Puertos hacen agua
Germán Alarco Tosoni
Investigador CENTRUM Católica
En noviembre del año pasado escribimos sobre la necesidad de otorgar vacaciones útiles a un conjunto de instituciones públicas, donde destacaba Proinversión. Se trataba de que no funcione hasta que el nuevo gobierno decida cómo actuar. La operación de esta dependencia genera más daños que beneficios. Ahora nuevamente como resultado de los apresuramientos gubernamentales estamos ad-portas de un nuevo conflicto, ahora internacional. El concesionario portuario estrella del Callao, Dubai Ports (DP World) contra el Estado a propósito de la concesión del Muelle Norte a APM Terminals.
La acusación directa es que se promoverían condiciones de competencia desleal que favorecen a APM en contra de DP World. Esto radicaría en que la asignación del Muelle Sur se hizo a partir de la mayor inversión con una tarifa preestablecida. Ahora con infraestructura y equipo prácticamente regalado por el gobierno se asignó en base a una menor tarifa. Un operador liquidaría al otro por condiciones desiguales. Otro pleito serio, por carecer de un marco legal para frenar concentraciones, ex ante, en Indecopi fue la discusión sobre si DP World podía o no participar en el concurso del Muelle Norte.
Adex y la Cámara de Comercio de Lima señalaron a inicios de noviembre del año pasado que los procesos del Muelle Sur (asignado a DP World) y Paita (TPE) no bajaron los costos al exportador ni mejoraron la competitividad. No han cometido el mismo error con el Muelle Norte al obtener tarifas más reducidas, pero se sigue careciendo de una visión integral del sistema portuario, a la par que los conflictos con los trabajadores portuarios no se resuelven. Nadie sabe cuánto nos va a costar fiscalmente la operación privada en Paita, ya que se trata de un proyecto cofinanciado donde el Estado garantiza ingresos mínimos para el operador portuario, ni si esta opción es mejor que desarrollarla desde el sector público.
La infraestructura portuaria es precaria. Ningún puerto, o mejor dicho muelle, fuera del Callao cuenta con superficies terrestres adecuadas para la operación y almacenamiento. Menos para el desarrollo de actividades logísticas, de procesamiento y servicios colaterales. El sector privado, salvo DP World, sólo ha realizado modificaciones marginales. La mejora de la infraestructura portuaria parece ser un reto del Estado. Hay que crear administraciones portuarias integrales en cada puerto y dejar, caso por caso, que el sector privado incluyendo cooperativas y empresas de los trabajadores portuarios se encarguen de las operaciones. Estos son temas que debe analizar cuidadosamente el próximo gobierno (En: La Primera, 29/4/2011, p.10).