Farid Matuk
El pasado martes, el INEI publicó su habitual boletín de la actividad económica agregada. En términos anualizados, nuestra economía creció 9.4% en los últimos doce meses a un ritmo creciente mes tras mes sin que muestre señales de agotamiento. En el gráfico que se reproduce, publicado en la página 23 del boletín del INEI se observa claramente como las alzas y bajas de la economía peruana que tenían una duración habitual de tres años han desaparecido, habiendo ocurrido la última “marea baja” a mediados de 2004.
Si el conocimiento se basa en la experiencia, la siguiente “marea baja” habría ocurrido a mediados de 2007, como efectivamente ocurrió en el indicador combinado de la producción agrícola, pesquera, minera, manufacturera, y de electricidad y agua; que tomo su valor mas bajo en Agosto 2007 con 6.0% de crecimiento. Mientras que la “marea baja” previa había sido en Julio 2004 con 3.5% de crecimiento, en otras palabras habíamos ganado dos y medio puntos de crecimiento entre ciclo y ciclo económico. Y si comparamos con la anterior “marea baja” de Agosto 2001, la ganancia fue de tres puntos ya que el crecimiento económico en ese punto fue de 0.5%. Es decir que entre ciclo y ciclo la economía crecía tres puntos, que se sustentaban en periodos de “marea baja” donde las empresas ineficientes salían del mercado.
El ciclo económico es parte esencial de la vida económica, y la observación simple del gráfico nos muestra como la economía tiene buenas épocas y malas épocas, en función de las políticas públicas. Pero de acuerdo al gráfico el ciclo económico desapareció en el Perú, lo que tenemos es una bonanza que no parece alcanzar techo, que como sabemos es materialmente imposible, a menos que el techo sea China, que tuvo un crecimiento en los últimos tres años entre 10.4% y 11.5%, y que probablemente el Perú alcance antes de fin de año. En este escenario chino, nuestra tasa de crecimiento económico esta próxima a tocar techo.
En el escenario peruano, tenemos dos circunstancias en que el crecimiento económico superó los dos dígitos, uno fue en Abril 1986 con 13.5% y otro fue Febrero 1994 con 13.1% que como cuando Icaro voló cerca al sol fueron producto del narcisismo presidencial, y que también como Icaro la caída no pudo estar mas mal preparada. Con el Presidente García la caída fue de 33 puntos y con el Presidente Fujimori la caída fue de 11 puntos, al primero la caída le tomo 28 meses y al segundo la caída le tomo 21 meses. Con las actuales tendencias, crecer a dos dígitos es una realidad inmediata, como también lo es una aparatosa caída.
La vanidad de Icaro de estar cerca del sol, derritió la cera de sus alas tal como lo pronosticó su padre Dédalo, para inútilmente abatir sus desnudos brazos mientras caía en picada en el mar que lleva su nombre. La actual vanidad presidencial nos conduce por un camino similar al de Icaro, y como es previsible una previsible caída nos espera. Tan sólo nos queda esperar o poner freno al narcisismo.
Farid Matuk
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