Acceso a medicamentos: ojo con la Unión Europea

domingo, 29 de marzo de 2009


Armando Mendoza

La reciente ronda de negociación del Acuerdo de Asociación (AdA) con la Unión Europea (UE) -que tuvo lugar la semana pasada en Lima- nos ha dejado sobre el tablero una serie de temas espinosos que deben encararse con una posición nacional clara y firme, porque ese posible Acuerdo con la UE es un chicharrón que trae harto sebo.

Así, en el capítulo de propiedad intelectual los europeos vienen proponiendo –sobre patentes y datos de prueba- cláusulas extremadamente onerosas, con gravísimas implicancias para el acceso de nuestra población a los medicamentos, según denuncian la Red Peruana por una Globalización con Equidad (www.redge.org.pe) y Acción Internacional por la Salud, entre otras organizaciones:

  • Duración de Patentes: los europeos están solicitando mecanismos de protección que podrían extender la vigencia efectiva de las patentes hasta 25 años, es decir 5 años más que el estándar internacional establecido por la Organización Mundial del Comercio, y de lo que el Perú ha aceptado en acuerdos previos, como el TLC con los Estados Unidos.

Lo anterior significaría que durante 5 años adicionales un medicamento de marca tendría exclusividad de mercado, no siendo posible la comercialización de medicamentos genéricos, que son equivalentes pero considerablemente más baratos. Para entender lo que implicaría para los consumidores, basta decir que un estudio publicado por el CIES encontró que en el Perú los medicamentos de marca eran, en promedio, entre 39% y 275% más caros que sus equivalentes genéricos.

  • Datos de Prueba: la Unión Europea exige que el periodo de exclusividad de datos de prueba sea de 11 años; más que duplicando los 5 años que el Perú aceptó en el TLC con los EE.UU.

Como los datos de prueba son los que demuestran que un nuevo medicamento es efectivo y sin efectos dañinos -siendo su presentación obligatoria para la comercialización- extender de tal manera el periodo de exclusividad de los datos de prueba significaría que durante ese dilatado periodo no se podrán producir medicamentos genéricos, más baratos, que se sustenten en dichos datos.

Estas exigencias de la UE son de una dureza inaudita y reflejan indiferencia por el costo social de recortar el acceso a los medicamentos genéricos. Acción Internacional para la Salud ha estimado que bajo estas exigencias el gasto anual en medicamentos de los peruanos se incrementaría US$ 386 millones de dólares, perjudicando particularmente a los más pobres. Pero ello no le quita el sueño a una UE decidida a promover agresivamente los intereses de las trasnacionales farmacéuticas. Así, cabe mencionar que en enero pasado un cargamento de medicamentos genéricos de origen indio, con destino al Brasil y de paso por un puerto holandés, fue incautado por autoridades europeas -pese a que dichos medicamentos eran de marcas legales- simplemente porque una empresa en Holanda alegó detentar la patente de dichos medicamentos, lo que da una idea de lo extrema de la posición de la UE en contra de los medicamentos genéricos.

Esta claro que la negociación del AdA no es ningún te de tías, sino, más bien, una pelea a cuchillo donde tenemos que negociar con sobriedad, realismo y dureza. Las autoridades del Ministerio de Comercio Exterior – MINCETUR han declarado que no se aceptarán condiciones que signifiquen medicamentos más caros. Esperemos que sea así y no se repita lo sucedido en la negociación del TLC con los EE.UU.; donde también el MINCETUR declaró tener límites muy claros de hasta donde podíamos ceder (las famosas “líneas rojas”), y que dichos límites serían respetados. Por supuesto, a la hora de la verdad las presiones políticas y la ansiedad por salir sonriendo en la foto pudieron más, y a las benditas “líneas rojas” se las llevó el diablo.

Jürgen Schuldt en Seminario Sobre Crisis Internacional

viernes, 27 de marzo de 2009

Al mundo le espera una “anarquía” económica, dice Jürgen Schuldt PDF Imprimir E-Mail
17:08 :: jueves, 12 de marzo de 2009
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Jürgen Schuldt, durante su disertación
Según Jürgen Schuldt, catedrático de la Universidad del Pacífico de Perú, en el marco de la actual crisis global, una “salida de la dolarización en Ecuador sería suicida, no solo por razones políticas, sino desde el punto de vista económico”, al menos hasta el 2021, cuando la crisis empiece a menguar.
En su disertación sobre “Propuestas para enfrentar la crisis a nivel internacional”, en el Seminario La Crisis Financiera Internacional, Impacto Salidas para Ecuador y América Latina, desarrollado en la sede de la Comisión Legislativa y de Fiscalización, advirtió la existencia de una “anarquía absoluta de la economía mundial”.

Los próximos años no son alentadores. El catedrático avizoró “turbulencias similares a las que se dieron entre las dos últimas guerras mundiales”, las cuales “se expresarán en proteccionismos crecientes en lo financiero, laboral, tecnológico y de activos, así como devaluaciones competitivas” lo que se traduce en que “los países se cierran e intentan desarrollarse dentro de cada bloque”.

Una nueva arquitectura internacional, deberá girar en torno a un Banco Central Mundial, “aunque aquello resulta utópico”, dijo Schuldt, “como lo es la desdolarización en Ecuador”, acotó, puesto que la crisis mundial no es coyuntural sino estructural, económica, política y tecnológica, “la misma que puede durar una o dos décadas”, puntualizó.

Los momentos económicos más preocupantes del sistema capitalista, son como “ondas, tanto cortas, cuanto largas, cada una con características propias, crisis que no es la primera dentro del sistema capitalista, porque ha sucedido una y otra vez, como parte del sistema capitalista y de acumulación del capital.

Exquisiteces Culinarias Criollas

jueves, 26 de marzo de 2009

Por Juergen Schuldt

El domingo pasado MVLL nos deleitó con un texto sobre la biografía, la creatividad gastronómica y el empuje empresarial de Gastón Acurio, ese artista de la autóctona comida nacional que “ha sido depurada y enriquecida con toques personales que la sutilizan y adaptan a las exigencias de la vida moderna, a las circunstancias y oportunidades de la actualidad, sin traicionar sus orígenes pero, también sin renunciar por ello a la invención y a la renovación”. Aunque de otra categoría culinaria, algo parecido se puede decir de la que realiza nuestro Instituto Nacional de Estadística (INEI), por los toques personales y sutilezas que le dan a las cifras para adaptarlas a las exigencias del momento, inventando y renovando metodologías, justo cuando la crisis nos ataca.

Esto viene a cuento por la reciente publicación del 3,1% de crecimiento anual del PBI a enero 2009. El sentido común hace dudar de esa cifra, considerando que una serie de sectores reales importantes han decrecido, tales como pesca (-21%), agricultura (-1,5%) y manufactura (-2,7%). Pero, sorprendentemente, los denominados ‘otros servicios’ –que sirven precisamente a los mencionados y representan más del 39% de la producción nacional- se habrían expandido al impresionante ritmo del 6%. Más aún, ¿cómo pueden crecer tanto los servicios empresariales (6,4%) si caen los valores de las actividades reales? Además, el comercio (14,6% del PBI), el segundo sector más importante, crece por debajo del promedio a solo 2,5%.

