Cuando el Destino Nos Alcance

sábado, 30 de octubre de 2010



Germán Alarco Tosoni
Investigador CENTRUM Católica

La consigna del gobierno, los partidos políticos conservadores, muchos empresarios y analistas económicos es que debemos cruzarnos de brazos. Para ellos, el modelo económico actual genera crecimiento económico y bienestar para todos. Se trataría simplemente de persistir y naturalmente transitaremos, en un periodo razonable, de la condición de tercemundistas a miembros del primer mundo. En realidad, tienen problemas de visión, quizás pueden ver razonablemente a corta distancia, pero les falla a la distancia y sufren de reducción en el campo visual.

Todo modelo económico está sujeto a los embates de fuerzas externas y endógenas. Tienen una mayor o menor capacidad de adaptación y resistencia ante estos elementos. Son como los organismos vivos donde nadie puede garantizar el resultado final. Nuestro modelo, basado en las materias primas, es más frágil que otros, en la medida que depende de factores volátiles como la evolución de los términos de intercambio y de la demanda internacional. No se mencionan aquí el impacto de las mutaciones rápidas de la actual crisis económica internacional, ni la teoría del ciclo de cualquier producto, incluidas nuestras exportaciones, que crecen lentamente, se aceleran, crecen menos, se estancan y luego decrecen. Ese es el destino ineludible de la mayoría de los bienes y por eso la necesidad de la creatividad, la innovación, la ciencia y tecnología para diseñar nuevas alternativas. 
    
Modelo válido para Noruega

En el último Marco macroeconómico multianual preparado por el MEF se señala que debe emularse a Noruega y Nueva Zelanda. Sin embargo, se olvidan que se trata de sociedades con menos de cinco millones de habitantes. El modelo económico debe guardar correspondencia con el tamaño y dinámica poblacional. Esta pretensión gubernamental nos recuerda el absurdo experimento de la Argentina, en la época de Menem, cuando pretendió convertir al país en plaza financiera internacional como Londres. El modelo peruano debe tener la capacidad de absorber a entre 250,000 y 280,000 jóvenes anualmente, sin contar a los desempleados y subempleados actuales.

Los sectores dinámicos del modelo: minería e hidrocarburos generan poco empleo. Se requiere más de un millón de dólares para crear un empleo directo en estas actividades. Con ese monto de inversión se generan cinco empleos en la manufactura a estándares internacionales y diez a los más avanzados de la manufactura peruana. Si hablamos de la pequeña empresa más capitalizada se generarían 100 empleos por el mismo volumen de inversión. Por el camino actual no vamos muy lejos. Los informes sobre la situación laboral en Lima Metropolitana nos reflejan lo dramático de esta realidad. Crece el empleo en las micro (en gran medida autoempleo) y pequeñas empresas, mientras que en las medianas y grandes permanece estancado.

Esto conduce a que los ingresos de los trabajadores dependientes e independientes permanezcan congelados nominalmente y hasta sean menores que antes, ya que el nivel de capitalización e ingresos en las MYPES es claramente inferior al de las empresas más capitalizadas. Es cierto que los ingresos familiares son mayores que antes, por el mayor número de miembros de las familias que laboran. Sin embargo, los ingresos per cápita son menores y tenemos que trabajar más horas. Esto ocurre cuando la economía crece. ¿Qué pasará cuando el crecimiento sea más reducido?, ¿podremos soñar con empleos de calidad para la mayoría de los peruanos?   

Enfermedad holandesa

Se origina por la entrada masiva de divisas, especialmente de las exportaciones tradicionales, donde destacan nuestros sectores punta. A estos ingresos se suman las otras entradas de divisas, incluyendo el capital de corto plazo alimentado por la política monetaria restrictiva del BCRP y la situación internacional. El virus se activa velozmente cuando se aprecia el sol, afectando a las exportaciones menos productivas, las no tradicionales. Se estima que las primeras en disminuir, a menos que se exporte a pérdida, serían los textiles y confecciones, la pesquería y el sector agropecuario. Se destruiría empleo en la MYPES de estos sectores y en las actividades exportadoras más intensivas en mano de obra.

No hemos comentado aquí la despreocupación del modelo por el mediano y largo plazo, cuando no se incorporan nuevas reservas probadas de minerales e hidrocarburos. Se olvidan de la vida limitada de nuestros booms exportadores del pasado. Tampoco de los efectos perversos que la concentración, desnacionalización y el neolatifundismo generan cuando se reducen oportunidades de negocios e ingresos, o marginan a amplios sectores de la población. Los problemas son mayores cuando se soslaya la creciente desarticulación entre las actividades dinámicas y el resto “mayoritario” de sectores. Con este panorama, la heterogeneidad estructural y la desigualdad crecen, más aún cuando los grupos sociales marginados del auge, tienen que pagar por el acceso a una infraestructura de mejor calidad.

El modelo genera pocos empleos de calidad y por la acción de la enfermedad holandesa estos podrían ser aún menores. Todos, incluidos los políticos conservadores, saben que el modelo peruano tiene fugas. No en vano dos ex funcionarios públicos: él varias veces ministro de diversos gobiernos y la anterior titular del MEF ahora dicen, fuera del poder, estar preocupados por la desigualdad y la exclusión social. El modelo tiene fuerzas centrífugas que naturalmente lo desestabilizan. Hay que quitarse la careta y decir la verdad. El único antisistema es el propio modelo económico actual. Su ajuste es imprescindible. 



28-10-2010.

La Defensoria Ausente

miércoles, 27 de octubre de 2010


Juan Francisco Rojas
Profesor PUCP

La Defensoría del Pueblo es una institución joven. Los últimos cinco años de gestión se han caracterizado por una marcada ausencia en los temas relevantes a los derechos fundamentales de los ciudadanos, particularmente aquellos que tienen que ver con la regulación de los servicios públicos y el mercado; lo que pone en evidencia que la próxima designación del titular de esta entidad, que debe producirse antes de fin de año, representa un reto para el Congreso.

Es lamentable que la Defensoría se haya limitado al registro estadístico de los conflictos sociales; o al comentario de éstos cuando ya culminaron; a la elaboración de tediosos y nada amigables informes que, con mucho esfuerzo y texto, “descubren”, por ejemplo, el mal estado de las comisarías; o, lo que es peor, haya apostado por una presencia intrascendente en los medios de comunicación. 

Es equivocado que se haya enarbolado la neutralidad de la institución; ésta va bien con organismos internacionales, del tipo de la Cruz Roja, pero de ninguna manera en un organismo que, por mandato constitucional debe ejercer la defensa del pueblo. Precisamente, el que reclama atención, auxilio, y defensa para sus derechos fundamentales, que son cotidiana y contumazmente afectados por el Estado y sus funcionarios.

