El mensaje oculto del Mensaje

miércoles, 30 de julio de 2008


Jurgen Schuldt

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En su reciente informe anual el mandatario insistió en la ‘tesis’ de que la inflación es fundamentalmente importada, consecuencia del “alza brutal del petróleo y de los alimentos”. Sin embargo, por fin, acaba de reconocer a regañadientes que el alza del nivel general de precios también podría deberse a la expansión exagerada de la demanda interna: “La economía creció 9%, pero la demanda nacional ha crecido 13%. Ese 4% de diferencia puede ser otra de las causas de la inflación, y si añadimos billetes en exceso a esa demanda, sólo aumentaremos los precios”. Por tanto, “nuestra decisión es controlar severamente el aumento de los precios, porque con inflación ninguna obra física o reforma legal satisfacen a la ciudadanía. Y yo sé que eso esperan de mí y del Gobierno las madres y la familias del Perú”, recordando seguramente a las que sobrevivieron a su histórica hiperinflación.


Pese a reconocer este problema, que es el más grave del país, el mandatario olvidó explicarle a la Nación cómo se iba a “contener (sic) la inflación” sin afectar, ni su lucha contra la pobreza, ni el crecimiento de la producción y el empleo. Ya que hace algunas semanas declaró que era él quien determinaba la política económica en el país, debió compartir siquiera unas pocas pautas de política en relación a las componentes de la demanda interna que se desacelerarían para ‘contener’ el alza de precios, los que mientras tanto ya han vuelto a incrementar la pobreza por encima del 40%. Seguramente consideró que no era muy elegante hablar de ‘ajustes’ en días festivos y, mucho menos, cuando desde hace dos décadas se han venido adoptando medidas macro-estabilizadoras con la promesa –siempre fallida- de que sus resultados ‘pronto se sentirán en los bolsillos de la gente’.


Eso explica porqué se salió por la tangente, al afirmar que hoy en día “ya el crecimiento no sólo depende de los minerales y sus precios, sino fundamentalmente de la demanda y del consumo internos, pero mantenerlo requiere estabilidad fiscal y no desorden, un manejo preventivo de la política monetaria y mucha, muchísima responsabilidad en la clase política”. Con lo que le sopló elegantemente la pluma al MEF y al BCR, lo que nos da una idea del tipo de ajustes que nos esperan en los próximos meses. Por supuesto que no habrá paquetazos, sino que las medidas de ‘estabilización’ serán aplicadas tersamente.


A ese respecto, no me cabe la menor duda que será el gasto público el que se comprimirá sustancialmente, paralelamente a los ajustes monetarios que cercenarán el aumento del consumo y la inversión privadas, indiscriminadamente. Dado que se aplicarán las clásicas medidas ortodoxas, el crecimiento se desacelerará y se elevará levemente la inflación, a no ser que continúen las recientes caídas drásticas del maíz y del trigo, así como del petróleo.


Un programa alternativo al que se adoptará efectiva e infructuosamente en el país requeriría de cirugía económica fina, dirigida a un redireccionamiento de los precios relativos básicos y a promover una serie focalizada de inyecciones y sustracciones del flujo circular. Lo que permitiría comprimir el consumo privado en forma selectiva en perjuicio de lo segmentos de altos ingresos y evitaría tener que disminuir el gasto público y la inversión privada, a la vez que serviría para que los sectores pobres de la población no tengan que cargar nuevamente con los costos del inevitable ajuste. Pero para ello no esta preparado técnicamente, ni dispuesto políticamente el actual equipo económico.

La Mayor Dificultad en la lucha Contra la Pobreza

lunes, 28 de julio de 2008


Pedro Francke

La mayor dificultad en la lucha contra la pobreza es la dispersión poblacional y la distancia andina”: Alan García, 28/07/08.


He ahí la nueva teoría de nuestro Presidente: ya no son los perros del hortelano, ahora son las distancias, las que mantienen la pobreza en el Perú. No se debe haber dado cuenta que, no muy lejos de Palacio de Gobierno, en los callejones y casas ruinosas del Rímac y en los asentamientos humanos de San Juan de Lurigancho, persiste la pobreza. Podríamos recordarle que en las ciudades del Perú, mas de 25% son pobres según las cifras oficiales. Esos obreros que siguen ganando los mismos salarios que una década atrás y esas madres de familia que en un barrio marginal ven los precios subir sin una respuesta del gobierno, se quedaron fuera del discurso presidencial. Dejar los salarios y la inflación, dos cuestiones claves si queremos realmente hablar de la economía popular, fuera del mensaje, han sido una grave omisión. ¿Está el presidente desconectado de las preocupaciones populares, o es que simplemente carece de alternativas ante esta situación? Tal vez ambos.

Es verdad que la pobreza es mayor en las zonas rurales, y es verdad que existen una serie de dificultades en hacer llegar a las comunidades campesinas y nativas, buenos servicios de educación y salud, vías de transporte y desarrollo económico. Pero lo que mantiene elevada la pobreza rural es la penosa inacción del Estado: apenas 15% de los cien mil kilómetros de caminos rurales tienen apoyo estatal para su rehabilitación y mantenimiento. Ni que hablar de las deficiencias de la salud y educación rurales.

Frente a esta realidad, García se ha justificado diciendo que construir más caminos demandaría “un esfuerzo tributario que la inmensa mayoría no estaría dispuesto a hacer”. Pero quienes deberían sostener con impuestos la necesaria acción publica para incluir a los pueblos rurales, por cuestión de justicia, debieran ser las empresas mineras y petroleras que hoy obtienen ganancias extraordinarias, así como quienes han ganado millones en la bolsa de valores y que no pagan ningún impuesto por eso. A Alan García, claro, no se le ocurre tal posibilidad.

El Presidente olvida que cerca a las carreteras y a las ciudades también podemos encontrar muchos campesinos pobres, porque su productividad es baja y porque el gobierno sigue prefiriendo la importación de alimentos que apoyar la producción nacional. En el absurdo, Alan García habla de promover la asociatividad agraria, al mismo tiempo que ha promulgado diversos decretos legislativos afectando a las comunidades campesinas, facilitando que sus tierras les sean arrebatadas por grandes empresas. Y por cierto, no ha dicho palabra sobre los yachachiqs y la capacitación de campesino a campesino, con tecnologías adaptadas y baratas, que son las experiencias que desde abajo han venido logrando sacar a los campesinos de la pobreza.

