Radiografía del experimento neoliberal

martes, 27 de octubre de 2009


Juergen Schuldt

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A veinte años de inaugurado el cambio del modelo de acumulación en el país, conviene hacer un balance telegráfico de la profunda mutación económica que se ha materializado en ese lapso.  Lo que a inicios de la década pasada parecían bien intencionadas y temporales políticas monetarias, comerciales y fiscales para estabilizar y ajustar la economía, a fin de acabar con la hiperinflación y los déficit externo y fiscal, se volvieron permanentes. Acompañadas por reformas institucionales radicales, autoritariamente impuestas, se logró asegurar el tránsito del fallido intento de “industrialización por sustitución de importaciones”, para regresar al antaño fracasado esquema “primario-exportador”. Si nos fijamos en los resultados alcanzados entre 1991 y 2008, se trata de un vívido ejemplo de libro de texto de lo bien que ha funcionado la teoría ricardiana de las ventajas comparativas (estáticas) en el país. 

En primer lugar, como era de esperarse, la primario-exportación volvió a ocupar el centro de atención de los gobiernos desde 1991. Gracias a ello, la participación de las exportaciones primarias (“tradicionales”) en el total crecieron paulatina pero consistentemente de un 70% hasta llegar a un sorprendente 76% el año pasado (90% de las cuales son minero-hidrocarburíferas). A costa de una expansión del mercado interno, las exportaciones totales, como porcentaje del PBI, aumentaron explosivamente de un 12,2% a 27,4%, asumiéndose el riesgo de la alta volatilidad de los precios de las materias primas que exportamos.

La desnacionalización de la economía es otro resultado natural de nuestro estricto respeto a las fuerzas libres de mercado, “planificadas” por las empresas transnacionales desde los centros. El capital extranjero se ha instalado cómodamente en las ramas productivas y de servicios que rinden las mayores tasas de ganancia, siendo altamente intensivas en capital y que, con excepciones, apenas absorben fuerza de trabajo (la gran minería apenas ocupa al 2% de la PEA). Con lo que desde el año 2005 remiten más utilidades a sus casas matrices que el flujo de inversión extranjera directa que ingresa al país, afectando negativamente la balanza de pagos. Tampoco generan mayores encadenamientos productivos: La producción de bienes de capital para la minería apenas representa el 0,17% del valor agregado generado por la industria manufacturera. Además, de los 46 grupos más poderosos del país, que poseen 600 empresas, el 48% ya son extranjeras.

La desindustrialización de la economía también ha acompañado ese proceso, tanto que la industria manufacturera, que originaba el 25% del PIB en décadas anteriores, ha caído al 17,2% el año pasado. Quebraron las empresas menos productivas como lo exige la dinámica de los libres mercados y las que han sobrevivido están con la soga al cuello, amenazadas por las importaciones, especialmente de las que nos llegan de las infrahumanas fábricas chinas, vietnamitas y similares.

Una cuarta tendencia obvia, resultado de lo antedicho y de la duplicación de la fuerza laboral global por el ingreso de las exrepúblicas soviéticas, China, India y demás a la ‘mundialización’, es la des-sindicalización de la fuerza laboral y la presión hacia la baja de las remuneraciones. Es así como se ha deteriorado dramáticamente la  distribución funcional del ingreso, que ya venía empeorando durante los años ochenta y se agravó desde los noventa. En efecto, los sueldos y salarios, que representaban un 30% del PIB en 1991, se fueron encogiendo consistentemente, año a año, hasta llegar al 22% en el 2007. Con lo que la concentración de la riqueza también se ha ido centralizando en grupos económicos cada vez más poderosos, cuyos representantes más conspicuos son tan bien recibidos por el Ejecutivo.