¿Se habrán enterado en la Defensoría que en los hospitales públicos no se atiende ni a los casos de emergencia, cuando el ciudadano no puede pagar? ¿habrán escuchado que en la mayoría de empresas a destajo, los derechos laborales no se conocen? ¿habrán visto por televisión los suplicios de los que reclaman por facturación indebida en servicios públicos ante los reguladores? ¿Conocerán de los diseños legales absurdos para el trámite de reclamos y denuncias? ¿tendrán claro que gran cantidad de indemnizaciones del SOAT se pierden por desconocimiento de los deudos? ¿Y qué podrán decir de los miles que están en las cárceles sin condena? ¿O los que sufren de la extorsión policial o de los procesos judiciales que no terminan nunca? ¿O de la contaminación ambiental generada por algunas industrias?

¿Estará la Defensoría al tanto que el gobierno modificó el Código de Defensa del Consumidor mediante un inconstitucional Decreto de Urgencia? ¿O que la lucha contra la discriminación se ve afectada por interpretaciones administrativas y judiciales que buscan restringir su ámbito de prohibición? 

Si para tomar posición en algunos de estos temas, la Defensoría requiere un abundante estudio, de numerosas páginas, y de grandes presentaciones públicas, que terminan con una tímida recomendación, entonces resulta preferible confiar la defensa de los derechos humanos al periodismo de investigación que tiene mayor efecto en la conciencia ciudadana y en las autoridades. 

Este Congreso tiene la oportunidad de elegir un Defensor del Pueblo que no tenga miedo a llamar las cosas por su nombre, enérgico y firme. Que esté dispuesto a ejercer su iniciativa legislativa para plantear los correctivos que se necesitan; que ejerza su prerrogativa de control constitucional de las leyes; que sepa usar los medios de comunicación para ser incómodo a los organismos del Estado; que asuma el liderazgo en los conflictos sociales, respaldando y poniéndose al frente de aquellos que tengan justicia; y que esté dispuesta a trabajar por los más indefensos y débiles de la sociedad, particularmente, los que sufren el abuso en la regulación de los servicios públicos y la insensibilidad del mercado.
Esperemos que el Congreso no se equivoque.

¿ Se les estará pasando la mano?

martes, 26 de octubre de 2010



Kurt Burneo


Un tema de preocupación macroeconómica, es la actual caída del tipo de cambio, mas aún cuando actualmente varios indicios refieren la inexistencia de una franca recuperación de la economía norteamericana: Estacionamiento de la tasa de desempleo de los EE. UU cercana al 10%, mantención de la caída del saldo crediticio de las familias y un aún deprimido nivel de los precios de los inmuebles. Todo ello aumenta la probabilidad que en su próxima reunión del 2 y 3 de noviembre, la Reserva Federal de los EE.UU empiece a comprar más bonos del Tesoro a fin de estimular su economía a través de menores tasas de interés, lo cual a su vez hace menos demandado al dólar en relación a monedas de mayor rendimiento. Este tipo de acciones que forman parte de paquetes de estímulo tienen distintos efectos financieros adversos sobre nosotros, uno de ellos es el referido a la generación de presiones revaluatorias sobre nuestra moneda. Frente a ello,las intervenciones en el mercado cambiario del BCRP buscando moderar la volatilidad -en la práctica acercarla a cero- traerían consigo algunos resultados no deseables. Explicaré por qué.
Desde hace algún tiempo con la implementación de varios paquetes de estímulo en los EE:UU, las reducciones consiguientes de la tasa de interés en dicha economía, originaron un creciente flujo de entrada de capitales a los países emergentes en la búsqueda de mayores rentabilidades; esta mayor oferta de dólares a su vez originó a su vez presiones a la baja no sólo del tipo de cambio nominal sino también del real (multilateral) en el Perú a setiembre fue de -5.1% y -4.4% en los últimos 12 meses respectivamente. Para enfrentar la fuerte entrada de capitales, los bancos centrales adoptaron distintas medidas: Compras masivas de dólares, mayores encajes a las líneas de crédito externas de corto plazo, hasta la implantación de impuestos a la entrada de capitales. En nuestro caso el BCRP además de haber incrementado el encaje a las líneas de corto plazo, ha venido comprando dólares, es así que hasta el 12 de octubre las compras netas alcanzan US$ 8,933 millones, siendo declarado oficialmente, que lo que se busca –con sus intervenciones- no es revertir la tendencia sino sólo moderar la volatilidad cambiaria. El caso es que muy cercana a cero, su reducida magnitud de variación, en mi opinión es un factor que obstaculiza la continuidad del proceso de desdolarización de la liquidez en el Perú, siendo una alta dolarización un factor crítico presente en cualquier balance de riesgos macro financieros.
Un indicador de la volatilidad cambiaria es la variación porcentual del tipo de cambio. Con cifras a septiembre de este año y comparadas a diciembre del 2009,Colombia presenta una variación de su moneda respecto al dólar en dicho periodo de -12.4%, Chile -5%,México 4.8%, Brasil -4.5%, el Perú sólo -3.4% (la menor de la región). Esta reducida volatilidad probablemente también reduce el riesgo para el especulador de divisas y si a eso le sumamos que al 12 de octubre las reservas internacionales alcanzan los US$ 43,272 millones , aunque considero que un mejor indicador de solvencia es la posición de cambios de US$ 32,606 millones equivalente a 3.2 veces el total de la deuda de corto plazo y además que el déficit en cuenta corriente proyectado para el 2010 es de 1.7% del PBI mientras que el financiamiento de largo plazo es de 6% del PBI,todos estos indicadores señalan a las claras que no se espera escasez sino abundancia de dólares en el país; siendo esta expectativa otro factor de estímulo a una mayor oferta de estos, con nuevas presiones revaluatorias asociadas. Entonces no sería mejor de cuando en cuando que el Banco central pudiera permitir algún grado mayor de volatilidad para desincentivar a los especuladores, al no ser casual que entre el 2009 y el 2010 la dolarización de los créditos al sector privado se redujera marginalmente de 46 a 45% a la vez que los créditos en dólares desde enero vienen creciendo más aceleradamente alcanzando un 13.4% en setiembre mientras que los créditos en soles muestran una tendencia decreciente desde agosto en adelante. Creo que la muy pequeña volatilidad cambiaria mas los varios factores que acreditan presiones a la baja del nuevo sol explican este indeseado estancamiento del proceso de desdolarización. Un poquito más de volatilidad no sería malo.


Boom y Empleo

lunes, 25 de octubre de 2010



Germán Alarco
Centrum


Parece mentira, pero no lo es. A pesar de que el INEI, el viernes pasado, nos informó que el PBI acumulado creció en 8.4% entre enero-agosto del 2010 respecto del mismo periodo del 2009, el panorama en cuanto al empleo y los ingresos no es promisorio. Esta es la principal conclusión que se deriva del informe sobre la situación del mercado laboral en Lima Metropolitana correspondiente al trimestre móvil julio-septiembre del 2010. Hay más empleo, pero en las micros y pequeñas empresas. No en las medianas y grandes. Los ingresos promedio nominales y reales decrecen en lugar de aumentar. Cada trabajador recibe menos ingreso y tenemos que trabajar más horas por semana.

