Revoltijo en la Política Monetaria y el
Sobrecalentamiento como coartada (I)
Félix Jiménez
Economista Ph. D.
Profesor Principal de la PUCP
La hipótesis del sobrecalentamiento ha sido recogida por los neoliberales, para encubrir los efectos de sus políticas aperturistas del sector externo de la economía y el revoltijo de la actual política monetaria. Creen que el problema central es la inflación, por eso aceptan la hipótesis del sobrecalentamiento, ¡la brecha entre la demanda y producto potencial ha aumentado!, pontifican sin tener una estimación del crecimiento de este último ni menos dato alguno de los cuellos de botella sectoriales. Son los mismos que demoraron en bajar la inflación a un dígito en los años 90 y ahora creen que la inflación de 3.93% es «alta»; ¡está por encima del límite superior (3%) del rango meta de la meta de inflación (2%)!, dicen. Y, ¿si ese límite hubiera sido 3.5% o 4% y la meta de 2.5 como antes o de 3%? Convencidos de su diagnóstico, aconsejan subir la tasa de interés nominal de forma tal que aumente la tasa de interés real y al mismo tiempo reducir sustancialmente el gasto no financiero del gobierno, incluyendo la inversión pública; es decir, aplicar políticas monetaria y fiscal contractivas.
Revoltijo en la Política Monetaria
Todos creen que lo hecho recientemente por el directorio del Banco Central (BCRP) ayudará a controlar la abundancia relativa de soles en nuestra economía. Ninguno cuestiona su consistencia técnica y los más indoctos dicen que el BCRP ha hecho un negocio redondo: para bajar la «alta» inflación se ha subido el encaje; con ello, dicen, se reducirán los agregados monetarios bajando la demanda agregada, y al mismo tiempo permitirá esterilizar las intervenciones del BCRP en el mercado cambiario sin el costo que supone la emisión de certificados. ¡Un instrumento para dos objetivos!
Pero, ¿acaso el BCRP no tiene el instrumento tasa de interés para propósitos antiinflacionarios? El 10 de enero el directorio del BCRP subió su tasa de referencia de 5% a 5.25% «para mantener las expectativas de inflación dentro del rango meta de inflación frente al aumento de los precios internacionales de los alimentos en un contexto de fuerte crecimiento de la demanda interna». El 16 de enero, retornando al cuantitativismo monetarista, el directorio del BCRP incrementa las tasas de encaje mínimo legal y marginal en nuevos soles «para apoyar los mecanismos de esterilización monetaria en un contexto de un reciente ingreso significativo de capitales externos de carácter especulativo». El 21 de enero, Julio Velarde, presidente del directorio del BCRP, en declaraciones al diario Gestión dice: «poner el encaje como lo hemos hecho, es, para decirlo simplificadamente como elevar dos veces la tasa de interés (del BCRP), por ejemplo la subida que se hizo en enero (de 5 a 5.25%)».
¿Que es esto? ¿Julio Velarde está anunciando la destrucción del sistema de metas de inflación y su regla de la tasa de interés como instrumento? Como se sabe, en este sistema, el dinero es endógeno. Si se usa el encaje, y se asume que es más potente que el incremento de la tasa de interés de referencia del BCRP, se está retornando a los esquemas antiguos cuando el BCRP tenía que estimar la demanda de dinero. Por lo tanto, el uso de los dos instrumentos, encaje y tasa de interés de referencia, es una mezcla extraña, por decir lo menos.
Camino a la destrucción del sistema de metas de inflación
En la misma entrevista del 21 de enero, Julio Velarde señala, suelto de huesos, que «el viernes (18 de enero) el Banco Central de Reserva decidió que no va a recibir depósitos overnight (a un día) de los bancos y, por lo tanto, lo que gana por esos fondos es cero». Esta decisión se sumó al alza de encajes para frenar la entrada de capital especulativo del extranjero que está presionando fuertemente a la baja del tipo de cambio.
Pero, lo que no dijo Velarde es que esa decisión ha hecho innecesario el carácter de referencia que tiene la tasa de interés que administra el Banco Central. Todas las tasas de corto plazo se redujeron entre 15 y 59 puntos básicos en el período comprendido entre el 15 y 22 de enero. Las tasas overnight y las de 7 y 30 días fueron las que más se redujeron, 55 puntos básicos en promedio: la primera bajó de 5.07% a 4.57%, la segunda de 5.11% a 4.52% y la tercera de 5.16% a 4.60%. Durante 3 días, del 18 al 21 de enero, la tasa de interés del mercado interbancario se situó en 3.33% anual, 192 puntos básicos por debajo de la tasa de interés de referencia (5.25%).
¿Sabe Julio Velarde lo que está haciendo? Se entiende que si el directorio subió la tasa de referencia de 5% a 5.25%, las otras tasas de corto plazo deben acompañar dicha subida y no situarse muy por debajo; pero su decisión del viernes generó un exceso de liquidez en el mercado (de la cantidad de soles en circulación), que provocó una caída de las tasas de corto plazo. En otras palabras, para combatir la inflación (y el sobrecalentamiento), el directorio que preside Julio Velarde elevó la tasa de interés de referencia de 5 a 5.25%; y, para frenar la apreciación del sol, provocó una disminución de las tasas de corto plazo como si la economía estuviera ad portas de una profunda recesión (es decir, en una situación totalmente contraria al sobrecalentamiento).
Conclusión
Julio Velarde ha convertido a la política monetaria en un revoltijo con efectos nocivos para el sistema de metas de inflación y la regla de la tasa de interés. No es la primera vez que el directorio que él preside adopta medidas contraproducentes; hay varias otras (véase nuestro artículo del 28 de febrero de 2007, publicado en este diario).
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