Quinto: Lo antedicho se ha dado también en el marco de una “servicialización” de la economía. Tan es así que el sector terciario ya llega a dar trabajo al 71,7% de la PEA (en 1991: 65,9%) y genera el 61% del PBI. Y, lo que es más grave, recordando que  la PEA del Perú es de 14,7 millones de trabajadores, 71,7% de los cuales se desempeñan en el sector terciario (servicios). Más aún, de esa PEA total del 2008, 11,7 millones (¡77%!)  laboran en ‘empresas’ de 1 a 10 trabajadores (ingreso mensual: 600 soles) y el resto se reparte entre las que dan trabajo de 10 a 50 personas (7%, que gana 1.082 soles) y las que ocupan a más de 50 (16%, con ingresos de 1.664 soles). Es decir, se trata de una tercerización creciente de la fuerza de trabajo, básicamente linformal y de muy baja productividad.

En ese contexto se entiende que la emigración de fuerza de trabajo se ha convertido –junto con la de pasta básica y cocaína- en una de nuestras principales exportaciones no tradicionales. Mientras a mediados de los años noventa emigraban anualmente 40.000 personas, desde 2005 salen 300.000 cada año. De las cifras de salidas y entradas del país se desprende que en los últimos 15 años han emigrado 2,7 millones de peruanos, ¡casi un 10% de la población total! 

En pocas palabras, se trata de un modelo económico que asigna perfectamente los recursos productivos en base a la dinámica de los libres mercados globales, tal como se expresan a través de las tendencias de los precios relativos básicos. Pero, por eso mismo, es frágil frente a shocksexternos, políticamente inestable y socialmente excluyente, por lo que la lógica ricardiana bien podría abrirle el campo a un gobierno abiertamente autoritario de uno de los extremos del espectro político.

El rol de las Asociaciones de Consumidores

domingo, 25 de octubre de 2009

EL ROL DE LAS ASOCIACIONES DE CONSUMIDORES

por: Santiago Roca, Profesor Principal Universidad ESAN

En el reciente debate sobre el Anteproyecto del Código de Consumo, algunos asesores de gremios empresariales han salido a apuntar sus dardos en contra de las asociaciones de consumidores. En forma virulenta, estos asesores, han salido a los medios a criticar que las asociaciones de consumidores fomentan la denuncia y el reclamo y que por lo tanto no se deben promover. Descubren que las asociaciones son parcialmente financiadas por las multas administrativas a los infractores de la ley de protección al consumidor y exigen se les retire este mecanismo de financiamiento ya que ello favorece las reclamaciones. Descubrieron que el Indecopi ya había transferido 600,000 soles al ASPEC – no se sabe si en un año o en sus 25 años de existencia – y que el anteproyecto generalizaba esta posibilidad a futuro, por lo que exigían su eliminación. En realidad lo que están pidiendo es que no tengan financiamiento y desaparezcan.


Pero ¿cuál es el rol que juegan en la economía las asociaciones de consumidores? Al igual que las asociaciones empresariales defienden los intereses de los empresarios, las asociaciones de los consumidores existen para defender los intereses de los consumidores. Estos intereses son muy amplios, no van en contra de ninguna empresa, grupo u asociación empresarial en particular, sino a favor de los usuarios o ciudadanos (principalmente de a pie) cuando son engañados, mal informados o abusados por grupos inescrupulosos o inclusive por la acción o inacción misma del Estado.0

 Si ustedes analizan cuál ha sido la actuación de oficio de la autoridad del consumo para hacer cumplir las leyes que velan por la idoneidad, salud e inocuidad de los productos y servicios en el mercado y la comparan con aquellas de la Asociación Peruana de Consumidores, ASPEC, se quedarán sorprendidos que el ASPEC ha cumplido un papel muy superior al Indecopi. ¿Quien ha salido a mostrar estudios y a denunciar que las balanzas en los mercados pesan en promedio 50 gramos menos y que los consumidores están siendo engañados?, ¿quien ha salido a denunciar y ha logrado que el bromato de potasio, mal denominados vinagres, y muchos otros productos hacen daño y deban ser retirados del mercado?. Quien ha denunciado y logrado que el precio de los pasaportes y de la playa de estacionamiento del aeropuerto no cobren por encima de los precios legales? ¿Quién está defendiendo a los consumidores para que los proveedores no se queden en forma arbitraria con su vuelto? ¿Quién está permanentemente educando a consumidores y proveedores en sus derechos y en las normas del consumo? 