La mayor dificultad en la lucha contra la pobreza, es que tenemos un gobierno y un estado al que, mas allá de los discursos, la desigualdad y la exclusión le importan muy poco. El argumento de la dispersión y la distancia no es mas que un mal pretexto. Como un estudiante que justifica su mala nota diciendo que la prueba estuvo muy difícil, y no reconociendo su falta de dedicación y esfuerzo.

Ojalá que Actúen

domingo, 27 de julio de 2008


Kurt Burneo F.


En estas últimas semanas los comentarios económicos han estado centrados en la evolución de la inflación, asunto a su vez asociado con el fuerte crecimiento de la demanda interna; incluso esta situación ha implicado desde un primer momento menciones explícitas del nuevo Ministro de Economía al respecto. ¿Tiene algo que ver en esto las altas tasas de crecimiento del PBI y de la demanda interna? Miremos mas de cerca esto.

Según el BCR el PBI en el mes de junio habría crecido en 11.5%, y la demanda interna lo habría hecho en 17.4% en dicho mes; Con ello el PBI del primer semestre habría crecido en 10.1% y la demanda interna lo habría hecho en 12.3%. Incluso si consideramos sus proyecciones para el año, el PBI crecería en 8% y la demanda interna en 9.8%; con un PBI potencial que a lo sumo crece en un 7%, es previsible que el desequilibrio resultante no sólo origine subidas de precios en razón de factores internos (exceso de demanda) sino también un creciente deterioro de las cuentas externas, tal como viene ocurriendo a la fecha. ¿Pero que factores explican esta fuerte expansión de la demanda interna? Según el BCR el crecimiento proyectado de la demanda interna (9.8) respondería al crecimiento del consumo e inversión privadas en 6.6 y 20.4% respectivamente, a los que se agrega la proyectada expansión del gasto público en 15.2%.

A su vez,la expansión del consumo e inversión privados respondería a las expectativas favorables sobre el futuro de la economía por parte de familias y empresas pero sobretodo a la excesiva expansión del crédito (33% a mayo), producto a su vez del declinio de la tasa de interés de referencia en términos reales que a principio de año estaba en alrededor de 3% y hacia junio se redujo a 1.5%. Y esto a pesar que el actual directorio del BCR ha venido –aunque a destiempo- elevando la tasa de referencia nominal así como los encajes en soles y dólares, tratando con ello de desacelerar la expansión de la demanda interna via encarecimiento del crédito. Paradójicamente, la “exitosa” gestion del MEF con su política fiscal expansiva desarrollada desde 2 años atrás, se contrapuso al prudente (aunque insuficiente) carácter restrictivo de la política monetaria actual.

Como ya hemos venido insistiendo desde meses atrás, se necesita desacelerar la tasa de crecimiento de la demanda interna, puesto que los números de ahora nos dicen que la inflación no es sólo importada según el oficialismo económico, sino también tiene un componente interno por el lado de la demanda. Esto último se corrobora cuando observamos la inflación de bienes y servicios no transables (que muy poco tiene que ver con los precios internacionales y explica el 58.8% de la canasta de consumo) que pasa de 1.4% en diciembre de 2006 a 3.66% en diciembre de 2007;hasta llegar a 5.52% en junio de este año en comparación con junio del 2007.

Buscar reducir la tasa de crecimiento de la demanda interna vía una menor expansión del gasto público ayudaría además a incrementar el superávit fiscal nominal proyectado (2.2% del PBI), y así fortalecer el Fondo de Estabilización Fiscal (FEF), que hoy no tiene ni US$ 500 mills, mientras que países como Chile tienen US$ 10,600 mills. El esfuerzo de control de expansión del gasto es mayor, dado que se necesita también hacer sitio en las cuentas fiscales para los S/. 1,400 mills. que están pendientes de pago a las refinerías por aplicación del fondo de estabilización de los combustibles y sobretodo a continuación tomar una decisión respecto al mismo, dado que tal como siguen las cosas este subsidio podría llegar a costar S/. 3,500 mills este año. Claro que todo esto implicará menos cintas por cortar, menos inauguraciones menos fotos; pero a cambio, el crecimiento económico no sólo se haría sostenible con una inflación bajo control y moderándose el deterioro de la cuenta corriente (que ya hacia el 1er trimestre de este año presenta un déficit equivalente a 2.2% del PBI, hecho que no había venido ocurriendo desde 4 años atrás) sino también al posibilitarse un mayor incremento del FEF, ello nos daría una mayor capacidad de estabilización fiscal para las épocas de vacas flacas que pareciera por las noticias que vienen de EE.UU y China, ya no estarían tan lejanas.

