Luis Gamero Russo, economista
Se ha levantado una interesante polémica a raíz de la observación planteada por Roberto Abusada y Ricardo Lago sobre las aparentes descoordinaciones entre el BCR y el MEF ante la constatación de un alto crecimiento económico y su efecto sobre la inflación interna (el INEI acaba de informar que la economía creció 11.9% anual en Junio, con un acumulado de 8.2% durante el primer semestre del año).
Abusada y Lago, plantean que, a pesar de ciertas contradicciones en sus objetivos de política económica, el BCR se ha vuelto hiperactivo utilizando todo su bagaje de herramientas monetarias para moderar el crecimiento económico .
El MEF, en cambio, aparece silbando la Marsellesa con gran indiferencia. Abusada opina que el MEF incluso rema en “sentido contrario”, desde que el consumo del sector público sigue creciendo a un ritmo de casi 17.0% anual, y que una pronta contracción del mismo resulta imprescindible. En este mismo sentido, Lago llega a recomendar la postergación de algunos proyectos de inversión que no se hayan iniciado todavía, si fuera necesario.
Todo lo cual le parece exagerado a Gonzalo Prialé, quien además acusa a estos señores de hacer propuestas “con veneno” y, a diferencia de ellos, recomienda darle más urgencia a la tan postergada reforma del estado y de incentivar nuevos proyectos de infraestructura; todo lo cual causaría que el crecimiento potencial de la economía se eleve para que su efecto limitante, de “camisa de fuerza del crecimiento”, no se alcance tan rápidamente (actualmente estimado en 6.5% anual aproximadamente).
Pero, ¿se contradicen verdaderamente estas dos posiciones? Veamos.
Abusada y Lago abogan por soluciones de muy corto plazo y ponen énfasis en actuar sobre el factor más dinámico del momento: el crecimiento económico. En caso contrario, piensan que terminaremos el 2010 con un crecimiento económico desbocado y una mayor inflación que la programada. Prialé, en cambio, hace planteamientos de más largo plazo que elevarían el crecimiento potencial de la economía. Y ambos extremos no se contradicen necesariamente. Mejor dicho, ambas posiciones apuntan a lo mismo, a lograr un crecimiento económico sin distensiones macroeconómicas, pero en contextos temporales diferentes.
Al respecto, parece que la diferencia de énfasis se basa en que los dos grupos son de especialidades económicas distintas y le dan prioridad a diferentes aspectos de la política económica. Abusada y Lago son aves del mismo plumaje, y ambos aparecen más como macroeconomistas que priorizan el manejo de la coyuntura (corrección de desequilibrios macroeconómicos de corto plazo). Prialé, en cambio, aparece más como un economista desarrollista, de ahí su énfasis en propuestas para desarrollar más infraestructura y de mejorar la productividad del estado, metas que solo se logran a mediano o largo plazo (pero que es preciso comenzar a atacarlas cuanto antes). Y, la verdad, que hasta ahora el gobierno las ha venido postergando innecesariamente.
Ambos grupos parecen tener razón, entonces, pero intuyo que sus enfoques y propuestas arrojan resultados con amplios desfases ínter-temporales. Y la corrección de los desequilibrios actuales requiere más del ataque de un halcón (ave de rapiña muy veloz), que de las buenas noticias de la cigüeña (ave de vuelo más pausado, pero de espíritu creador e innovador).
Mientras tanto, Mechita parece seguir, distraídamente, silbando la Marsellesa…
Comments
2 Comments
RSSSí pues, parece que Mechita se hace la loca y va a seguir haciéndole el juego al partido de gobierno... mientras el BCR se agota con una tarea casi imposible de no mediar alguna cooperación del MEF.
Buen resúmen del debate. Y nos incentiva a observar con más detalle la composición del gasto público que más crece y que se podría reducir sin mayores contratiempos.
Publicar un comentario