La población ocupada ha crecido al 5.8% anual; tasa significativa pero inferior al crecimiento del producto. Lamentablemente tanto la población desocupada como la subempleada crecieron en 2.9% y 1.6% anual respectivamente. Ahora hay más de 204,100 personas adicionales adecuadamente empleadas, pero también 31,600 nuevos subempleados y 10,300 nuevos desempleados respecto de similar periodo del 2009. Del lado positivo se están empleando a más mujeres, a más jóvenes entre 14 y 24 años y adultos de más de 45 años.

Los ingresos promedio mensual por trabajador se han reducido en -5.5% en el último año, -7.9% en términos reales si consideramos la inflación de los primeros nueve meses. Las mayores contracciones nominales afectan más a las mujeres que a los hombres. Por grupos de edad hay mayores ingresos para los jóvenes, pero menores para los adultos. Por nivel de educación ganan más los que terminaron la primaria, secundaria y superior no universitaria. Los trabajadores con profesión universitaria reciben -15.4% menos ingresos y tienen menos empleo (-1.5%) que en 2009. Trabajamos 0.5% más horas que antes. Las medianas y grandes empresas, con más de 51 trabajadores, sólo contrataron 0.3% más trabajadores que el año anterior (3,200 empleos adicionales) a pesar del muchas veces proclamado “milagro peruano”.

Estos resultados no son coyunturales. Son muy pocos los empleos de calidad que se está generando con el crecimiento económico. Al interior de nuestras familias somos más los que tenemos que trabajar; cada uno de nosotros tiene que laborar más horas para recibir menos. De acuerdo a la regla neoclásica, nuestros ingresos personales deberían crecer 2.6% anual en términos reales por la mayor productividad del trabajo. De poco sirve tener una profesión universitaria. Estos resultados están muy lejos de los sueños de nuestras autoridades (En: la Primera, 22/10/2010, p.10).





Economía, Política y Suerte

Pedro Francke

Nuestro progreso económico depende tanto de la política económica como de la economía mundial y del clima. Lo primero, la política económica, está bajo control del gobierno; es una cuestión de conocimientos y de ideología. Lo segundo, las condiciones internacionales y naturales, son pura suerte.

Ha sido esta suerte la que nos permite explicar porqué el crecimiento económico durante el gobierno de García ha sido mucho mayor que con Toledo. La política económica no ha cambiado sustancialmente. La derechización del Apra ha dado algo más de confianza a los inversionistas, pero al mismo tiempo los conflictos sociales se han agudizado, así que la estabilidad y la confianza no han mejorado.

La naturaleza nos dio, en ambos gobiernos, una fortuna intermedia. Tanto Toledo como García debieron enfrentar terremotos que causaron daños, más físicos que humanos, en una parte del país. En ambos casos, El Niño no nos ha afectado mayormente.

Pero la gran diferencia entre el periodo 2001-2006 y el periodo 2006-2011 ha sido la economía mundial. Alan García ha gobernado con el precio del oro sobre los 1,300 dólares la onza y del cobre sobre los 3,50 dólares la libra,  precios elevadísimos, nunca vistos, y eso hace una diferencia sustancial. Los inversionistas mineros y petroleros están como moscas tras la miel. El gobierno aprista, sin ningún esfuerzo de reforma tributaria, ha tenido miles de millones más para gastar.

La crisis internacional afectó este escenario, pero solo por un corto plazo. La herencia de reservas internacionales del gobierno anterior y de los primeros años de la bonanza, permitieron al BCR y al gobierno tener una política contra-cíclica. Fue tardía y no exenta de problemas, pero existió. Por suerte para el gobierno, los precios internacionales de los metales y demás materias primas se recuperaron con rapidez, y la economía volvió a crecer.

Con tamaña suerte, el gobierno aprista y su política económica debiera tener una popularidad mucho mayor. En la región, desde Lula y Bachelet hasta Uribe y Chávez, han gozado de alta popularidad.  Alan García no. ¿Por qué?

Una parte se debe directamente a su política neoliberal. Ha crecido el empleo pero los salarios no han crecido nada; mientras el salario mínimo en el Perú se ha reajustado mucho menos que en países vecinos que crecen menos. Las enormes utilidades de las empresas mineras y petroleras pudieran haber servido para una acción social del estado mucho más enérgica.

Otra parte del desgaste presidencial es la corrupción y la falta de política social. No hace falta resaltar los robos y fraudes, uno tras otro. Sí hace falta insistir en que este gobierno no ha tenido ninguna iniciativa que merezca recordarse en términos de política social. Alan García no deja ninguna reforma social implementada.

La suerte permite a Alan García terminar su segundo mandato entre rechiflas pero con algún apoyo popular. Mientras tanto, la necesidad de cambios profundos se mantiene.