Dos años de Gobierno de Alan García

¿un retorno al pasado?
Félix Jiménez
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Cuando Alan García inició su segundo gobierno, la economía peruana crecía sostenidamente con superávit en sus cuentas externas, con acumulación de reservas internacionales, con baja inflación, con un mercado financiero en franco proceso de desdolarización y con un mercado de capitales en soles que, impulsado por un dinámico mercado de deuda pública interna, hacía más competitivo el mercado crediticio.
Es suma, Alan García heredó una economía menos vulnerable a los choques externos, debido básicamente al drástico cambio introducido en las políticas monetaria, cambiaria, financiera y de endeudamiento público. El mérito del gobierno de Toledo fue no bloquear estos cambios que no provenían del libreto neoliberal.
Precisamente estos cambios en la política macroeconómica fueron pervertidos en los dos años de este gobierno, dando lugar a una tendencia al déficit externo y a la generación de presiones inflacionarias por el lado de la demanda En el primer trimestre de este año se registró un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos de 2.2% del PBI y la inflación de 7.02%, anualizada al mes de junio, ha incrementado la pobreza al nivel del año 2006.
El retorno al pasado
Durante el gobierno de Toledo la tasa de crecimiento económico promedio anual fue explicada tanto por la demanda interna (86.5%) como por la demanda externa neta de importaciones (13.5%). En la última mitad del siglo XX los períodos de crecimiento económico siempre fueron acompañados con déficit externo e inflación. Esto cambió radicalmente con el gobierno de Toledo: por primera vez en la historia moderna del país, el crecimiento del PBI fue acompañado con baja inflación y crecientes superávits comercial y en la cuenta corriente de la balanza de pagos (véase gráfico 1).
Cuadro 1
Las políticas neoliberales y antinacionales aplicadas por el actual gobierno de Alan García, cambiaron este estilo de crecimiento. El crecimiento del PBI de 8.6% promedio anual en sus dos años de gobierno fue resultado exclusivamente de la expansión de la demanda interna. La demanda externa neta, en lugar de contribuir al crecimiento del PBI, le restó impulso debido a la masiva penetración de importaciones y a la desaceleración de las exportaciones (véase gráfico 1).
Gráfico 1
Pero no fue el aumento (ineficiente) de la inversión pública ni su política fiscal procíclica, la principal causa de la expansión de la demanda interna. Sólo el 16.7% del crecimiento del PBI de estos dos últimos años es explicado por el gasto público (y sólo el 9.5% por la inversión pública). La principal causa de dicha expansión fue el gasto privado en consumo e inversión. Si a este gasto le descontamos las importaciones, la demanda interna del sector privado explica el 68% del crecimiento del PBI. De otro lado, las exportaciones sólo explican el 15.3%. En el gobierno de Toledo las exportaciones explicaban el 36.5% del crecimiento económico.
Gráfico 2
Alan García nos está conduciendo peligrosamente al pasado. Este año terminará con un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos equivalente al 5% del PBI, si las importaciones continúan creciendo al ritmo actual de más de 50% por año y si no se agudiza la recesión internacional ni caen abruptamente los términos de intercambio. Si ocurriera esto último, el déficit en la cuenta corriente bordearía el 7% del PBI (véase gráfico 2). Recuérdese que el déficit de 5.9% del PBI registrado el año 1998 generó fuga de capitales, un aumento significativo del tipo de cambio y una prolongada recesión.
Que no se culpe a los factores externos
La recesión internacional y el alza reciente de los principales insumos de los alimentos, sólo están exacerbando los efectos de las políticas macroeconómicas de este gobierno. El tipo de cambio real se contrajo hasta niveles registrados durante el fujimorato, básicamente porque el presidente del BCR anunció varias veces su adhesión a una mayor flotación cambiaria, provocando con ello la especulación contra el dólar. A la caída del tipo de cambio, que encareció las exportaciones y abarató las importaciones, se le adicionaron rebajas arancelarias (diciembre de 2006, octubre de 2007 y marzo de 2008) y medidas que, al estimular el aumento de los pasivos externos del sistema bancario, incrementaron notablemente el crédito en moneda extranjera. Estas son las razones del crecimiento espectacular de las importaciones y de los consecuentes déficits comercial y en la cuenta corriente que se registrarán en el presente año.
El directorio del BCR es responsable de la caída del tipo de cambio, del aumento del crédito en moneda extranjera, y también del aumento del margen de fluctuación del tipo de cambio por haber convenido en ampliar a 30% el límite de las inversiones de las AFP al exterior. Este directorio, además, ha envilecido el esquema de la política monetaria basada en metas de inflación, mezclando extrañamente los encajes y la tasa de interés de referencia para combatir el repunte inflacionario. Por primera vez después de seis años de aplicación de dicho esquema, las expectativas inflacionarias están notoriamente alejadas de la meta de inflación. En resumen, ha aumentado la vulnerabilidad financiera de la economía y el BCR está perdiendo credibilidad.
Las alternativas de política
La política monetaria sigue siendo expansiva. El crédito en moneda nacional al sector privado creció, en el último año, en cerca de 49%. Este crédito y el denominado en moneda extranjera aumentaron en aproximadamente seis puntos del PBI. Estos son los responsables del incremento de la demanda interna del sector privado.
Esta demanda --que representa el 109.3% del crecimiento anual del PBI-- es la que hay que frenar mediante la contracción radical del crédito en moneda extranjera utilizando encajes para reducir los pasivos externos del sistema bancario. Así se bajaría la presión inflacionaria y el crecimiento de las importaciones.
Con el mismo propósito de evitar la crisis del sector externo, el MEF debe aplicar una sobretasa arancelaria temporal a las importaciones y el BCR debe volver a utilizar eficientemente su regla de intervención esterilizada para evitar caídas abruptas del tipo de cambio real.
Para combatir los efectos inflacionarios netos del aumento del tipo de cambio y de la sobretasa arancelaria, la autoridad monetaria debe recuperar credibilidad cuidando escrupulosamente el sistema de metas de inflación para volver a anclar las expectativas. La tasa de interés de referencia debe aumentar de forma tal que, por lo menos, se mantenga constante la tasa de interés real,
Por ultimo, hay que iniciar la implementación de un sistema tributario más progresivo, introduciendo un impuesto a las remesas de utilidades de las empresas transnacionales. Esta medida permitiría guardar pan para mayo y serviría además para evitar la crisis del sector externo porque bajaría el déficit del rubro Renta de Factores de la Balanza de Pagos, que asciende aproximadamente a 8% del PBI.
En ningún caso deben frenarse las inversiones públicas.
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Política Agraria: ¿Para donde vamos?


