Deficit Fiscal

lunes, 29 de junio de 2009

Pregunta repetida: ¿para cuando la reforma tributaria?
Armando Mendoza


La información recientemente publicada por el Banco Central de Reserva sobre la evolución de la economía durante los primeros meses del año arroja resultados tajantes: la inversión privada se ha desacelerado dramáticamente, y se espera que crezca apenas 2.5% este 2009. Lo cual es lógico, sí se piensa un poco, porque en el actual contexto de desaceleración económica e incertidumbre, el empresariado es renuente a arriesgarse e invertir.
Y es que más allá de visiones románticas que presentan a los empresarios como heroicos y desinteresados benefactores del país, la realidad es más bien prosaica: el real motor y motivación del empresariado es simple y llanamente el lucro, operando e invirtiendo según la racionalidad de maximizar ganancias y minimizar costos y riesgos, lo cual es finalmente su legítimo derecho. la economía se desacelera, el empresariado simplemente se resguarda y allí quedo el patriotismo.
Esto nos deja entonces con el estado como el principal, por no decir el único, agente dispuesto a invertir en este escenario recesivo. Así, hoy resulta evidente la importancia de políticas públicas contraciclicas como el mecanismo más rápido y efectivo, pese a sus limitaciones, para combatir la recesión. En el Perú, lo mismo que en Estados Unidos, China, Europa y el resto del mundo, es el estado el que ha tenido que arremangarse y meterse a empujar la economía, implementando programas de estimulo y expandiendo el gasto. Obviamente, estas políticas expansionistas tienen un costo considerable. Así se estima que el costo de las medidas de estimulo económico establecidas en Perú para el periodo 2008-2010, equivaldrá a 3.2% del PBI. (Véase gráfico)
Ahora bien, el estado tiene que gastar más, el problema que surge es como cuadrar las cuestas, pues como resultado del desbalance entre ingresos y egresos, el déficit fiscal para el 2009 y el 2010 alcanzara 1.8% y 1.7% del PBI, respectivamente. El Gobierno ha optado por financiar su déficit con mayor endeudamiento, lo cual es un paliativo de corto plazo que deja un sabor amargo a los que recordamos el elevado costo que tuvimos, y aun tenemos que pagar, por el manejo irresponsable de la deuda pública en los años 80 y 90.
Así, ¿qideas podemos extraer de la actual situación? Primeramente, que el estado, hoy más que nunca resulta indispensable e irremplazable -por más que a nuestros neoliberales les duela- como regulador y promotor de la economía. En segundo lugar, que la agilización e incremento de la eficiencia en el gasto público es una tarea pendiente. Pero una tercera cuestión es reconocer la insuficiencia de los ingresos fiscales, pese al auge relativo de los últimos años, y la necesidad de incrementar dichos ingresos, única manera de garantizar la solvencia del estado en el mediano y largo plazo, porque endeudarse para salir del paso es una receta peligrosa que, tarde o temprano, nos va a reventar en la cara.
Con una presión impositiva que actualmente apenas llega al 14% del PBI -muy por debajo de los estándares internacionales- no podemos llegar lejos. La falta de voluntad política para reformar y expandir la tributación, la estamos pagando ahora con un estado desfinanciado. Así, incrementar los ingresos fiscales, sustancial y sostenidamente, tiene que ser la prioridad de la agenda nacional, pues mientras no concretemos una real reforma tributaria, el estado Peruano seguirá siendo una entidad endémicamente débil.