Más graves son las denuncias de los expertos, como aquella que nos llega del distante blog de un colega involuntariamente emigrado a Bagdad (ver: www.29x55.com), titulado “El obituario del PBI mensual”. Otros dicen que el INEI no publica los datos de crecimiento desestacionalizados (solo lo hacen gráficamente), probablemente porque llevan a índices negativos desde hace varios meses; o quienes afirman que muchos datos no están documentados, aún cuando se dice que se basan en encuestas, que nadie sabe cómo se elaboraron y que incluso, hace dos años, retiraron de su informe un indicador que resumía la evolución del PBI de los sectores cuyos datos se recopilaban de encuestas; tampoco se dispone de los deflactores; etc. Como no se conoce la ‘nueva’ metodología, no hay como comparar los nuevos datos con los viejos. De ahí que un colega haya afirmado que las buenas nuevas sobre las medidas de reactivación económica se deben, más que a las políticas fiscal y monetaria, a las cifras virtuales del INEI. ¿Será por eso que el BCR ha retirado de su página web el informe de producción a solo dos días después de haberlo colgado?

Algo similar se aplica a los cálculos de la inflación urbana del país (25 ciudades), en que no se conocen los índices del IPC y, mucho menos, las ponderaciones de gasto de las urbes que la componen. De ahí que uno se pregunte, cómo pueden tomar decisiones los agentes económicos en base a datos que no son confiables y/o conocidos. Y el BCR, ¿cómo puede fijar la tasa de interés de referencia, en el marco de su política de metas expílícitas de inflación (regla de Taylor), si las cifras del PBI y la inflación nacional son dudosas, por decir lo menos? En pocas palabras, el INEI debería publicar todas las recetas que adopta para cocinar todas las cifras que publica (incluidas sus inevitables limitaciones), lo que permitiría replicar los cálculos que realiza. En épocas en que los antropólogos nos han dado a conocer la macabra cocina que practicaban los jíbaros para reducir las cabezas de sus enemigos, ¿es tan difícil ser transparente?

La Asociación de Pequeños Agricultores

miércoles, 25 de marzo de 2009

Por Fernando Eguren
Sociólogo, Presidente de Cepes

Hay un consenso sobre la necesidad de que los pequeños agricultores se asocien para lograr ciertas economías de escala que les permitan ser más competitivos. La pregunta es cómo, y esto suscita debates.

El DL 1020 propone una forma específica de asociación. Conveagro ha propuesto otra modalidad, el Régimen Especial del Productor Agrario (REPA). Por otro lado, hay formas de asociación ya existentes en nuestro agro: las cooperativas, las asociaciones de agricultores por línea de producto. Y las comunidades campesinas ¿acaso no son también asociaciones de pequeños agricultores?

Aunque la necesidad de asociación parezca obvia, no hay una discusión sistemática y ordenada sobre el tema. Diferentes tipos de asociaciones pueden corresponder a diferentes objetivos y tipos de agricultores. El problema surge cuando se pretende que un tipo de asociación sea el adecuado para todos.

‘Pequeña agricultura’ es un concepto que engloba una realidad diversa. Incluye una gran diversidad de productores agrarios. Hay los especializados en cultivos comerciales, totalmente integrados al mercado. Entre ellos hay monoproductores, como los de mango para exportación, y también los pequeños cafetaleros que, aunque especializados, tienen formas de producción ‘campesinas’, pues complementan sus cultivos de café con otros para el autoconsumo.

Los pequeños agricultores propiamente “campesinos” están vinculados al mercado, pero autoconsumen parte de su producción. Además, dada la escasez de tierras, deben también realizar actividades económicas extraprediales. Están los colonos de la selva alta, muchos de ellos semiitinerantes. Y están asimismo las poblaciones nativas que también viven de la actividad agraria.

A esta diversidad se agrega el hecho de que hay pequeños agricultores que tienen una, 5, o 15 hectáreas, con grandes diferencias tecnológicas, económicas y de niveles educativos.
El mundo de la pequeña agricultura es, pues, muy heterogéneo.

Por lo tanto, la discusión sobre la ‘asociatividad’ tiene que tomar en cuenta a qué tipo de pequeños agricultores se pretende asociar y con qué objetivos, sean estos facilitar el acceso al crédito y a mejores tecnologías, mejorar los canales de comercialización, o hacer inversiones que sirvan a varios productores.

Es conveniente, entonces, que existan varias formas de asociación que satisfagan diferentes necesidades y que se adecúen a una categoría social muy diversa.

La fórmula propuesta por el DL 1020 podría adecuarse, con algunas modificaciones, a cierto tipo de agricultores, no a los muy pequeños ni a las comunidades campesinas. Es posible que el REPA sea la mejor propuesta para los pequeños productores de cultivos sensibles que pueden ser afectados por los TLC. En cuanto a las comunidades campesinas habría que proponer normas que las incentiven a desempeñar funciones económicas que hoy no cumplen, y que podrían ser provechosas para las familias comuneras y para la propia institución comunal.

El Mercado que iguala y eleva productividades

martes, 24 de marzo de 2009

Pedro Francke

En un artículo reciente (La República, 24 de marzo del 2009), Martín Tanaka afirma que:

“el mercado también integra, iguala, desarrolla capacidades, eleva la productividad, etc., más todavía en un país con persistentes relaciones sociales premodernas, oligárquicas, como el nuestro. … la dualidad del mercado ha sido analizada acaso inmejorablemente por Karl Marx. Precisamente por ello es que es importante conseguir un equilibrio entre sus aspectos creativos y destructivos, por así decirlo.”

Quiero aportar al debate con el entendimiento del mercado y algunas de sus virtudes.

1. ¿El mercado iguala?

En un sentido sí: en muchos mercados, sólo importa el dinero, quien lo tiene, compra. Ya se trate de papas o de yates, blanco o negro, mujer u hombre, heterosexual, homosexual o transgénero, anciano o joven, persona con discapacidad o no, si tienen la plata, pueden comprar, y si tienen el producto pueden vender. Es en ese sentido que el surgimiento del capitalismo rompe muchas de las ataduras del feudalismo, donde los siervos tenían sus intercambios mercantiles condicionados al permiso del señor.

Pero en la discusión moderna, esa misma lógica de funcionamiento del mercado se ve como una fuente de desigualdad: el que no tiene dinero, no compra. Por eso los textos básicos de economía ven a los mercados libres como portadores de eficiencia, pero nunca de igualdad, reconociéndose más bien que precisamente el problema de la igualdad es un problema que los mercados no resuelven.

Dos discusiones adicionales parecen importantes en este contexto. La primera, la del apellido del mercado. Un mercado monopólico difícilmente puede pensarse que iguala. Un mercado oligopólico, tampoco. ¿En qué sentido el mercado de la lana de alpaca, por ejemplo, iguala a ganaderos de altura con empresas textileras y comercializadoras?