Crecimiento y Desarrollo

domingo, 24 de octubre de 2010

Por Francisco Durand
Sociólogo
Al haber puesto todos los huevos en la canasta del crecimiento cuantitativo, el gobierno y las fuerzas vivas han construido su propia trampa. Andan empantanados en momentos en que se agota el tiempo político del presidente y cuando es demasiado tarde para relanzar una ofensiva ideológica para defender el modelo económico para evitar un debate en las elecciones.
Aunque el Perú experimenta un crecimiento extraordinario, y se ha recuperado rápidamente de la Gran Recesión internacional del 2009, solo un 44% de la población opinó en abril del 2010 que se “continúe con el actual modelo económico”, mientras que 42% exigió “cambios radicales”. Aunque el porcentaje de apoyo luego subió a 49% (El Comercio, setiembre 20), sorprende que ni siquiera la mitad de los peruanos lo defiendan. Similar problema enfrenta el presidente, cuya reputación anda bastante por debajo de lo que debería gracias a los logros del auge exportador. 
El problema de fondo, sin embargo, no es hoy la fama del presidente sino la desaprobación del modelo económico neoliberal. A fin de cuentas, García está terminando su mandato. Pero las fuerzas vivas se quedan y enfrentan el problema de a quién apoyar en las elecciones. En realidad, andan medio asustados. Si tienen suerte, serán Keiko Fujimori, Alejandro Toledo o Luis Castañeda quienes cuidarán su sueño y sus propiedades por cinco años más. Cada uno a su modo, todos estos candidatos populistas de derecha les han prometido garantizar sus niveles de ganancia, la continuación de los megaproyectos, las exoneraciones tributarias, los contratos de estabilidad jurídica, más tratados de libre comercio, mayores concesiones mineras y forestales, libertad bancaria, renta básica telefónica, altas tasas de interés de crédito de consumo y compra irrestricta de tierras; todo con pleno apoyo del Estado. Y aunque los defiendan uno de estos tres posibles gobernantes, queda el problema de saber si tendrán estabilidad.
Entendible angustia.  Mientras más tienen, más pierden. Operan en un país en el que “nada es predecible y todo puede suceder”. La incertidumbre se origina en olas de protestas y en candidaturas alternativas: Humala en las presidenciales del 2006 y Villarán en la municipal del 2010. Lo paradójico es que, aunque sus temores son reales, las fuerzas vivas y sus voceros sufren de ataques de pánico, y muchos de sus líderes siguen sin entender el país.
Roberto Abusada, asesor empresarial y defensor del libre comercio, se sorprende al comentar la encuesta que “con todo el crecimiento habido todavía existe gente dispuesta a patear el tablero”. Ricardo Briceño, actual presidente de Confiep, la federación de las grandes corporaciones, opina que –a pesar de haber “crecimiento acelerado”– todavía ”hay gente que se siente marginada, excluida”.  La impresión que dejan estos y otros testimonios de las élites dirigentes es que buscan que los entiendan a ellos mas no tratan de entender a quienes están por debajo de su nivel de ingresos. He ahí el problema de ser privilegiado, la natural desconexión con los que están en la base de la pirámide social, y el intento impersonal de querer convencerlos con discursos, propaganda, filantropía o inauguraciones de obras.
Para explicar el crecimiento con desaprobación y sin desarrollo, es decir, de legitimidad no alcanzada, identificamos  ocho debilidades. No esperamos que esta lista de observaciones sea reconocida por el sector duro de las fuerzas vivas (los empresarios y los propagandistas), pero es posible que sectores  pensantes reconozcan al menos alguna de ellas.
1 Crecimiento primario. Los sectores más dinámicos, la exportación de materias primas, lideran el crecimiento. Pero es intensiva en capital; no genera valor agregado ni empleo formal abundante. 
2 Triunfalismo.  Los logros son cuantitativos. El gobierno y la presidencia los han pregonado a todos los vientos, pero exagerando las proyecciones: “seremos pronto un país del primer mundo”, “si seguimos creciendo, en 10 años bajará la pobreza a menos del 10%”. Si bien la pobreza es menor, su gran caída se debe en parte a cambios metodológicos estadísticos.
3 El milagro son los términos de intercambio. Todos los países extractivistas, inclusive el de Evo Morales y el de Hugo Chávez, están creciendo; no importa si abrazan el modelo. Potencias emergentes como China e India, y la especulación en commodities, mantienen alta la demanda y los precios de las materias primas. De allí nuestra rápida recuperación. No tiene que ver con García.
4 El narcotráfico, el contrabando y la piratería están impulsando el crecimiento. Aunque generan más empleo, amenazan la gobernabilidad. Son las causas principales del aumento del delito, y el mal gobierno que tenemos las alimenta o las tolera.
5 Erupción de la corrupción. Hay crecimiento con coima, y proviene tanto del auge delictivo en curso como de los sobrecostos de obras públicas y la colusión con ciertos lobbys. El gobierno ha debilitado los juzgados anticorrupción; el Congreso no fiscaliza.
6 Ricos más ricos. El principal resultado del neoliberalismo es el incesante enriquecimiento de unas cuantas familias propietarias y las multinacionales.
7 Impuestos injustos. La recaudación se basa en altas tasas de impuestos regresivos (IGV de 19% y la gasolina), lo que reproduce la pobreza, limita el crecimiento de las pymes e incentiva el incumplimento tributario y el contrabando.
8 Sesgo palaciego. El presidente tiene una política de puertas abiertas a los ricos y a las multinacionales, con quienes se reúne regularmente, mientras cierra las puertas a grupos sociales reclamantes.
Este conjunto de factores explica por qué una mayoría de peruanos no defiende el modelo. Aunque no compartamos algunos de ellos, es en todo caso mejor debatirlos que quedarse perplejos, o pagar a expertos de imagen para que intenten cambiar lo incambiable. El pueblo sabe o sospecha que hay crecimiento mas no desarrollo, que los ricos son los principales beneficiarios, que el gobierno los prefiere y protege y que no hay reformas a fondo porque ni a los políticos ni al poder económico les interesa realmente transformar el Estado para que cumpla su rol educativo, social y de seguridad.
Como el Estado sigue siendo empírico y tiende a mal invertir recursos en obras vistosas, como la empresa no es una solución a los problemas sociales y es fiscalmente irresponsable, seguimos esperando a que, como indican las encuestas, se “mejore la educación”, “se combata la corrupción y la delincuencia”, “se den más leyes favorables al trabajador” y “se mejore la salud”. 

Crisis y Política Comercial

viernes, 22 de octubre de 2010




Por Alan Fairlie
Economista y Profesor de la PUCP
Elaboramos el estudio de Perú y Colombia, para Global Trade Alert (www.globaltradealert.org), del cual presentamos apretada síntesis.
En el caso peruano, las medidas tomadas para enfrentar la crisis económica fueron fundamentalmente fiscales. La política comercial estuvo prácticamente ausente. En el período anterior hubo reducciones unilaterales arancelarias que en algunos productos llevaron a protecciones efectivas negativas, parcialmente corregidas. En el caso colombiano se concentraron en insumos y bienes de capital, no en bienes finales, y solo como respuesta a la crisis y no medidas unilaterales previas a ella.
En Perú a diferencia de Colombia no se otorgaron subsidios, se descartaron medidas sistemáticas arancelarias o no arancelarias para aumentar la protección de la industria nacional. Perú solo aplicó derechos antidumping a productos que pertenecen fundamentalmente a los rubros de textiles y metal-mecánicos. Colombia apoyó a su agricultura, brindó mayor competitividad a su industria y respaldó sus exportaciones más agresivamente.
Perú continuó las negociaciones y firmas de acuerdos comerciales con los principales socios. La principal medida de apoyo a exportaciones ha sido el drawback, el cual ya fue reducido de 8% a 6,5% y se plantea llevarlo a su nivel de 5% para fin de año.
Las políticas de defensa comercial que emprendió Colombia han sido una combinación de políticas para dos sectores diferenciados: el industrial y agrícola. Para el sector industrial exportador, la principal preocupación ha sido evitar que se pierda competitividad con la revaluación del peso colombiano, la pérdida de liquidez del sector financiero y la menor demanda en los mercados internacionales.
Por ello, las políticas estuvieron destinadas a aumentar los créditos a través de sus bancas de fomento, mecanismos de devolución de impuestos fiscales y parafiscales, a fin de reducirles costos. Asimismo, también se eliminaron aranceles en forma temporal durante la crisis para un importante número de materias primas industriales que Colombia no produce, para favorecer la competitividad, principalmente en el sector confección, máquinas y plásticos. Además, con el fin de cautelar su industria textil y de calzado de las importaciones chinas se impusieron contingentes arancelarios.
En agricultura, se han entregado subsidios directos destinados a cubrir el interés de los créditos agrícolas y programas de reestructuración de deuda agrícola. Además, se han impuesto restricciones sanitarias y fitosanitarias cuestionadas por la Comunidad Andina y aumento de aranceles para el sector lácteo. También se realizaron compras públicas para absorber  excedentes. Hubo un ligero aumento de restricciones cuantitativas contra las importaciones de productos agrícolas sensibles, fruto de las continuas fluctuaciones de los precios.
Las pocas políticas defensivas y de competitividad impulsadas por el Perú han afectado fundamentalmente a socios extrarregionales, particularmente a China. En el caso colombiano, además, se afecta a socios andinos (especialmente productos agrícolas). En suma, se puede encontrar una respuesta más integral por parte de Colombia que aplica una batería más amplia de mecanismos defensivos, aunque no parece usar intensivamente “válvulas de escape” (licencias previas, por ejemplo).

