Aunque en este momento el evento más importante del mundo sea la apreciación de la moneda del Japón y el colapso del "Carry Trade" , es decir, del circuito especulativo que comenzó a extenderse por los mercados mundiales desde el año 2002, puede ser prudente no concentrar la atención en las pequeñas travesuras de los especuladores internacionales y adoptar una perspectiva que se centre más en las tendencias de largo plazo y menos en los sucesos transitorios .
En el gráfico adjunto se representa el valor de la moneda estadoundinese medido respecto al de las monedas de los principales países industriales --Japón, Inglaterra, Alemania, Francia, Italia y otros países de menor importancia económica--. Puede notar el lector si estudia atentamente los datos-- si lo desea puede aumentar el tamaño de la figura presionando sobre ella-- que hay una clara aunque leve tendencia hacia la disminunción en el valor de largo plazo del dólar. Dificulta, sin duda, la tarea de aislar esta tendencia las violentas fluctuaciones que se superponen a la misma, pero ésta parece hacerse evidente si uno concenta la atención sólo en los puntos donde el dólar alcanza un valor máximo o un valor mínimo.
Sin embargo, tampoco podemos descartar los ciclos de apreciación y/o depreciación que parecen caracterizar la dinámica del sistema de tipo de cambios flexibles. Se registra el primero en los años ochenta y coincide aproximadamente con la presidencia de Ronald Reagan en Estados Unidos . Se manifiesta el segundo ciclo en la década de los 1990s y coincide éste aproximadamente con la presidencia de Clinton en los estados Unidos. Podemos asociar a cada ciclo de apreciación y depreciación del dólar una búrbuja especulativa que se expresa en un ajuste hacia abajo o hacia arriba del mercado de Valores en Estados Unidos con su reflejo en la economía del país industrial que muestr mayores índices de dependencia con respecto en estados Unidos. Así, durante los 1980s, subieron incesantemente las cotizaciones de la bolsas de Nueva York y de Japón. Pero, en este último país, el fenómeno más notorio fue quizás el incremento que registró, en esos mismos años, el valor de las viviendas y terrenos. Todo terminó cuando con ele descenso de las cotizaciones bursátiles en Estados Unidso y el colapso de la búrbuja hipotacearia en el japón. Dominó el segundo ciclo la manía producida por la expansión del Internet, la privatización de las empresas públicas en Europa y América Latina, y el fuerte crecemiento exportador de los Nuevos países industriales. termino el ciclo con crisis finaciera en Asia, Rusia y América Latina. Es intersante notar que entre cada ciclo hay un período relativamente prolongado en que el dólar alcanza una cotización mínima para luego iniciar un nuevo período de apreciación. Aunque la figura parece sugerir que los mercados cambiarios han alcanzado esta situación, no parece claro que exista una razón que nos lleva a vaticianr el incio de un nuevo cilco de apreciación, pero tal podría manifestarse cuando la actual administración republicana sea sustituida por una demócrata.
Será interesante observar cómo se las arreglan los estadounidense para solucionar los desequilibrios finacieros del sector externo de estados Unidos, preservar la función del dólar como moneda mundial y aumentar el valor de su moneda. Objetivos que parecen incompatibles con las actuales reglas de juego que regulan al actual sistema internacional.
Sin embargo, tampoco podemos descartar los ciclos de apreciación y/o depreciación que parecen caracterizar la dinámica del sistema de tipo de cambios flexibles. Se registra el primero en los años ochenta y coincide aproximadamente con la presidencia de Ronald Reagan en Estados Unidos . Se manifiesta el segundo ciclo en la década de los 1990s y coincide éste aproximadamente con la presidencia de Clinton en los estados Unidos. Podemos asociar a cada ciclo de apreciación y depreciación del dólar una búrbuja especulativa que se expresa en un ajuste hacia abajo o hacia arriba del mercado de Valores en Estados Unidos con su reflejo en la economía del país industrial que muestr mayores índices de dependencia con respecto en estados Unidos. Así, durante los 1980s, subieron incesantemente las cotizaciones de la bolsas de Nueva York y de Japón. Pero, en este último país, el fenómeno más notorio fue quizás el incremento que registró, en esos mismos años, el valor de las viviendas y terrenos. Todo terminó cuando con ele descenso de las cotizaciones bursátiles en Estados Unidso y el colapso de la búrbuja hipotacearia en el japón. Dominó el segundo ciclo la manía producida por la expansión del Internet, la privatización de las empresas públicas en Europa y América Latina, y el fuerte crecemiento exportador de los Nuevos países industriales. termino el ciclo con crisis finaciera en Asia, Rusia y América Latina. Es intersante notar que entre cada ciclo hay un período relativamente prolongado en que el dólar alcanza una cotización mínima para luego iniciar un nuevo período de apreciación. Aunque la figura parece sugerir que los mercados cambiarios han alcanzado esta situación, no parece claro que exista una razón que nos lleva a vaticianr el incio de un nuevo cilco de apreciación, pero tal podría manifestarse cuando la actual administración republicana sea sustituida por una demócrata.
Será interesante observar cómo se las arreglan los estadounidense para solucionar los desequilibrios finacieros del sector externo de estados Unidos, preservar la función del dólar como moneda mundial y aumentar el valor de su moneda. Objetivos que parecen incompatibles con las actuales reglas de juego que regulan al actual sistema internacional.
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