Seguramente Tanaka está pensando en un mercado competitivo. Pero no necesariamente un mercado competitivo es igualador. Por ejemplo, el mercado de papas en el Perú, ¿ha llevado a mayor igualdad en cuanto a productividades e ingresos entre los campesinos de Andahuaylas y los productores de Cañete? No hay mayor evidencia que sustente ese punto de vista. Y si se puede pensar que en este caso muchas de las diferencias se deben a rentas naturales, la verdad es que tampoco está claro en qué medida en el mercado mundial de aviones o de finanzas, o en el mercado nacional de llamadas telefónicas o de cervezas, el mercado promueve igualdad. Por el contrario, la tendencia general (desde luego con muchas excepciones) del capitalismo moderno es que el mercado tiende a la concentración y fusión de los productores, y por lo tanto a la desigualdad así como al oligopolio.

Tal vez la pregunta mayor es, ¿una economía donde el mercado predomina y el estado tiene menor importancia en su regulación, es más o menos desigual? La historia parece decir que desigual. La experiencia del neoliberalismo en EEUU desde Reagan, en cuanto a sus efectos de haber aumentado la desigualdad, ha sido documentada por varios autores y divulgada por Paul Krugman. Lo mismo parece haber sucedido en el Perú. Y en China.


2. ¿El mercado desarrolla capacidades y eleva la productividad?

El mercado es un mecanismo de intercambio. Estricto sensu, no desarrolla capacidades ni eleva productividades. Pero parafraseemos a Tanaka, y analicemos si el mercado contribuye a desarrollar capacidades y elevar productividades, que sería la forma correcta de formular la tesis. La respuesta es que a veces si, a veces no. El mercado de lana de alpaca, para regresar al ejemplo anterior, no ha desarrollado capacidades ni elevado productividades de los alpaqueros; al revés, parece que en los últimos años la política de los oligopsonios textileros de no diferenciar calidades ni pagar premios por mejor calidad, ha promovido un deterioro de la calidad genética de la fibra. En otro ejemplo, el mercado de hilados en el 2008 ha significado la entrada al mercado peruano de hilos baratos de la India, perdiendo la industria peruana ventas, y por lo tanto reduciendo su productividad por las economías de escala que allí existen.

Estos ejemplos no quieren decir que el mercado siempre sea un factor negativo para desarrollar capacidades y elevar productividades. En realidad, el mercado parece ser muy importante en lograr estos objetivos. Pero no siempre, no cualquier mercado, no de cualquier manera.

Las experiencias exitosas de desarrollo económico, es decir de desarrollo de capacidades productivas y aumento de la productividad, como han documentado extensamente Ha-Joon Chang, Dani Rodrik y otros, incluyendo tanto las experiencias más antiguas como Inglaterra y luego Estados Unidos y las más recientes como las de Japón, Corea del Sur y China, incluyen un fuerte componente de intervención estatal en los mercados. Hasta el día de hoy, buena parte de los aumentos de productividad en Estados Unidos y otros países desarrollados están vinculados a políticas públicas para favorecer el cambio tecnológico y las innovaciones, y el ejemplo de cómo Internet empezó como un proyecto público es paradigmático. Es verdad, desde luego, que no se trata de cambios que sólo se producen en instituciones estatales sino en una vinculación entre entidades, regulaciones y promoción estatal, y las empresas privadas; o para decirlo de otra manera, entre el estado y el mercado

3. ¿Estado vs mercado?

Así, parece que el tema clave en esta discusión es la validez de la dicotomía estado-mercado, que es la clave en la que perece ubicarse esta discusión. Sostengo que esa dicotomía es sólo muy parcialmente válida, que en muchas formas hay y puede haber un estado que regula el mercado y actúa a través del mercado.

La regulación del estado no siempre es contraria al mercado; al revés, puede significar su promoción y ampliación. La desregulación del sistema financiero de la década pasada ha llevado a una crisis y una pérdida de reputación de este mercado, que seguramente frenará su desarrollo por varios años. La regulación de la propiedad intelectual mediante las patentes busca justamente promover las innovaciones, y de esa manera el desarrollo de los mercados, aunque sin duda es una opción que tiene sus problemas, incluyendo tanto los costos que significa el monopolio de unas invenciones para nuevas innovaciones, como la desigualdad que implica el establecer un monopolio legal en particular en aspectos donde la equidad es especialmente importante como el de las medicinas y la salud.

Dentro de esta regulación del mercado, el estado puede regular el mercado de tal manera que haya un mercado amplio pero más equitativo. Las reglas en defensa de los consumidores, por ejemplo, asegurando información adecuada. Las leyes en relación al mercado laboral, donde el mercado puede funcionar bien pero donde no necesariamente tienen que aceptarse despidos injustificados de mujeres embarazadas. En el terreno productivo, pueden haber reglas para evitar que los grandes monopolios abusen de su poder en desmedro de los pequeños productores.

En síntesis, la dicotomía entre Estado y mercado es parcialmente válida. En relación al tema de la igualdad, el mercado no genera por lo general igualdad., siendo usualmente necesario una intervención del estado, que no siempre tiene que implicar una reducción o disminución del mercado, sino solo su gobierno. En relación al tema del aumento de la productividad, una adecuada articulación entre estado y mercado parece ser lo mejor.

Tlc Con la UE

OTRA VEZ LAS TRASNACIONALES FARMACEUTICAS AL ATAQUE

Pedro Francke

El TLC con los Estados Unidos que negociaron Alejandro Toledo y Alfredo Ferrero, y que aceptó Alan García, incluía grandes ventajas para las trasnacionales farmacéuticas. El Ministerio de Salud calculó que los precios de las medicinas se duplicarían en 12 años, a un costo de 300 millones de dólares adicionales que tendríamos que pagar todos los peruanos por medicinas...a favor de estas trasnacionales.

Felizmente, hubo elecciones al congreso en los Estados Unidos, los demócratas ganaron mayoría y exigieron cambios al TLC. El gobierno peruano aceptó sumiso esa renegociación sin pedir nada a cambio, pero en el tema de medicinas los demócratas gringos también se preocuparon por lo que podía pasar a sus ciudadanos y eliminaron los párrafos más negativos del TLC. Quienes negociaron por el Perú quedaron muy mal, ya que quedó demostrado que podían obtenerse mejores condiciones.

Ahora, peligros incluso mayores a los que del TLC con los Estados Unidos, se repiten con el TLC que está negociando el gobierno peruano con la Unión Europea. La delegación europea ha planteado aumentar la protección a la propiedad intelectual para los medicamentos, lo que quiere decir que el monopolio de las trasnacionales sobre nuevos remedios se alarga y las medicinas se encarecen. Con las patentes aumentando de 20 a 25 años y la protección de datos de prueba de 5 años a 11 años, los precios de las medicinas pueden subir fuertemente.

Así, nuevamente está en la mesa de negociaciones los precios de los medicamentos y la salud de los peruanos. Este gobierno ya dejó de lado estas preocupaciones una vez, prefiriendo los intereses de las grandes empresas exportadoras e importadoras, que la salud pública. Bolivia se ha resistido a estas pretensiones de la UE y ha salido de las negociaciones. Tampoco Brasil o Argentina, por mencionar un par de países vecinos, aceptan estas pretensiones de Estados Unidos y Europa, gobiernos que defienden los intereses de sus trasnacionales que dominan la economía mundial y quieren aumentar aún más sus ganancias en medio de la crisis.

