Cincuenta Gramos Menos

lunes, 20 de julio de 2009


por: Santiago Roca, Profesor Principal, Universidad ESAN


Hace unos días, la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios, ASPEC, una entidad de la sociedad civil sin fines de lucro, presentó al país una investigación de campo en donde encontró que el 49.32% de las balanzas revisadas en diversos mercados de Lima y Callao, no cumplen con las especificaciones de peso. Utilizando un procedimiento técnico normalizado con pesas calibradas que cuentan con certificado oficial del Servicio Nacional de Metrología se verificó que estas balanzas pesaban entre 12.5 a 300 gramos menos de lo que debían pesar.
En un cálculo basado solo en la venta de papa, un producto de bajo valor por unidad de peso (un sol a dos soles por kilo), ASPEC calcula que los consumidores estarían siendo estafados en alrededor de 268 millones de soles al año. Si a ello se le agrega que en los mercados se venden múltiplos productos y muchos de ellos con mayor valor por unidad de peso: carne (diez a veinte soles por Kg), huevos (3 a 5 soles por Kg), frutas (2 a 8 soles por Kg), etc., las pérdidas de los consumidores podrían fácilmente sobrepasar los tres mil millones de soles al año.
¿Qué pasa en el país que no existen autoridades responsables de velar por los pesos y las medidas en los mercados? La respuesta es muy simple, de un tiempo a esta parte, los últimos gobiernos han promovido la desregulación y la no intervención del Estado en la economía, en la creencia que los problemas entre compradores y vendedores se deberían resolver solos. Por ello fue que se derogaron dispositivos legales y se cerraron instituciones del Estado como el ITINTEC, al cual se parte y se le quitan competencias, entre ellas las referidas a la verificación de los pesos y medidas en los mercados. Tiempo después - frente a las protestas - la ley orgánica de municipalidades autoriza a los municipios a que legislen, operacionalizen, controlen y fiscalizen los pesos y medidas, pero no se les asigna presupuesto, no se promulga una ley marco, ni se les permite cobrar por dicho servicio. De esta forma se entierra al muerto. Ni siquiera se faculta a la Comisión de Protección al Consumidor del INDECOPI para que en nombre de los consumidores actúe en forma colectiva.
En el 2005, desde el INDECOPI, presentamos al país una propuesta de ley para resolver el problema. Todo medio de medición utilizado en operaciones de carácter comercial o industrial deberá encontrarse verificado, con arreglo a los términos y especificaciones que dicte el Servicio Nacional de Metrología. Las personas naturales o jurídicas verificadoras –privadas - deberían ser previamente autorizadas o acreditadas y estarían empoderadas para otorgar sellos respectivos de verificación. Los proveedores o propietarios de los medios de medición serían los responsables por el correcto funcionamiento de estos instrumentos. Los gobiernos locales serían los facultados para fiscalizar y sancionar la no observancia de las normas metrológicas. Se estaba proponiendo un sistema integral, público-privado, con órganos rectores, y aplicación y fiscalización local y descentralizada.
Nada de esto satisfizo a los talibanes del mercado y creyentes de la libertad absoluta (ley de la selva), los problemas de pesos y medidas se deberían resolver libremente, sin regulación ni normas. Como consecuencia de ello, se descartó la propuesta en el Ejecutivo y se boicoteó su aprobación en el Congreso.
Cuatro años después, una entidad de la sociedad civil es la que tiene que sacar la cara por los consumidores. ¡Que bien por ASPEC!, pero ¿Dónde está el Estado? ¡Que vergüenza para todos estos técnicos y políticos que legislan o dejan de legislar en función exclusiva a ideologías, en vez de en la ética, la justeza y la práctica de la situación!