¿Cuantos miles de millones de soles han ahorrado estas acciones a los consumidores en relación al financiamiento que reciben? Las asociaciones de consumidores existen en todo el mundo y juegan un rol activo no solo en defender a los consumidores en forma individual sino principalmente denunciando las causas colectivas y del bien general. Muchas asociaciones empresariales se unen a las asociaciones de consumidores para educar y concientizar a sus asociados de que sus negocios irán mejor si se unen con ellos y respetan las normas y reglamentos que buscan asegurar la salud, idoneidad e inocuidad de los bienes y servicios. En todos los países modernos, las asociaciones de consumidores son parcialmente financiadas por fondos públicos, y en varios de estos, no solamente en proporción de las multas de los casos por ellas denunciados, sino a través de mecanismos similares al drawback que reciben los exportadores. Es decir, el Estado le devuelve a los consumidores (a través de sus asociaciones) una parte de los impuestos que pagan por los bienes que consumen.

Rumbo al Estancamiento Económico

miércoles, 21 de octubre de 2009

Rumbo al Estancamiento Económico

Félix Jiménez
Economista Ph. D.
Profesor Principal de la PUCP
La caída espectacular de la tasa de crecimiento del PBI, de 10.9% en el tercer trimestre de 2008  a -1.1% en el segundo trimestre de 2009, muestra  la enorme vulnerabilidad de la economía ante shocks externos adversos como la crisis internacional actual. Esta vulnerabilidad fue acentuada por las políticas neoliberales y el estilo de crecimiento primario exportador. Mientras este patrón neoliberal no cambie y la recuperación de la economía internacional sea lenta, los próximos años 2010 y 2011, serán de estancamiento económico y, por lo tanto, de mayores conflictos sociales.  La tasa de crecimiento de 0.11% de enero-agosto, anunciada por el INEI, no puede ser entonces indicación del inicio de la recuperación sostenida de la economía.
Cómo nos encontró la crisis
Primero, las exportaciones tradicionales y no tradicionales reales crecían a tasas altas, cercanas a las del PBI, debido fundamentalmente al crecimiento de la demanda mundial y a términos de intercambio favorables. Pero crecieron con salarios y sueldos reales estancados desde la segunda mitad de la década de los años 1990s. Segundo, la economía ya estaba terciarizada. La manufacturera perdió peso y liderazgo, sobre todo en la generación de empleo y la multiplicación de los ingresos. El índice del empleo manufacturero ya no se asocia a la evolución del índice del PBI; pero entre este y el índice de empleo de los sectores comercio y servicios hay una conexión estrecha. Tercero, la inversión privada como porcentaje del PBI crecía básicamente impulsada por la inversión extranjera directa. La inversión privada nacional aumentó de un promedio de 15.5% en los años 2000-2005, a 16.7%, descontando la inversión extranjera, en los años 2006-2008. Finalmente, la crisis ocurre en una economía con un Estado disminuido y cuya capacidad técnica fue erosionada por las políticas neoliberales. La inversión pública se contrajo hasta afectar notablemente la calidad de la infraestructura vial, de los sistemas de agua y desagüe, de las escuelas, postas médicas y hospitales. Esta reducción explica el relativo poco dinamismo de la inversión privada local.

Efectos y consecuencias de la crisis
Las exportaciones reales cayeron 26.7% entre el tercer trimestre de 2008 y el segundo trimestre de 2009. Las importaciones disminuyeron más: 35.0%. El actual superávit comercial en dólares corrientes, se debe a la mayor caída de las importaciones (la economía se hizo más dependiente de importaciones) y a la recuperación de los términos del intercambio (que será temporal porque está asociada a la acumulación de inventarios de China). Asimismo, la inversión privada se redujo en 29.6% en el mismo período. Las tasas anualizadas de crecimiento de las exportaciones y de la inversión privada correspondientes al segundo trimestre de este año, fueron de -3.1% y -20.8%, respectivamente. También se han contraído los ingresos tributarios; se calcula que esta reducción se aproxima al 2% del PBI.

