- Porque mientras las ganancias de las grandes empresas han engordado enormemente, los salarios no han crecido. Es indispensable que los beneficios del crecimiento económico lleguen a las mayorías, y para que los salarios aumenten los trabajadores deben poder organizarse y negociar colectivamente.
- Porque la productividad de las empresas ha aumentado en los últimos años, con lo que cada pantalón u onza de oro que producen les cuesta menos en mano de obra: pueden aumentar los salarios sin perder competitividad.
- Porque buscar competitividad en base al "cholo barato" no logra el desarrollo de ningún país. Los salarios no pueden seguir bajando, y recortar vacaciones sólo aumenta la competitividad temporal y limitadamente. Lo que se necesita es un aumento permanente de la productividad en base a tecnología y eficiencia.
- Porque si aumentan los salarios, los trabajadores comprarán más a las pequeñas empresas y la agricultura, con lo que se generará más empleo y se promueve su desarrollo tecnológico.
- Porque trabajadores manejados al miedo están obligados a trabajar duro, pero pierden la motivación para cuidar la calidad de sus productos o buscar mejoras en la empresa. Hay que pasar a nuevas relaciones laborales donde se compartan las ganancias de productividad.
- Porque trabajadores que pueden ser despedidos cualquier día sin razón alguna pierden la motivación para capacitarse.
- Porque la inexistencia de derechos laborales impide una integración sana con el mundo, razón por la cual los congresistas demócratas se resisten a la aprobación del TLC en los Estados Unidos.
- Porque es doloroso que, cuando nuestro jefe nos explota o maltrata, no podamos reaccionar y debamos tragarnos sus abusos, dejándonos un sentimiento de impotencia.
- Porque el Presidente García lo prometió durante su campaña; en particular ofreció terminar con los services y un pago justo por las horas extras.
La Ley General de Trabajo debe discutirse en el Congreso de la República, reestableciendo los derechos de los trabajadores a poder sindicalizarse, negociar un pliego de reclamos y no ser despedidos por el sólo hecho de levantar la cabeza. El diálogo entre trabajadores organizados y empresarios debe ser promovido. El Partido Aprista debe cumplir sus promesas electorales a este respecto.
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