Los otros números del Dr. García

domingo, 19 de julio de 2009

Dom, 19/07/2009 - 20:22

Promedio (2 votes)

Por Farid Matuk
Ex jefe del INEI

Viviendo lejos del Perú, las noticias son filtradas por la distancia, siendo el medio escrito el más persistente como los periódicos y los blogs. El domingo pasado, el gobierno propaló por televisión un aviso pagado, el cual fue reproducido –y analizado– en el blog de Marco Sifuentes (www.utero.pe). En el que fundamentalmente se proclaman como éxitos, valores absolutos en millones que dicen nada si no son comparados con una línea de base; pero lo más sorprendente del aviso es la ausencia de referencias a las condiciones de vida, como por ejemplo “Dos millones de pobres menos”, en caso fuera cierta la asombrosa reducción de la pobreza entre 2006 y 2008.

Esta ausencia de referencia a la reducción de la pobreza no es producto del olvido ni del descuido, sino es la lógica consecuencia del descrédito de la información estadística oficial. Y este descrédito está basado en la lógica complaciente que la información estadística debe coincidir con la retórica presidencial, cuando la información estadística es como la información meteorológica, no existen resultados positivos o negativos, sino simplemente cruda información de la realidad que debe servir de insumo para las políticas públicas y privadas.

Con las bases de datos oficiales disponibles a nivel trimestral del año 2006 y 2008, se puede efectuar un análisis a nivel de cada región de la evolución de la indigencia, si esta ha aumentado, se ha reducido o no se ha variado con un margen de error estadístico. A diferencia de los “millones” de la propaganda oficial de individuos “representativos”, la indigencia se mide entrevistando anualmente a 20,000 hogares y 95,000 personas desde el 2003. Esta medición hace al Perú un país líder a nivel mundial en la medición de las condiciones de vida de los hogares.

A diferencia de la pobreza, que se define como la cantidad de dinero que una persona promedio necesita para vivir, la indigencia se define como la cantidad de calorías que una persona promedio ingesta para vivir. Mientras la medición de la pobreza está sujeta a criterios discrecionales como la medición de la inflación rural o el valor del autoconsumo campesino, la medición de la indigencia se reduce a medir la cantidad (no el valor) de alimentos consumidos y las características de edad y sexo de los miembros del hogar.

En la tabla a continuación, se tiene la evolución de la tasa de la indigencia por región y a nivel nacional desde el año 2006 (la línea de base) hasta el año 2008 (el avance de gestión), y con una precisión de 99.9% (equivalente a una probabilidad de 1 en 1000 de error) es posible evaluar estadísticamente si la tasa de indigencia se incrementó, se redujo o siguió igual. El programa de cómputo que genera estos resultados está disponible en www.29x55.com .

Con estos resultados estadísticos es posible concluir con certeza que la indigencia no se redujo en ninguna región, permaneció igual en 17 regiones, se incrementó en 8 regiones, y por consecuencia se incrementó en el Perú como un todo. Pero al mismo tiempo tenemos que la economía ha crecido a tasas espectaculares, pero frágiles como se evidencian en la crisis económica presente, y esta fragilidad no es nueva sino que ya se vivió en 1986 y 1994.

La limitación de este tipo de crecimiento económico es que se basa en pequeños enclaves dentro de la economía, que si bien incrementan el promedio nacional, acentúan las desigualdades inherentes al modelo de crecimiento. Siendo estas desigualdades que al profundizarse se expresan como conflictos sociales de distinta índole y naturaleza, en la amazonía se traduce como un problema de propiedad de la tierra y del subsuelo (Bagua), en los andes se traduce como el daño ambiental de la explotación minera (La Oroya), en las ciudades se traduce como gobernabilidad (transportistas).

Cuando el gobierno concluye que este descontento social es producto de un malévolo complot internacional, olvida que el modelo de enclave para el crecimiento económico acentúa las desigualdades, y estas son las bases objetivas para que distintos grupos de interés encuentren un entorno social adecuado a sus metas. Las reservas internacionales que se acumularon durante los años de bonanza del precio de las materias primas que el Perú exporta deben ser usadas hoy para un Programa de Estímulo Social que reduzca drásticamente las desigualdades presentes, y de esta manera la protesta social no se traduzca en violencia política.

