Germán Alarco Tosoni
Investigador CENTRUM Católica
Algunos medios de difusión siguen proponiendo
candidatos para dirigir el Banco Central (BCRP) y el MEF. Se trata, en muchos
de los casos, de personas alejadas de los contenidos de la propuesta de
gobierno ganadora. Se puede creer que las funciones del BCRP están
perfectamente acotadas y que no hay más espacio que cumplir con lo señalado.
Esto no es correcto. Hay que reconocer que la administración del banco y los
últimos directorios han avanzado significativamente en cumplir con la función
básica de preservar el poder adquisitivo del dinero, pero lo realizado es
insuficiente. El próximo directorio, a ser nombrado por el Presidente y el
Congreso, tiene funciones por ajustar y mucho trabajo por hacer.
La Constitución de 1993 y la Ley Orgánica del
banco establecieron un objetivo claro, que derivaba de la experiencia histórica
previa. El BCRP es útil para enfrentar a gobiernos fiscalmente irresponsables.
Sin embargo, lo dejó con armas muy limitadas frente a la reducción de la
demanda y del nivel de actividad económica, tanto por origen internacional como
local. El panorama económico mundial se ha debilitado y lo seguirá en tanto no
se atiendan los problemas del cambio tecnológico incluyente de mano de obra, la
agenda de redistribución del ingreso y el mayor énfasis por lo productivo en
lugar de lo financiero.
En la crisis internacional 2008-2009 se actuó
con política monetaria anticíclica, pero esta se derivó de la práctica mundial
y de la buena voluntad del directorio. El país no puede estar sujeto a la
discrecionalidad de un conjunto de personas, por más capaces que sean. A la
función antiinflacionaria habría que agregar un segundo objetivo, anti
recesivo, que podría establecerse mediante un mecanismo gatillo asociado al
nivel de demanda y desempeño productivo o a través de la decisión de un Comité
interinstitucional ad hoc donde podrían participar el sector académico y
algunos centros de investigación especializados.
Se necesita de un BCRP, que en el marco de su
autonomía, interactúe más con la SBS para procurar mayores niveles de crédito y
menores márgenes de intermediación financiera. Debe vincularse con INDECOPI,
los ministerios de la producción y las regiones. Se necesita de un banco más
abierto a las observaciones para que avance en resolver la excesiva
concentración de las reservas en dólares americanos y ampliar el portafolio de
instrumentos de inversión; evitar la concentración de fechas de vencimientos de
sus certificados de depósito, más transparencia y rendición de cuentas. Después
de todo esto se podría discutir el nombramiento escalonado de su directorio
(En: La Primera, 8/7/2011, p.11).