Me Moriré en París con Aguacero

Por Luis Gamero Russo, economista

Leía en un artículo reciente que si hubiera un campeonato europeo de huelgas y disturbios sociales, los franceses ganarían la copa de este año. Algo así como la “Champions League” del desorden político. ¿A qué se debe esto? Veamos.

Las reformas francesas son de las más suaves y anticipadas de toda Europa, sin embargo las huelgas en su respuesta están causando considerables malestares a la economía del país, con el riesgo de que muy pronto Francia se vea paralizada por la falta de petróleo (…si las huelgas continúan).

La ampliación de la edad para jubilarse de 60 a 62 años, la principal reforma fiscal francesa, es una ridiculez junto a las que se han venido adoptando en Grecia (ver artículo anterior del autor al respectoi), en España, y aún si la comparamos con las que acaban de aprobar en el parlamento inglés. Y lo contradictorio de todo este “show” de huelgas y marchas es que las decisiones se están tomando en Bruselas, bajo el paraguas de la Unión Europea (UE), y no en París.

En la UE se está negociando la aprobación de nuevas reglas de penalización a los países que se excedan en sus déficits fiscales. De ahí que Francia se vea forzada a iniciar el ajuste fiscal. Pero el problema radica en que, a estas alturas, se están discutiendo penalizaciones que no serían automáticas, sino más bien de carácter discrecional, y manejadas “caso por caso”. Y ya sabemos que, anteriormente, bajo el legado del tratado de Maastricht, todos los países de la Europa unida desde el 2003, incluida Alemania, ya habían excedido el 3% de límite al déficit fiscal como porcentaje del PBI, con lo que, de manera informal pero efectiva, volvieron estas reglas en inaplicables e inoperantes. Todo parece indicar que la historia se repetiría.

Lo más gracioso es que, entre las pocas propuestas de penalización automática, se encuentra una que castigaría a los países miembros que superen en exceso el 3% del déficit fiscal, con no poder ejercer sus votos en las decisiones más importantes de la Unión Europea. Y dadas las circunstancias actuales, si esta propuesta siguiera adelante causaría que la mayoría de los representantes europeos se reunieran para mantenerse mudos, sin poder opinar ni participar, en la mesa de sus reuniones en Bruselas. Francia, que actualmente tiene un déficit fiscal equivalente al 8% de su PBI, mandaría representantes “mudos” y sin poder de voto a Bruselas…

¿Ustedes, verdaderamente, creen que Nicolás Sarkozy y el chovinismo francés lo van a aceptar? La ingenuidad europea, a veces, resulta asombrosa. Pero si aún así se aprobara, estoy seguro que los franceses, al igual que el gran poeta César Vallejo, preferirían “morir en París y con aguacero”…


Salario Mínimo

jueves, 21 de octubre de 2010


Por Enrique Fernández-Maldonado Mujica
Hace un par de semanas la ministra de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), Manuela García, insistía en postergar el aumento del salario mínimo aduciendo que las conversaciones sobre el tema no habían culminado. Por su parte, el presidente de la CONFIEP, Ricardo Briceño, se mostraba favorable al ajuste, pero proponía un “incremento diferenciado” para las grandes, medianas y pequeñas empresas, y no el aumento general que exigen las centrales sindicales (La República 8/10/10). Días antes el viceministro de Trabajo, Javier Barreda, informaba de un incremento de 27% en los ingresos promedio en Lima Metropolitana, incluidas las microempresas, supuestamente las que mayor dificultad encuentran para asumir el ajuste (La Primera 2/10/10).
Estas opiniones llaman la atención por varias razones. En principio, porque se dan en un contexto en que diversos sectores –incluido el gobierno– celebran el crecimiento económico de este año (estimado en 6% PBI). Al crecer la economía, lo lógico es que aumente el ingreso base. Pero acá el salario mínimo permanece estancado (en S/. 550 desde enero del 2008), muy por debajo del promedio regional (ver cuadro). Situación alarmante si consideramos que –de acuerdo al INEI– el valor mensual de la canasta básica de consumo de los limeños asciende a S/1,292: más del doble del mínimo vital.
Más grave resulta que estas declaraciones pasen por agua tibia el acuerdo del Consejo Nacional del Trabajo (CNT) de aplicar la cláusula “gatillo” (que fija un aumento de S/. 27 en función de la inflación y productividad acumulada). Este doble discurso –del gobierno y del principal gremio empresarial– echa por la borda el ánimo proconcertación que reclaman a sus contrapartes laborales. Con ello no solo petardean un espacio clave para la resolución de conflictos vía el diálogo social. Deslegitiman también la institucionalidad democrática.
Volviendo a los ingresos, si bien en los últimos años el PBI y el empleo formal crecieron –principalmente en la capital y algunas zonas urbanas–, en la práctica este crecimiento no ha venido acompañado de una mejora en la capacidad adquisitiva del sector laboral. Entre diciembre del 2008 y 2007, los sueldos reales (profesionales) en empresas de más de 10 trabajadores se contrajeron en 2.1%, reflejando una perdida en su poder de compra. A su vez, los salarios (obreros) mostraron un virtual estancamiento al crecer sólo en 1.69%. Si comparamos las remuneraciones reales al 2002 (periodo en que la economía inicia su fase de expansión), el poder de compra de los sueldos decreció en 7.09%, mientras que los salarios se mantuvieron estancados al elevarse ligeramente en 1.97%.
Es probable que el gobierno aumente el salario mínimo antes de finalizar su mandato. De ser así, resulta plausible preguntarse por qué tardó tanto en hacerlo. ¿No era este el “año de la consolidación económica y social del país”?

Entre la OCDE y una república bananera


Waldo Mendoza Bellido


El Perú es un país de fuertes contrastes. Nuestro desempeño económico reciente ha sido espectacular y podríamos, a este paso, pasar a formar parte de la exclusiva Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Pero el nivel que parece haber alcanzado la corrupción y la conducta reciente de los principales representantes de nuestras instituciones, nos hacen parecer más bien a una república bananera.


Entre 2004 y 2010 la economía peruana creció a 7 % anual, la inflación estuvo por debajo del 3 % anual y tasa de pobreza se redujo en casi 15 puntos. Estas cifras no tienen precedentes en la historia reciente. De mantenerse este rumbo, corrigiendo el problema de la extrema desigualdad existente, en un futuro no muy lejano, podríamos incorporarnos, como lo hizo Chile hace poco, a la OCDE. La OCDE agrupa a los países más desarrollados del planeta, que producen el 80 % del PBI mundial. 