De otro lado, hay que mencionar que ni Bernanke, presidente de la FED, ni Krugman, premio Nobel de Economía, y ni Blanchard, alto funcionario del FMI --solo para mencionar a tres reputados economistas--, se atreven a pronosticar una recuperación sostenida de las más importantes economías industrializadas. Lo que se espera es un largo período de bajas tasas de crecimiento. Por lo tanto, dado este escenario mundial, no habrá salida exportadora para la economía peruana. Tampoco retornarán las altas tasas de crecimiento de la inversión privada, por la contracción de la inversión extranjera debido a la incertidumbre. Nadie invierte si no hay demanda para sus productos o si el futuro es incierto.

¿Cuáles serán, entonces, las fuentes de crecimiento de la economía peruana de los próximos años? No habrán tasas altas de crecimiento porque ya no crecerán como antes las exportaciones y menos la inversión privada. Lo que habrá es un largo período de estancamiento, con tasas de crecimiento insuficientes para enfrentar el desempleo, el subempleo y la pobreza que, sin duda, aumentarán. Por la crisis, el sector que más multiplica el empleo, la manufactura, ha caído, en cerca de 11%.  Solo está creciendo (por arte de birlibirloque) el sector servicios, mientras los sueldos y salarios reales siguen estancados.

Insuficiencia de demanda y déficit fiscal
Las políticas neoliberales crearon una economía con insuficiencia estructural de demanda interna. Con una demanda externa contraída y con sueldos y salarios reales constantes, el crecimiento de los próximos años será bajo y provendrá principalmente del gasto fiscal y del consumo privado impulsado por el crédito en moneda nacional. El consumo privado, es el único gasto privado que aumentó, aunque a una tasa mucho menor: de 9.2% el tercer trimestre de 2008 se redujo a 1.9% el segundo trimestre de 2009. Hay que recordar, además, que el gobierno formula un plan anticrisis recién en diciembre de 2008 y que el Banco Central emprende reducciones graduales de su tasa de referencia recién en febrero de este año (de 6.5% lo redujo a 1.25% en agosto). También hay que señalar que el gasto público, en consumo e inversión, representa escasamente el 12.4% del PBI, seis puntos menos que el porcentaje registrado antes de los años 1990s. Un Estado reducido y técnicamente incapaz de gastar con eficiencia, es ahora el responsable de compensar la caída de la demanda mundial.

Ahora bien, ¿el crédito crecerá a las tasas anteriores a la crisis en una economía terciarizada, con ingresos reales de sus principales consumidores estancados y una demanda externa que no crece?  Por último, ¿El gobierno estará dispuesto a incurrir en déficit superiores al 2.5% o 3% del PBI? 

¿Perú al mejor postor?

lunes, 5 de octubre de 2009



Germán Alarco Tosoni
Investigador principal CENTRUM Católica

La realidad de estos tiempos nos obliga a estar en alerta máxima. Mañana o en una semana, a nuestras autoridades municipales, estatales o nacionales se les puede ocurrir vender a la iniciativa privada el parque que tenemos cerca o los escasos metros cuadrados del retiro municipal frente a nuestras viviendas. Si las conciencias se comercializan fácilmente, dirán nuestras autoridades, hay espacio suficiente para vender lo que sea o desarrollar “proyectos conjuntos” con la iniciativa privada. Es un virus por deshacerse de todo en aras del “progreso”.

La lista de proyectos gubernamentales comprende la infraestructura pública, vías urbanas (Av. Javier Prado, Brasil y Alfonso Ugarte), las obras del Museo de Arte de Lima, edificios públicos (incluidos algún cuartel, el Hospital Larco Herrera y el Puericultorio Pérez Araníbar), ruinas arqueológicas, nuestra selva para hidroeléctricas extranjeras, la vista desde la Costa Verde y quien sabe que más. No se trata que ahora pertenezcamos al club de los perros del hortelano, pero las razones que se aducen tienen un contenido limitado. Son una mezcla extraña de pragmatismo que trasunta pura ideología liberal, se omiten también consideraciones técnicas, sociales y económicas. No nos referiremos a las razones “estratégicas” que se aplican en otros países como EE.UU., ni a los problemas que se suscitan en estas operaciones.

