiornada de la Segunda Parte del libro anterior (que ahí abarca las pp. 132 a 203), lo que se podría haber señalado en la Introducción o siquiera en alguna nota a pie de página. Ya más grave es que uno no puede cortar partes de textos o añadir sesgadamente algunos sobre lo que uno escribió hace unos pocos años, pero haciéndolo de tal manera que se le cambia completamente el sentido al trabajo anterior, para ajustarse –por más filosofías del tiempo/espacio que haya de por medio- a las circunstancias, solo porque se ha pasado de ciudadano común (el del 2003, cuando escribió lo que realmente pensaba) a mandamás de una nación.

2. Para evitar otra Diáspora
¿Qué se persigue con este ‘nuevo’ libro? Frente a las constataciones precedentes, uno se pregunta para qué AGP habría publicado este ‘nuevo’ libro, si aparentemente todo lo que ahí dice está ya en el anterior. Para quienes admiramos al presidente en su múltiples facetas, como deslumbrante comunicador de masas e intelectos, comenzando por sus extraordinarias dotes de orador, pasando más recientemente por su acendrado talento de escribidor periodístico, hasta la de gestor de una buena suma de libros, incluido el último, esta es una incógnita que vale la pena desentrañar.
Un primer objetivo que debe haber contemplado AGP con este texto radica en la necesidad de cumplir con el sueño de Haya, tal como figura en la dedicatoria que le redactara de puño y letra al ejemplar personal de AGP escrito por Haya [13], donde escribe nada menos que “(...) con la esperanza de que será para el APRA el continuador de la obra que por mandato de estirpe debe seguir. Con el afecto de su viejo compañero Víctor Raúl” (p. 5; n.s.). Sin embargo, como es evidente para cualquier conocedor de la obra de Haya, por más superficial que sea (como quien esto escribe), no queda pensar sino que el pobre gran hombre debe estarse revolcando en su tumba, después de leer lo que su hijo predilecto ha escrito en este opúsculo, que algunos han calificado incluso de panfleto. No será necesario entrar aún en los detalles, ya que lo han hecho con mucha sapiencia e inteligencia los autores nombrados en la sétima nota al pie de este texto y que detallaremos en la sección 3.
Un segundo propósito, que ha perseguido AGP para redactar este texto, sin duda el más importante, ha sido señalado claramente por Sinesio López, cuando confiesa que no conoce “la profundidad ni la amplitud del descontento y de las discrepancias en el viejo partido de Alfonso Ugarte, pero algo se mueve allí. De lo contrario, García no se hubiera visto obligado a publicar un pequeño libro que está dedicado a los militantes apristas a los que trata de explicar (y justificar) sus actuales posiciones conservadoras”. En efecto, especialmente la juventud del partido del pueblo, enjundiosa estudiosa de las Obras Completas de Haya [14], debe estar muy confundida porque no encuentra la coherencia esperada entre los postulados de Haya y las políticas y reformas que viene llevando a cabo AGP desde que asumió el poder por segunda vez.
Como a la presente gestión alanista se la califica con epítetos insultantes como neoliberal, reformista, conservador, derechista y similares, deberían evitarse estos términos vagos y sintetizar la gestión de este gobierno como uno que está al servicio de “los de afuera y los de arriba”, aderezada con alguna anestesia –que ya no surte efecto- que se llama ‘política social’. De ahí que el libro esté dirigido precisamente a fundamentar el drástico giro económico-político [15] sobre la base de los cambios mundiales y la necesidad de convertirnos en una potencia sudamericana (sic). Si bien ya tiene el respaldo externo, gracias al ‘grado de inversión’ otorgado por Fitch (en lo financiero) y por MVLL (en lo político, abrazos incluidos), aún falta la aprobación de S&P, de Moody’s y del próximo presidente de EEUU (McCain). Aparte de la necesidad del apoyo interno –de los ciudadanos en general y de los del partido en particular- que va sucumbiendo cada vez más, y cuanto más desesperadamente intentan salir del pantano, más caen en el desprestigio.
Un tercer factor tiene que ver con la desmotivación de los militantes del partido. En estos días, AGP bien podría estar repitiendo –ciertamente para sus adentros- lo que dijera hace diez años y que fuera muy mal recibido entonces porque nos encontrábamos en medio de la tenaz violencia terrorista: “Sendero Luminoso tiene militantes activos, entregados, sacrificados (...). El senderista tiene lo que nosotros no tenemos: mística y entrega. Es gente que merece mi respeto y personal admiración porque son, quiérase o no, militantes" [16]. Y es eso lo que ahora necesita Alan, más que nunca: militantes activos y sacrificados (no fanáticos matonescos, por cierto), que parecen haber abandonado la brega que caracterizara a generaciones anteriores de apristas.