Armando Mendoza

Los recientes dimes y diretes entre el Ministro de Agricultura y el Presidente de Sierra Exportadora sobre la responsabilidad por las alzas en los precios de los alimentos -más allá de lo anecdótico- preocupan, pues expresan un grave problema de incomunicación y descoordinación entre quienes “deberían” ser los conductores centrales de la política agraria. Y es que, en realidad, este juego del gran bonetón sobre las alzas, es sólo el capitulo más reciente en la larga historia de desidia con que el Estado ha encarado la problemática del agro.
En efecto, sí revisamos las políticas agrarias de las últimas décadas, encontraremos que la actuación de los distintos gobiernos ha sido -en el mejor de los casos- una colección de buenas intenciones y medidas a media caña, y, en el peor, una retahíla de desorden, incompetencia y corrupción. Así, mientras en otros países –especialmente en los más desarrollados- la defensa y protección de la agricultura es un tema fundamental, con políticas globales y de largo plazo, en el Perú lo que ha imperado es la ceguera y el recurrir a medidas inmediatistas y facilistas.
Ejemplo de ello es el manejo del abastecimiento de alimentos. Ante la creciente demanda de una población que se duplicó en los últimos 25 años, y con una significativa concentración urbana; sucesivos gobiernos encararon el problema con una visión simplista, por no decir simplona: Antes que fortalecer la producción agrícola nacional, se optó por lo fácil: importar más y más alimentos.
Ciertamente, nadie pone en duda los beneficios del comercio internacional, pero tampoco podemos ignorar que esa receta del “importemos y listo” atiene negativas consecuencias para el agro. El productor nacional ha tenido que competir en condiciones desiguales con las importaciones artificialmente baratas gracias a los generosos subsidios e incentivos de los países desarrollados a sus productores, mientras aquí el Estado se ha limitado al “anda y compite con los extranjeros, cholo” sin financiamiento, sin apoyo técnico ni facilidades para acceder a los mercados, manteniendo al campo en el abandono mientras incrementamos nuestra dependencia alimentaria.
Los resultados se perciben en el peso declinante de la agricultura dentro de la economía. Así, su participación en el Producto Bruto Interno no ha dejado de contraerse: de 1991 al 2007 dicha participación cayo del 7.2 al 5.5%. De la misma forma, el crecimiento promedio anual del sector agrario ha sido inferior al crecimiento global del PBI (ver gráfico), pues incluso en estos últimos años de constante expansión económica, el agro sólo creció en promedio un 3.7% anual. El Ministro de Agricultura ahora habla de duplicar el crecimiento del producto agrícola hasta 7% al año, de aquí al 2011. Ojala alguien le pudiera creer, pero esa ambiciosa meta nunca se lograra mientras no se produzca un cambio radical de la política agraria.
De aquí al 2011 el Gobierno tiene aproximadamente 1,000 días para cambiar la realidad del agro nacional. Ello no será posible mientras se continúe atendiendo sólo la parte “moderna” de la agricultura -vinculada a la gran agroexportación-, se siga engriendo a los oligopolios industriales basados en alimentos importados, y se continúe corriendo tras peligrosos espejismos como los biocombustibles y los cultivos transgenicos.
Necesitamos una política agraria coherente que apueste por un esfuerzo sostenido para elevar la competitividad y la productividad del productor rural. Y para ello, desde el Estado debe tomarse plena conciencia de que el agro no es una rémora o un apéndice, sino el corazón del desarrollo económico y social, Mientras ello no ocurra, cambiaremos de gobiernos y presidentes, gabinetes y ministros, pero el estancamiento y abandono del campo proseguirá, y, como en el poema, la agricultura peruana ¡ay! seguirá muriéndose.

El PBI Fantasma

martes, 22 de julio de 2008

Farid Matuk

La medición del PBI a partir de 2006 ha tenido un cambio metodológico que artificialmente incrementa la tasa de crecimiento de la economía en dos puntos. Hasta el 19 de Agosto de 2006, en la página institucional del INEI, estaba disponible una hoja de cálculo que permitía reproducir el valor del crecimiento económico, a partir de la información de campo disponible, como son las encuestas específicas de los ministerios o los registros administrativos de SUNAT, CORPAC, etc. Esta hoja de cálculo mostraba en detalle como los sectores económicos que no tienen medición directa como Construcción, Transporte, Comercio, Servicios, etc., tenían una medición indirecta a través de numerosos artificios matemáticos.

La transparencia de la gestión pública requiere que dichos artificios matemáticos sean de dominio público para poder establecer un juicio científico sobre la calidad de las estadísticas oficiales. La realidad estadística peruana sólo permite medir la producción final de algunos sectores como son Agricultura, Pesca, Minería, Manufactura, y Electricidad y Agua. En otros casos como el sector Construcción se miden los insumos (bolsas de cemento) pero no se mide casas, apartamentos, pistas, o carreteras; y se asume que la tecnología de 1994 se sigue usando en 2008. Igualmente en el sector Comercio, se miden los flujos de bienes nacionales e importados, pero la innovación traída por los supermercados, centros comerciales y las tiendas por departamentos esta omitida porque se utilizan los criterios de 1994.

En el gráfico adjunto, se puede observar la evolución del PBI (total) que incluye todos los sectores de la economía, y del PBI (directo) que sólo incluye los cinco sectores donde hay una medición directa de la producción. En este gráfico se puede concluir como hasta 2006, la economía que se medía directamente evolucionaba de manera similar al total de la economía, y la hoja de cálculo disponible mostraba cuales eran los artificios matemáticos para llegar de la economía efectivamente medida a aquella que era imputada en una oficina sin ninguna operación de campo o registro administrativo. En el gráfico adjunto también se observa el ciclo económico convencional, de un pico de 6.95% en Diciembre 2002 cae a un pozo de 3.17% en Julio 2004, para recuperarse a un pico de 7.41% en Marzo 2006, volver a descender a un pozo de 6.24% en Agosto 2007, para el PBI que se realmente se mide.

Pero tenemos de otro lado, que desde mediados de 2006, un PBI fantasma que crece sin cesar y sin método científico alguno. El INEI ha dejado de publicar la hoja de cálculo que muestra en detalle como este fabuloso crecimiento es posible. Gracias a un PBI fantasma creciendo a 10% anual es que el natural ciclo económico de alzas y bajas ha sido pervertido ,convirtiéndose en una línea ascendente sin pausa.una línea ascendente. La brecha que se observa entre el PBI (directo) y el PBI (total) es de aproximadamente dos puntos porcentuales, y por ello el crecimiento total de la economía reportado oficialmente es simplemente inexacto.


Farid Matuk

Optimista Descripción de la economía Mundial

lunes, 21 de julio de 2008


The global economy is at the point of maximum danger


By Ambrose Evans- Pritchard
Last Updated: 6:53am BST 21/07/2008

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It feels like the summer of 1931. The world's two biggest financial institutions have had a heart attack. The global currency system is breaking down. The policy doctrines that got us into this mess are bankrupt. No world leader seems able to discern the problem, let alone forge a solution.

The International Monetary Fund has abdicated into schizophrenia. It has upgraded its 2008 world forecast from 3.7pc to 4.1pc growth, whilst warning of a "chance of a global recession". Plainly, the IMF cannot or will not offer any useful insights.

Its "mean-reversion" model misses the entire point of this crisis, which is that central banks have pushed debt to fatal levels by holding interest too low for a generation, and now the chickens have come home to roost. True "mean-reversion" would imply debt deflation on such a scale that would, if abrupt, threaten democracy.

advertisemenThe risk is that these same central banks will commit a fresh error, this time overreacting to the oil spike. The European Central Bank has raised rates, warning of a 1970s wage-price spiral. Fixated on the rear-view mirror, it is not looking through the windscreen.
  • More Ambrose Evans-Pritchard
  • More on economics
  • The eurozone is falling into recession before the US itself. Its level of credit stress is worse, if measured by Euribor or the iTraxx bond indexes. Core inflation has fallen over the last year from 1.9pc to 1.8pc.