Este Programa de Estímulo Social puede ser lanzado de inmediato, antes de que sea demasiado tarde, con la duplicación de las transferencias en efectivo del Programa Juntos con los hogares rurales actualmente registrados, y el lanzamiento de Juntos Urbano con el millón de hogares que el Ministerio de Economía identificó en 2007.

Este artículo lo puede leer también en: http://aeperu.blogspot.com


Duplica; triplica; cuadruplica y quintuplica: el mismo engaño

martes, 14 de julio de 2009


Juan Francisco Rojas



La publicidad es un instrumento poderoso. Transmite información para el consumo; grafica la realidad social de un país; construye valores; y crea una visión respecto de las bondades del sistema económico. La correcta utilización de la publicidad es una exigencia que nos atañe a todos, pues nuestra sensibilidad también se ve afectada cuando la publicidad se utiliza sin ética y sin respeto por el consumidor.

La publicidad de “recargas de minutos” para teléfonos pre-pago ha demostrado ser la más agresiva y la menos ajustada a estándares éticos, llegando a realizar -sin lugar a dudas- las infracciones más groseras a la legislación sobre la materia. Los teléfonos pre-pago son aquellos que utiliza la población de escasos recursos. Sin embargo, es ahí donde se permiten complacientemente los fraudes más escandalosos: la “recarga de minutos” se agota si es que no se consume en el tiempo perentorio de (7) siete o (10) días; el costo de la tarifa para el consumo de estos minutos de promoción es dos, tres, cuatro o cinco veces mayor a la tarifa usual del cliente; el récord de consumo de minutos es realizado sin mayor supervisión o control; las restricciones sólo se pueden conocer leyendo la letra pequeña (oculta) o cuando ya se ha adquirido la tarjeta; y el clásico “quéjese donde quiera”.

En el colmo de lo pintoresco, cuando un usuario reclama por lo que considera, por ejemplo, una errónea medida de su consumo en minutos telefónicos, el regulador OSIPTEL acude a la compañía regulada y ésta responde: “nuestros equipos reportan ese consumo, por lo tanto, es correcto”. Ni siquiera al muestreo, el regulador efectúa una verificación de los sistemas de control de consumo de las compañías telefónicas.

¿Hasta cuando seguir afectando a los ciudadanos de esta manera? ¿Cuánto dinero ilegal obtienen las compañías con estas campañas publicitarias “promocionales”? El INDECOPI no se da por aludido. Guarda silencio en todos los idiomas. Pareciera que el interés de esta institución está en manos de las empresas de telecomunicaciones. Incluso, para iniciar un procedimiento sancionador, son los propios ciudadanos los que tiene que exigir en medios de comunicación la actividad del supervisor de la publicidad, pues la actuación de oficio es algo que no va con las directivas de su actual presidente, que prefiere sus comodidades a la defensa de los consumidores.

El sentimiento de frustración de los usuarios se traslada al sistema económico: ¿Cómo confiar en una economía de mercado donde las empresas de servicios esenciales hacen lo que quieren con el usuario y las autoridades no son capaces de corregir el comportamiento ilícito? Las multas que rara vez se terminan colocando, no solucionan el problema, pues las ganancias obtenidas por el engaño son mayores y los agentes económicos lo saben muy bien.

El control previo de la publicidad en materia de servicios telefónicos es una buena medida. Ninguna publicidad en este ámbito debiera difundirse sin una previa autorización por parte de autoridad. Los que no saben usar la libertad, no la merecen.

La especialidad del mercado justifica una medida de control de este tipo. Además, el que se haya apostado de manera general por el control posterior en publicidad, en nada impide que se desarrolle el control previo en determinados mercados que así lo necesitan.

