Subir el Salario Mínimo Vital

miércoles, 20 de julio de 2011




Javier M. Iguíñiz Echeverría*

Varias exageraciones rodean el debate actual sobre el Salario Mínimo Vital (SMV). Una que es un instrumento privilegiado para la generación de empleo, otra que lo es para bajar la informalidad, una tercera que afectará la competitividad de la economía, una cuarta que aumentará la inflación. El aumento del SMV sería la fuente de todos los males imaginables.

1.- SMV: fin más que medio

El salario no es principalmente un medio para estimular o frenar la generación de empleo asalariado. De ser un mero instrumento para ese fin, habría que reducir aún más el salario, deteriorar aún más las condiciones de trabajo, quitarle el seguro a todos los que todavía lo tienen. El salario no es tampoco un mero costo de producción, es también y sobre todo, un beneficio, parte del valor agregado de la actividad económica, de la razón de ser de la economía. Ni instrumento de política, ni costo; la extensión del salario decente es, ante todo, uno de los fines de la economía; uno más importante que el aumento del PIB per cápita.
En efecto, el nivel de la remuneración mínima es una medida principal del éxito o fracaso de la economía. En la medida en que los sueldos y salarios son el ingreso fundamental de una enorme proporción de las familias, es la base de la legitimidad social de los empresarios, de los gobernantes y de la institucionalidad de la economía capitalista. Una remuneración que se aleja de los requerimientos para sostener a la familia obliga a decisiones trágicas, a abandonos de la responsabilidad familiar y a múltiples riesgos, forzados por la necesidad de subsistir ¿Por qué un SMV de 600 Soles, esto es, de 4 soles per capita al día, no es “vida extrema” en los noticieros?

2.- INFORMALIDAD: problema y solución

Se argumenta que una elevación del SMV aumentará la informalidad. En primer lugar, por mucho que la evasión de la ley es un problema serio, a menudo gravísimo, la informalidad no es la principal ni la más peligrosa evasión de la ley, menos aún el principal problema del Perú. Más importantes son, por ejemplo, la desnutrición infantil o la incapacidad de comprender lo que se lee. La actividad económica informal es un problema pero también una solución a y una consecuencia de la carencia de demanda de trabajo, especialmente del adecuado, que sufre el país y que se refleja también en la migración al exterior. Es, por otro lado, una alternativa al desempleo abierto, como se comprueba al analizar tanto los ciclos económicos como los niveles de la tasa de desempleo en diversos países. Cuanto mayor es la informalidad, menor suele ser el desempleo abierto. La extensión de la informalidad se debe a factores mucho más importantes que el SMV.  

3.- SMV y productividad

Los salarios individuales dependen en parte de la productividad en la empresa en que se trabaja pero también opera la relación inversa. Podemos relacionar positivamente el aumento de los sueldos y salarios con una mayor productividad por varias vías. Una es por la mayor motivación de quien labora como asalariado. Otra es por la mejor salud del trabajador. A más largo plazo, por la educación y salud de los hijos.  
Pero también hay un efecto a través de la nueva tecnología que las empresas tienen que incorporar al proceso productivo cuando los salarios reales son altos o rígidos a la baja y no hay más remedio que competir bajando los costos de producción por una vía distinta de la de los salarios. Se evita así la tentación del atajo espurio para sobrevivir en la competencia a base a bajos y estancados salarios, baja calidad de producción y agresiva competencia de precios. Esa competencia no eleva la competitividad, exprime la que hay. Colaborar a la innovación facilitando apoyo, crédito y  mercados dinámicos es crítico para generar pequeñas empresas que provean de nuevos empleos decentes. A mediano plazo, no subir salarios es promover la informalidad.

4.- SMV e inflación

Un mayor salario en empresas formales obliga a pensar más en innovar los procesos productivos y adquirir, en base a crédito y apoyo técnico, equipos que reduzcan costos totales por unidad de producto incluso con salarios en aumento.  Cuando el aumento de SMV ocurre en plazos previsibles y con criterios (productividad, inflación) claros se puede programar más adecuadamente y tener planes permanentes de innovación tecnológica. Así se llega a la evolución que Adam Smith destacaba y que permite elevar salarios  y vender más barato.

5.- SMV y empleo

Por supuesto que una subida intempestiva de los salarios afecta negativamente el empleo en algunas empresas que operan en el límite inferior de la competencia en sus respectivas ramas o mercados. Pero más importante es que el crecimiento del empleo depende más del crecimiento de la economía que del nivel del salario. Un alto crecimiento de la economía mucho más que neutraliza, al punto de hacer muy poco importante el reducido efecto negativo que seguramente tiene en algunas empresas la elevación del SMV. No se ha demostrado que el aumento del SMV o su disminución influyan significativamente en el crecimiento agregado de la economía.
La elevación de remuneraciones mínimas por mandato legal es, en buena medida, resultado de la tendencia de muchos empresarios a combinar el ansia de lucrar con fuertes dosis de mezquindad. Hay que distinguir entre los que pueden pero no quieren de los que, efectivamente, no pueden pagar más, a no ser que se les ayude, cosa que hay que hacer desde el gobierno.


* Profesor principal del Departamento de Economía de la PUCP.

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