    The US may soon tip into a second leg of this crisis as the fiscal package runs out and Americans lose jobs in earnest. US bank credit has contracted for three months. Real US wages fell at almost 10pc (annualised) over May and June. This is a ferocious squeeze for an economy already in the grip of the property and debt crunch.

    No doubt the rescue of Fannie Mae and Freddie Mac - $5.3 trillion pillars of America's mortgage market - stinks of moral hazard. The Treasury is to buy shares: the Fed has opened its window yet wider. Risks have been socialised. Any rewards will go to capitalists.

    Alas, no Scandinavian discipline for Wall Street. When Norway's banks fell below critical capital levels in the early 1990s, the Storting authorised seizure. Shareholders were stiffed.

    But Nordic purism in the vast universe of US credit would court fate. The Californian lender IndyMac was indeed seized after depositors panicked on the streets of Encino. The police had to restore order. This was America's Northern Rock moment.

    IndyMac will deplete a tenth of the $53bn reserve of the Federal Deposit Insurance Corporation. The FDIC has some 90 "troubled" lenders on watch. IndyMac was not one of them.

    The awful reality is that Washington has its back to the wall. Fed chief Ben Bernanke thought the US could always get out of trouble by monetary stimulus "à l'outrance", and letting the dollar slide. He has learned that the world is a more complicated place.

    Oil has queered the pitch. So has America's fatal reliance on foreign debt. The Fannie/Freddie rescue, incidentally, has just lifted the US national debt from German 'AAA' levels to Italian 'AA-' levels.

    China, Russia, petro-powers and other foreign states own $985bn of US agency debt, besides holdings of US Treasuries. Purchases of Fannie/Freddie debt covered a third of the US current account deficit of $700bn over the last year. Alex Patelis from Merrill Lynch says America faces the risk of a "financing crisis" within months. Foreigners have a veto over US policy.

    Japan did not have this problem during its Lost Decade. As the world's supplier of credit, it could let the yen slide. It also had a savings rate of 15pc. Albert Edwards from Société Générale says this has fallen to 3pc today. It has cushioned the slump. Americans are under water before they start.

    My view is that a dollar crash will be averted as it becomes clearer that contagion has spread worldwide. But we are now at the point of maximum danger. Britain, Japan, and the Antipodes are stalling. Denmark is in recession. Germany contracted in the second quarter. May industrial output fell 6pc in Holland and 5.5pc in Sweden.

    The coalitions in Belgium and Austria have just collapsed. Germany's left-right team is fraying. One German banker told me that the doctrines of "left Nazism" (Otto Strasser's group, purged by Hitler) had captured the rising Die Linke party. The Social Democrats are picking up its themes to protect their flank.

    This is the healthy part of Europe. Further south, we are not far away from civic protest. BNP Paribas has just issued a hurricane alert for Spain.

    Finance minister Pedro Solbes said Spain is facing the "most complex" economic crisis in its history. Actually, it is very simple. The country was lulled into a trap by giveaway interest rates of 2pc under EMU, leading to a current account deficit of 10pc of GDP.

    A manic property bubble was funded by foreigners buying covered bonds and securities. This market has dried up. Monetary policy is now being tightened into the crunch by the ECB, hence the bankruptcy last week of Martinsa-Fadesa (€5.1bn). With Franco-era labour markets (70pc of wages are inflation-linked), the adjustment will occur through closure of the job marts.

    China, India, East Europe and emerging Asia have all stolen growth from the future by condoning credit excess. To varying degrees, they are now being forced to pay back their own "inter-temporal overdrafts".

    If we are lucky, America will start to stabilise before Asia goes down. Should our leaders mismanage affairs, almost every part of the global system will go down together. Then we are in trouble.

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    ¿Llega la Crisis a China?

    From 
    July 21, 2008

    Economic tremors in the West reach China

    A slowdown in the flow of containers through the giant ports of southern China is providing an amber warning light that all is not well in the vast workshops of China's eastern seaboard.

    Container traffic growth in Shenzhen and Shanghai, China's biggest ports, slowed in June as weakening demand took its toll on trans-Pacific trade. Traffic at Shenzhen, the world's fourth-largest port, fell in June by 0.6 per cent from the previous month and grew only 3.5 per cent against the same month last year. Throughput in the first half of the year was up 7 per cent, half the rate of growth last year.

    The slump in traffic to the West Coast of the United States is hitting the massive Yantian container terminal operated by Hutchison Whampoa. It is suffering volume declines for the first time. A majority of Yantian's traffic is from shipping lines servicing routes to North America, where demand has been driven down by the American property slump and dwindling consumption of household consumer goods. It is expected to report a drop in volumes for the first half, having declined for five consecutive months.

    Shanghai's container throughput is slowing, too. Growth in the first half of the year slowed to 10.4 per cent, half last year's rate of increase, and analysts are predicting hard times ahead. “We've seen the peak. Container terminal shipments are now in a downtrend,” Geoffrey Cheng, an analyst for the Daiwa Institute of Research, said. “It's unusual that throughput in June, the peak season for container shipping, would slow from May.”

    Shipping lines provide further evidence that the American and European slowdown is hurting Chinese exporters. Maersk, the Danish shipping group that acquired P&O Nedlloyd in 2005, reduced its capacity on Asian routes last year and gave warning in its half-year report in May that volumes on its Far East-to-North America routes were down 18 per cent. The company has refrained from providing its usual guidance to investors on the outlook for the year. “In general on Asia to Europe, we are seeing a slowdown. There are real uncertainties as to how growth will develop,” a Maersk spokesman said.

    The Chinese economy is still growing - according to official statistics, the People's Republic generated 10.1 per cent more value in goods and services in the second quarter - but the rate is down from the increase of 11.9 per cent for the whole of 2007. Inflation is surging, at 7.9 per cent in the first half of 2008, and food prices, a bigger portion of household budgets than in Britain, rose by 20 per cent.

    Inflationary pressures, a stronger currency and soaring costs are eroding the competitiveness of the workshops on the Pearl River Delta. Some are calling for the return of the tax rebates that drove Chinese exports in the 1990s. In a world of expensive fuel, China's distance from the markets of the West is becoming a challenge.