Se inicia la recuperación económica internacional

lunes, 13 de julio de 2009


Germán Alarco Tosoni
Investigador CENTRUM Católica

Es claro que las proyecciones para el producto (PBI) en 2009 de los principales países y de la economía mundial están convergiendo. Ya no varían hacia abajo de mes en mes, y las diferencias entre los resultados anunciados por los diferentes organismos o analistas internacionales son cada vez menores. Esto es positivo para la economía mundial, ya que la incertidumbre parece menor y nos alejamos de una depresión como la de los años treinta. Al parecer estamos tocando fondo, lo que sin embargo, no implica de manera alguna que la recuperación este a la vuelta de la esquina. Todavía existen graves riesgos de que se produzca una nueva caída, tanto por lo que ocurre en los mercados de valores y de mercancías (commodities), como si se cede a las presiones de los ortodoxos-neoliberales, quienes plantean que lo realizado en términos de rescates monetarios y fiscales ya son suficientes.
Resultados mundiales convergentes
Las proyecciones más recientes señalan que el PBI norteamericano decrecería en 2009 entre -2.6% y -3.5%, con una mayor probabilidad cercana al -3%. Las economías europeas decrecerían en conjunto entre -4.1% y -4.8%, destacando la mayor contracción en Alemania -6.2%, Italia -5.1% y la menor contracción en Francia de -3%. Japón caería entre -6% y -6.7%, mientras que China mantendría su tasa de crecimiento del 6.5% anual. Para el FMI (8 de julio) el comercio internacional retrocedería 12.2%, destacando una mayor contracción en las exportaciones de las economías avanzadas del -15%, mientras que las exportaciones de las economías emergentes y de los países en desarrollo caerían en -6.5%.
Problemas con solución en el largo plazo
Hasta mediados de junio del 2009 se han perdido 6.5 millones de empleos en los EE.UU., que implicarían un menor poder de compra por US$ 300 billones anuales. No habrá recuperación hasta que esas personas que han salido del mercado de trabajo puedan reingresar al mismo. Los programas de apoyo al desempleo, son muy importantes, pero tienen cobertura limitada en tiempo y monto (6 a 9 meses y hasta US$ 1,000 mensuales). Las nuevas tecnologías en procesos lamentablemente jugarían en contra de la reabsorción de la mano de obra despedida. Es evidente que la oferta de insumos, productos y servicios más avanzados tiene un mayor contenido en conocimientos. La tendencia de sustitución de mano de obra por capital y nuevas tecnologías es casi inexorable en las economías más avanzadas. No comentamos aquí la estructura de distribución del ingreso, ya que en la medida en que esta se haga más desigual, la demanda y la producción se mantendrían reducidas.
Otro elemento que conjura la recuperación rápida de la economía, es la reducida posibilidad de que se pueda reanudar el consumo a los niveles previos a la crisis. El sistema financiero norteamericano ha sido seriamente vulnerado y la posibilidad de que se pueda producir una fase expansiva de crédito es remota. Por el lado de las familias, la severa destrucción de la riqueza (entre 35-40% del valor de capitalización del mercado de valores), el desempleo o la posibilidad de ingresar a éste, han generado un nuevo comportamiento de gasto más austero, que no contribuirá a la expansión inmediata de la demanda y la producción nacional.
La inversión productiva se reanudaría cuando se eleve el grado de utilización de la capacidad instalada (cuando haya más demanda) o desaparezca la capacidad productiva previa (lo cual es improbable). La inversión residencial se reiniciaría cuando se reduzca el excedente de viviendas no colocadas y dejen de reducirse sus precios. En otro orden de ideas, para analistas como Krugman, la recuperación de los empleos y de la producción requerirá de un nuevo programa de estímulo por parte del gobierno norteamericano. Las preguntas aquí son varias: ¿Será en su momento autorizado por las Cámara de Representantes y el Senado?, ¿se podrá financiar el mayor déficit fiscal a través de bonos del tesoro?, ¿los aceptará el mercado?. La depreciación de dólar americano y los menores saldos de la balanza comercial, especialmente de China, introducen algunas dudas sobre un circuito de financiamiento que antes se realizaba sin problema alguno.
Por último, hay quienes cifran muchas esperanzas en la dinamización de las economías de menores ingresos pero muy dinámicas: China especialmente. Sin embargo, no nos olvidemos que esta tiene aún entre la tercera y cuarta parte del tamaño de la economía estadounidense (en dólares corrientes). La mayor actividad económica de China, activa sus importaciones, las exportaciones y el nivel de actividad de sus socios comerciales. Sin embargo, las locomotoras de la demanda mundial son aún los EE.UU. y en segundo lugar Japón y los países Europeos.
Evitando las burbujas y las desviaciones en la política
Desde marzo hasta inicios de la segunda quincena de junio del 2009 los mercados de valores internacionales mantuvieron una tendencia alcista. A partir de allí nuevamente, aunque con altibajos, el Dow Jones industrial de New York ha caído casi 7% por las mayores solicitudes de beneficios por seguro del desempleo y la contracción en la confianza del consumidor en EE.UU. durante junio. Es interesante señalar que los mayores riesgos se pueden suscitar cuando este mercado de valores, al igual que el de los metales, pero especialmente el petrolero muestre una tendencia alcista sin límite, generando una burbuja que ineludiblemente tendría que explotar en la medida en que el desempeño del sector real y de estos mercados va a ritmos diferentes.
No hay evidencia empírica, pero existen varias hipótesis relativas a que la elevación del precio del petróleo y de los metales, responde a la demanda de China (principalmente como alternativa de inversión más que a demanda real), al inicio del proceso de depreciación del dólar americano por las inyecciones masivas de liquidez y, lo más grave, a la reanudación de las operaciones especulativas con los futuros y derivados asociados a estos productos. Nouriel Roubini sostiene que el incremento en el precio de estos insumos puede conducir a una recesión secundaria en forma de W, ya que elevados precios del petróleo, especialmente, pueden conducir a una recesión como la ocurrida en julio del 2008. En estas circunstancias, el camino hacia la estanflación parece más claro. A este panorama, hay que sumar los límites a la expansión del endeudamiento público, la mayor liquidez y las presiones ortodoxas, especialmente del Banco Central Europeo y de algunos funcionarios del FMI para frenar los programas anticíclicos. La tormenta perfecta puede incubarse nuevamente.
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GASTO SOCIAL

