Escribe Pedro Francke
La nueva mayoría demócrata en el Congreso norteamericano ha hecho pública esta semana su postura frente a los TLCs. Son buenas noticias. La declaración demócrata atiende algunos de los problemas centrales que para la mayoría de los peruanos traía el tratado suscrito entre Toledo y Bush, tratado que Alan García criticó antes de las elecciones pero defendió una vez en el poder.
En efecto, en 5 temas centrales los congresistas demócratas demandan cambios similares a los sostenidos por quienes decimos que "TLC Así NO":
- El TLC suscrito permite que el "libre comercio" deteriore las condiciones de trabajo y generen más explotación y abusos, debido a políticas empresariales de ganar competitividad a toda costa. Frente a ello, los demócratas plantean que se deben resguardar de manera efectiva los derechos laborales fundamentales establecidos por la OIT.
- El TLC suscrito eleva los precios de las medicinas, debido a una exagerada protección de la propiedad intelectual de las grandes empresas farmacéuticas. Los demócratas plantean revisar esto.
- El TLC suscrito permite a los inversionistas extranjeros recurrir a tribunales internacionales para reclamar cuando el estado aumenta impuestos con el fin de promover una mejor distribución de la riqueza de nuestros minerales y petróleo. Los demócratas plantean que las inversiones extranjeras no deben tener mayores derechos que las inversiones de nacionales.
- El TLC suscrito permite un "libre comercio" en perjuicio del medio ambiente, como con la tala ilegal de árboles en nuestra amazonía. Los demócratas plantean que se garantice el respeto a tratados internacionales de protección del medio ambiente.
- El TLC suscrito no toma en cuenta la pobreza prevaleciente en el Perú. Los demócratas platean promover el desarrollo mediante mayores programas de ayuda y facilidades especiales en el comercio.
Un sexto punto crítico del TLC suscrito, que los demócratas no han recogido, es que permite la competencia desleal de productos agrícolas subsidiados norteamericanos contra nuestros campesinos. Ellos defienden a sus agricultores, y por eso les parece bien el TLC como está. Pero nuestro gobierno debiera defender a los agricultores peruanos.
Los demócratas han planteado otro punto muy favorable a nuestro país: la prórroga inmediata del ATPDEA. Con esta prórroga, nuestras exportaciones mantienen todas las ventajas para entrar al mercado norteamericano, y no necesitamos el TLC para ello.
Ante condiciones tan favorables, lo que le conviene al Perú es respaldar plenamente las posiciones demócratas ante el gobierno de Bush. Debe promoverse la prórroga del ATPDEA por 5 años. Se debe insistir en que en temas como el de las medicinas y la protección de inversiones, las cláusulas negativas en el TLC sean completamente borradas. Y se debe asegurar la protección a los derechos laborales y el medio ambiente.
Al mismo tiempo, el Perú debe insistir en que, como se tiene que renegociar el Tratado, se consideren puntos críticos para nosotros, como el agropecuario. ¿O nuevamente se trata simplemente de aceptar lo que venga, sin ninguna capacidad de proponer y negociar? Esta renegociación puede tomar su tiempo, permitiendo un amplio debate nacional al respecto, ya que el ATPDEA ya nos asegura que podemos seguir exportando a EE.UU. en condiciones ventajosas.
¿Se complica el TLC? Seguro. Pero se facilita que podamos seguir exportando a Estados Unidos y que no tengamos que aceptar condiciones negativas para las mayorías. La oportunidad está servida. Si sólo el gobierno empezara a pensar con cabeza propia y dejar de seguir a la Confiep y a la Sociedad de Minería todo el tiempo.
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