Una posición común de la Comunidad Andina debería definirse en torno a lo que es mejor para sus ciudadanos, que es precisamente no aceptar negociaciones en temas de propiedad intelectual y medicamentos. No debemos repetir el “sí o sí” que siguieron Toledo y García en el TLC con los Estados Unidos.

La CGTP y el desarrollo nacional




Por Jurgen Schuldt
Prof. de economía de la U. del Pacífico

Pasado mañana nuestra principal confederación de trabajadores dará a conocer su “Plan para la Defensa del Empleo y la Economía Popular”, que es bastante más que eso. A diferencia de las propuestas de otros gremios, que acostumbran proponer medidas para beneficio propio, observamos una serie de lineamientos generales y propuestas concretas que van más allá de sus intereses inmediatos y nos permiten calificar ese programa como una estrategia nacional de desarrollo de largo plazo alternativa a la actual, anclada en principios que deben adoptarse desde la coyuntura a partir de siete conjuntos de políticas específicas. En esencia de lo que se trata es de reactivar y ampliar el mercado doméstico del país, sin descuidar la necesidad de procurarnos las divisas necesarias para hacerlo.
La aspiración más importante radica en “defender la producción nacional para dinamizar el mercado interno”, lo que se lograría impulsando el gasto en las regiones, eliminando las barreras burocráticas, suspendiendo las facilidades que otorgan los TLC y afectan la producción y el empleo nacionales, para lo que también convendría regresar a las tarifas arancelarias previas a los dos últimos recortes; estableciendo un programa especial para ofrecer crédito barato al agro, a las MYPES y a la vivienda de familias pobres; reconvirtiendo las deudas de US$ a soles; asegurando un incremento gradual del tipo de cambio “para mejorar la competitividad de la producción y el equilibrio del sector externo”. En relación a este, se exige un “mayor énfasis en la integración regional para aprovechar los mercados cercanos” a través del impulso de la integración económica regional y el apoyo a la internacionalización de empresas peruanas, así como la diversificación de los mercados.
Ligado a lo anterior proponen “elevar la productividad del agro y la soberanía alimentaria”, promoviendo “la concertación para incrementar la productividad agropecuaria, penalizando la especulación y acaparamiento y derogando los decretos que despojan de sus tierras a las comunidades” de sierra y selva. Proceso que sería potenciado por propuestas “en defensa de la micro y pequeña empresa”, tales como las compras estatales dirigidas de manera preferente a las MYPES y el respaldo a las operaciones con garantía automática a favor de las radicadas en el agro y las urbes. No menos importante es la “protección de los más pobres”: pensiones estatales a los mayores de 65 años que no tienen empleo, implementación del seguro de salud universal y programas sociales que combinen empleo temporal y mejoramiento de la infraestructura productiva. Por lo que postulan una política fiscal anti-cíclica a través del incremento del gasto público en “infraestructura, en obras de corta maduración que generen empleo masivo y aumenten el consumo de las familias pobres que consumen básicamente productos nacionales”, cuyos gastos se sustentarían en una tributación redistributiva y reactivadora, centrada en el aumento de los impuestos directos más que en los pesados y regresivos tributos indirectos.
Finalmente, la necesidad de “proteger el empleo con Trabajo Digno” implica la reconversión laboral de los trabajadores cesados por la crisis; el impulso de una política de incentivos para que las empresas lleven a cabo la capacitación laboral y la innovación tecnológica; el aumento general de las remuneraciones del sector público, de las pensiones y del salario mínimo a 750 soles; el establecimiento de un seguro temporal de desempleo; acuerdos tripartitos para evitar despidos y recortes de salarios; el aumento del número de inspectores para fiscalizar el cumplimiento de los derechos laborales; etc.
El gobierno, el parlamento y las empresas tienen la palabra.
Este artículo también lo puede leer en http://aeperu.blogspot.com

La pobreza en el 2008

domingo, 22 de marzo de 2009

Farid Matuk

La pobreza se mide de diferente manera en cada país en función de la disponibilidad de datos de campo. En los países con menos desarrollo estadístico, habitualmente, se toma US$ 2 diarios como el valor de la l

En países de mediano desarrollo estadístico, una vez al año se mide una línea de pobreza monetaria como lo viene haciendo el Perú desde 1985 con el Banco Mundial hasta el 2007 con el INEI, siendo el caso que para el año pasado el valor de la línea fue 7.50 soles diarios. En los países de avanzado desarrollo estadístico, la pobreza se puede medir trimestralmente con una línea de pobreza de 2,200 calorías diarias.

Nuestro país es el único en Latinoamérica en reportar trimestralmente la pobreza calórica, es decir, qué porcentaje de personas no han consumido el mínimo biológico indispensable para vivir. Esta medición es más precisa porque no está sujeta a las arbitrariedades de ajustar los precios urbanos con los precios rurales, o imputar el precio de los alimentos que los hogares producen por sí mismos, o calcular que fracción del gasto total de un hogar corresponde a alimentos, o que fracción de la encuesta se toma como población de referencia.

El déficit calórico, simplemente, determina el número de calorías que cada alimento y bebida tiene y de este modo se conoce el monto de calorías consumida por el hogar; luego, se identifica a los miembros del hogar por edad y sexo para asignar el consumo calórico necesario para sobrevivir de acuerdo a estándares internacionales. Y del producto de ambas cifras se encuentra qué fracción de la población está literalmente muriendo de hambre.

Nuestro país empezó esta medición en mayo 2003 y la mantiene hasta el día de hoy, en ambos gráficos las barras corresponden a la evolución del promedio anual de la pobreza calórica, donde es claro que desciende a un valor mínimo de 28% en el tercer trimestre de 2007, de un máximo de 35% en el segundo trimestre de 2004. Al mismo tiempo, la pobreza al término del año pasado se elevó en 4 puntos –desde su mínimo- alcanzando el valor de 32%.

Para explicar el incremento de la pobreza en 4 puntos se tiene una tabla que gráfica la pobreza y el crecimiento, mientras la otra gráfica la pobreza y la inflación. De acuerdo a la información oficial el crecimiento del PBI se ha incrementado de 3% en el segundo trimestre de 2004 a un valor de 10% al cuarto trimestre del año pasado, prácticamente, se ha triplicado la tasa de crecimiento en cuatro años pero la pobreza luego de bajar varios años, se ha incrementado, sistemáticamente, en los últimos cinco trimestres. Entonces, cabe la genuina duda de por qué la pobreza en el 2008 si el Perú ha estado crecie ndo por encima del 9% todo el año.

En la otra tabla se gráfica la pobreza y la inflación, para encontrar una clara relación que cuando la inflación es baja se tiene que la pobreza se reduce, y viceversa. De un pico de 4% para el cuatro trimestre de 2004, la inflación se reduce a 1% en el segundo trimestre de 2007, para luego sextuplicarse con una cifra de 6% al cuarto trimestre del año pasado. De donde tenemos una sólida relación entre pobreza e inflación, y que más importante que el crecimiento económico es el poder adquisitivo de los hogares.

De este análisis resulta claro que la prioridad de la gestión pública debe estar en reducir la inflación y no de incrementar la producción. En nuestro país existe la creencia que debemos crecer por encima de 7% anual para que la pobreza se reduzca de manera continua, la evidencia empírica muestra que inflación por debajo del 2% reducen la pobreza de manera continua.

