Se extendió el año pasado la opinión de que el Mundo podía crecer aún cuando no lo haga Estados Unidos y, en realidad, muchos especialistas sostienen que este insólito fenómeno podría ocurrir en el presente año. Para defender este argumento, que claramente contradice la evidencia histórica, sería necesario suponer que el mercado de Estados Unidos ha dejado de ser la peiza fundamental de la demnada agregada mundial y para demostrar que esta afirmación es válida citan en su favor la fortaleza del crecimiento en la área del euro, Japón , Rusia, Brasil, India y China. Sin embargo, de esta evidencia empírica no se deduce necesariamente esta conclusión, ya que todas estas economías, con la probable excepción de China, iniciaron con cierto retraso su fase expansiva de crecimiento, y, por esta razón la relativa fortaleza que exhibieron en el IV trimestre del año pasado puedes ser interpretada como un simple producto de la lentitud que demostraron en el proceso de recuperación.
De hecho, Japón y Alemania, la dos economías de mayor tamaño de este grupo experimentan ya problemas . La producción industrial de Japón, por ejemplo, experimentó en el mes de enero del presente año en mayor descenso en los últimos tres años.En Alemania, la vitalidad de la expansión se ve amenazada por el reciente incremento en los impuestos y las demandas sindicales.
Parece que la economía mundial es aún demasiado dependiente de las compras que realiza Estados Unidos en el resto del Mundo . El mercado de este último país absorbe el 24 por ciento de las exportaciones de Japón, 84 por ciento de las exportaciones de Canadá, 86 por ciento de las exportaciones de México , y 40 por ciento del las exportaciones realizadas por China. Es por esta cualquier reducción de las comparas estadounidense afectará a la economía a estos países y así su tasa de crecimiento. En realidad, este mecanismo suele ser uno de los vehículos de transmisión de los ciclos económicos. Cuando la economía China reciba el impacto de la desaceleración Estados Unidos, transmitirá el mismo a las economías asiáticas de menor tamaño y a todos los países productores de materias primas y , con ello, se generará una desaceleración que afectará a toda la economía mundial.
En los últimos cinco años, el crecimiento de China y Estados Unidos, explicó directamente el 43 por ciento del crecimiento de la economía mundial y casi el 60 por ciento del total si se toma en consideración los efectos que este crecimiento produjo en el resto del mundo. Por esta razón, obvia que la posibilidad de que el Mundo crezca aún cuando no lo haga Estados Unidos es sólo una esperanza. Probablemente, en algunos años, si China sigue creciiendo al mismo ritmo que lo ha hecho en las últimas décadas y se haga menos dependiente de Estados Unidos, se registre esta posibilidad.
Nota: Puede el lector que conoce inglés encontrar una discusión más detallada de esta hipótesis aquí.
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