Actualidad Económica
Canon para el que corresponde ¿PARA QUIÉN? |
Economista
La distribución del canon, la principal fuente de financiamiento de gobiernos regionales y municipios, en los departamentos donde existe minería, gas y petróleo, se mantiene en el debate. En este diario, y en otros, se han publicados notas sobre el desequilibrio existente en la asignación de estos recursos, tanto entre departamentos como al interior de los departamentos, entre las provincias y los distritos.
¿De dónde sale esta distribución?, ¿por qué resulta "injusta"? Antes de aventurarnos a dar una respuesta recordemos que el canon representa una conquista de las sociedades regionales donde se extraen los recursos naturales. Se origina como una asignación "especial" para los departamentos productores de petróleo, Loreto en un inicio y Piura después; se trataba de una compensación por la extracción. La misma debía ser entregaba a los departamentos productores para aportar en su desarrollo sostenible; es decir, se regresaba parte de la riqueza natural extraída, como financiamiento de inversión pública.
Luego de establecer el canon petrolero se han añadido los canon minero, pesquero, gasífero, hidroenergético y forestal. Para cada uno se definió una fuente de recursos específica de lo que recauda el Estado por la explotación del recurso (regalías, impuesto a la renta u otros) y la proporción que corresponde a la región productora. Por ejemplo, en el caso minero corresponde 50% del impuesto a la renta, en el caso del gas es 50% de las regalías y 50% del impuesto, y en el caso del canon pesquero es 50% de la recaudación por derechos de pesca y 50% del impuesto a la renta de las empresas pesqueras.
Entonces, lo que tenemos es una "norma plana". Se ha establecido una proporción fija de recursos sin importar el nivel de riqueza de la mina o el pozo petrolero explotado, para la distribución al interior del departamento no se considera si este se encuentra dividido en muchos gobiernos locales o en pocos, si los gobiernos locales y el gobierno regional tienen muchos recursos o pocos; tampoco se considera la capacidad de los gobiernos locales y regionales para gestionar la cantidad de recursos que le corresponden durante un año determinado, entre otros.
En la experiencia de otros países se tiene un menú de alternativas; estas van desde el establecimiento de un canon para las zonas que no son productoras directamente, la definición de topes máximos de los recursos que pueden ser asignados a cada entidad hasta la definición de fondos de estabilización o fondos intergeneracionales cuando las rentas de los recursos naturales son extraordinarias.
Y nosotros ¿Cómo podemos enfrentar esto? Se debe partir de reconocer que no existe una sola respuesta, ninguna medida será inocua y, en todos los casos, se debe negociar. Esta es una oportunidad para definir un sistema de asignación fiscal que reconozca las diferencias entre departamentos, y la diversidad al interior de los departamentos, somos un país diverso y esa debe ser la base sobre la que se deben tomar las decisiones.
El Congreso de la República ha dado un primer paso, frente a más de 30 proyectos en cartera para modificar la Ley del canon, se ha formado un Grupo de Trabajo multipartidario para debatir una propuesta integral. Queda pendiente extender este debate a los actores involucrados, a las empresas que son partidarias de concentrar los recursos en las zonas donde están produciendo, a los ministerios involucrados que representan los intereses del gobierno nacional (especialmente Economía y Energía y Minas), a los propios gobiernos sub nacional, productores y no productores, y a la ciudadanía en general.
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