La Asociación de Pequeños Agricultores

miércoles, 25 de marzo de 2009

Por Fernando Eguren
Sociólogo, Presidente de Cepes

Hay un consenso sobre la necesidad de que los pequeños agricultores se asocien para lograr ciertas economías de escala que les permitan ser más competitivos. La pregunta es cómo, y esto suscita debates.

El DL 1020 propone una forma específica de asociación. Conveagro ha propuesto otra modalidad, el Régimen Especial del Productor Agrario (REPA). Por otro lado, hay formas de asociación ya existentes en nuestro agro: las cooperativas, las asociaciones de agricultores por línea de producto. Y las comunidades campesinas ¿acaso no son también asociaciones de pequeños agricultores?

Aunque la necesidad de asociación parezca obvia, no hay una discusión sistemática y ordenada sobre el tema. Diferentes tipos de asociaciones pueden corresponder a diferentes objetivos y tipos de agricultores. El problema surge cuando se pretende que un tipo de asociación sea el adecuado para todos.

‘Pequeña agricultura’ es un concepto que engloba una realidad diversa. Incluye una gran diversidad de productores agrarios. Hay los especializados en cultivos comerciales, totalmente integrados al mercado. Entre ellos hay monoproductores, como los de mango para exportación, y también los pequeños cafetaleros que, aunque especializados, tienen formas de producción ‘campesinas’, pues complementan sus cultivos de café con otros para el autoconsumo.

Los pequeños agricultores propiamente “campesinos” están vinculados al mercado, pero autoconsumen parte de su producción. Además, dada la escasez de tierras, deben también realizar actividades económicas extraprediales. Están los colonos de la selva alta, muchos de ellos semiitinerantes. Y están asimismo las poblaciones nativas que también viven de la actividad agraria.

A esta diversidad se agrega el hecho de que hay pequeños agricultores que tienen una, 5, o 15 hectáreas, con grandes diferencias tecnológicas, económicas y de niveles educativos.
El mundo de la pequeña agricultura es, pues, muy heterogéneo.

Por lo tanto, la discusión sobre la ‘asociatividad’ tiene que tomar en cuenta a qué tipo de pequeños agricultores se pretende asociar y con qué objetivos, sean estos facilitar el acceso al crédito y a mejores tecnologías, mejorar los canales de comercialización, o hacer inversiones que sirvan a varios productores.

Es conveniente, entonces, que existan varias formas de asociación que satisfagan diferentes necesidades y que se adecúen a una categoría social muy diversa.

La fórmula propuesta por el DL 1020 podría adecuarse, con algunas modificaciones, a cierto tipo de agricultores, no a los muy pequeños ni a las comunidades campesinas. Es posible que el REPA sea la mejor propuesta para los pequeños productores de cultivos sensibles que pueden ser afectados por los TLC. En cuanto a las comunidades campesinas habría que proponer normas que las incentiven a desempeñar funciones económicas que hoy no cumplen, y que podrían ser provechosas para las familias comuneras y para la propia institución comunal.

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Unknown dijo...

Hola,
Soy una ciudadana peruana y estoy escribiendo desde USA, un poco preocupada por el modelo económico que el Perú esta siguiendo, que es el de USA, pero hay algo que me preocupa tremendamente: el uso de los GMO’s en el Perú, debido a que el Perú es un país en su mayoría agricultor. Por favor, esto no es broma, sino al contrario, es muy real. Hay un mucha información en el Internet sobre el uso de estas semillas, y como se planea su uso para el control de la producción agrícola. Si UD. sigue este link, vera un articulo relacionado a como el gobierno aquí estaba planeando el uso de dicho producto en Europa. http://www.naturalnews.com/030828_GMOs_Wikileaks.html, además de este link, también esta el documental llamado The Corporations. Es muy importante que alguien avise, y alerte a los dirigentes de nuestro país y a la comunidad agrícola en general.
Hay momentos en la vida, en los cuales tenemos que preguntarnos cual es el propósito de nuestra vida, yo le digo que el prevenir la entrada de estas semillas en el Peru, es una de ellas para Ud.. No solo por el bienestar de nuestro amado país, sino también por el de sus descendientes. El dinero no lo es todo en esta vida, sino al contrario, por favor, considere las consecuencias de dejar estas semillas ser producidas en nuestro país. Estaré orando por Ud. Sr. Ministro.
Ruego en Dios, que UD. tenga un poquito de curiosidad y haga su investigación.
Dios lo bendiga y la paz este con UD.

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