Crónica de la recesión: carta abierta al BCRP y el MEF

lunes, 22 de junio de 2009


Waldo Mendoza Bellido
La economía peruana está en recesión. Según el INEI, el PBI desestacionalizado ha caído por dos trimestres consecutivos. Los responsables centrales son el MEF y el BCRP, y son también ellos los que pueden conducirnos a la recuperación.
La recesión.
De acuerdo al estándar internacional, una economía está en recesión cuando el PBI desestacionalizado desciende por dos trimestres consecutivos. Según el INEI, el PBI desestacionalizado ha descendido en 1.2 % anual en el último trimestre del 2008 y en 6.8 % en el primer trimestre de este año. Estamos oficialmente en recesión.
Fuente: INEI
La desaceleración ha sido la más vertiginosa de América Latina. Según el INEI, la variación porcentual anualizada del PBI manufacturero ha descendido desde un pico de 11 % registrado en setiembre del año pasado, a 2 % en abril último. No hay señales, entonces, de que la economía haya tocado fondo, como lo vienen sosteniendo el MEF y el BCRP.
Fuente: INEI.
Los responsables
La recesión es producto de la crisis internacional, dura y prolongada, y las respuestas de política macroeconómica, tardías y tímidas.
Sin la crisis internacional, que ha provocado el choque externo más severo al que nos hemos enfrentado desde la Gran Depresión, hubiéramos tenido seguramente problemas similares al del primer semestre del año pasado, de inflación en alza y déficit externo creciente, pero no estaríamos, como ahora, en recesión.
Producida la crisis internacional, el Perú, en el 2008, por primera vez en su historia contemporánea, disponía de todas las condiciones para enfrentarla. El BCRP, a diferencia de 1998, además de tener los dólares suficientes para impedir un alza abrupta del tipo de cambio, contaba con el nuevo instrumento de la tasa de interés de referencia para activar oportunamente una política monetaria expansiva. Y el MEF había acumulado suficientes recursos, o podía financiar los faltantes sin problemas, para poner en marcha una política fiscal expansiva.
Las fortalezas no se utilizaron a pesar que la severidad de la crisis internacional se hizo evidente en setiembre del año pasado, con el colapso de Lehman Brothers. En ese momento, ya era claro que el ciclo expansivo por el que había atravesado la economía peruana había culminado y que, para no replicar la experiencia de 1998, había que actuar rápidamente.
Se reaccionó tarde, o se actuó mal. En el último trimestre del 2008, mientras el BCRP observaba cómo se desarrollaba la crisis, manteniendo fija su principal instrumento de política monetaria, la tasa de interés de referencia, el MEF aplicaba una inexplicable política fiscal contractiva. Fue una singular mezcla de política macroeconómica, única en el mundo.
El MEF salió al frente recién en febrero de este año, con el Plan de Estímulo Fiscal (PEF), que empezó a aplicarse a partir del segundo trimestre. Y el BCRP, por su lado, empezó a bajar de manera significativa la tasa de interés de referencia a partir de abril último. La política macroeconómica estuvo de vacaciones por casi un semestre.
Por qué se actuó tarde
La principal razón, a mi juicio, fue la complacencia mostrada por el gobierno (el Presidente de la República) y secundada por las instituciones encargadas de la política macroeconómica (BCRP y MEF), que apoyaron entusiastamente instituciones financieras locales y un grupo grande de “expertos” con presencia dominante en los medios, acerca de la real severidad de la crisis externa y los impactos que tendría en la economía peruana. Desde esta columna se expresaron las únicas voces discordantes, que a la larga resultaron acertadas.
Mientras el Presidente de la República “garantizaba” en CADE de noviembre del año pasado que el Perú crecería en más de 6.5 % en el 2009, el BCRP, el MEF y los principales bancos locales mostraban esa misma cifra en sus proyecciones macroeconómicas. El economista español Ricardo Lago, engreído de la prensa local en sus visitas a Lima, también declaraba por esos días que el Perú saldría ileso" de la crisis.
La confianza en la proyección de crecimiento de 6.5 % para el 2009 indujo al BCRP y al MEF a no actuar. Crecer en 6.5 %, en medio de la crisis internacional más importante desde la Gran Depresión, sin hacer nada, aparecía como un resultado espectacular. Y, en ese contexto, tenía sentido que la única herramienta de política fuese la de “inspirar confianza”, y las proyecciones macroeconómicas se convirtieron en un instrumento para ese objetivo.
Conocidos los resultados de enero-abril, todos han ajustado sus expectativas de crecimiento económico a la baja, como resolviendo un crucigrama con el solucionarlo al costado. En cada una de las últimas dos presentaciones del Reporte de Inflación del BCRP, la cifra proyectada de crecimiento baja en alrededor de dos puntos porcentuales, junto con la de los bancos locales. A pesar de estas cifras, el economista español continúa refiriéndose al “milagro económico peruano”, y que la recesión “no va a ocurrir” -no se ha tomado el trabajo de leer las cifras desestacionalizadas del INEI- , pero que la tasa de crecimiento para este año sería solo de 1 %. ¿El milagro consiste en que la tasa de crecimiento se reduzca de 10 % a 1 % de un año para otro?
Qué hacer.
Las cartas para el 2009 están básicamente jugadas. Aun así, para que la recesión no se prolongue, para que la tasa de crecimiento del PBI desestacionalizado vuelva a ser positiva pronto, hay que fortalecer la débil expansión fiscal y monetaria en curso.
Como la recesión está madurando, la inflación ha dejado de ser, por ahora, un problema. El BCRP tiene margen para continuar reduciendo la tasa de interés de referencia.
El MEF debe garantizar la plena ejecución del PEF, y continuar apoyando el ritmo creciente de ejecución de las obras públicas, que ya agarró una buena velocidad en abril. Sin embargo, como ya estamos en recesión, ese impulso fiscal puede ser insuficiente y debe ser complementado con la activación de algunos gastos corrientes que no tengan efectos permanentes en el gasto público, pero que pueden impulsar de inmediato la demanda agregada.
En adelante (¿en el 2018?), no cometamos los errores de política macroeconómica de 1998 y el 2008. Estos desaciertos tienen grandes costos para la sociedad en términos de pérdidas de producción y empleo.

Comments

One Comment

RSS
El Piurano dijo...

¿Se puede decir que el BCR estuvo de vacaciones en medio de la crisis, sólo porque no bajó la tasa de interés de referencia? Afirmar ello es una opinión miope, por decir lo menos. El BCR, desde que se agudizó la crisis internacional con la bancarrota de Lehman Brothers, adoptó una serie de medidas monetarias. Por ejemplo, redujo los encajes en soles y dólares; suministró liquidez vía repos por el equivalente a 7% del PBI, esa fue una inyección directa al sistema financiero; aumentó los plazos de las Repos de 1 día a 1 año; creó nuevos instrumentos de política; vendió dólares; y empezó a reducir la tasa de interés de referencia sólo cuando se disiparon las presiones especulativas sobre el tipo de cambio. Hay que recordar que la economía peruana está parcialmente dolarizada por lo que un brusco incremento del dólar deteriora inmediatamente la posición financiera de empresas y familias. Eso hace mucho daño a la economía.

Actualidad Económica del Perú

Aportando al debate con alternativas económicas desde 1978

Archives