    Nacionalismo Económico




    Francisco Durand
    Profesor de Politica, University of Texas at San Antonio

    En la república los políticos siempre han enfrentado el dilema de apoyar la economía nacional (“españoles americanos”, “los hijos del país”, “sectores estratégicos”, “consuma lo que el Perú produce”), o la extranjera. Con Alberto Fujimori, y gracias al tsunami legislativo que sigue al golpe de 1992, y la constitución de 1993, que pone en igualdad de condiciones al capital extranjero y les brinda Convenios de Estabilidad Jurídico, el péndulo osciló a favor de lo extranjero.

    Pero está acción ha terminado generando una reacción. A medida que se acrecientan las olas de inversión y se ahogan los competidores nacionales, se viene avivando el recuerdo de viejos agravios y surgen nuevas sensibilidades. Todo ello termina provocando un nacionalismo económico, sentimiento vago que puede ir asumiendo la forma de una causa política. A ese punto hemos llegado y tiene tres causas.

    Lo primero que une a múltiples voces, dispersas pero persistentes, son las asimetrías, producto de la enorme concentración de poder que han logrado los capitales extranjeros. Este es el caso de los fondos de pensiones, empresas de comunicaciones, farmacias, aerolíneas, cerveza, tiendas de ropa, minería, petróleo, gas, energía y otras más.

    Si vemos la economía nacional notamos que la comandan capitales provenientes de tres países con los cuales ha habido problemas, segundo factor que gatilla el nacionalismo económico. Me refiero a las empresas norteamericanos, españolas y chilenas que representan gran parte del capital extranjero.

    El sentimiento de crítica y rechazo se expresa incluso con más fuerza a nivel regional, donde las asimetrías son más profundas. Tómese, por ejemplo, el caso del Cusco. Los destinos turísticos están organizados por ocho grandes empresas. Solo una es cusqueña. Por eso los locales ven al turismo como un negocio ajeno, lo que se expresa en las protestas. El agravio más reciente es el café Ayllu de la Plaza de Armas, considerado el último reducto cusqueño, a punto de ser vendido.

    Frente a estas realidades los neoliberales pretenden argumentar que “todos los capitales son iguales”, que “no importan de donde vienen, la cuestión es que inviertan”. La reacción mediática promedio, donde predomina este pensamiento guía, es omitir qué causa la protesta, ignorar las reacciones nacionalistas, y hablar a favor de todas las empresas sin distinción. Suelen para ello recoger declaraciones favorables de los gremios empresariales, caso de CONFIEP. Esta organización, otra señal de los tiempos, es hoy más la voz de las grandes corporaciones extranjeras y sus pocos socios peruanos, que la expresión gremial empresarial nacional.

    En el caso español, dominante en servicios públicos, finanzas y petróleo, el más politizado de todos, el problema es el recuerdo amargo de la conquista, lo que condujo a la confiscación de sus propiedades en 1824. Luego vino el segundo agravio con la malhadada Guerra del Pacífico de 1879, el cercenamiento del territorio, y la ocupación larga pero incompleta del país. Gracias al intento chileno (inexplicable, en tanto sus empresas estaban penetrando tranquilamente) de imponer una delimitación territorial arbitraria que le da un triangulo pequeño de playa y una gran proyección al mar, la herida se ha abierto y sangra. Finalmente, a partir de la construcción del Canal de Panamá en 1914, aumentó la influencia de EUA en la forma de comercio e inversiones, convirtiéndose en la potencia económica dominante.

    Esas herencias se intentaron neutralizar con la revolución del General Velasco Alvarado de 1968. Los militares castigaron a la oligarquía “vendepatria”, nacionalizaron gran parte de las compañías norteamericanas (Cerro, IPC, Marcona, Banco Continental, entre las más importantes). Otras simplemente se fueron (Grace, Anderson Clayton). En Palacio, Velasco cambió el salón Pizarro por el de Túpac Amaru, y reinvidicó la cultura y las lenguas indígenas. Luego armó al país para lograr paridad con el vecino prusiano del sur. Hasta que vinieron las recesiones (1978, 1983, 1998), y la violencia, serie de crisis que desembocó en una adopción ciega y dogmática de las recomendaciones del Consenso de Washington.

    Atraídos por el mensaje gubernamental de “ven y toma lo que quieras”, y las oportunidades de compra a precios baratos de todo tipo de empresa y yacimiento, sea estatal, privado o comunal, la economía fue incorporando aceleramente a capitales chilenos (por primera vez), también norteamericanos y españoles. Mientras tanto los nacionales no podían invertir, solo unos cuantos podían resistir y reorganizarse y tan solo algunos pocos emergían de abajo pero sin corregir las asimetrías.

    Con este desequilibrio llegamos a celebrar el año 2000, sin apagones y con licores importados, huida la paraje fatal de Montesinos y Fujimori y, no lo olvidemos, en medio de movilizaciones de Los Cuatro Suyos. Algo más. El siglo se despedía en una Lima que se vio invadida por olas de migrantes. Los nuevos citadinos, sintiéndose mayoría, expresaron abiertamente su cultura andina, mientras otros, sintiendo un cambio histórico, elaboraron un nuevo discurso indigenista más auténtico y menos impostado. En el mismo momento en que caía el fujimorismo, surgía un alzamiento militar velasquista de nuevo tipo en Moquegua.

    El tercer factor que acicatea el nacionalismo económico es que a pesar que el sentimiento de rechazo a lo extranjero, particularmente lo chileno, la política económica no ha variado un centímetro. Esta rigidez no es casual y empieza en el gobierno, objetivo principal de los lobbies; también, como hemos señalado, en los principales medios de comunicación; y en la mayoría de encuestadoras, que cumplen una función de apoyo a las corporaciones. Parte del problema es que el desentendimiento de las elites neoliberales frente al poder del capital extranjero contribuye a alimentar el nacionalismo económico porque no pueden discutirlo con independencia al ser financiados externamente y ocultar sus conexiones, a pesar que tarde o temprano termina sabiéndose.

    Mientras tanto arrecia la oposición al gaseoducto del sur, a la presencia chilena en puertos, a la venta del gas y a la participación de empresas en el corso anual de Wong (se han retirado ya los tacneños, con su bandera gigantesca). Hoy la empresa es chilena, sigue usando como colores institucionales los blanquirojos, e insiste en celebrar la fiesta nacional.

    El breve análisis de las tres fuentes antiguas y recientes que alimentan el nacionalismo económico actual sugiere que es imposible separar la economía de la política. A no ser que lo se quiera es blindarla, lo que funciona solo por cierto tiempo y siempre por interés. Ese tiempo se está acabando.