Inútil discusión

domingo, 28 de junio de 2009





Por Kurt Burneo Farfán
Profesor de economía de la Universidad San Ignacio de Loyola
Claro, siempre es posible entrar al preciosismo académico de discutir la definición técnica de recesión, por ejemplo la que usa la National Bureau of Economic Research en los Estados Unidos, o la que resulta a partir del comportamiento de algunas series preestablecidas que son evaluadas usándose distintas técnicas econométricas; pero lo concreto, es que las características que presenta la dinámica de la actividad económica en el Perú en lo que va del año son totalmente distintas respecto al 2008. Lo relevante en mi opinión, debería centrarse en la adopción de acciones de política económica, que moderen efectos adversos actuales como la desaceleración del empleo, así como la caída en la recaudación, importaciones y exportaciones ? ¿O estos tampoco existen ?
HAY INACCIÓN
En la percepción de los agentes económicos, las autoridades económicas actuales, mantienen una actitud de inacción frente a los efectos antes descritos: El oficialismo económico, sustenta su tan anunciado (como irreal) crecimiento de 3.5% para este año, internamente, tanto por el impulso en la inversión, generado por la reducción del interés que cobran los bancos, como resultado de las recientes reducciones de la tasa de interés de referencia del banco central, como por los efectos del denominado Plan de Estímulo Económico (PEE) a partir del tercer trimestre por el mayor gasto de capital. En estos optimistas pronósticos, al margen de omitirse, la desaceleración actual del consumo e inversión privados, lo que en mi opinión, por más que se abarate el crédito, la incertidumbre en relación a los ingresos futuros y capacidad de repago al final, limitaría la expansión crediticia prevista. Por ello entonces, se equivoca el ministro de Economía cuando insiste en que el PBI crecerá este año en 3.5%, incluso, para lograr este pronóstico, entre mayo y diciembre de este año la economía peruana debería de crecer en alrededor de un (¿plausible?) 4.9%.
Pareciera además, que estos optimistas anuncios oficiales se sustentarían también en lo que ocurre en el plano internacional: la economía norteamericana redujo su ritmo recesivo (-5.5% en el 1er. trimestre frente a un -6.3% en el trimestre anterior) y ha incrementado levemente el consumo en 1.4%; sin embargo, cabe mencionar que hasta los analistas más optimistas señalan que la recuperación será lenta y recién a partir del próximo año.
En contraposición a los optimistas anuncios oficiales, “fanáticos pesimistas” de una consultora local sitúan la tasa de crecimiento para el Perú en 1.5% para este año, en tanto las “aves de mal agüero” del Latin Focus Consensus redujeron su predicción de crecimiento de 3.3 a 2.9%. Si bien admito que es posible alguna recuperación de la demanda interna en el Perú, en el último cuatrimestre del año por la efectivización del PEE, de no empeorarse el contexto externo y con (a pesar de sus efectos limitados) una activa política de reducción de tasas de interés de referencia por el banco central; en el mejor de los casos este año el crecimiento estaría en alrededor de 1.5% (el crecimiento acumulado a abril es de 0.9%).
LAS PRESIONES SOCIALES
La macroeconomía se complica más, por la gestión reactiva en el manejo de conflictos, y así por efecto demostración, proliferan las presiones sociales basadas en acciones de fuerza, en varias localidades del país, Esto, además de afectar la confianza de los inversores, revela que es necesario colocar en la agenda de la promoción de la inversión privada, la obtención de una indispensable legitimación social, sobre todo en sectores extractivos de la economía. Obviar esto último, garantiza en el tiempo la situación antes descrita, afectando negativamente la inversión privada… justo en el momento en que se viene desacelerándose esta y la demanda interna.
Independientemente del interés que estos temas despiertan para los macroeconomistas, estos tienen un carácter esotérico en la percepción del ciudadano común y corriente; dado que su día a día, está de lejos definido por asuntos que además de generar mucha controversia, se encuentran en el ámbito de la microeconomía, al tratarse sobre las conductas de consumidores, empresas, funcionamiento de mercados y actuación del Estado como regulador y/o interviniente directo en estos (no siendo esto último una herejía económica, puesto que cuando existen fallas de mercado se justifica la acción estatal). Un par de ejemplos: no pocos de los ciudadanos con ingresos eventuales situados en el mundo de la informalidad, se preguntarán, ¿por qué ahora los recursos estatales de programas de financiamiento como Mivivienda van a financiar créditos de hasta US$ 59,000? Este fondo, cuyo cambio en su organización y dinamismo comenzó en la administración anterior, fue concebido para financiar viviendas en sectores populares: ¿viviendas populares de US$ 59,000?
Otro tema de preocupación por ejemplo, es por qué la Superintendencia de Banca y Seguros, no obliga a algunos bancos en funcionamiento –algunos de los cuales ofrecen atractivas tasas de interés por depósitos–, a explicitar en la información al público, que los depósitos que reciben aún no están cubiertos por el Fondo de Seguro de Depósitos (dado que deben aportar por 2 años a dicho Fondo, para que recién sus operaciones estén cubiertas), ¿la gente que hace depósitos en estas instituciones están informadas de los riesgos que asumen?
UNA APUESTA RIESGOSA
Finalmente, al margen de lo inútil de la discusión relacionada a calificar si estamos o no en recesión y si bien los anuncios sobre crecimiento económico del actual ministro de Economía, deberían ser tomados con la misma seriedad, que el de un anterior pronóstico suyo (a finales de 2007) de un ciclo expansivo de 15 años para los precios de materias primas, dado que tuvo el “pequeño” error de pronóstico de 14 años para que este se cumpla; sí creo que es una apuesta riesgosa de las autoridades, cruzarse de brazos hoy a la espera de resultados macro que caigan del cielo y mucho más dejar sin explicación alguna, flagrantes inconsistencias que como he reportado en los ejemplos citados, afectan el día a día de los ciudadanos hoy en el Perú.
Este artículo lo puede leer también en: http://aeperu.blogspot.com

