De los Sucesos que Ocurren cuando el Perro del Hortelano Se afana por Demostrar Su Inmenso Entusiasmo
Pedro Francke
A fin de junio vence el plazo que tiene el Poder Ejecutivo para dictar Decretos Legislativos en el marco de la llamada “implementación del TLC”. Enfrentamos con ello serios riesgos, ya que en las propias leyes que se necesitan para cumplir el TLC existe el peligro de que el gobierno termine otorgando a las trasnacionales más ventajas que la establecidas por el Tratado. El caso de las medicinas es un buen ejemplo.
En efecto, el gobierno peruano ha presentado a la Comunidad Andina de Naciones (CAN) una propuesta de modificación de la Decisión 486 (sobre el Régimen Común de Propiedad Intelectual) en relación con la implementación del TLC con Estados Unidos, sobrepasando las criterios del propio TLC.
Esta propuesta pretende modificar el criterio de patentabilidad, introduciendo el término "utilidad" como equivalente de "aplicación industrial". El TLC no obliga al Perú a eso. El medicamentos, este criterio de "utilidad" abre paso a las patentes de "segundo uso", argucia para otorgar más de 20 años de monopolio a la trasnacional que patente el producto, encareciendo sustancialmente las medicinas.
El gobierno peruano también ha propuesto a la Comunidad Andina ampliar el plazo de protección de las patentes de medicamentos por más de 20 años, al incluir compensaciones por "retrasos irrazonables" en el otorgamiento de patentes. El TLC suscrito con los Estados Unidos no nos obliga a establecer estas “compensaciones por retrasos”, que tiende a encarecer las medicinas.
Estos mecanismos de patentes de segundo uso y retrasos por compensaciones son tan abusivos, que incluso el actual ministro de salud, cuando se debatía el TLC, dijo que eran unas “sacha-patentes” y que no debían admitirse.
A pesar de ello, el actual gobierno ha propuesto esos cambios a la Comunidad Andina. Es por eso probable que Alan García quiera sacar estas propuestas mediante Decretos Legislativos, aún a costa de violar los acuerdos internacionales con la Comunidad Andina que el Perú tiene firmados. Recordemos que García ha varias veces hecho declaraciones buscando dividir a la Comunidad Andina.
Una política que resguarde el derecho a la salud debiera hacer es exactamente lo contrario: levantar las patentes a medicinas esenciales por ser de necesidad pública, lo que es permitido por los acuerdos mundiales de la OMC y por el propio TLC (gracias a la renegociación de los demócratas norteamericanos).
Pero hay otro peligro: que Alan García promulgue varias leyes anti-populares bajo el pretexto de las “implementación del TLC”. Las listas de decretos legislativos filtradas a la prensa muestran que no se va a limitar a aquellas leyes que se requieren para cumplir con el Tratado. García puede promulgar otras leyes que a su criterio se necesitan para acabar con el “perro del hortelano”, nombre bajo el cual el Presidente ataca a las comunidades que defienden su tierra, a los ambientalistas, a los sindicalistas, a los defensores de los derechos humanos y a todo al que se oponga a que las trasnacionales y grandes monopolios nacionales arrasen con el bien público para obtener mayores ganancias.
Cuidado, que bajo el pretexto de “implementar el TLC” muchas cosas pueden pasar.
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