    Aprobación Presidencial y Bienestar Subjetivo: Lima, 2006-2008

    viernes, 18 de julio de 2008

    Juergen Schuldt

    De la observación del gráfico adjunto se desprende que existe una relación muy estrecha entre la aprobación presidencial y el bienestar económico subjetivo de las familias limeñas. Antes de establecer tal comparación y la posible dirección de causalidad, veamos la evolución de cada una de estas variables por separado, según lasencuestas de opinión.

    De una parte, durante estos dos primeros largos años del presente régimen, en Lima Metropolitana la aprobación presidencial (APR) alcanzó un promedio de 45,6% (setiembre 2006 a julio 2008), según datos del Instituto de Opinión Pública de la PUCP. Sin embargo, es posible distinguir tres fases relativamente bien marcadas (ver gráfico adjunto: líneas azules). Una primera, durante la luna de miel de los primeros siete meses, el porcentaje de simpatizantes del presidente se elevó paulatinamente desde setiembre 2006 (56% de aprobación) hasta marzo de 2007, en que alcanzó su máximo (64%). La segunda, en que se observa una caída abrupta durante los siguientes 7 meses, en que se desploma aceleradamente del 64% al 30% en que aterriza en su punto mínimo en octubre 2007. Y, la última, a lo largo de los últimos 9 meses se da un leve sube-baja entre 30 y 40%, de noviembre 2007 a junio 2008 (promedio: 36,3%), llegando a un precario 31% en la última encuesta del presente mes de julio.

    Comprensiblemente el desgaste de la imagen del mandatario preocupa, tanto por la turbulencia mundial que ya viene afectando al país, como por las pésimas condiciones de trabajo y las crecientes tasas de inflación, que reducirán los ingresos reales y elevarán la de por sí alta tasa de pobreza del 39,5%. Y los meses que vienen no son muy esperanzadores, como consecuencia de los peligrosos desequilibrios que se están gestando por el lado de la brecha externa y que seguramente conducirán a ajustes dolorosos, porque se considera que la demanda interna viene creciendo exageradamente (10% vis a vis el PBI potencial que lo estaría haciendo al 7,5%). De la encuesta del IOP se pueden colegir los principales motivos de la actual desaprobación del presidente, en la que 25% de los encuestados dice que es por la inflación y un 12% porque el presidente no cumple con sus promesas [1].

    De otra parte, el índice de bienestar económico subjetivo (IBS) se ha calculado en base a datos recogidos por Apoyo-Ipsos. Nos basaremos en los resultados que se obtienen a la siguiente pregunta que le plantean a las familias: “¿Cuál es su situación económica actual respecto a hace doce meses?”. A partir de las respuestas hemos elaborado un Índice que es un ponderado que le da 3 puntos a quienes afirman que su situación es ‘Mucho mejor/mejor”, 2 puntos a los que dicen que es ‘Igual’ que el año pasado y 1 punto a los que sienten que es ‘Peor/Mucho Peor’ (véase la evolución del IBS en el gráfico: líneas negras).

    Lo que quiere decir que, si el IBS está por debajo de 2 la situación económica ha empeorado en los últimos meses y si está por encima de ese guarismo quiere decir que ha mejorado. El promedio de los últimos 22 meses que tenemos a disposición marcan 1,92, que no es aún una situación pésima como promedio [2]. Hubo épocas peores en el pasado, en que el índice estuvo por debajo de un grotesco 1,6, tales como en los siguientes semestres: 1990-I (1,45); 1998-II (1,58); y 2000-II (1,54) [3].

    Ciertamente las diferencias entre los IBS de los cinco estratos de ingreso son abismales a lo largo del periodo de dos años que va de julio2006 a junio 2008 (nos limitamos a presentar los promedios del periodo): los segmentos A (2,19) y B (2,07), al ubicarse por encima del 2, han mejorado persistentemente; en cambio, C (19,59), D (1,84) [4] y E (1,74) [5] en promedio han dicho que están peor que antes.

    Es muy significativo el último dato que poseemos, referido a junio 2008, en que el índice ascendió a 2,24 (cada mes afirmaban estar mejor que el año anterior) para el segmento A y llegó apenas al 1,48 para el E (reflejando que están mucho peor que hace 12 meses). Lo que indica que la brecha de bienestar entre los extremos se va ensanchando. Estos datos reflejan claramente la distribución tan desigual de los frutos de la bonanza macroeconómica entre segmentos sociales. Por más subjetiva que pueda considerarse esa data (al margen de problemas de otra índole que presenta toda encuesta), resulta muy útil para calibrar el ‘estado de ánimo’ de la población, cuando menos respecto a su situación económica familiar.

    (Agrande imagen con un click)


    Finalmente, comparando ambos indicadores (ver gráfico), el de aprobación presidencial (APR) con el de bienestar subjetivo (IBS), veremos que corren juntos. Aunque no estamos en condiciones de hacer la verificación econométrica, no nos cabe duda que el bienestar subjetivo no solo está correlacionado con la aprobación presidencial, sino que en buena medida la determina, ciertamente entre varios otros factores. Si aquel sube, esta última también lo hace; y a la inversa. Ciertamente se destacan algunas leves excepciones, la más importante de las cuales es que se supone que el encuestado recuerda relativamente bien su situación de un año atrás respecto a la del momento en que es encuestado.

    La otra conclusión que se puede extraer de ese diagrama es que el bienestar subjetivo ha disminuido relativamente menos que la aprobación presidencial, especialmente desde octubre del año pasado. Lo que significa que ciertas variables extra-económicas vienen influyendo cada vez más en las simpatías/antipatías que los limeños tienen para con el mandatario y de las que sociólogos, sicólogos y politólogos ya se han ocupado en múltiples oportunidades

    [1] Por estratos sociales las respuestas en relación a estos dos rubros son las siguientes. Por la inflación lo desaprueba el 11% de los estratos A/B, 21% del C y 43% del D/E; y porque no cumple con sus promesas: 9% de A/B, 12% del C y 15% del D/E.

    [2] Si tomamos todo el periodo para el que poseemos datos (de Apoyo Opinión y Mercado e Ipsos), que es desde febrero 1990 hasta junio 2008, los resultados promedio por estrato resultan así: A (1,86), B (1,79), C (1,75), D (1,66) y E (1,55, aunque en este caso las cifras recién existen desde setiembre de 1999). En países desarrollados los índices rebasan largamente el 2, aunque en general se han mantenido relativamente constantes a lo largo de las últimas dos décadas (Japón y EEUU han visto declinar este IBS, pero aún siguen por encima de ese nivel crítico).