miércoles, 8 de julio de 2009

Urge Aumentar el Gasto Social.
Pedro Francke


¿Qué debe esperarse del gasto social que realiza el Estado en tiempo de crisis?
Lo conveniente para el país es que el gasto social aumente.

Hay una razón social para ello: la gente tiene mayores necesidades, porque ha perdido el empleo o sus ingresos se han reducido, y por lo tanto le es más difícil cubrir el pago de los útiles escolares, o de las medicinas y gastos médicos si viene el caso.

Además, cuando la economía está en recesión y las ventas de las empresas están cayendo, el gobierno tiene que estimular la demanda. Sólo así puede evitar que la caída económica se agrave. Es lo que hoy hacen casi todos los gobiernos del mundo, desde Estados Unidos y los países europeos, hasta China, Brasil y Chile. Aumentar el gasto público es una de las alternativas más evidentes; y el Plan Anti-Crisis presentado por el gobierno, según se dijo, incluía 10 mil millones de soles más de gasto público. Aunque la mayor parte se anunció que iría a obras de infraestructura, una parte minoritaria debía ir a gasto social.
Pero eso no ha sucedido. El siguiente cuadro muestra el gasto social, en millones de soles, en los primeros semestres del 2008 y el 2009.

Primer Semestre 2008
Primer Semestre 2009
Educación y cultura
5.551
5.623
Salud y Saneamiento
3.859
3.477
Protección y Previsión Social
5.365
5.465
Gasto Social
14.775
14.565
Como se puede ver, el gobierno en vez de aumentar el gasto social, lo ha reducido en más de 200 millones de soles. Como además en este tiempo los precios han aumentado producto de la inflación, el recorte real es bastante mayor, equivalente a unos 700 millones de soles.

