Mientras Más Libre Mejor

Pedro Francke

“Mientras mas mercado libre y menos Estado, mejor”, es la fe ciega que ha inspirado las políticas económicas en los últimos 20 años en Estados Unidos (hasta antes de la crisis) y en el Perú. A pesar de que esta visión neoliberal ha generado mayor desigualdad en el mundo, un enorme problema ambiental y ha dejado más vulnerables a los trabajadores y los pobres, logró mantenerse casi inalterado. En el Perú, el neoliberalismo logró cierto crecimiento económico (menos que en los 60s), pichicateado en los últimos años por la mayor burbuja internacional de precios de los minerales que se haya visto en la historia. Pero la salud, la educación y la seguridad social no mejoraron, la exclusión y desigualdad se agravaron, la contaminación ambiental se disparó y nuestros recursos naturales se acercan a su agotamiento.

La crisis y el neoliberalismo

La crisis internacional ha echado por tierra esta idea de que mientras menos regulado esté el mercado y más chico sea el Estado, mejor. ¿Cómo puede hoy decirse que las empresas privadas operando en el “libre mercado” son muy eficientes, cuando los bancos y aseguradoras han perdido sólo en Estados Unidos unos 3,6 trillones de dólares, 3,6 millones de millones de dólares, de dinero que el público les confió? ¿Cómo puede pensarse que el sistema de la propiedad privada desregulada es el mejor, cuando los accionistas dueños de Citigroup han periodo el 95% del valor de sus acciones – y hubieran quebrado si no fuera por el rescate gubernamental – mientras su gerentes se han pagado sueldos y bonificaciones de millones de dólares?

¿Cómo puede Jaime Cáceres Sayán, hasta hace poco Presidente de la CONFIEP, seguir diciendo que la empresa privada libre es muy eficiente, cuando ING, dueña de la AFP Integra para la cual él trabaja, ha tenido que ser rescatada por el gobierno holandés con US$ 13,400 millones de dólares? ¿Y cuando los afiliados al Fondo 3 de las AFPs hemos perdido el 42% del valor de nuestro fondo durante el 2008, pero nos siguen cobrando las mismas elevadísimas comisiones? Pero claro, Cáceres Sayán defiende el libre mercado..a excepción de dejar en libertad a los que estamos en AFPs de salirnos de ese oligopolio.

No hay peor ciego que el que no quiere ver

Pero aunque la crisis internacional ha echado por tierra el neoliberalismo, eso no ha arredrado a algunos periodistas ideologizados como Juan Carlos Tafur. Más allá de los adjetivos, Tafur utiliza 3 argumentos para defender el neoliberalismo:

En primer lugar dice que “La causa central de esta crisis es el monumental fracaso regulatorio antes que atribuírselo al mercado”. Es verdad ¡Pero justamente la causa de la crisis internacional es que se permitió a los bancos de inversión actuar desregulados y se dejó demasiado libre al mercado financiero, que es precisamente lo que los neoliberales como él han estado defendiendo todos estos años! La crisis no es porque hubiera demasiada regulación, sino porque está fue muy poca, ¿o acaso cree Tafur que los bancos norteamericanos daban préstamos por hipotecas subprime, porque los obligaban, y que decían que esos créditos no tenían riesgo bajo presión?

En segundo lugar, Tafur afirma que “ONGs liberales” han hecho estudios que “demuestran que (…) cuando más libertad de mercado existe, las mismas no solo duran mucho menos sino que su costo también es infinitamente más leve”. Esos estudios no tienen ninguna seriedad, son pura ideología, como es el “Instituto Cato” que los respalda. No hay ninguna base científica sosteniendo la afirmación de que a mayor libertad de mercado, menos crisis.

Su tercer postulado es que el liberalismo no tiene nada que ver con Bush y con la política económica efectivamente aplicada por él. Con este argumento dejamos de poder discutir con referencia a la realidad, y ya sólo podemos discutir en referencia a construcciones mentales despegadas de ella. Si Bush, el campeón moderno de los TLCs, que quería desaparecer la seguridad social y reducir los impuestos, el que permitió que se desbocara toda esta desregulación financiera, no es neoliberal, ¿quien lo sería? Si las propuestas de Tafur no tienen nada que ver con ninguna experiencia histórica y son pura imaginación, entonces sólo podemos tener discusiones escolásticas como en la edad media: es como discutir sobre el sexo de los ángeles.