    [3] Desafortunadamente no poseemos sino datos muy desperdigados del resto del país urbano, donde el índice ciertamente es muy inferior y que permitiría entender las diferencias entre las ciudades ‘del interior’ y, sobre todo, del grado de frustración de esas poblaciones.

    [4] De diciembre 2006 hasta abril 2007 dijeron estar mejor que el año anterior. En todos los demás meses del actual gobierno afirmaron estar peor.

    [5] Este es el caso más dramático, porque solo en un mes –en lo que va del presente gobierno- el promedio del estrato señaló que le iba mejor (2,01). En todos los demás meses el promedio de familias consideró que se encontraba en una situación peor que el año anterior.

    Las Estadìsticas del Gobierno de Bush

    jueves, 17 de julio de 2008

    El Informe de Empleo



    En el Perú, puede predominar la opinión, de que las estadísticas que publican los institutos del gobierno de USA son de una excelente calidad , un instrumento útil para tomar adecuadas decisiones económicas. Sin embargo, esta opinión parece ser una mera fantasía, ya que hay amplia evidencia de que estos indicadores no reflejan la marcha real de la economía sino la lógica de modelos bastante cuestionables. Un buen ejemplo es el reporte de Empleo que publica el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos. Para llenar completar los datos, se usa un modelo cuyos supuestos parecen corresponder a un país totalmente inventado por los empleados de esta oficina estadística. Nos dice, por ejemplo, el modelo que el empleo en el sector construcción de Estados habría aumentado en junio en 29,000 personas, singular guarismo que ignora totalmente el hecho de que actualmente sufre esta industria una de las peores crisis de la historia. Pero, eso n o es lo más rídiculo sino el hyecho de este indicador i maginario afecte las estrategias financieras de los inversionistas de USA. Se adjunto, un artículo de un inversionista informado sobre este intersante tema.

    This morning, the Bureau of Labor Statistics (BLS) released the June Employment Report. Jobs were negative for a 6th consecutive month. My target of 6% or higher stated unemployment by the end of the year remains on track. Here is a synopsis of that report.

    Nonfarm payroll employment continued to trend down in June (-62,000), while the unemployment rate held at 5.5 percent, the Bureau of Labor Statistics of the U.S. Department of Labor reported today. Employment continued to fall in construction, manufacturing, and employment services, while health care and mining added jobs. Average hourly earnings rose by 6 cents, or 0.3 percent, over the month.



    Establishment Data



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    The establishment data was the 6 consecutive decline.

    Highlights

    • 43,000 construction jobs were lost
    • 33,000 manufacturing jobs were lost
    • 8,000 retail trade jobs were lost
    • 51,000 professional and business services jobs were lost
    • 7,000 service providing jobs were added
    • 24,000 leisure and hospitality jobs were added
    • 29,000 government jobs were added
    A total of 69,000 goods producing jobs were lost (higher paying jobs), and for the second consecutive month service providing jobs were weak. Government, the last pace one wants to see jobs, added 29,000 jobs or the service sector would have contracted.

    Last month education and health services added 54,000 jobs, this month 29,000. One month does not make a trend but this will be interesting to watch.

    These are clearly recession totals yet still we have pundits debating whether or not we are in recession.

    Birth/Death Model From Alternate Universe

    This was a very weak jobs report. And once again the Birth/Death Model assumptions are from outer space.



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    Every month I say the same nearly the same thing. The only difference is the numbers change slightly. Here it is again: The BLS should be embarrassed to report this data. Its model suggests that there was 29,000 jobs coming from new construction businesses, 22,000 jobs coming from professional services, and a whopping 177,000 jobs in total coming from net new business creation. The economy has slowed to a standstill and the BLS model still has the economy expanding quite rapidly.

    Repeating what I have been saying for months now, virtually no one can possibly believe this data. The data is so bad, I doubt those at the BLS even believe it. But that is what their model says so that is what they report.

    BLS Black Box

    For those unfamiliar with the birth/death model, monthly jobs adjustments are made by the BLS based on economic assumptions about the birth and death of businesses (not individuals). Those assumptions are made according to estimates of where the BLS thinks we are in the economic cycle.

    The BLS has admitted however, that their model will be wrong at economic turning points. And there is no doubt we are long past an economic turning point.

    With housing falling like a rock and commercial real estate now following suit, the BLS is assuming that 29,000 new jobs were added in construction. With lenders blowing up and countless self employed real estate professional exiting the business the BLS is assuming 22,000 jobs from professional and business services. The total number of jobs added in May by these absurd assumptions was 177,000 jobs.

    No doubt you will see some who will subtract 177,000 jobs from -62,000 jobs and conclude that 239,000 jobs were lost in June. Such math is inaccurate.

    Here is the pertinent snip from the BLS on Birth/Death Methodology.
    • The net birth/death model component figures are unique to each month and exhibit a seasonal pattern that can result in negative adjustments in some months. These models do not attempt to correct for any other potential error sources in the CES estimates such as sampling error or design limitations.
    • Note that the net birth/death figures are not seasonally adjusted, and are applied to not seasonally adjusted monthly employment links to determine the final estimate.
    • The most significant potential drawback to this or any model-based approach is that time series modeling assumes a predictable continuation of historical patterns and relationships and therefore is likely to have some difficulty producing reliable estimates at economic turning points or during periods when there are sudden changes in trend.
    The important point in this mess is that both the job data and employment data are much worse than appears at first glance (and the first glance looked horrid).

    Table A-12

    Table A-12 is where one can find a better approximation of what the unemployment rate really is. Let's take a look



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    If you start counting all the people that want a job but gave up, all the people with part-time jobs that want a full-time job, etc., you get a closer picture of what the unemployment rate is. The official government number remained 5.5% after May's huge jump, but U-6 (the most inclusive number) rose .2 to 9.9%. To the average Joe on the street unemployment feels more like 10% than 5.5. Both numbers are poised to rise.

    This report was the 6th consecutive contraction. Service jobs were only positive because 29,000 government jobs were created. Yesterday in Downward Spiral In Jobs I commented on interesting stats from the ADP Small Business Report giving a breakdown of jobs by size of firm. Inquiring minds will want to take a look.

    Mike "Mish" Shedlock

    Actualidad Económica del Perú

    Aportando al debate con alternativas económicas desde 1978

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