No Estamos en Recesión

viernes, 26 de junio de 2009


Kurt Burneo


El ministro de economía del régimen aprista, señaló recientemente que, dado que el PBI al primer trimestre creció en 1.8% previendo un crecimiento bajo en el 2do trimestre, y un repunte importante en el último semestre del año, entonces la economía no está y no estará en recesión. Entonces qué calificativo se le da a una economía (como la peruana) cuya actividad viene en términos desestacionalizado reduciéndose desde noviembre del 2008? Por supuesto, es posible entrar al preciosismo académico de discutir la definición técnica de recesión, la que usa el NBER en los EE.UU., o la definida por el comportamiento de algunas series pre establecidas, pero en fin, si no se quiere llamar a esto recesión, pues que le llame como quiera, mas ¿Es relevante el nombre que se ponga, para revertir los actuales efectos adversos: Caída del empleo, recaudación, importaciones, exportaciones etc?. ¿O estos no existen tampoco?
Mas importante es hacer notar la inacción macroeconómica actual de las autoridades económicas: Sólo esperarían que la tasa de interés activa se reduzca como resultado de las recientes reducciones de la tasa de interés de referencia del banco central e impulsar la inversión y que el denominado Plan de Estímulo Económico (PEE) desde el tercer trimestre dinamice el gasto de capital y la demanda interna. Aunque dicho sea de paso, la necesidad de impulsar el gasto esconde discutibles asignaciones de recursos estatales como por ejemplo, ahora el programa Mivivienda financiará créditos de hasta US$ 59.000 ¿Gente de limitados recursos?
La macroeconomía se complica mas, por la gestión reactiva en el manejo de conflictos, y así por efecto demostración, proliferan las demandas sociales basadas en acciones de fuerza, en varias localidades del país, Ello afectará adversamente la confianza de los inversores y a la vez pone en agenda, que la promoción de la inversión pasa también por un indispensable grado de legitimación social sobretodo en sectores extractivos de la economía. Obviar esto último, garantiza en el tiempo la situación antes descrita, afectando negativamente la inversión privada…….justo en el momento en que se viene desacelerando la demanda interna.
Por otro lado, se equivoca el Ministro de Economía del gobierno aprista, cuando insiste en que el PBI crecerá este año en 3.5%., Para lograr este pronóstico, entre mayo y diciembre de este año la economía peruana debería de crecer en alrededor de un (¿plausible?) 4.9%. En contraste,fanáticos pesimistas de una consultora local sitúa la tasa de crecimiento en 1.5% para este año, en tanto las “aves de mal aguero” del Latin Focus Consensus redujeron su predicción de crecimiento de 3.3 a 2.9%. Si bien pareciera ser posible alguna recuperación de la demanda interna en el último cuatrimestre del año por la efectivización del PEE, de no empeorarse el contexto externo y con una oportuna política de reducción de tasas de interés de referencia por el banco central, en el mejor de los casos este año el crecimiento estaría en alrededor de 1.5%.
No es, pues como las autoridades económicas piensan, que cuanto mayor sea la tasa de crecimiento anunciada más optimistas estarán consumidores e inversores. Al contrario, cuanto menos realizables sean estas proyecciones, mas dudas e incertidumbre se generan en ellos, aumentando la probabilidad de desacelerarse el gasto de consumo e inversión……justamente el efecto contrario de lo buscado por el oficialismo económico.
Por otro lado, la terca insistencia en señalar –a manera de consuelo para las expectativas de la gente- que el Perú, al presentar una tasa de crecimiento pequeña para este año, esta menos mal que otros países, no ayuda mucho para mejorar las percepciones macroeconómicas; excepto si se asumiese equivocadamente que los peruanos somos mas felices porque argentinos, mexicanos, bolivianos y chilenos estén peor que nosotros. Al final, los anuncios del Ministro de economía sobre tasas de crecimiento, creo que deberían ser tomados con la misma seriedad, que el de un anterior pronóstico suyo de un ciclo expansivo de 15 años para los precios de materias primas, (predicción hecha a finales del 2007)……se equivocó sólo por 14 años para que esta sea cumplida.

