¿Sierra exportadora o desarrollar la sierra?

martes, 27 de marzo de 2007

José Oscátegui, Profesor PUCP


El programa Sierra Exportadora (SE) fue lanzado durante la campaña electoral pasada como la respuesta aprista al atraso secular de nuestra Sierra. La idea que guía a este programa es que la Sierra ha permanecido marginada del proceso de globalización.1
El actual Presidente de la República sostenía que el problema del cultivo con lluvia no era un problema y que la misma hectárea “sembrada con páprika o con arvejas...le daría tres o cinco veces mas ingresos al propietario” que si lo sembrara con papa u oca. La páprika, por supuesto, para exportación. La distancia y los malos caminos tampoco eran un problema, pues, decía, que si los productos se procesaban tendrían un valor mayor y el costo de transporte no importaría mucho: “ a pesar de los malos caminos, permitiría su circulación y exportación”. El problema del minifundio tampoco era tal, pues bastaría que el crédito concedido por el Banco Agrario “se dé a condición de que los campesinos se asocien con un solo producto y con una sola tecnología...” para que el ingreso se triplicara.
La sierra, afirmaba el candidato, tiene un destino exportador, y los campesinos minifundistas pueden triplicar o quintuplicar sus ingresos, y la pobreza puede desaparecer de esa región, y eso no era ni caro ni complicado. ¿Cómo?. Exportando, por supuesto. El folleto SE señalaba que, para el período 2006-2011, existían veinte (20) productos “que podría producir nuestra sierra para vender al extranjero”. Entre estos, la páprika, la oca, la quinua, la kiwicha, etc, además de las truchas, la palta y la papa procesada....solo que estos tres últimos ya se estaban exportando. ¿Cuál era el costo de esta quintuplicación o, en el peor de los casos, triplicación de los ingresos de los campesinos serranos que ofrecía el candidato?: “Para financiar el plan SE de 150,000 hectáreas se necesitaría un total de US$ 102 millones de crédito revolvente efectivo para los 5 años calculando las amortizaciones e intereses”. En un país como el nuestro donde se piden óbolos por US$ 500 millones cuando podrían cobrarse legalmente regalías por US$ 1500 millones por lo menos, esos US$ 102 millones parecen poca cosa.
El candidato no consideraba que la producción agrícola para exportación no es una producción artesanal, pues el comprador desea obtener la misma calidad de producto año tras año, lo que es imposible cuando el riego depende de las lluvias. En el fervor de la campaña olvidó que la producción agrícola de exportación es producción industrial, es la industria instalada en el campo, con riego regulado y constante producto de inversiones que sobrepasan largamente los US$ 102 millones. La producción de exportación requiere de abundante infraestructura, es decir, abundante inversión que actualmente es inexistente en el campo serrano.
Una publicación recientísima llamada Plan Estratégico Sierra Exportadora, suponemos de la Presidencia del Consejo de Ministros pues a esa dependencia pertenece el programa Sierra Exportadora, nos indica que los “programas productivos priorizados” son los siguientes: a)el de la trucha, b)el de la palta, c)el de la papa procesada, d)el programa forestal, e)el programa de la canola y biocombustible, f)el programa de pastos y ganadería. ¿Y los campesinos pobres? ¿Y la oca y la quiwicha?¿Y la quinua, la cochinilla, el orégano, etc.? ¿Y la papa en general?
Todo nos indica que SE no resolverá la pobreza serrana. Para desarrollar la sierra necesitamos hacer que el espacio serrano sea un espacio económico integrado, y que cuente con abundante inversión en infraestructura de parte del Estado.






1 “El gran motor del desarrollo debe ser, hoy día, la globalización de la sierra...”. Sierra Exportadora, García, Alan (2006). Todas las citas en este artículo corresponden al texto SE..

Actualidad Económica del Perú

Aportando al debate con alternativas económicas desde 1978

Archives