Pobreza e Inflación (2004 - 2008)

Pobreza e Inflación (2004 - 2008)

Pobreza y Crecimiento (2004 - 2008)

Pobreza y Crecimiento (2004 - 2008)

¿Qué políticas?

Las tasas de crecimiento observadas durante el 2008 han implicado un incremento de las importaciones en una magnitud que superan nuestras exportaciones, y por ello el cuarto trimestre de 2008 tuvimos el primer déficit comercial en siete años, que amenaza continuar durante este año, y para cuando las reservas internacionales se agoten, una maxi-devaluación será la única solución, y, con esto, un incremento agudo de la pobreza debido a que la devaluación, convencionalmente, se traduce en inflación.

De otro lado, tenemos que la crisis internacional hará reducir el nivel de actividad económica de nuestro país –inevitablemente– como ya viene ocurriendo en el resto del mundo, y desde el cuarto trimestre de 2008 en el Perú. Esta reducción de la actividad económica puede tener virtudes correctivas en la brecha externa, como no las puede tener. En caso las tuviese, el precio del dólar se reduciría, y la inflación con él, para de esta manera poder llegar a debajo del 2%.

Si las importaciones no se reducen como producto de la contracción económica en una magnitud que cierre la brecha externa, entonces será necesario una agresiva política arancelaria que provoque un exceso de dólares y, de esta manera, se reduzca el precio del mismo y la inflación también.

En todo caso, la política presente de ir contra la corriente y aspirar el máximo crecimiento económico de la región, tendrá como resultado perder todo lo avanzado en materia de reducción de la pobreza. Para empezar la pobreza se ha incrementado 4 puntos en cinco trimestres, prácticamente, alcanzando el 33% que teníamos el cuarto trimestre de 2001. Es decir, hemos perdido siete años en la batalla contra la pobreza.

http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20090322/17/pagina/14

Una Nueva Década pérdida



Juergen Schuldt.

Los años ochenta del siglo pasado siguen siendo recordados tristemente como la ‘Década Perdida’ para América Latina, la de los noventa lo fue para Japón y ahora ya hay quienes están comentando lo mismo, pero esta vez no solo para EEUU, como el ‘centro del mundo’, sino también para el resto de las economías globalizadas. ¿Será tan cierto este fúnebre pronóstico?

En un bando están quienes opinan, como lo declararan al alimón el 25 de febrero Obama y Bernanke, que la recesión norteamericana –que sigue percibiéndose como el gran motor de la economía mundial- acabará para diciembre y el 2010 sería el “año de la recuperación”. El ‘argumento’ que sostendría tamaño optimismo es que para entonces se habrá saneado el sistema financiero, supuestamente la base de toda estabilidad y sostén inmaculado de ‘confianza’. Esas declaraciones que pretendían tranquilizar a ‘los mercados’ no están logrando su objetivo: En EEUU, Asia y Europa siguen en caída libre y ya hay quienes pronostican que el Dow Jones –por escoger un índice entre muchos de los que permiten percibir la ‘confianza’ que se tiene en el sistema a futuro- seguirá cayendo por debajo de los 7.000 puntos. Hoy se encuentra en los 6.700, lo que significa un descenso del 52% respecto a su máximo de 13.930 alcanzado en octubre 2007.

Del otro lado estamos quienes consideramos que la recuperación de la confianza no garantiza una recuperación económica. Apenas es una precondición sicológica, que si no viene acompañada de ajustes macroeconómicos, de procesos que aseguren ganancias sustanciales en sectores productivos dinámicos y de la cooperación de los estados a nivel global, terminan siendo un espejismo similar al de nuestros desiertos norteños. ¿Qué es lo que tiene que suceder para que la economía mundial se recupere, en especial la norteamericana? A nuestro entender, cinco temas tienen que ser afrontados, cuya resolución no durará menos de una década.

En primer lugar, como es obvio, los pantagruélicos salvatajes gubernamentales de la banca, de los deudores particulares (especialmente hipotecas) y hasta de las empresas privadas (¡incluso las de automóviles!), han generado un forado que asciende al 10% anual del PBI (de 15 billones) y amenaza con llegar al 13% el próximo año. Una vez recuperado el sistema financiero, que podría lograrse en el mejor de los casos a fines del año entrante, inevitablemente hay que resolver este notorio problema del déficit fiscal, lo que implicará ajustes radicales que no lo desaparecerán de la noche a la mañana y que no permitirán un crecimiento suficiente como para motorizar las economías del resto del mundo globalizado.

No menos importante es, en segunda instancia, el hecho de que la enorme masa de familias endeudadas lo que harán, por más ‘subsidios’ que reciban, es devolver sus préstamos y –si les alcanza- intentar ahorrar lo máximo posible. Lo que obviamente desplomará los gastos privados de consumo, con lo que tampoco los empresarios tendrán incentivos para incrementar su oferta, la que de por sí está ociosa por el exceso de inversiones en capacidades productivas (cada vez más obsoletas). En tal sentido ésta es una crisis típica de sobreproducción.

Tercero: EEUU ha vivido muy por encima de sus posibilidades en el último decenio, lo que –entre otros indicadores- se expresa en su multimillonario déficit externo que se ha ido expandiendo gradual e irresponsablemente y que el al año pasado ya había llegado al 7% de su PBI. Y es que ningún país, ni siquiera el Imperio, puede darse el lujo de incrementar su consumo y su demanda interna mucho más allá de su producto potencial, como ha sucedido en esta década. Lo que, a la larga, significa más de lo mismo: ajustes hacia la baja de la demanda interna. Lo que será más dramático cuando los demás países dejen de depositar sus ahorros en EEUU (bonos del Tesoro).

Un cuarto aspecto, a nuestro entender el fundamental, pero ignorado por completo, consiste en señalar que los sectores que podrían darle ritmo a la economía global y a la norteamericana en particular tiene que provenir de inversiones productivas que aseguren altas rentabilidades del capital. Pero, se pregunta uno, de donde provendrán éstas si no existen innovaciones revolucionarias (en el sentido schumpeteriano) que despierten los ‘espíritus animales’ de los empresarios (Keynes) y acaben con la osteoporosis productiva de las economías avanzadas, la que se expresa en un crecimiento nimio de sus productividades y competitividad. Ya no bastan las reducciones radicales de las tasas de interés para que la gente y los empresarios se presten y alienten la recuperación económica por medio del consumo y la inversión. Y, para colmo de males, la radical reducción de las tasas de interés y la consiguiente expansión monetaria, está llevando la economía norteamericana al fondo de pozo o ’trampa de liquidez’, con lo que la política monetaria ya no estará en condiciones de reactivar la economía.

Finalmente, aún más graves son las crecientes tendencias proteccionistas que asoman en el horizonte, no únicamente en lo comercial, sino sobre todo en lo financiero, ya que no solo la economía norteamericana está arañando sus baúles monetarios y está recuperando los que tiene en el resto del mundo. En tal sentido, se estaría conformando un mundo multipolar, en que predominarán los conflictos económicos y, en el peor de los casos, aquellos que usan otras armas, bastante más mortales para otros y muy rentables para EEUU que tiene harta experiencia en este tipo de ‘estímulos’ para su economía. De ahí que, si no se llega a una cooperación desinteresada a nivel global para coordinar y consensuar los desequilibrios, las crisis pueden agravarse aún más, como ya se ha palpado en la última reunión del G-20. Pero que será una década perdida muy grave, sobre eso no cabe la menor duda. No nos queda sino prepararnos para esa larga y profunda hibernación de nuestra economía.