Concentración de Tierras

miércoles, 24 de junio de 2009

OPORTUNIDAD PERDIDA: LA MEDIANA AGRICULTURA

por: Santiago Roca, Profesor Principal Universidad ESAN


Si bien no existe cien por ciento de correlación y hay siempre algunas excepciones, muchos estudios han demostrado que la excesiva concentración de tierras y el crecimiento económico han sido generalmente antagónicos. A mayor concentración menor crecimiento económico. La concentración de tierras en pocas manos ha favorecido tradicionalmente el monocultivo, la simplicidad en la producción, la no necesidad de educación, la inexistencia de instituciones, la concentración del poder y el alejamiento del Estado en la provisión de servicios y en la preservación de igualdad de oportunidades para los ciudadanos. Las grandes unidades agrícolas modernas son exitosas muchas veces a nivel microeconómico cuando son capaces de traer tecnología y métodos modernos de gestión, pero fallan a menudo a nivel sistémico en su relación con el entorno, el desarrollo local y regional y el logro del debido equilibrio social.

Por eso, países tan extensos como Estados Unidos y Canadá siempre han estado preocupados por crear una estructura de tenencia de la tierra acorde con su dotación de otros factores, entre ellos las personas vinculadas a la agricultura. No son solamente consideraciones de eficiencia económica sino aquellas vinculadas al “interés público”, a una mejor distribución del poder económico y a la eficiencia social, la que los legisladores de estos países han tenido en cuenta. Por estas mismas razones países del sudeste asiático como Corea del Sur, Taiwán, Malasia, Singapur, llevaron a cabo procesos de reforma agraria que redistribuyeron la propiedad agrícola, pero aumentaron también la inversión en infraestructura, la extensión técnica, la educación y el incremento de la productividad.

En el Perú, si bien por un lado, la reforma agraria quebró la estructura tan desigual de tenencia de la tierra al transferir las haciendas a manos de cientos de trabajadores y miembros de comunidades campesinas; de otro lado, paradójicamente, la política de control de precios de los alimentos, el retraso del tipo de cambio y los subsidios a la importación, propiciaron la destrucción y quiebra de las mismas empresas agrícolas. Como consecuencia de ello se parcelaron y desintegraron la mayoría de cooperativas y sociedades agrícolas, se fragmentó 4 o 5 veces más la tierra por sucesión generacional y la agricultura no progresó.

Con el cambio de las políticas económicas empezaron a surgir nuevas condiciones para el desarrollo agrícola, lo precios se habían liberado, el tipo de cambio se dejó flotar, habían aranceles y derechos específicos (franjas de precios) que gravaban las importaciones, y nuevos métodos de gestión agrícola empezaron a emerger. La estructura productiva sin embargo estaba extremadamente parcelada, ya no era un problema de concentración de tierras sino de extremada atomización. Justo cuando el Perú estaba en el mejor momento para diseñar políticas e instituciones que aumentaran la productividad y facilitara el nacimiento de cientos de medianos agricultores (costeños, serranos y selváticos), el gobierno optó por favorecer la reconstitución de las grandes unidades agrícolas (latifundios y haciendas). El péndulo en la concentración de la tierra otra vez en la política nacional. La política de favorecer las grandes empresas y la gran inversión se sigue no solo en las tierras parceladas sino en la concesión de las nuevas tierras irrigadas, la producción de agrocombustibles, las grandes concesiones de tierras para la minería y el petróleo y las concesiones forestales. El Perú está perdiendo la oportunidad y el momento histórico para generar una clase empresarial de medianos agricultores que estimulen un desarrollo pujante, competitivo e innovador, pero a la vez, más equitativo e incluyente.

El Conflicto amazónico peruano

¿La curva del diablo del sendero exportador?