El librito podría interpretarse, por tanto, como una receta más de las diversas que se estarían ensayando al interior del partido para imbuir de nuevos bríos y mística a las bases para que no lo abandonen. Las que, si ya no emigraron, están cerca de hacerlo, especialmente los más jóvenes, cuyos sueños y desprendimiento se cree que se pueden sustentar en esta deforme reconstitución del hayismo. En efecto, para precisar, gracias a su fino olfato político, García teme que –como en épocas anteriores- se vuelvan a repetir los preocupantes éxodos de sus militantes, los que no es casual que haya nombrado y arengado explícitamente en múltiples oportunidades en este su nuevo librito, tal como se desprende de las múltiples citas que presentaremos en la próxima sección.
En cuarto lugar, sin decirlo directamente y ligado a lo anterior, el texto va dirigido a quienes no habrían entendido el complejo pensamiento de Haya, basado en el relativismo epistemológico y en la filosofía del tiempo-espacio histórico. Porque, según AGP todos esos éxodos habrían sido malentendidos y desafiliaciones absurdas, porque la bases del partido no llegaron a comprender cabalmente la lógica estricta y las recónditas profundidades del pensamiento del fundador del partido. Se justifica así el texto que aquí comentamos para que, de una vez por todas, todos interioricen su sofisticada filosofía, la que García expone con mucha prolijidad, alineando acrobáticamente sus políticas actuales con el polifacético espíritu de Haya y la elástica filosofía del tiempo-espacio-histórico. O para decirlo de otra manera, el texto de AGP intenta convencer a sus bases que, en este joven siglo XXI, Haya habría hecho exactamente lo mismo que él, en lo económico, en lo social, en lo político.
***
AVISO DE EMERGENCIA: Para su tranquilidad, estimado lector, debemos terminar aquí. Las secciones 3. y 4. las publicaré en dos semanas, por tener que salir de viaje urgentemente.
En la tercera trataremos las complejas técnicas (derivadas del Lego) que utiliza AGP para reconvertir dialécticamente el pensamiento hayista, apoyándose en citas iluminadoras (a menudo cercenadas). Ahí trataremos de responder, entre otras, a las siguientes interrogantes: ¿Qué dice en los nuevos párrafos y en las frases añadidas? ¿Con qué objeto se introducen? ¿Qué párrafos han sido eliminados y por qué?
En la sección cuarta nos preguntaremos si esta no es la oportunidad histórica que hace tiempo esperaban los ‘verdaderos’ socialdemócratas del país, ya que el mandatario-filósofo parecería haber dejado libre –sus políticas y su librito así lo indican- el espacio de la centro-izquierda para aquellos grupos que ansiaban hace décadas penetrar en ese espacio ‘vedado’ (y hasta minado). Ahí el APRA ocupaba un lugar prominente, que siempre atrajo a un 20 a 30% de la población, sin cumplir sus promesas, con lo que les cerró el paso a los muchos que desearían realizar un auténtico programa socialdemócrata en el Perú. Me da la impresión que esta posibilidad se ha abierto para esos muchos políticos, académicos y ciudadanos que se ubican en esa posición ideológica. Podría convertirse –pensando no solo en el 2011- en un necesario contrapeso al que hoy en día tienen las derechas en el país.

[1] Informamos a nuestros asiduos lectores con niños que esta especie de Disneyworld a la europea, pueden encontrarla también en Windsor (G.B.), en California (EEUU) y en las proximidades de Munich (ver: www.legoland.com).
[2] En lo que sigue citaremos el volumen de sus trabajos con números romanos: Victor Raúl Haya de la Torre, Obras Completas, Lima: Librería-Editorial Juan Mejía Baca, febrero 1977. Se trata de 7 tomos de aproximadamente 500 páginas cada uno.
[3] Editorial Matices, 2003.
[4] Edición del autor, JR Servicios Gráficos, marzo 2008.
[5] En lo que coincidimos con el congresista Javier Valle Riestra: “Haya de la Torre no lo hubiera aprobado”, abril 17 (http://foro.loquo.com/viewtopic.php?t=113758) .
[6] “El síndrome del perro del hortelano”, en El Comercio, octubre 28, 2007 (www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-10-28/el_sindrome_del_perro_del_hort.html); “Receta para acabar con el perro del hortelano”, en El Comercio, noviembre 25, 2007 (www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/html/2007-11-25/receta_para_acabar_con_el_perr.html), y “El perro del hortelano contra el pobre “, en El Comercio, marzo 2, 2008 (www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2008-03-02/el-perro-hortelano-contra-pobre.html). Véase la catarata de articulistas que han opinado –para bien y para mal- sobre estos textos, especialmente el primero de los nombrados, en “Se remata rico país con vistas al mar” (http://schuldtlange.blogspot.com/2007/11/se-remata-pas-con-vista-al-mar.html).