García, Carranza y Aljovín siguen a Tafur

Pero el modelo neoliberal sigue siendo el que se aplica en el Perú. Los TLCs con Estados Unidos, China y Chile nos amarran a este modelo que da total libertad a la inversión extranjera. Al mismo tiempo que el Perú no podrá impedir que empresas chilenas asuman el control de empresas privadas en puertos, aeropuertos u otros servicios estratégicos (lo que Chile sí puede hacer), les da derechos especiales a sus empresas a reclamar ante tribunales internacionales. Con estos TLCs, estaremos obligados a permitir la libre salida de capitales, precisamente cuando descubrimos que esta libre movilidad de capitales ha sido uno de los factores de desregulación financiera que ha provocado y profundizado la crisis.

Pero el gobierno de García no solo nos amarra con los TLCs en la propuesta neoliberal. En el Plan Anti-Crisis también entrega servicios públicos críticos a mercados mal regulados, con privilegios que terminarán costándonos a todos los peruanos. El caso del proyecto Taboada es aleccionador. Esta obra nos costará US$ 150 millones de dólares al estado más otros 100 millones anuales a los usuarios y se suponía que era para que no se siga contaminando el mar de Lima con los desagües. Pero ni la Dirección General de Salud Ambiental ni el Ministro del Medio Ambiente saben nada del tema. ¡Al ministro Brack ni siquiera le han querido dar el contrato por “razones de confidencialidad”! Además, la licitación se ha hecho sin considerar la segunda etapa que serviría para reutilizar las aguas tratadas, lo que ha sido criticado incluso por la ministra Vílchez. El fondo del asunto es que ProInversión sigue creyendo que mientras menos regulación, mejor, aunque se trate de un servicio público.

Pero no es el primer caso de concesiones mal hechas en el Perú. Así sucedió con la mal llamada “Vía Expresa” del Callao, donde sin que se hayan hecho mejoras nos cobraron peaje durante años a beneficio de la empresa favorita de Alex Kouri. Así viene sucediendo con la Interoceánica Sur, cuyo costo ya no será de 800 millones sino de 1,300 millones de dólares. Así sucede con el gas, que al aprobarse la exportación para que haga negocio una gran empresa asesorada por PPK, ya no podrá abastecer el mercado interno provocando el alza de tarifas eléctricas.

Tampoco son estos los únicos problemas del “libre mercado” en el Perú. La resistencia de Alicorp, del Grupo Romero, que controla el 60% del mercado nacional de aceites, a rebajar los precios que había multiplicado en el 2008, a pesar de la caída internacional de precios, es también reveladora. En nuestro país, no son pocos los casos en lo que el “libre mercado” resulta ser un mercado controlado por unos cuantos oligopolios, con el Estado apoyando ese control o haciéndose de la vista gorda.

Un nuevo equilibrio

La realidad mundial ha demostrado que el neoliberalismo es una mala política para el desarrollo de las naciones y el bienestar de sus habitantes. La crisis ha revelado con toda su crudeza los grandes problemas del neoliberalismo. No cabe duda de que los bancos y aseguradoras, que hoy están siendo rescatados en muchos países, serán mucho más regulados en el futuro. Las recientes medidas de Barack Obama proponiendo impuestos a las sobreganancias petroleras, impulsando tecnología “verdes”, aumentando el gasto social y avanzando hacia un sistema de aseguramiento universal en salud, son prometedoras de cambios mayores.

En el Perú, sin embargo, todavía reina nuestra propia versión de neoliberalismo, el “capitalismo de amigotes”. Ese en el que el “libre mercado” es en realidad un mercado dominado por oligopolios y donde se entregan concesiones monopólicas con grandes ventajas a las trasnacionales a costa de los peruanos. Sólo un gobierno comprometido con los peruanos y un verdadero desarrollo nacional podrá cambiar eso.