Alberto Graña[1][i]

Para el Observatorio Económico de América Latina

www.obela.org



Qué duda cabe que la protesta amazónica y nacional –cuando menos pone en cuestión la expansión territorial del patrón primario exportador realmente existente. Hablamos de un modelo exportador histórico, reiterado en tiempo y espacio ante la década de Fujimori , porque la industrialización en el Perú solo significó una breve ola entre 1950 y 1990, en un mar de “auges” exportadores. En otras palabras, el patrón primario exportador no es nuevo, es más bien una regularidad histórica de la economía peruana, literalmente desde la irrupción de los españoles.

Mapa de ubicación

Mapa tomado de The Economist

Algunas muestras emblemáticas del auge y tragedia exportadoras en el Perú son la explotación de oro y plata en Potosí, el caucho en la Selva y el guano en la costa. En su versión más contemporánea, se percibe el mismo olor a guano si nos atenemos a la evidencia –hasta ahora encontrada- relativa a los “faenones” para denominar a la concesión criolla y mañosa de lotes para la exploración petrolera de la amazonía y en otras partes del territorio.

El 5 de junio, desafortunadamente, detonó con sangre en la Curva del diablo el prolongado reclamo del pueblo amazónico abriéndose un momento político y económico distinto, más complejo. Denominé “El Perú invisible” en 2005 a este tipo de “fenómenos sorpresivospara referirme a hitos importantes, no previstos, pero previsibles, e invisibles hasta que estallan, que coinciden o aceleran el “cambio de rumbo de un ciclo económico o político, como por ejemplo: la reforma agraria en 1971, el paro nacional de 1977, la estatización bancaria, la hiperinflación y el terrorismo, entre 1989 y 1994, el Arequipazo antiprivatizador en 2002 y, ahora, la protesta de los pueblos amazónicos en contra de la extensión territorial del actual modelo de crecimiento exportador. Es una protesta que, en menos de una semana, se propa y paralizó a amplios territorios altos andinos y amazónicos a lo largo y ancho del país.

Estas manifestaciones de la realidad admiten diversas lecturas pero, ciertamente intuyo que nos ubican, como país, ante un momento histórico peculiar que puede significar una nueva oportunidad de ordenar nuestra economía y territorio sobre bases más sostenibles; o, puede significar la continuidad de un patrón de crecimiento de explotación primaria de recursos no renovables, cuya magnitud ya empezó a mostrar su cara más oscura para referirnos solo a algunos de los lunares más contaminados por la minería: La Oroya y Cerro de Pasco. O, lo más probable, una compleja combinación de ambas.

La protesta amazónica podría significar un reto -inédito y complejo- que requiere de la acción del Estado, los académicos, las ciencias sociales, las organizaciones regionales, los colegios profesionales, las minorías étnicas, las comunidades, etc. para empezar a debatir sobre las visiones y orientación del patrón de desarrollo para nuestro país, sobre todo, los escenarios alternativos en un momento de crisis[ii] internacional.

Un punto de inflexión, análogo solo desde el punto de vista del “cambio de rumbo” del “modelo” económico “estatista e industrializador” vivimos los peruanos alrededor de 1989-1994. En aquel período crítico en la solución al colapso del sistema primó la correlación de fuerzas del poder económico y militar e implicó adoptar un régimen político autoritario y, la puesta en vigencia de una nueva constitución política que permitió: privatizar los bienes del estado y los fondos de pensiones, liberalizar el trabajo y el comercio exterior y, aplicar una sesgada regulación del cumplimiento de políticas económicas condicionadas y laxa regulación de normas ambientales y laborales, en el marco del Consenso de Washington.

El resultado, desde el punto de vista del cambio en la orientación del patrón dominante, significó el tránsito de la industrialización sustitutiva de 1950-1990 y el retorno a la pauta histórica de una economía primario exportadora, después de 1990. La gestión del “nuevo” modelo significó el tránsito del monopolio público a un elevado grado de monopolio privado en la economía, rasgo que no se ha modificado desde 1990, ni durante los sucesivos gobiernos democráticos. Desde el punto de vista del resultado en la distribución social del excedente[iii], si bien no existen cifras actuales, según el staff del FMI, en 1996, el 10%, más rico de la población (decil superior) percibió la mitad del ingreso generado mientras que el 10% más pobre percibió menos del 2%.

