Escribe Farid Matuk
En el último boletín de Comercio Exterior del INEI que se adjunta, el cuadro que figura en la página 9 titulado "Exportaciones e Importaciones Reales 2003-2007 (Variación Porcentual Anualizada) figuraba antes en la página 1 porque es básicamente un semáforo para una crisis externa.
Como se puede ver en dicha ilustración estamos en una crisis externa estructural, en caso la estructura válida sean los precios de las exportaciones e importaciones del 2002, al presente los precios externos implican un precio del dólar a la baja, pero si en un plazo de 3 o 12 meses se retornase a los precios externos vigentes en 2002, tendríamos una crisis externa de gran escala y una devaluación como en los tiempos de los "paquetazos".
La pregunta crítica es si las reservas externas actuales permiten que el dólar no pase una barrera hipotética de 3.50 soles, en caso los precios relativos se reestablezcan al 2002. En todo caso, la política del Banco Central de reducir la meta de inflación de 2.5% a 2.0% parece indicar que considera improbable el retorno de los precios externos a la estructura de 2002. Finalmente, el problema sustancial para el sistema estadístico peruano es la obsolecencia de la medición del PBI que data de 1994, esta estadística obsoleta implica que todos los números económicos sean borrosos en su naturaleza, y por ello las conclusiones que se deriven tendrán un alto margen de error.
Con ello el capricho presidencial de un nuevo censo de población, tiene la enorme ventaja de mantener información imprecisa en materia económica, y esta imprecisión tan sólo amplifica los potenciales errores de política económica.
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