Mirko Lauer.
Es notable la manera cómo el recoleto titular del MEF se prendió de la noticia y decidió dar una conferencia sobre el grado de inversión que nos concede una clasificadora de riesgos. Ese celo nos confirma que estaba tambaleante y que la oportuna aparición del BBB que nos consagra como pagadores eximios de la deuda externa no debe ser caída del cielo.
Los problemas de Luis Carranza no son porque el Perú fuera mal pagador y tuviéramos problemas para conseguir créditos a buena tasa en el exterior. Los problemas son más bien porque su festival de baja y eliminación de aranceles no ha funcionado como aplacador de la inversión. Simplemente ha puesto más dinero en el bolsillo de los importadores.
Es cierto que muchos países del Tercer Mundo vienen bajando aranceles para abaratar los alimentos y evitar cacerolazos o cosas peores. Pero en el Perú hay la sensación de que el subsidio estatal ha tomado el rumbo equivocado, porque el MEF no encuentra o no valora la manera de que el subsidio estatal llegue a su destino.
Se sabe que a largo plazo los efectos de subsidiar alimentos son complicados. En el caso peruano hay que sumarle los efectos que podrá tener que no se subsidie la producción alimentaria local (son tiempos de TLCs). No parece que las alzas de estos días tengan la estructura de un hipo inflacionario, como se nos dice ahora.
En la mirada pública el MEF es ahora una fortaleza que se defiende con medias verdades. Se dice que la inflación es importada, pero el BCR tiene que ajustar para combatir un componente de consumo local. Se dice que eliminar aranceles la bajaría, pero solo era para que no suba más de lo que ha subido hasta ahora.
También hay algo de media verdad en el manejo de la llegada del grado de inversión. La sensación que se quiere transmitir es que se trata de una suerte de premio a la buena gestión de Carranza. El Perú viene siendo un buen pagador de sus deudas y un lugar acogedor para las inversiones por lo menos desde la primera mitad de los años 90.
Cambios: ¿Es indispensable que Carranza se vaya? Lo más probable es que sea reemplazado por un tecnócrata parecido. Es sugerente que uno de sus críticos más tenaces sea el encargado de prensa de un colega de gabinete. Pero hay más candidatos, siempre los hay. El Carranza que antes amenazaba con su renuncia ahora se mueve para quedarse.
Como saben los gestores del modelo económico chino, un crecimiento que no viene acompañado de políticas sociales eficaces es una receta para el desastre. El gobierno cree tener buenas políticas sociales, y se alivia comparándolas con las de gestiones anteriores. Aunque eso no salga en la mayoría de los medios, la gente está pensando diferente.
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