El Canto de las Cigarras

sábado, 21 de marzo de 2009

Breve descripción de la coyuntura mundial

Nada dice
En el canto de la cigarra
Que su fin está cerca
Bruno Seminario
Basho

Perciben los hombres los hechos ocurridos, los sabios los que se aproximan, y, sólo los inmortales los futuros, decía Filóstrato, en su “Vida de Apolonio de Tiana”, hace ya 17 siglos. Llena de momentos memorables, en la historia humana estos sucesos especiales suelen establecer los lindes de las épocas, pero también es bueno recordar que cuando llegan estos, pocos pueden advertir su real valía. ¿Nos ha tocado vivir en esta frontera concluyente? Crisis económica, pero también intelectual, ideológica, política y social, que pone en cuestión los fundamentales del orden global. Ningún país parece salvarse del derrumbe: el avance de la división del trabajo integró a todos en una vulnerable red; y, ahora el colapso arruina, sin importar la virtud, por igual.


No necesitamos conocer las causas de la crisis para apreciar la magnitud de la nueva catástrofe económica. Según las últimas proyecciones del Fondo Monetario Internacional, la tasa de crecimiento de la economía mundial sería en el año 2009 de 0.5 por ciento, la tasa más baja registrada desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Por primera vez en 60 años, la producción de las economías más avanzadas experimentaría un retroceso; en ochos millones aumentaría, en los países de la OECD, el número de desempleados; el volumen del Comercio Internacional de Bienes y Servicios descendería 2.9 por ciento; y, en 100 millones el número de pobres. ¿Cuánta gente en el mundo es capaz de comprender un guarismo tan inmensurable como 32 trillones de dólares, monto en que se estima las pérdidas de los mercados bursátiles? Equivale la cifra al producto interno bruto conjunto de todos los países de la OECD en el 2008, a 275 años de producción en el Perú y excede en 18 veces la suma total de la producción total generada por el Perú como nación independiente. Parece inmenso el costo: el aumento de la deuda pública puede afectar por décadas la marcha de la economía mundial. Se estima que el déficit fiscal de los Estados Unidos podría ser equivalente a 12.5 por ciento de su producto interno bruto, para la Unión Europea se anticipa un escenario similar. Con estos desarrollos, es poco probable que las economías emergentes reciban en los próximos años financiamiento neto de los países de la OECD.

La información estadística que hemos podido conocer, con claridad nos revela que hemos ingresado a una nueva fase de la crisis económica. Si la característica distintiva de la primera fase fue el colapso financiero, ahora la acción se ha trasladado al sector real de la economía: la parálisis del crédito ha afectado fundamentalmente a los sectores más dinámicos de la economía mundial. Habrán podido observar que el descenso de la producción es más intenso en Asia y en la UE que en Estados Unidos. Las estadísticas que muestran la evolución por componentes del PBI de Estados Unidos nos indican que hay una enorme dispersión en las tasas de crecimiento de los distintos componentes de la demanda agregada. A pesar de ésta, podemos extraer la conclusión de que la parálisis del crédito ha afectado fundamentalmente a tres componentes de la demanda agregada. En primer lugar, la demanda de bienes de consumo durables: autos, computadoras, televisores, y, otros aparatos electrónicos. En segundo lugar también ha descendido significativamente el consumo conspicuo. En tercer lugar, la inversión en construcción.

Este patrón de descenso en la demanda ha determinado una drástica reducción en las exportaciones de todas las economías asiáticas. Como todas ellas basan su crecimiento en las exportaciones y su sector industrial se orienta básicamente hacia el exterior no es sorprendente que sea en esta región del mundo donde se observan las reducciones más drásticas en el empleo, los índices de producción industrial, y el producto bruto interno. En efecto, las últimas estadísticas nos muestran que las consecuencias del ajuste han sido drásticas en todos estos países. Sería importante para el Perú analizar la reducción que se ha registrado en el consumo conspicuo, ya que muchas de nuestras exportaciones no tradicionales se orientan hacia este sector. Sin duda, el origen fundamental del crecimiento en la demanda de dicho consumo está ligado al crecimiento del sector financiero y a la concentración del ingreso que ha habido en los últimos años. De manera que no debe sorprendernos que el colapso de la banca de inversión haya provocado un colapso en la demanda por este tipo de bienes y en la gama de industrias y servicios que satisfacían esta necesidad. Además, como varios de los productos textiles y agroindustriales que exporta el Perú se orientan a este sector habría un serio peligro para el futuro de nuestra industria textil. Es probable que, en los próximos meses, comencemos a ver similares efectos en el sector agroindustrial. Asimismo las dificultades en la banca de inversión causarían problemas serios en la demanda de servicios informáticos, pues este sector es el mayor demandante de información.

El descenso en la demanda de bienes durables y en la inversión bruta fija afecta directamente la demanda de metales. Por esta razón, serán estas materias primas las que experimenten en el 2009 los peores desempeños. En América del Sur, Chile y el Perú serán las economías más afectadas. El descenso en los precios reducirá el flujo de inversión directa extranjera pero no necesariamente la cantidad producida que incluso, en el corto plazo, amentaría, porque las minas suelen explotar los yacimientos más ricos cuando caen los precios. Esta respuesta, sin embargo, provocaría una gran acumulación de inventarios en el mercado y prolongaría por varios años la recuperación en los precios. Es probablemente por esta razón que los precios de los metales industriales continúen descendiendo aunque se recuperase Estados Unidos a finales del 2009.

En la UE también se experimentaría una recesión más intensa que en Estados Unidos, pero de una naturaleza diferente. En Europa oriental lo fundamental es la reducción en los flujos de inversión extranjera. Estos países experimentan una crisis muy similar a la que experimentó América Latina en los años ochenta (y también se han visto obligados a recurrir al FMI). En España, Inglaterra y los países escandinavos, la principal causa de la crisis es financiera: en España, por ejemplo, hubo un boom hipotecario muy similar al de Estados Unidos. Ahora, su industria de construcción experimenta una contracción similar a la de Estados Unidos. Inglaterra, en especial Londres, desempeñó un papel crucial como centro de actividad especulativa, de manera que ahora debe enfrentar las consecuencias del desplome de esta industria. En Alemania, sin embargo, la causa puede estar vinculada al comercio exterior. Pero, estos desarrollos económicos, en el caso de Europa, no necesariamente son los que tienen más relevancia. En realidad, todo el proceso ha puesto en severa tensión las instituciones de la Comunidad y por esta razón pueden ser las consecuencias políticas las más relevantes.

¿Qué consecuencias puede tener esta gran crisis sobre la economía mundial? ¿Anuncia, acaso, esta mayúscula catástrofe una radical transformación del sistema mundo? ¿Qué reflejan los hechos de los cuales hemos sido testigos el año pasado? ¿Provocará el colapso del sistema financiero, el retroceso de la producción, el desempleo masivo, las quiebras y los rescates de emergencia una revisión de la misma magnitud en las ideas, la política y el poder en el mundo?