En el área social, y sobretodo en salud y saneamiento, Carranza es igual a Valdivieso, un recortador de gasto.

Desde luego, este recorte de gasto social tiene consecuencias muy directas. Por ejemplo, el Seguro Integral de Salud – SIS atraviesa una enorme crisis porque adeuda a los hospitales y centros de salud varios meses, por lo cual hay desabastecimiento de medicinas y en muchas localidades la atención se ha restringido seriamente. El tema es materia de preocupación central entre los interesados en salud pública, y será motivo de debate en la Cuarta Conferencia Nacional de Salud que ForoSalud organiza para los días 24 al 26 de agosto.
La conveniencia de aumentar el gasto social durante las crisis también tiene una justificación política: el Estado tiene que buscar frenar el natural descontento que siente la gente cuando ve si situación económica empeorar.

Pero el gobierno ha preferido incumplir sus promesas una vez más. Dijo que aumentaría el gasto social como parte del Plan Anti-Crisis, y en vez de eso lo disminuye.

¿Porqué? No es causalidad que este recorte del gasto social suceda cuando los ministros de salud y del MIMDES no han sido apristas sino vinculados a Yehude Simon. La subordinación de Yehude a Alan García ha sido tan grande que ni siquiera ha conseguido un poquito de aire presupuestal a los ministros más cercanos a él.

Además, Alan García no ha tenido ninguna visión ni propuesta para lo social, manteniendo la idea de que todo lo resuelven las grandes empresas. Incluso con la crisis, se aferra esta misma idea, que lo social no importa.

En esa situación, no cabe extrañarse de que la protesta social siga creciendo.

El nuevo Premier debe tomar nota y cambiar de rumbo.