Externalidades negativas

Toda actividad productiva debe generar ingresos, pero estos no lo son necesariamente para el conjunto de la sociedad. Si una empresa destruye el ambiente, elimina áreas verdes, arroja desperdicios, contamina el aire, provoca ruidos excesivos, deteriora las condiciones de vida de terceros, genera menores ingresos a otros productores, está provocando externalidades negativas. En economía las externalidades se corrigen evitándolas (limitándolas o prohibiéndolas) o mitigándolas a través de señales de mercado: impuestos y subsidios específicos, respectivamente, para quien la genera o para el perjudicado.
Los costos variables reducidos y la nula generación de emisiones de CO2 posicionan a la energía hidráulica entre las mejores. Sin embargo, la situación no sería tan positiva, si toda la energía generada a partir de los proyectos promovidos desde el Brasil se exporta y cuando en la construcción de las represas se producirían daños relativos a la destrucción de bosques, la reubicación de miles de pobladores, reducción de fuentes de captura de carbono, afectaciones sobre los ríos, flora y fauna, desaparición de actividades alternas, entre otras.

El acceso y vistas de la población al mar o a una zona arqueológica son un bien público, para el disfrute de todos, pero la perspectiva oficial es convertirla en un bien privado que validaría la existencia de peruanos de diferentes categorías. Nuestras autoridades se olvidan de la estructura tan desigual de distribución del ingreso, donde coexisten algunos sin capacidad de pago. Estos, ¿por donde van a circular?, ¿habrá que confinarlos al gheto- o mejor dicho- al trapecio andino?. La modernización del aeropuerto Jorge Chávez es positiva pero la contaminación visual al interior es excesiva y superior a los estándares internacionales.  

Privatización desenfocada 

Es obvio que las calles de Lima, el transporte público y privado son un perfecto desastre incubado desde hace décadas atrás. La primera pregunta que surge aquí es si a través del racionamiento de mercado que impondría la privatización (con o sin peaje) se resolverían sus múltiples problemas. ¿Cuáles serían las vías alternativas libres?, ¿tendrían la capacidad de resistir los nuevos flujos vehiculares?, ¿de qué forma se resolvería la problemática del transporte público?, ¿cuál sería el aporte marginal de los privados conociendo que en general las vías propuestas: Javier Prado, Brasil o Alfonso Ugarte se mantienen razonablemente?.

Ideología pura y ausencia de planes

La política de venta de los edificios públicos también tiene poco sentido. Nuestras autoridades han evaluado los costos para los ciudadanos de alejar los edificios públicos de las zonas céntricas, ¿porqué fragmentarlos en oficinas provisionales?, ¿Por qué llevarlos a zonas menos “agradables”?, ¿dónde están las nuevos edificios públicos que sustituyen a los anteriores?, ¿cuál es el gran plan de reubicación?. Valió la pena lo que se hizo en Collique dándole el puntillazo final a la aeronáutica civil?. En el peor de los casos, porqué no se pensó en crear un gran parque público, áreas verdes, para un cono norte tan abigarrado, desordenado y poco amigable a las personas?.

El Puericultorio y el Larco Herrera son efectivamente excesivos para las poblaciones que ahora albergan, como resultado de problemas presupuestales y del descuido estatal. Los niños y enfermos que están abandonados podrían llenar no uno sino varias veces las instalaciones existentes. ¿Vale la pena comprometernos a financiar en el largo plazo a un concesionario privado en el puerto de Paita, cuando sólo traería inversiones menores al dinero que podría recibir del Estado?, ¿es el sector privado menos corrupto que el público?.  

La vida en sociedad sólo es posible cuando nos autolimitamos y cuando ésta se regula adecuadamente. Hay que pensar multifactorialmente, más allá de lo comercial y con una perspectiva desde la equidad. Sino le ponemos límite a esta nueva lógica, porque habría que ponerle coto a la siembra de coca y a la producción de cocaína que valoriza las tierras de nuestra Ceja de Selva, o a las madres que alquilan (o venden) a sus hijos para la mendicidad. Basta ya de la lógica del todo se vale.

28-9-2009.
      

Actualidad Económica del Perú

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