Este comportamiento notable contrasta, sin embargo, con otras expresiones de la realidad nacional que nos alejan de la OCDE y nos aproximan a los rasgos típicos de una república bananera

En primer lugar, según la encuesta anual de Ipsos Apoyo (Informe de Opinión Data, abril 2010), casi la mitad del país, un 48 %, considera que la corrupción es el principal problema que tiene el Perú. Nunca antes, desde 1998, la percepción de corrupción fue tan alta, y tampoco nunca fue considerada como el principal problema del país. 
En segundo lugar, la semana pasada, luego que el Presidente de la República habría propinado una bofetada a un joven por llamarlo “corrupto”, el Presidente del Poder Judicial lo aplaudió, sugiriendo a los peruanos seguir el ejemplo de hacer justicia por su propia mano. En tanto, el Cardenal de Lima, condenó –como debe ser- al joven voluntario de salud, pero no hizo lo mismo con la actitud presidencial.

Pasar a formar parte de la OCDE es un gran objetivo que podemos alcanzar. Nuestra economía y los que lideran nuestras instituciones tienen que comportarse a la altura de ese reto.

Cuando Nos Cruzamos de Brazos

martes, 19 de octubre de 2010

Germán Alarco Tosoni
Investigador CENTRUM Católica

Son muchos los que creen que la mejor política económica para el Perú es dejar que el mercado resuelva todos los desajustes a nivel micro y macro. Aquí confluyen los economistas neoliberales y sus clientes políticos asociados al statu quo, que creen en conceptos tales como la tasa “natural” de desempleo. Todavía no entienden la dinámica económica y lo que ocurrió en los años treinta del siglo pasado y hace un par de años. Hay vertientes menos radicales que justifican alguna intervención estatal con las herramientas exclusivas, de los países avanzados, de la política monetaria y fiscal. Se olvidan que dejar operar libremente al mercado, o intervenir excepcionalmente, también nos puede conducir a crisis.

Hay que analizar cómo operaría la economía “naturalmente”. La inversión en los sectores primarios es el motor de crecimiento. Qué bueno que se reciba, pero es claramente intensiva en capital y poco empleadora. En Yanacocha se invirtieron US$ 3,000 millones y se generan menos de 3,000 empleos. En Las Bambas la inversión anunciada es de US$ 4,200 millones y se generarían 1,350 empleos permanentes. Hay problemas con las articulaciones productivas de estos sectores con el resto. Con esta dinámica no se podrían generar entre 250,000 y 280,000 empleos de calidad que se requieren anualmente. La contratación con base a las micro empresas tiene límites.

Asimismo, el funcionamiento “eficiente” del mercado externo está incubando la denominada “enfermedad holandesa” que afectaría, por la apreciación del sol a los otros sectores de exportación no tradicional y a la manufactura. El portafolio tradicional del Banco Central es insuficiente para enfrentarla. También lo es para promover una reducción drástica de las tasas de interés activas reales, elemento clave que afecta nuestra competitividad. En otros temas, ¿se puede mantener la política actual de no ajustar la remuneración mínima vital, omitiendo las mejoras en la productividad?. ¿Cuáles serían los efectos de preservar el nivel de gasto público y la presión tributaria actual?

Mantener sin ajuste alguno el actual modelo económico es cruzarse de brazos. Ese camino no es recomendable para el país, por razones económicas y sociales. Es poco probable que transitemos hacia una crisis cambiaria, una crisis fiscal o de balanza de pagos convencionales. Sin embargo, la desaceleración o implosión interna es igualmente peligrosa. Si a esta se agrega más desigualdad, pocos empleos de calidad y mayor heterogeneidad, estamos preparando un coctel inadecuado socialmente hablando (En: La Primera, 15/10/2010, p.10).

La Fábrica de Milagros

lunes, 18 de octubre de 2010

Farid Matuk

El pasado sábado, el Instituto Nacional de Estadística asombró a propios y extraños con la cifra mensual de actividad económica. Pero para unos pocos, el Instituto Nacional de Estadística es un organismo de propaganda gubernamental, donde la falta de transparencia en los procedimientos utilizados es la práctica institucionalizada.

La medición de la actividad económica mensual es denominada en Perú como “PBI Mensual” producto de la euforia del Presidente García en su primera gestión, siendo esta denominación errónea porque mensualmente no se mide en Perú el valor agregado de la economía, sino su producción física. Es decir, no se miden ganancias y salarios, sino que se miden toneladas y kilo-watts.

Aún así, la medición mensual de la producción física de nuestra economía genera información suficiente para conocer en que parte del ciclo económico estamos, al alza o a la baja; y también para conocer si el desempeño económico presente es superior o inferior al ocurrido en el pasado.

En el año 2009, como producto de la presión mediática, el INEI reconoció públicamente haber efectuado “mejoras metodológicas” – en secreto – a la medición de la actividad económica desde el año 2006. Estas modificaciones están indocumentadas, y por esta razón es técnicamente imposible evaluar el impacto exacto de esta actividad secreta.

Lo que si se sabe, es que una fracción de la medición económica, justamente aquella que depende de los ministerios, y que no se elabora en las cuatro paredes del INEI, no ha tenido modificación metodológica, En particular la información proveniente del Ministerio de Agricultura, de Energía y Minas, y de Producción; y es con esta información que es posible comprar la actual gestión presidencial con las precedentes.



En el gráfico adjunto, se pueden observar los cinco años de la segunda gestión Fujimori, la gestión Toledo, y la presente gestión García. Todas ellas están marcadas por el crecimiento económico, sin los vaivenes que la economía peruana tuvo en los años 70s y 80s. Con la gestión Fujimori, la economía creció 20% en cinco años, con la gestión Toledo creció 31% en cinco años, y con la gestión García –a sus cuatro años– tenemos 21% crecimiento acumulado; con la metodología descrita en el párrafo anterior.

Pero con las cifras oficiales del INEI, cuya metodología fue secreta entre 2006 y 2009, se tiene que en vez de un crecimiento acumulado de 21% se tiene uno de 31%, es decir 10 puntos mas como producto de las “mejoras metodológicas” aplicadas únicamente para la presente gestión presidencial.

En la actividad científica, es común que se encuentren mejores métodos, y cuando estos nuevos métodos son aplicados este nuevo conocimiento se comparte en la comunidad científica, y no se mantiene en secreto, porque hacerlo es una declaración implícita de adulteración.