[7] Véanse los valiosos textos –a los que recurriremos más adelante- de eminentes académicos como: Sinesio López, “E pur si muove” y Hugo Neira, “Leyendo al Presidente”; ambos publicados en La República, marzo 30, 2008 (www.larepublica.com.pe/index.php?option=com_content&task=view&id=212191&Itemid=0); Nelson Manrique, “Haya de la Torre y Velasco Alvarado, según García“, en Perú.21, abril 7, p. 4 (www.peru21.com/comunidad/columnistas/Html/2008-04-07/manrique0876545.html), así como “La derecha tiene políticos rentados”, entrevista concedida a La República, abril 13, (www.larepublica.com.pe/component/option,com_contentant/task,view/id,214679/Itemid,0/
) y otro artículo “García y la Constitución de Haya de la Torre”, en Perú.21, abril 14, 2008 , p. 4 (www.peru21.com/comunidad/Columnistas/Html/manriqueIndex.html); y Martín Tanaka, “Haya visto por García”, en Perú.21, abril 8, 2008; p. 4 (www.peru21.com/comunidad/Columnistas/Html/tanakaIndex.html) y “La ¿revolución? constructiva del aprismo de Alan García”, en Perú.21, abril 15 (www.peru21.com/comunidad/columnistas/Html/2008-04-15/tanaka0880328.html). Véanse también la reseña de Enrique Chávez “La Arqueología del Discurso”, en Caretas, No. 2021, abril 3 (www.caretas.com.pe/Main.asp?T=3082&S=&id=12&idE=770&idSTo=0&idA=32071).
[8] Solo hemos encontrado dos textos de este tipo: Victor Raúl Trujillo de Zela, “El verdadero aprismo moderno, democrático y social del Siglo XXI”, abril 12 (http://apra-global.blogspot.com/2008/04/la-revolucin-constructiva-del-aprismo.html) y Julio Schiappa Pietra, “No importa el color del cuy, importa que coma choclo (sic)”, en La República, abril 18 (www.larepublica.com.pe/component/option,com_contentant/task,view/id,215525/Itemid,0/). Aunque AGP puede haberles agradecido personalmente por el gesto, para sus adentros debe estar pensando: ‘¡no me defiendan compadres!’.
[9] Efectivamente, la Introducción del nuevo libro (pp. 25-36) es igual al capítulo VI del anterior (pp. 132-140); el capítulo I (pp. 37-46) equivale al Cap. VII (pp. 141-150); el cap. II (pp. 47-79) es el Cap. VIII (pp. 151-179); y el Cap. III (pp. 81-111) replica el Cap. IX (pp. 181-203).
[10] También la dedicatoria que Haya le hiciera a uno de los libros que le obsequiara a AGP son iguales y que inauguran el texto. Por lo demás, las citas célebres de Haya de la Torre, que le siguen a esas dos páginas de apertura, son siete en esta oportunidad, tres de las cuales son igualitas.
[11] No comparto la opinión de quienes piensan que este cuarto capítulo es un remedo de las ‘7 modernizaciones’ de José Piñera. Véase: Félix Jiménez, “García plagia a Piñera y Pinochet y las presenta como propias. El remedo de las siete modernizaciones”, en La Primera, abril 14 (http://diariolaprimeraperu.com/online/noticia.php?IDnoticia=14354); y César Lévano, “García, el Bryce número 2“, en La Primera, abril 15 (http://editorialdecesarlevano.blogspot.com/2008/04/garca-el-bryce-nmero-dos.html).
[12] Si bien los comentaremos en la sección 3, el lector que tenga el tiempo necesario puede verlos en las páginas siguientes: las más extensas se encuentran en las páginas 99ss. (ocupa página y media) y 108s. (una página). Las demás apenas ocupan un párrafo: 34; 42; 51s.; 75; 88, 94, 105; y 106; aunque seguramente hay más.
[13] Se trata de Treinta Años de Aprismo, publicado en 1955 y que puede encontrarse en el volumen VI de sus Obras Completas.
[14] En lo que sigue citaremos con números romanos el volumen de sus trabajos citados: Victor Raúl Haya de la Torre, Obras Completas, Lima: Librería-Editorial Juan Mejía Baca, febrero 1977 (7 tomos de aproximadamente 500 páginas cada uno).
[15] Obviamente no respecto a los gobiernos de Toledo y Fujimori, sino respecto a ‘lo que Haya hubiera hecho’.
[16] Fuente: www.larepublica.com.p

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