Escribe Farid Matuk
Erradicar la desnutrición y prevenir la malnutrición infantil, en especial en los niños menores de 3 años.
Universalizar la atención a las madres gestantes y a los recién nacidos, y el acceso progresivo a servicios de salud.
Erradicar progresivamente el analfabetismo.
Universalizar la educación preescolar, mejorar la calidad de la educación básica y ampliar la cobertura y calidad de la educación secundaria y superior.
Promover la educación profesional y vocacional.
Universalizar el acceso a servicios de agua potable y saneamiento.
Incrementar las tasas de empleo y establecer programas de formación laboral.
Mejorar las condiciones de vivienda de los grupos más vulnerables de la población.
DECLARACIÓN DE LIMA – Parágrafo 16
El parágrafo citado muestra un caso flagrante de retórica gubernamental, si este texto fuese entregado a cualquier estudiante universitario, y se le solicita que identifique cuando y quien lo suscribe, las respuestas válidas podrían ser: 1) Gobierno de Bustamante y Rivero de 1945-48, 2) Alianza por el Progreso en los años 60, 3) “Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada” de Velasco Alvarado, 4) Discurso Presidencial del 28 de Julio de 1985, y 5) Declaración de Lima del 16 de Mayo de 2008.
El problema central de la retórica consiste en establecer metas que no tienen una línea de base, que no tienen un presupuesto asociado, y que no tienen procedimientos de monitoreo. Por ejemplo, la declaración debiera contener una línea de base país por país de cada una de las 8 metas establecidas y de esta manera conocer la posición relativa de toda América Latina y el Caribe con la Unión Europea, y el grado de desigualdad existente entre ambas regiones.
Una vez establecida la meta, es necesario establecer un presupuesto para la misma, tomando como ejemplo “erradicar la desnutrición”, se ignora para el Perú y para la región cuanto costará esta meta por cada punto porcentual o por cada hogar. En el Perú tenemos que 30% de los hogares no consumen las calorías mínimas para sobrevivir, esto es poco mas de 2’000,000 de hogares; y con absoluta certeza, el gobierno peruano ignora cuanto costará “erradicar la desnutrición”.
Finalmente, es necesario tener un monitoreo preciso de las metas establecidas; y para ello sirve la metodología del Censo Continuo con 30,000 hogares entrevistados mensualmente; que permite conocer la “mejora de las condiciones de vivienda de los grupos más vulnerables de la población”, pero el Presidente Alan García calificó de “estafa” esta técnica para que la retórica usual persista.
Farid Matuk
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