Cuando los historiadores del futuro escriban el relato de esta crisis, no podrán omitir en su crónica el papel que tuvo en ella el cándido optimismo que nubló el entendimiento de los principales protagonistas. Para los optimistas es bastante claro el patrón de desarrollo futuro de la economía mundial. La fuerza básica será el continuo crecimiento de China, la India, Brasil y Rusia, las economías emergentes de mayor tamaño que inducirá un cambio radical en la distribución geográfica de la actividad económica hacia Asia y un aumento en su influencia geopolítica. Provocará este proceso, en primer lugar, un aumento sostenido en el precio de la energía, metales y alimentos, que transmitirá los beneficios a los países exportadores de productos básicos en América Latina y África. También, cambios considerables en el patrón del comercio internacional y los flujos internacionales de capitales. Como consecuencia de éstos se alterará la estructura de gobierno del mundo para reflejar el poder de los nuevos gigantes emergentes. Pero de igual forma el conjunto de alteraciones podría transformar la regulación en los países centrales, ya que es probable que los fondos soberanos de inversiones y los flujos de inversión directa extranjera realizados por estados nacionales sean vistos con preocupación por los políticos de estos países. En este sentido, es probable -por dichas razones- que surja un nuevo protagonismo financiero, pero la justificación de éste podría llevar a una revaluación de los postulados de la globalización, como resultado la cual habrá un incremento del rol del gobierno en la economía mundial, que podrá poner fin a la era neoliberal. El gran problema de la visión optimista es que confunde un resultado que se materializaría al finalizar la presente centuria con la situación efectiva que se observa en el presente.

Nos muestra la historia que la emergencia de un gigante económico y la sustitución de una potencia por otra no es un proceso libre de turbulencias económicas, sociales y políticas. Debemos de considerar que el desarrollo de una economía capitalista, especialmente cuando es tan desequilibrado como el caso chino, no se encuentra libre de retrocesos y crisis profundas. Ya los indicadores de la economía china registran signos evidentes de sobreinversión. Para comenzar, debemos notar que la rentabilidad del capital parece bastante baja, la Inversión en China representa casi el 50% de su PBI mientras que su tasa de crecimiento ha sido de 10 por ciento, es decir, aunque la tasa de crecimiento es sumamente alta, la relación capital producto que se deriva sugeriría una inmensa capacidad de producción con altas posibilidades de no ser utilizada. Luego, el patrón de desarrollo económico chino es excepcional: al apoyarse excesivamente en las industrias de exportación, es sumamente vulnerable a las alteraciones cíclicas que se producen en los mercados de destino de sus exportaciones y a las acciones de política orientadas a limitar su expansión comercial . Es poco probable, también, que los países desarrollados estén dispuestos a ceder a China el control de segmentos estratégicos de su aparato industrial por razones de seguridad nacional. De modo que si China continuase por este camino podría estallar una nueva guerra comercial y así una segmentación creciente del mundo. Esta dependencia de mercados externos hace notar que la estructura comercial China no genera al interior de su país un mercado suficiente como para absorber la producción que podría ocasionar tan monumental esfuerzo de inversión, el modelo mercantilista chino estaría aplazando una futura crisis de subconsumo. Finalmente –para culminar este párrafo- es poco probable que las autoridades chinas controlen en el corto plazo el impacto que sobre el sector financiero de las entradas de capitales, los indicadores sugieren que una facción considerable de los fondos han sido usados en aventuras especulativas, tanto la bolsa como el precio de la propiedad en sus principales ciudades ha crecido a niveles difíciles de justificar.

En cualquier caso, incluso en el escenario que imaginaron los optimistas, no se garantiza en el momento actual una salida fácil de la crisis, porque todavía –desafortunadamente- el dinamismo del mercado estadounidense y las decisiones que tomen sus principales líderes son esenciales para el mundo.

El obituario del PBI mensual

Farid Matuk

En Octubre 2002, el INEI publicó un obituario al PBI mensual, que decía textualmente “Desde 1987, en inicios de la hiperinflación, se empezó a publicar un denominado PBI mensual. Esta denominación resulta inadecuada por dos razones, la primera debido a problemas de cobertura y la segunda a problemas de imputación”.

A la fecha, nada de esto ha cambiado, el año base sigue siendo 1994, y el día de hoy 21 de Marzo de 2009, se argumenta que se ha mejorado la cobertura y se ha reducido la imputación. Esto es materialmente imposible porque para mejorar la cobertura habría que tener una relación universal de los establecimientos económicos, no sólo los registrados en la SUNAT, sino también la importancia de la economía informal y de la economía de subsistencia en el conjunto de la economía peruano, y esta información no existe.

Para reducir la imputación, habría que tener disponible nuevas fuentes de información, tanto operaciones de campo como registros administrativos de periodicidad regular, y desde el 2006 no se conoce de ninguna operación nueva de acopio de información, por ello las imputaciones efectuadas están generando un sesgo sistemático de sobre estimación de dos puntos, en la medición de la actividad económica.

A partir de Noviembre 2002, el denominado PBI mensual se publicaba como un anexo con las salvaguardas de su calidad, y más bien todo el esfuerzo metodológico fue puesto en mejorar la medición del PBI trimestral, que al día de hoy tiene la mejore cobertura en Latinoamérica del consumo privado, gracias al uso de la información que proviene de 5,000 entrevistas trimestrales efectuadas en la ENAHO (Encuesta Nacional de Hogares).

A partir de Enero 2006, se inició la Encuesta Continua que entrevistó dicho año a poco menos de 400,000 hogares a nivel nacional, y que el modulo de empleo permitía por primera vez tener una visión precisa del mercado laboral en cada una de las regiones, y de esta manera reemplazar la actual medición del PBI regional, que esta basado únicamente en el sector formal de la economía. Pero esta operación de campo se descontinuo en 2007 por presiones políticas de la Presidencia de la República.

Finalmente, el día de hoy, el INEI ha publicado los archivos correspondientes a la medición del PBI de Enero 2009, con los mismos vicios señalados en la nota titulada “Nada se mide, todo se inventa” donde el PBI del sector Alquiler de Vivienda sigue creciendo exactamente en 3.54% al igual que los 24 meses anteriores, y el índice del PBI del sector Transportes y Comunicaciones es un número arbitrario que difiere de la formula basada en los índices sectoriales.

Asimismo en esta publicación de hoy correspondiente al PBI de Enero 2009, no existe referencia alguna a la versión periodística donde el titular del INEI precisa “sucede que como hemos mejorado la metodología, una cosa es que lo escribamos para nuestro uso técnico y otra para que cualquier persona con un nivel mínimo de economía lo entienda” donde su compasión por la ignorancia ajena es encomiable, pero innecesaria. O quizás sea como los programas de cómputo de medición de la pobreza que hasta el día de hoy siguen siendo secretos.

