La Implementación del TLC Perú-Usa

viernes, 18 de abril de 2008

CUIDADO CON EL AUTORITARISMO ANTIPOPULAR

Pedro Francke


A fin de mes vence el plazo que tiene el Poder Ejecutivo para dictar Decretos Legislativos, es decir, normas con rango de ley, en el marco de la llamada “implementación del TLC”. Enfrentamos con ello serios riesgos.

Por un lado, es claro que Alan García quiere sacar todas las leyes que el Congreso le ha frenado, bajo el pretexto de las “implementación del TLC”. No se va a limitar a aquellas leyes que se requieren para cumplir con el Tratado, sino todo lo que a su criterio hay que hacer para acabar con el “perro del hortelano”, nombre bajo el cual el Presidente ataca a las comunidades que defienden su tierra, a los ambientalistas, a los sindicalistas, a los defensores de los derechos humanos y a todo al que se oponga a que las trasnacionales y grandes monopolios nacionales arrasen con el bien público para obtener mayores ganancias.

Por otro lado, en las propias leyes que se necesitan para cumplir el TLC, existe el peligro de que el gobierno termine otorgando a las trasnacionales, más ventajas que la establecidas por el Tratado. El caso de las medicinas es un buen ejemplo.

En efecto, el gobierno peruano ha presentado a la Comunidad Andina de Naciones (CAN) una propuesta de modificación de la Decisión 486 (sobre el Régimen Común de Propiedad Intelectual) en relación con la implementación del TLC con Estados Unidos, sobrepasando las criterios del propio TLC.

Así, con esta propuesta se pretende modificar el criterio de patentabilidad, introduciendo el término "utilidad" como equivalente de "aplicación industrial". El TLC no obliga al Perú a eso. El riesgo es que, en cuanto a los medicamentos, el criterio de "utilidad" abre paso a las patentes de "segundo uso", con 20 años más de exclusividad sobre la primera patente. Esto fue algo que fue propuesto inicialmente por los Estados Unidos, que fue explícitamente rechazado por el Ministerio de Salud peruano, que ya ha sido rechazado por la propia Comunidad Andina y que otros países que tienen TLC, como Chile, han resistido. La razón del rechazo: con tal medida el monopolio sobre las medicinas que tienen las trasnacionales se ampliaría de los 20 años que hoy les aseguran las patentes, a 40, 60, o más años, encareciendo sustancialmente las medicinas.

El gobierno peruano también propone a la Comunidad Andina ampliar el plazo de protección de las patentes de medicamentos por más de 20 años, al incluir compensaciones por "retrasos irrazonables" en el otorgamiento de patentes. El TLC suscrito con los Estados Unidos no nos obliga a establecer estas “compensaciones por retrasos”, que en la práctica alargan las patentes. Esta es otra medida que tiende a encarecer las medidas.

Es probable que Alan García quiera sacar estas propuestas mediante Decretos Legislativos, aún a costa de violar los acuerdos internacionales con la Comunidad Andina que el Perú tiene firmados. Ya con la propuesta a la Comunidad Andina, el gobierno prefiere darles más ventajas a las trasnacionales farmacéuticas, a costa de mayores precios de las medicinas, en vez de aprovechar las oportunidades que el TLC ratifica, como podría ser el levantar las patentes a medicinas esenciales por ser de necesidad pública, lo que es permitido por los acuerdos mundiales de la OMC. Esperemos que el ministro de salud se acuerde de lo que dijo cuando se negociaba el TLC y de su rechazo a las “sacha-patentes” que estos mecanismos significan. Cuidado, que bajo el pretexto de “implementar el TLC” muchas cosas pueden pasar.

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