[iv]Otro resultado desde el punto de vista del régimen político fue, como dice O.Ugarteche, “no solo un régimen autoritario sino cleptocrático y mafioso que gobernó con la ayuda de un pequeño sector de empresarios banqueros, abogados, consultores de empresas, directores de medios de comunicación que hicieron su agosto”. Durante la dictadura del ahora sentenciado A. Fujimori la producción de las leyes específicas para el funcionamiento del sistema, emanadas de la nueva constitución, fue tarea de los grandes estudios de abogados y de los parlamentos de los gobiernos que le siguieron.

Sin embargo, este estilo poco transparente y dudosamente democrático de legislar se puso al descubierto con las movilizaciones de los pueblos amazónicos. Aun más, los 99 decretos dictados bajo delegación de facultades extraordinarias del congreso al ejecutivo, la mayor parte fue dictada a espaldas del propio congreso[v]. Entonces, cabe legítimamente la pregunta que se plantea A Rodrich[vi]: ¿Qué lobbies no se habrán movido para sacar adelante sus iniciativas aprovechando la avalancha legislativa?. Y, una pregunta mía, ¿el estilo poco transparente de la avalancha legislativa significa un patrón del estilo de legislar heredado de la década Fujimorista?

Por lo tanto, el cómo se solucione esta crisis, creemos que condicionará las posibilidades reales de transitar hacia otras formas de desarrollo alternativas a la primario exportadora. Estamos en la posibilidad de buscar diversas formas de ordenar nuestro territorio y economía y, de vislumbrar una mejor inserción en el mundo global. Ello se vuelve más apremiante en el contexto de una crisis recesiva mundial de duración aún no determinada, pero presumiblemente profunda y prolongada.

En esta oportunidad, diversas personalidades y serios formadores de opinión han reconocido el desafío que implica la lucha de los pueblos amazónicos al modelo neoliberal (Otra mirada, Informe Nº 45 10-06-2009) e, incluso, se ha descubierto que, “las crisis en torno a Bagua hoy los muestra – a los pueblos amazónicos - integrando una red de organizaciones notablemente modernas y sintonizadas con los usos y costumbres de la globalización. Bastante más modernos que el petróleo[2](sn). M. Lauer hace referencia al concepto de especialización flexible que, efectivamente, representa el nuevo paradigma organizacional de la empresa transnacional visible desde los años 70, posterior al paradigma fordista -jerarquizado y vertical- de la producción en masa de la posguerra. El concepto de la especialización flexible explica cómo la ETN ha relocalizado su producción a nivel global y también cómo ha modificado la organización del trabajo en determinados territorios dentro de los países en los que interviene (condicionando la eficiencia de los sindicatos organizados tradicionalmente). En el Perú, a fines del 2001 un antropólogo suizo y un ambientalista norteamericano, en el Parque Nacional de Huascarán, estudiaron la emergencia de múltiples redes sociales entre arrieros de montaña y su relación con operadores turísticos europeos[vii]. En 1966, el Antropólogo Allan Holmberg de la misión científica Perú Cornell, en una encuesta realizada a comunidades andinas del Perú, Bolivia, Ecuador, encontró a estas como “instituciones pujantes y capaces...”. Pero incluso, mucho antes, si recuerdo bien, a principios del siglo pasado[viii], miembros de las comunidades campesinas de Cusco y Puno se desplazaban a otros centros urbanos y mineros del país y fuera de él. Como se puede apreciar, tenemos mucho que aprender de las organizaciones del mundo andino y amazónico que, como bien dice Lauer, hasta antes de los sucesos violentos de la Curva del Diablo en Bagua, “eran vistos en conjunto como reliquias étnicas necesitadas de protección y conservación” (12-06-2009). El saludable cambio de visión de “reliquias étnicas a “organizaciones modernas va más con la idea de J. Urrutia de tomar en cuenta la “historicidad” de estas sociedades, más que considerarlas (...) como repositorios de transmisión casi inmutados[ix]”. Más recientemente, pude observar formas organizacionales análogas a la especialización flexible (en distintos pisos ecológicos) en las estrategias de las familias extendidas en diversas comunidades campesinas de la sierra norte de Lima (Churín - Oyón) y en algunos de los distritos de la Cordillera Negra[x]. O sea, hay base social y, “es más moderna que el Petróleo”.

Las opciones: ¿continuidad? , ¿cambio de rumbo?