Si las mejoras del INEI fueran genuinas, estas deben ser aplicadas a todos los números que se elaboran, y no solamente a los números desde 2006. La negativa explícita del INEI para mostrar resultados con la metodología vigente desde 1990, y la metodología aplicada desde 2006, son la prueba clara de que el llamado “milagro peruano”, es mas “sebo de culebra”

Después de la Crisis

sábado, 16 de octubre de 2010

Bruno Seminario
Profesor Universidad del Pacífico

¿Por qué las mayores economías del Mundo, Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, muestran tan pobre desempeño? Aunque los planes de estímulo económico permitieron contener los efectos de la Crisis, no parecen conducir al Mundo a una nueva era de prosperidad global sino a una cuya norma fundamental parecería ser el estancamiento secular y el retroceso general del proceso de globalización. Para Olivier Blanchard, economista principal del Fondo Monetario Internacional, una recuperación sostenible, balanceada y vigorosa , presuponía el logro de dos objetivos. En primer lugar, el abandono gradual de los programas de estímulo fiscal y su sustitución gradual por la demanda privada. En segundo lugar, cierta modificación en el modelo de desarrollo de China, la India y otras economías emergentes, para disminuir el papel de los mercados externos y aumentar el del mercado interno. Pero, las tendencias recientes nos muestran, con claridad, que el dinamismo de la inversión y el consumo privados en los países de mayor desarrollo relativo, es aún insuficiente, sea por el aumento en la tasa de ahorro personal, la debilidad del sistema financiero, la depresión del mercado hipotecario o el escaso dinamismo del progreso técnico. Tampoco se nota un cambio importante en el modelo de desarrollo de los grandes economías de Asia, continúa la acumulación de reservas internacionales, la política de resistir la apreciación de la moneda nacional y una lógica mercantilista domina todavía sus principales decisiones de política.

Que la economía mundial crezca 4,8 por ciento en el 2010, no debe sorprendernos sino la enorme dispersión de los distintos resultados regionales y la debilidad que muestra la recuperación en los economías avanzadas. Según el Fondo Monetario Internacional, en el presente año, el producto de estos países crecería sólo 2,8 por ciento; un resultado tan modesto que ni siquiera permite recuperar el nivel de producción de antes de la crisis. 

Nos dice la Oficina de Análisis Económico de los Estados Unidos que la economía de este país , en los últimos cuatro trimestres, creció a un ritmo promedio de 3 por ciento anual, pero también que el vigor de la recuperación, después de alcanzar un máximo en el IV trimestre del año pasado, se agotó con sorprendente rapidez.


Presione sobre el cuadro para apreciar las estadísticas con mayor claridad.

Pero, ¿qué determinaciones rigen este desarrollo tan peculiar como desconcertante? Tres son las fuerzas que parecen impulsar la expansión de la economía de los Estados Unidos: la inversión en inventarios, el crecimiento exportador, la innovación tecnológica y la aparición de nuevos productos. También tres son los determinantes de su debilidad: la depresión de la construcción, el endeudamiento de las familias y la falta de competitividad internacional. En el cuadro, detallamos el balance de estas fuerzas, su influencia en el crecimiento y su dinámica de corto plazo.

¿Cuál fue el desarrollo decisivo que detuvo la recesión y provocó la recuperación? Sin duda, la agresiva política monetaria que ejecutó el Banco Central de los Estados Unidos, pues fue ésta la que permitió superar la parálisis del mercado de crédito de corto plazo, normalizar las operaciones de corto plazo de las empresas, el gasto de consumo de las familias, la distribución interna de los productos y el comercio internacional. De hecho, la expansión exportadora y la acumulación de inventarios, explicaron casi la totalidad de la recuperación; fuerzas de corto plazo y de efecto transitorio, empero , porque en el primer semestre del presente año se convirtieron en el principal factor de la desaceleración.

Sin embargo, el curso de la política económica no agota la complejidad del proceso, pues ciertos factores de largo plazo contribuyeron al dinamismo. En efecto, en los últimos tres años , con la aparición de nuevos procesadores de bajo consumo de energía , el desarrollo de la televisión digital y el desarrollo del internet de banda ancha, han aparecido en el mercado nuevos bienes de consumo durable,computadoras portátiles de bajo costo, teléfonos inteligentes, sistemas operativos , redes sociales , tabletas electrónicas (IPAD), nuevos mecanismos de distribución de los contenidos digitales, que han impulsado el dinamismo de las industrias de alta tecnología. Este cambio técnico desempeño un papel crucial en la primera mitad de este año ; no sólo en Estados Unidos sino en la recuperación de las economías asiáticas más avanzadas. Por ejemplo, en el II trimestre del presente año, explicó casi el cincuenta por ciento del crecimiento de la economía estadounidense y probablemente impidió que se materializara un nuevo descenso en el producto, cuando se agotó el efecto del impulso fiscal y de la política monetaria .

¿Puede salvar este dinamismo tecnológico superior a la economía de los Estados Unidos de un largo período de estancamiento? No lo sabemos aún. La nueva ola de innovación tecnológica parece tener un alcance más limitado al de los 1990s, pero todavía no hemos presenciado la totalidad de los nuevos desarrollos. Además, Estados Unidos no disfruta, en esta oportunidad, del monopolio del nuevo cambio técnico. Las economías asiáticas más avanzadas, como Japón, China y la India, controlan varios aspectos fundamentales del proceso. Aunque los nuevos procesadores electrónicos se diseñan en Estados Unidos, es en China y Japón donde se localizan las fábricas que manufacturan los nuevos productos, y en la India donde se comienza a realizar la programación de uso general.



La encrucijada de la minería

viernes, 15 de octubre de 2010


José De Echave
Se anuncia más de 40 mil millones de dólares de inversiones en nuevos proyectos mineros. Sin embargo, la danza de cifras que se anuncia no permite observar algunas tendencias que deben ser tomadas en cuenta.
Como se puede apreciar en el siguiente gráfico, desde hace un tiempo el ritmo de expansión del PBI de la minería metálica ha disminuido notablemente. Es más, el año pasado este indicador fue negativo por primera vez en 20 años (-1-4%), situación que se mantiene en lo que va del 2010 (-1.81).

Fuente: INEI - Elaboración: CooperAccion
Metales como el oro, plomo, hierro, estaño y molibdeno, registran caídas significativas en los últimos años. Por su importancia, lo más notable es la caída de la producción del oro: entre el 2005 y el 2009 la reducción es de más del 12%.
¿Qué está pasando? Hoy en día, un número importante de proyectos mineros enfrentan fuertes resistencias de las poblaciones. Ahora bien, los conflictos en torno a la minería pueden ser leídos como causa o como consecuencia. Para las empresas, los conflictos son vistos principalmente como la causa del estancamiento de los ritmos de crecimiento de la actividad minera. Sin embargo, no estaría demás que también puedan ser leídos como consecuencia de algo no viene funcionando adecuadamente, de los serios problemas en el marco de la regulación y en la institucionalidad que está vinculada a este sector.

¿Es posible pensar en una nueva etapa de expansión minera como la que se vivió en la década de 1990, sin cambios sustantivos en las reglas de juego? Creemos que no, salvo que se pretenda imponer los proyectos de manera vertical lo que generará mayores conflictos.
Más bien, en este contexto cabe hablar de prudencia y de la necesidad de retomar algunos puntos pendientes de la agenda minera, sobre todo los aspectos sociales y ambientales, que aparentemente no resistirán una nueva expansión minera sin mecanismos efectivos de regulación y control; sin instrumentos reales de participación ciudadana; sin que las empresas paguen todos los impuestos y prestaciones que deberían pagar; sin un Estado que esté presente y sin una agenda que la vincule de manera clara y efectiva al desarrollo en las zonas donde se implanta. Estos son algunos de los temas pendientes que aparecen en la agenda minera en nuestro país y que deben ser abordados con urgencia.