Asimismo en esta versión periodística, el titular del INEI afirma “Introducimos la medición directa al sector gobierno, servicios financiero y comercio.” Al comparar la hoja de cálculo de Enero 2009 con la hoja de cálculo de Diciembre 2008 para el sector Gobierno, la única diferencia es una fila más correspondiente a Enero 2009, y los índices reales no provienen de una deflación de los valores nominales del gasto del gobierno, sino provienen de una decisión arbitraria. Al examinar la hoja de cálculo del sector Servicios Financieros se encuentra exactamente una situación similar donde el índice real proviene de una decisión arbitraria. Y mas bien para el sector Comercio hay una nota de pie de página que dice: “A partir de Enero 2009 se incluye en el cálculo el resultado de la Encuesta Mensual de Comercio”.

En síntesis, de los tres sectores que hipotéticamente hay medición directa desde 2009, dos de ellos, Gobierno y Servicios Financieros, son idénticos a lo que se hizo el 2008. Para el sector Comercio, supuestamente hay una encuesta de la cual no se conoce el cuestionario, el marco muestral, ni la base de datos. Es decir, se quiere resucitar el zombie que era el PBI mensual y convertirlo en un frankenstein.

Del Optimismo a la Mentira

viernes, 20 de marzo de 2009


Pedro Francke

“Dios me ha dado la capacidad de convencer a las personas, incluso a los que dudan, porque este año va a ser grande y sólido”, dijo el Presidente García la semana pasada.

Un rol importante en este convencimiento lo cumplen las cifras oficiales. Por eso la proyección oficial del BCR y del MEF es que la economía crecerá 5% este año, aunque los cálculos parciales de ambas instituciones no coinciden, milagro que sólo puede explicarse porque están hechas a la medida.

Pero la semana pasada, ya el Banco Mundial reconoció que la economía peruana podría crecer solamente 1,8% y un banco internacional ya proyecta un crecimiento de sólo 0,9%. Las proyecciones oficiales empezaban a hacer agua.

Tal vez por eso, esta semana el INEI anunció que el PBI en enero creció 3,1%. Bastante menos que el 5% anual ofrecido, pero aún claramente positivo.

La cuestión es que, sometida a escrutinio, la cifra del INEI no se sostiene. El debate empezó al observarse que el rubro de “Otros servicios” según el INEI creció casi al 6%, y la suma de todo el resto, apenas 1,5%. Pero el PBI de “otros servicios” tiene muy poca información real: se calcula básicamente con fórmulas a partir del resto. ¿Cómo entonces resulta tan diferente?

Luego, Farid Matuk encontró que para el INEI el rubro “alquiler de viviendas” crece todos los meses, con o sin crisis, a la misma tasa. Y mostró como los datos del PBI del sector transportes en la hoja de cálculo del INEI, claramente han sido manipulados para hacerlos crecer artificialmente.

Muchos misterios quedan, porque el INEI ha ocultado la forma como calculaba antes el PBI, para impedir las comparaciones que son indispensables. Parece que el actual Jefe del INEI, que fue sub-jefe en la época de Fujimori, cuando el ocultamiento y la mentira era práctica corriente en el Estado, parece haber entrado al túnel del tiempo y regresado a los 90s.

Pero ya está claro que la cifra del 3,14% no es verdad. Algo parecido a los 3 trillones de dólares en préstamos que los bancos norteamericanos decían que eran muy seguros, triple A, y que hoy no valen casi nada. En realidad, ni siquiera se sabe realmente cuánto valen: igual que las cifras del INEI.

Pero sería demasiado ingenuo pensar que esto es asunto del INEI. Más lógico sería pensar que las órdenes sobre los datos estadísticos vienen de arriba, de quien cree que la clave para superar la crisis económica es convencernos de que todo va bien usando un don especial que Dios le dio. La manipulación de las proyecciones de crecimiento y de las cifras estadísticas es parte de la estrategia de convencimiento de Alan García, quien parece no haber entendido que la mentira, tiene patas cortas.

Un pbi de cuatro paredes

miércoles, 18 de marzo de 2009


Farid Matuk



Cuando un Decreto Supremo del 30 de Agosto de 2002 me encargó la Jefatura del INEI, venía con experiencia previa de seis años como consultor internacional, en lo que fui una suerte de perito forense en identificar si las estadísticas de Bolivia, Nicaragua, y Yugoslavia eran elaboradas siguiendo las recomendaciones internacionales; y trece años como profesor de econometría en la Universidad Católica me confrontaba semestre a semestre con las inconsistencia de nuestras estadísticas.
PBI de encuesta versus PBI de gabinete
Uno de los problemas mas evidentes era tener en el Perú un PBI mensual, lo que era una proeza estadística, ya que a nivel mundial sólo Canadá entre los 7 países mas industrializados del mundo lo había podido elaborar, y sólo Finlandia entre todos los países de la Comunidad Europea. Era evidente que el Perú tenía un artificio matemático que permitía elaborar esta información mensual.
El origen del PBI mensual data de 1987, cuando nuestra actual Presidente gobernaba en tiempos de auge económico, y no quería que el PBI se reportase trimestralmente como lo hacían casi todos los países industrializados, y unos pocos de los países emergentes, sino como hizo el pasado Domingo 15 de Febrero, anunciar en persona lo admirable de su gestión, y para ello una autoridad estadística anuente adecuó la matemática necesaria para satisfacer este capricho presidencial.
En Octubre de 2002, intenté suprimir esta aberración estadística, pero este intento fue infructuoso debido a las necesidades absurdas del sector público y del sector privado, que habían adquirido una adicción a un producto estadístico esencialmente erróneo. Que entre sus características se hallaba que todo lo que no se medía con encuestas se decidía entre cuatro paredes, y el problema consistía en es el 70% del PBI real lo que no se mide con encuestas.
Con el fin de hacer transparente el proceso de decisión que se efectuaba entre las cuatro paredes del INEI para el 70% del INEI, se identificó una metodología basada en la aplicación rigurosa de la matriz insumo producto del año base 1994, y todas las decisiones tomadas entre las cuatro paredes del INEI se transformaron en hojas de cálculo que fueron publicadas en Internet en el mes de Mayo de 2003.
Como se puede ver en el gráfico, en los primeros meses posteriores a Agosto 2002 existe una divergencia marcada entre la medición del PBI basado en encuestas, y el total que resultaba de decisiones arbitrarias y no documentadas. Por ello hasta el término de mi gestión en Agosto 2006, el PBI era un reflejo de lo que se medía, ya que estaba documentando y era de dominio público como se efectuaban las decisiones entre las cuatro paredes del INEI.
También en el gráfico se puede observar como durante la actual gestión presidencial hay una marcada diferencia entre lo que se publica y lo que se mide de prácticamente dos puntos, es decir que lo publicado tiene una sobreestimación sistemática respecto a lo que se mide, pero para lograr esta sobre-estimación del PBI la actual administración del INEI ha tenido que quebrar el principio de transparencia que toda gestión pública debe tener.
En este enlace se encuentra al día de hoy el artificio matemático aplicado para la actual medición del PBI, pero se ha mutilado la información correspondiente a los años anteriores. El propósito de esta mutilación es ocultar la modificación de las formulas que se usaron hasta Agosto 2006, por las nuevas formulas que sobre estiman sistemáticamente el PBI.
En otras palabras, con las formulas utilizadas hasta Agosto 2006, el PBI de Enero 2009 sería 0.1% y no el oficial 3.1% que resulta de la modificación de los procedimientos matemáticos.

ENLACE A HOJA DE CALCULO

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