Bajo el riesgo de simplificar y con la única finalidad de contribuir a aclarar el panorama de opciones de largo plazo, creemos que se abren hasta dos posibilidades aunque con rango diverso de posibilidades intermedias:

a) Persistir en la ruta primaria de la extracción de recursos naturales no renovables, esto es, dar curso al desembalse de 99 decretos legislativos que abarcan y afectan complejos temas internos. Tomemos en cuenta que la continuidad del actual modelo requiere de la implementación de un costoso programa de infraestructura económica caracterizado por una peculiar concepción del riesgo moral y empresarial, de privatización de ganancias y socialización de las pérdidas[xi]. El problema más importante quizás es la orientación e idoneidad de dichas inversiones públicas de larga maduración, su calidad de complemento a la gran inversión privada orientada a la exportación y su propuesta tecnológica. El paquete tecnológico que proponen, poco o nada tienen que ver con la investigación que no sea de exploración de recursos en amplios territorios como el amazónico, las grandes obras de ingeniería poco dejan al conocimiento público de la ingeniería nacional y regional, que no sea minería o geología. Los paquetes tecnológicos para la gran empresa se restringen a zonas urbanas donde hay mercado suficiente pero, poco tiene que ver con economías como la peruana en la que la tercera parte de la PEA vive en poblaciones menores de 500 habitantes. Para terminar, parafraseando A. Shetjman, el paquete tecnológico de la gran agroindustria exportadora (de la costa), que es muy valiosa, es distinta que la propuesta tecnológica que requiere la transformación productiva de la pequeña y mediana empresa rural, que es inmensamente mayoritaria en términos de generación de empleo y de producción de pan llevar para las zonas urbanas.

Por último, pero no por ello menos importante, la tragedia de la Curva del diablo en Bagua nos advierte claramente del nivel de conflictividad potencial existente originado por la competencia en la explotación y uso de los recursos naturales entre las poblaciones nativas y las empresas concesionarias privadas[xii].

b) Todavía, soñar no cuesta nada. Entonces, la otra posible gran opción estratégica podría considerar en primer lugar , nuestra condición de país biodiverso, y con un enorme patrimonio natural y también cultural, como el eje deseado del proceso de conservación y transformación de largo plazo. Por la naturaleza de la localización de los recursos tal orientación requeriría de la complementación regional interna y de la relación con la región y el mundo. Es más amplio que relacionarnos con el mundo a solo a través de los mercados de materias primas. Se trata de un patrón de desarrollo descentralizado, claramente centrado en los componentes de educación e investigación básica y aplicada y, en la adaptación tecnológica[3] focalizada en nuestros recursos naturales, culturales y habilidades organizacionales. Implica empezar a conocernos. Puedo equivocarme pero pocas veces percibo una posible coincidencia entre la orientación económica alternativa a la primario exportadora y, la emergencia de nuevos sectores y actores organizados, cuyas reivindicaciones se orientan a la conservación y posiblemente a la transformación sostenible de sus territorios. También cabe mencionar el dinamismo que han adquirido en diversas regiones el turismo cultural (arqueológico), vivencial y de naturaleza, además de su contribución al fisco y a la balanza comercial.

En otras palabras, sostenemos que la crisis abre la posibilidad de un nuevo contrato social en el que los pueblos amazónicos y andinos sean parte importante del patrón de desarrollo nacional. La orientación de un hipotético patrón alternativo de desarrollo la sintetizó Hugo Cabieses en 2008[xiii]. Cabieses sostiene que “nuestra principal riqueza exportable es la biodiversidad (...), el ecoturismo, el manejo integral y sostenible de los bosques (…),la captura de carbono por estos bosques y de los fondos que se generan por la captura de carbono (...) que constituyen una riqueza exportable”. Si bien el planteamiento se refiere a las exportaciones basadas en naturaleza, un patrón alternativo también requeriría inicialmente del concurso masivo de investigación básica y aplicada de la biodiversidad de la amazonía y de los andes, paralelo a un rescate de la ciencia y tecnologías locales u originarias, de los “saberes locales”. El apreciable lector podrá colegir el tipo de trabajo calificado[xiv] que se podría generar para nuestros jóvenes egresados por un cambio en la orientación y el significado de la investigación científica y aplicada en el país. Desde esta perspectiva, en la era de la sociedad del conocimiento la educación, investigación y la creación cultural y tecnológica debería ser considerada un bien público. No, como es en la actualidad, un mero bien de cambio.