Crisis en las alturas

domingo, 5 de julio de 2009


Promedio (4 votes)
Por Francisco Durand
Profesor de la Universidad de Texas, San Antonio, EEUU.
El gran paro amazónico de mayo y junio del 2009 ha generado una crisis en las alturas, revelando no solo problemas de corto plazo, sino, lo que es más grave todavía, varios de mediano plazo.
Para empezar, ha renacido el “factor García”, el sino de un presidente perseguido por la fatalidad que deviene de su caudillismo insensato. Hay, sin embargo, algo más. El 2009 también es un quiebre para la doctrina económica neoliberal, que está perdiendo piso aceleradamente, hecho que se combina con un debilitamiento de las instituciones. Todo en un momento que la calle manda.
URGE CAMBIO DE MODELO
Lo que viene, por tanto, es la necesidad y la posibilidad para la izquierda de buscar un cambio de presidente y al mismo tiempo de modelo, posibilidad que puede ocurrir antes de las elecciones (vacancia), o en ellas (adelantadas, o de acuerdo al cronograma), si la crisis se agudiza.
La derecha, por su parte, debe escoger entre defender a García o distanciarse, además de ir buscando cómo manejar las elecciones del 2001 antes de que sea demasiado tarde. Ya no basta el acceso privilegiado a palacio, el silencio mediático, el ladrido de los perros guardianes y los spots geniales de sus numerosos consultores de imagen. Necesitan estrategas y eso no se compra.
Bien visto el panorama, estamos frente a la segunda gran crisis del Estado neoliberal inaugurado en 1990. La primera ocurrió a la caída del tandem Fujimori-Montesinos en el 2000. La solución, no obstante, estaba a la vista. Había que democratizar y “reinstitucionalizar al país”, escuchar a los pobres, combatir las mafias, e ir hacia un equilibrio de poderes, trabajo iniciado por Valentín Paniagua. Pero el presidente que le siguió señaló un rumbo menos promisorio. Toledo creía que el Perú debía ir hacia un “Fujimorismo sin Fujimori”, manteniendo la doctrina y rotando pilotos, sin hacer ninguna reforma sustancial del Estado y permitiendo al mismo tiempo que los grandes empresarios fueran el socio privilegiado del gobierno. Dejó sin embargo operar a varios aliados de centro e izquierda.
Su sucesor, García, ha continuado debilitando aún más la poca institucionalidad que nos queda, revirtiendo los procesos iniciados por Paniagua, y polarizando al país. Parte del problema es su afán de concentrar el poder, lo que debilita las instituciones, pero también el hecho que hizo una mala política de alianzas. A pesar de que García estuvo más necesitado que ninguno del apoyo empresarial, y los votos de la derecha para ganarle a Ollanta Humala el 2006, se le fue la mano. En lugar de negociar y mantenerse en el centro, se fue a la derecha con todo.
EL SECUESTRO DE GARCÍA
Como bien lo dijera su rival Lourdes Flores, se había constituido “el gobierno de los ricos”, el del óbolo minero, el preferido de los lobbies. García fue literalmente secuestrado por los empresarios y él por su cuenta ha desarrollado un síndrome de Estocolmo: los recibe en Palacio, les escribe cartas, promueve sus inversiones personalmente, defiende sus intereses a rajatabla, y se asesora por ellos todos los meses.
Esta actitud le ha hecho perder el equilibrio a él y al APRA, pues el costo consiste en que ni habla, ni recibe, ni visita, ni escucha, al pueblo, sobre todo al que cuestiona la inversión, tristemente calificado como “perro del hortelano” y “ciudadano de segunda categoría”.
Pues bien, es la política del perro del hortelano la que ha muerto con el Baguazo, conflicto que revela las limitaciones del presidente hasta hace poco considerado tan fuerte que podría reelegirse y postular de nuevo. Sueños desvanecidos. En la crisis del 2009, el piloto político que ponía la economía en automático ha cometido dos graves errores de conducción, el mal manejo del Canal 5 y el peor manejo del paro amazónico.
EL MAL GOBIERNO SE PAGA
El mal gobierno tiene consecuencias pues contribuye a un problema de fondo al acentuar una pérdida de legitimidad del sistema económico mismo, tanto de la doctrina como del agente económico que más gana con ella, las corporaciones. Ni los programas de responsabilidad social, ni las adhesiones al Pacto Global de la ONU ni una mayor filantropía de las fundaciones resuelve el problema de un empeoramiento de la reputación empresarial. Son instrumentos que han llegado a un límite. En paralelo, más peruanos demandan un cambio parcial o uno total de doctrina económica. La reciente encuesta de la Universidad Católica –institución amenazada por el Opus Dei, que prepara una toma contando con el apoyo de un Poder Judicial influido por una presidencia amiga– indica que menos de un 30% no desea cambios de política económica. Estas tendencias pueden acentuarse en los siguientes meses.
El factor principal son las oleadas de movilizaciones que sacuden al país, pero existen otros dos factores latentes o poco manifiestos. Uno, mayores escándalos de corrupción gubernamental en la medida en que se van endureciendo los anillos cleptocráticos en varios ministerios que hacen obras y manejan o adquieren bienes públicos. Dos, el hecho de que la crisis económica internacional sigue irresuelta a pesar de los megaestímulos fiscales. En el Perú ni el sector privado ni el Estado, menos los gobiernos regionales, están demostrando un buen y rápido uso del mecanismo de estimulación de demanda. Tampoco EEUU tiene “capacidad de gasto”, como lo demuestran recientes informes.
Mientras tanto, los poderes fácticos están fuertemente necesitados de un solo buen candidato para el 2001 que les asegure el continuismo económico. El problema aquí es que la derecha va dividida y no va a ser fácil manejar las ambiciones de tanto candidato conservador (Toledo, Keiko Fujimori, Castañeda, Merino, Kuczynski y varios otros) para hacer un manejo más ordenado de la puja electoral. Su problema es que con una derecha dividida aumentan las posibilidades de que Ollanta Humala llegue a la segunda vuelta.
¿Podrán los dueños del país resolver la crisis en las alturas?
Este artículo lo puede leer también en: http://aeperu.blogspot.com

