Medición Biológica versus Monetaria
Farid Matuk
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Lima Metropolitana es considerada como la región mas favorecida del Perú en términos de bienestar social, esta explicación es prevalente cuando se habla de la migración del campo a la ciudad habida en las últimas décadas. Asimismo, se presume que el crecimiento económico reciente debiera haber incrementado el bienestar social en Lima Metropolitana como las cifras oficiales de pobreza monetaria señalan.
El problema central es que la medición oficial de la pobreza a través de un umbral crítico medido en soles es abiertamente falsa, porque desde el 2006 en adelante se ha dejado de publicar las rutinas de programación que permitirían a cualquier técnico replicar los resultados oficiales.
Esta carencia de transparencia del INEI, ha sido avalada por un conjunto de académicos que tampoco han tenido acceso a las rutinas de programación, y que también son incapaces de reproducir en sus propias computadoras los resultados oficiales del gobierno en materia de pobreza.
Toda esta farsa oficial, tiene como propósito mostrar que el evidente crecimiento económico del Perú sin recesión entre 2001 y 2008 implicaba una reducción sistemática de la pobreza, pero evidencia nueva muestra como la recesión del 2009 ha implicado una fuerte reducción del bienestar social a nivel nacional, y en particular en Lima como se observa en el cuadro.
INCIDENCIA | 2006 | 2009 | 2010 (2do Trim) |
Línea de Pobreza Monetaria (en soles) | 24.2% | 14.1% | N/D |
Línea de Pobreza Extrema (en soles) | 0.9% | 0.2% | N/D |
Línea de Pobreza Alimentaria (en calorías) | 15.9% | 17.3% | 24.1% |
Las líneas de pobreza medidas en soles por el gobierno han sido manipuladas sistemáticamente con el propósito de mostrar falsos resultados, a modo de ejemplo se tiene que durante las gestiones Fujimori, Paniagua y Toledo la pobreza monetaria tomó siempre como referencia a la población mas pobre ubicada entre el 30% y 50% de la pirámide de ingreso.
Durante la administración García, la población de referencia para la línea de pobreza fue una en 2006, otra en 2007, otra en 2008, y otra en 2009. Estos cambios tuvieron como origen la necesidad de mostrar fabulosas reducciones de la pobreza que se contradecían con la experiencia pasada, pero eran coherentes con la retórica presidencial.
En el caso concreto de Lima Metropolitana, la pobreza monetaria (que mide la cantidad de dinero imprescindible para adquirir alimentos, vestuario, agua, gas y transporte) se habría reducido diez puntos bajando de 24% en 2006 a 14% en 2009, mientras la pobreza extrema (que mide la cantidad de dinero imprescindible para adquirir alimentos) se mantiene debajo del 1% con tendencia a la baja
Pero de otro lado, la pobreza alimentaria (término acuñado por el Presidente García en una carta dirigida a El Comercio el 30 de Julio de 2009), medida oficialmente como “déficit calórico” da una imagen inversa de la realidad social de Lima Metropolitana. Entre 2006 y 2009 no existió mejora alguna, sino mas bien un leve deterioro al incrementarse de 16% a 17%, pero este año se incrementa a 24% en el segundo semestre.
La pobreza calórica tiene ventajas respecto a la pobreza monetaria, la primera es que toma como referencia al 100% de la población, y no a una fracción de la misma. La segunda es que no necesita imputar precios a los alimentos producidos por los hogares rurales porque sólo mide calorías. Y la tercera es que las calorías de un kilo de papa son las mismas en todo el Perú mientras que el precio de un kilo de papas necesita ser deflatado espacialmente.
La última información disponible señala una inflación de alimentos de 4% en Lima Metropolitana entre Enero y Agosto de este año, mientras que la inflación general es del 2%. Por ello, aunque exista crecimiento económico, la inflación es el mayor enemigo de los pobres, al punto que ahora 1 de cada 4 habitantes no adquiere los alimentos necesarios para vivir.
De acuerdo a las cifras oficiales, la línea de pobreza extrema para 2009 era de 154 soles, la cual es “suficiente” para adquirir una canasta básica de alimentos, y sólo el 0.2% en Lima Metropolitana no tenía ese ingreso el año pasado. Igualmente para 2009 la línea de pobreza calórica era de 2223 calorías, la cual es una necesidad biológica que no es cubierta por 17% de habitantes de Lima Metropolitana en 2009, y por 24% en 2010.
A nivel de anemia, que es otro indicador biológico, se tiene una incidencia de 30% en los menores de edad entre 6 y 59 meses en Lima Metropolitana; mientras que en mujeres de 15 a 49 años la incidencia es de 23%. A nivel de desnutrición, que también es un indicador biológico, se tiene una incidencia de 8% para menores de 5 años y para mujeres entre 15 y 49 años la incidencia es también de 8%.
Todo lo anterior colisiona con la cifra oficial de una pobreza extrema de 0.2% en Lima Metropolitana en 2009, mientras que el hambre familiar, la anemia infantil y la desnutrición femenina tienen valores de 17%, 30% y 8% respectivamente para el mismo año.
Cuando se diseñaba el Programa Juntos en Palacio de Gobierno, se encontró una debilidad fundamental en todos los programas sociales vigentes a esa fecha, estos carecían de un padrón nominal de beneficiarios verificables independientemente. El Vaso de Leche, los Comedores Populares, y el Seguro Integral de Salud mantenían listas desorganizadas e incompletas de los beneficiarios, y este diseño es una invitación para el clientelismo político.
Para eliminar la pobreza extrema en Lima, se debe empezar como en el Programa Juntos, empadronando a toda la población beneficiaria de los programas sociales y entregando DNI a todos los miembros de los hogares beneficiarios. Esto permitirá excluir los hogares infiltrados y poner fin al clientelismo político de los programas sociales, y de esta manera también se develará una vez mas el engaño gubernamental de que la pobreza extrema en Lima Metropolitana es de sólo 0.2%