Para ponerlo en palabras del Monseñor Paco Muguiro (SJ) Vicario General de Jaén: “todavía no nos damos cuenta de que en un futuro muy próximo la calidad del medio ambiente, la biodiversidad de nuestra flora y fauna que, por la variedad de los múltiples pisos ecológicos existentes en nuestro país, es múltiple y rica, será mucho más valiosa que los minerales que ahora se extraen poniendo en peligro dicha riqueza…El principio para Paco Muguiro[xv] es: que extraigamos los recursos minerales y los recursos no renovables, que se terminan, sin poner en peligro los recursos renovables, que pueden durar siempre. Queremos señalar que esta promesa del desarrollo alternativo coincide con un sentimiento mundial de protección a la naturaleza y del control de las emisiones para evitar el calentamiento global. Por esta razón, ésta visión también admite una lectura geopolítica por la naturaleza de los recursos estratégicos con los que cuenta el Perú: nos referimos nuevamente a la diversidad cultural y riqueza arqueológica, la biodiversidad, a los recursos hídricos (como naciente de la gran cuenca del Amazonas) y a medios para la adaptación de tecnologías no convencionales y limpias, además del gas natural, que ya son bienes escasos en el mundo y cuya conservación y uso sostenible será más importante y valiosa para el país que cualquier producción extractiva (pública o privada) que la amenace.

En suma, si hablamos de modernidad, en el siglo XXI nada menos apropiado como ejemplo que el sistema primario de explotación de los recursos no renovables para la exportación, como el realmente existente. Don Raúl Prebish, personaje que al final de los años de 1940, precisamente demostró el deterioro secular de los términos del intercambio (y su efecto negativo en las economías primario exportadores en más de un siglo de relación comercial con los países industrializados), se habría espantado de leer el Perro del hortelano.

1


[1] Docente e investigador en temas de desarrollo rural, turismo alternativo y economía internacional. Docente e investigador asociado en economía internacional y desarrollo en el Departamento de Investigaciones de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.
El presente artículo es parte de un trabajo permanente de observación de la crisis global titulado: ¿Recesión-deflación en el centro? Aceleradores y efectos de la crisis. Una mirada desde el Sur. Observatorio Latinoamericano. www.obela.org

[2] Mirko Lauer, Indígenas modernos, La República 12-06-2009

[3] Lugar de encuentro entre la punta tecnológica mundial y el avance científico sobre saberes locales.


[i] Iniciado el 10 junio 2009. Revisado por tercera vez el 19 de junio.

[ii] Para una excelente síntesis de los distintos patrones alternativos ver: Pilar Arroyo, Reflexiones sobre el conflicto amazónico peruano del Centro Bartolomé de las Casas. Lima

[iii] Ver A. Graña. Volatilidad externa, crecimiento y políticas económicas internas. Revista Nueva a Sociedad Nº 199. Caracas. 2005

[iv]

[v] H. Campodónico. Cristal de Mira.

[vi] Los lobbies del hortelano. La República.15 /06/2009

[vii] 2001. Klaus Auer y Tim Bryan. “ Arrieros Alive”? http//jass.doc.survey.ac.uk

[viii] Como menciona Jaime Urrutia, basado en las investigaciones de Kucksinsky,

[ix] La comunidad campesina reinventada: el ejemplo de Cumbico, Cajamarca./ Jaime Urrutia.

[x]Ver libro: El Perú invisible. CEDEP.2005. A. Graña,

[xi] Cuando menos, en lo que respecta a las carreteras transoceánicas, en las que, si el tráfico real de vehículos se sitúa por debajo de las estimaciones, el Estado asume los perjuicios. En el caso de un tráfico por encima del punto de equilibrio, el inversionista se apropia de las ganancias.

[xii] Ver también los trabajos y publicaciones de la Defensoría del Pueblo, de Bruno Revesz SJ y de Anthony Bebbington sobre el tema.

[xiii] Perú Hoy. Aprismo y liberalismo. Desco.

[xiv] Biólogos, antropólogos, arqueólogos, geógrafos, geólogos, economistas, historiadores, ingenieros, físicos, matemáticos, educadores, para mencionar solo algunas profesiones no tan preciadas por el actual mercado laboral.

[xv] Diario El Tiempo. Piura.31 julio del 2007

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