Germán Alarco
Centrum
Parece mentira, pero no lo es. A pesar de que el INEI, el viernes pasado, nos informó que el PBI acumulado creció en 8.4% entre enero-agosto del 2010 respecto del mismo periodo del 2009, el panorama en cuanto al empleo y los ingresos no es promisorio. Esta es la principal conclusión que se deriva del informe sobre la situación del mercado laboral en Lima Metropolitana correspondiente al trimestre móvil julio-septiembre del 2010. Hay más empleo, pero en las micros y pequeñas empresas. No en las medianas y grandes. Los ingresos promedio nominales y reales decrecen en lugar de aumentar. Cada trabajador recibe menos ingreso y tenemos que trabajar más horas por semana.
La población ocupada ha crecido al 5.8% anual; tasa significativa pero inferior al crecimiento del producto. Lamentablemente tanto la población desocupada como la subempleada crecieron en 2.9% y 1.6% anual respectivamente. Ahora hay más de 204,100 personas adicionales adecuadamente empleadas, pero también 31,600 nuevos subempleados y 10,300 nuevos desempleados respecto de similar periodo del 2009. Del lado positivo se están empleando a más mujeres, a más jóvenes entre 14 y 24 años y adultos de más de 45 años.
Los ingresos promedio mensual por trabajador se han reducido en -5.5% en el último año, -7.9% en términos reales si consideramos la inflación de los primeros nueve meses. Las mayores contracciones nominales afectan más a las mujeres que a los hombres. Por grupos de edad hay mayores ingresos para los jóvenes, pero menores para los adultos. Por nivel de educación ganan más los que terminaron la primaria, secundaria y superior no universitaria. Los trabajadores con profesión universitaria reciben -15.4% menos ingresos y tienen menos empleo (-1.5%) que en 2009. Trabajamos 0.5% más horas que antes. Las medianas y grandes empresas, con más de 51 trabajadores, sólo contrataron 0.3% más trabajadores que el año anterior (3,200 empleos adicionales) a pesar del muchas veces proclamado “milagro peruano”.
Estos resultados no son coyunturales. Son muy pocos los empleos de calidad que se está generando con el crecimiento económico. Al interior de nuestras familias somos más los que tenemos que trabajar; cada uno de nosotros tiene que laborar más horas para recibir menos. De acuerdo a la regla neoclásica, nuestros ingresos personales deberían crecer 2.6% anual en términos reales por la mayor productividad del trabajo. De poco sirve tener una profesión universitaria. Estos resultados están muy lejos de los sueños de nuestras autoridades (En: la Primera, 22/10/2010, p.10).
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