Investigador de CooperAccion.

Ajustes al Modelo económico

miércoles, 13 de octubre de 2010



Germán Alarco Tosoni
Investigador CENTRUM Católica

El reciente resultado electoral en la Provincia de Lima proporciona esperanza entre quienes pensamos que el modelo económico debe ser ajustado. Los analistas van a discutir si la victoria moral (aún no legal) debe ser atribuida a la cercanía con la gente, trayectoria y carisma de la ganadora. Se resaltará también la mejor calidad del equipo técnico y de sus propuestas. Otros atribuirán la victoria a los errores del adversario. Sin embargo, muchos eludirán que tras esta contienda municipal las diferencias de visión (ideológicas) respecto de la situación actual y las necesidades del país eran transparentes. La perdedora principal y su aliado, el gobierno central, sostenían que el modelo económico actual no debía ser sujeto a cambio alguno.

Los grupos de poder y sus voceros creen erróneamente que existe inconformidad por los grupos minoritarios que azuzan a la población. Es cierto que el PBI está creciendo a tasas elevadas, pero esto no significa que la gente esté contenta con su situación y desee que todo siga igual. También son pocos los que propugnarían por el abandono del modelo económico, ya que es mejor recibir inversión y crecer que no hacerlo. Quizás el camino está al medio, procurando el desarrollo sostenible e incluyente, reduciendo las crecientes diferencias entre nosotros.

Mientras el PBI acumulado creció al 8.3% anual, el empleo en Lima Metropolitana lo hizo hasta agosto al 5.9% anual (INEI). A junio había crecido al 5%, pero en la micro (en gran medida por autoempleo) y pequeña empresa. Las medianas y grandes, que ocupan a más de 51 trabajadores, sólo contrataron a 1,200 trabajadores más en el año que terminó en agosto, mientras que entre junio de 2009/2010 despidieron a 34,200 trabajadores. Asimismo, ¿quién puede estar contento con un ingreso promedio mensual de S/. 1,085.2?, superior en 1.1% al del año pasado, pero menor en -1.2% real. Mientras tanto, las utilidades reales de las empresas crecieron 20.4% anual a junio de 2010 (CONASEV).

Sólo los temas de la mejor distribución de los excedentes del sector primario, manejo de recursos energéticos - mineros escasos y de las remuneraciones implican alguna confrontación con los grupos de poder. En otros, como la mejora de las articulaciones productivas, inversión en ciencia y tecnología, diversificación productiva, reducción de costos financieros, apoyo a emprendedores, institucionalizar la política monetaria y fiscal anticíclica, política de empleo, más competencia e inversión pública, entre otras, las resistencias deberían ser menores (En: La Primera, 11/10/2010, p.10).










La Importancia de Priorizar

Kurt Burneo

En mi artículo del 29 de septiembre ¿Efectismo o Responsabilidad?, planteaba la necesidad de reducir la actual tasa de expansión del gasto público. Con ello,  aunque sea al final del gobierno, se podría implementar una genuina y útil política fiscal contracíclica, que se refleje en un déficit primario estructural más pequeño que el -2.1% del PBI proyectado para este año.   Pero tan importante como lo anterior, es que esta reducción del crecimiento del gasto público, deba de ser planificadamente selectiva y no consecuencia de carencias en  la gestión presupuestal que en mayor o menor grado presentan los distintos niveles de gobierno. Miremos a continuación con más detalle  esta problemática.

En principio mi propuesta de moderar el crecimiento del gasto  público es simple de entender.     Este año, dado que al parecer el objetivo -fundamentalmente político- es maximizar la tasa de crecimiento económico al 8% (aunque esta no se pueda sostener en el tiempo), para ello –dada la funcionalidad con el propósito anterior-  el Poder Ejecutivo promueve que la  demanda interna crezca en 11.4%, con una expansión del consumo e inversión pública para este año en un 9.9 y 31.6% respectivamente;  dado un aumento proyectado del consumo e inversión privadas en 5.2 y 16.7% correspondientemente (estos 2 componentes explican 83.3% del gasto agregado) no obstante que vía política monetaria contractiva se está impidiendo una mayor expansión de estos,  Con esta proyectada expansión de la demanda privada, es innecesario este ritmo de expansión del gasto público.   Por supuesto que de atenderse esta propuesta,  la demanda interna crecería a una velocidad menor y con ello la expansión del nivel de actividad sería más moderada. ¿Pero la menor expansión del gasto público sugerida implica una reducción flat del mismo? Creemos que no.

Considero que no, simplemente porque es necesario que existan prioridades a ser tenidas en cuenta a la hora de moderar la expansión fiscal.   Cierto es que estructuralmente alrededor del un 90% del gasto corriente tiene carácter inercial esto es casi  rígido (ejem. Planillas activos, transferencias a la ONP, gasto en bienes y servicios para funcionamiento de programas sociales y servicios estatales donde el Estado es proveedor en última instancia como es el caso de salud y educación). De igual forma el servicio de deuda y el gasto de capital también presentan niveles de rigidez importantes.  Entonces resulta que el margen de recorte si asumimos tan solo los datos del presupuesto institucional de apertura 2010, sobre un gasto corriente de S/. 37,770 millones, la parte flexible de estos bordearía los S/. 3,770 millones. ¿Pero al margen del relativo margen para actuar cuantitativa mas no cualitativamente en términos de una mejor percepción sobre la gestión fiscal, ¿Hay alguna decisión adoptada por el Poder Ejecutivo para que ORDENADA Y CON PRIORIDADES PREESTABLECIDAS  reduzca en alguna magnitud la velocidad de expansión del gasto público? La evidencia actual señalaría que no.

Sólo a manera de ejemplo, tal como el Lunes lo reportara Gestión, el gasto de capital ejecutado en el sector educación al 3er. Trimestre representa sólo el 22.5% del marco presupuestal autorizado definido en el presupuesto institucional modificado para  dicho sector, marcando un claro contraste por ejemplo con el avance del 85.9% del gasto de capital ejecutado en el sector Relaciones Exteriores.  Todos sabemos que la dinámica del producto en el largo plazo responde a la contribución de 3 factores productivos agregados: Capital, mano de obra y la productividad total de factores; sin duda que la mejora en las condiciones de la infraestructura educativa mejora la calidad del servicio y redundará ello sobretodo en el último determinante del crecimiento, entonces dada la existencia de una amplia heterogeneidad en cuanto a la capacidad de gestión presupuestal al interior de los sectores,  resultaría indispensable apuntalar a aquellos, cuya incidencia en nuestras posibilidades de crecimiento no de hoy, sino y sobretodo futuras, son vitales como es el caso de la educación. La tarea está planteada.

Actualidad Económica del Perú

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