Javier M. Iguíñiz Echeverría
Estamos en plena discusión sobre el rendimiento de los maestros y maestras del país. El tema es, sin duda, trascendental y por eso es bueno que se ponga de relieve la calidad con la que se evalúa ese rendimiento. En esta columna presentamos una información que debe dar lugar a evaluaciones de una naturaleza totalmente distinta que la que concentra nuestra atención estos días. Recordamos así que el problema de la educación debe verse desde muchos ángulos.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicó hace tres años el Informe sobre Desarrollo Humano Perú 2005 y en él se estiman gruesamente el ingreso familiar per cápita y diversas variables de desarrollo humano para 1831 distritos del país. Tomamos la información del volumen publicado. De ella nos interesa destacar los casos en los que se han logrado grandes avances en alfabetización a pesar de la extrema pobreza en la que se encuentran tales distritos. En algunos de esos casos puede haber problemas de calidad de la información pero la exactitud no es tan importante para nuestro propósito.
Dos casos extremos de éxito educacional son los distritos San Juan Bautista y Belén ambos en la provincia de Maynas en Loreto. Según el PNUD, están entre los más extremadamente pobres del país ya que ocupan el lugar 1825 y 1816 en ingreso per cápita familiar. En medio de tan extrema miseria, la población es muy alfabeta, 97% en ambos, y por eso ocupa el lugar 58 y 59 en el ranking nacional de alfabetismo. La diferencia entre el lugar en el ranking de ingreso y en el de alfabetismo es, increíblemente, 1767 y 1757. No sabemos a qué se debe tan extraordinaria situación pero no estamos tratando de aldeas aisladas sino de distritos con 107,119 y 66,123 habitantes.
Para indicar que no son excepcionales, el distrito Padre Márquez de la provincia de Ucayali en Loreto es también extraordinariamente pobre y ocupa el lugar 1761 en el ranking de ingreso pero no hay analfabetismo. En la estimación del PNUD ocupa ¡el primer lugar del país! con 99.7% de alfabetos; más alto que San Borja, en Lima, que ocupa el lugar 7. ¿Imprecisión en las estimaciones? No importa tanto pues ayuda a destacar logros en educación en contextos de grandes carencias económicas.
Otro distrito miserabilísimo es Pilco Marca, 33,000 habitantes, de la provincia y departamento de Huanuco. Ocupa el lugar 1827 en el ranking de ingreso pero 91% de su población de más de 15 años es alfabeta por lo que ocupa el lugar 428 en el ranking de ese indicador. Esto es, 1399 lugares de diferencia. Vilca, 4,219 habitantes, en la provincia y distrito de Huancavelica ocupa los lugares 1807 y 672 respectivamente.
Precisiones cuantitativas aparte, así podríamos destacar centenares de distritos para los que se registran grandes logros educaciones de diverso tipo en contexto de gran miseria. ¿No valdría la pena averiguar más, caso por caso, para saber cómo han logrado tales resultados? ¿Qué incentivos han tenido las partes interesadas? ¿Cómo ha influido el sistema educativo nacional? ¿Qué papel han tenido los maestros? ¿No habría que premiar a quienes han aportado a esos logros?
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