La peruana, una economía provinciana!

viernes, 3 de julio de 2009


Edgardo Cruzado Silverii
Hay quienes huyen o se tapan los oídos al escuchar la palabra economía, no solo porque últimamente no le vaya muy bien, sino sobre todo porque los términos y las explicaciones alrededor de la economía son comúnmente inentendibles. En este artículo no trataremos de explicar el fondo de esta dificultad, pero sí queremos sustentar que cuando hablamos de la economía del país, en realidad hablamos de varias “economías”, la suma de muchas partes que en conjunto representan un total, pero es un termómetro del momento que no recoge la diversidad.
Conocer la diversidad es importante cuando queremos saber ¿hacia dónde camina la economía peruana? Y dentro de esta, ¿cuál es el futuro de mi región? Claro, antes tendremos que saber ¿dónde estamos?
Esta semana el Banco Mundial ha presentado en Lima su Informe sobre el Desarrollo Mundial (2009) que ha denominado “Una nueva geografía económica” (www.bancomundial.org.pe). En el estudio se describe, con muy buena información, y muchos mapas coloridos, la foto actual: “la mitad de la producción mundial se da en menos del 5% de la superficie terrestre del mundo”. Conclusión. Hoy día, al resto del planeta (el 95%) le queda muy poco.
Hasta aquí, no hay mucho de nuevo, todos sabemos que unos cuantos países, llamados “desarrollados”, explican la mayor parte de la producción y el consumo del mundo. Sin embargo, el informe se ocupa de mostrar que la polarización se repite al interior de la mayor parte de países, desarrollados o no. Una parte pequeña del territorio de cada país concentra la producción y deja para el resto muy poco; esto se repite al interior de las regiones. Esta “foto” es similar no importa si se trata deEstados Unidos, Japón, China, África o América Latina.
En nuestro país la ciudad de Lima concentra, además de buena parte de la población del país, la mayor parte de la producción. La diferencia con Arequipa, Trujillo y Piura es inmensa, y mucho mayor si la comparamos con Sicuani, Chachapoyas, Sechura o Yauyos.
Mas allá de la foto actual es necesario saber ¿qué es lo que nos ha llevado a esta disparidad territorial? Y, mucho más importante, ¿hacia dónde estamos caminando? Y ¿hacia dónde queremos ir? Estamos incrementando la disparidad? ¿La estamos logrando reducir? En este punto los economistas tenemos, entre nosotros, diferencias sustanciales.
El Banco Mundial, en su informe, cita una serie de casos donde fracasaron los intentos por disminuir la concentración económica; concluyendo que es mejor dejar al mercado funcionar y reconocer que la concentración económica territorial es “natural”. La sierra y la selva, con menor concentración de población, mayor distancia de los mercados y con mayores particularidades (lingüísticas y culturales, entre otras), deberán comprender que el desarrollo, hoy y en el futuro estará en la costa y en Lima. Yo creo que esta conclusión es, por lo menos, discutible.
También lo piensa la Unión Europea, a los que el gobierno aún no incluye como parte del complot internacional. Desde 2006 la Unión Europea estableció que el 30% de su presupuesto estará destinado a las regiones donde la producción promedio (PBI) por persona sea menor al 75% del promedio de todos los países que la conforman. A esto los europeos le denominan Políticas de Convergencia Regional.
Esperemos que estas alternativas y no solo parches a la política al continuismo sean parte del debate de las Mesas para ver los temas andinos y amazónicos. No podemos partir del “modelo bueno” y el “modelo malo”, pero no estamos de acuerdo con lo que el modelo actual ofrece para la sierra y la selva. ¿Usted sí?
Este artículo también lo puede leer en http://aeperu.blogspot.com

Actualidad Económica del Perú

Aportando al debate con alternativas económicas desde 1978