luego… ¿quién?
Luis Gamero Russo, economista
Con el paquete de ayuda a Grecia, de mayo pasado, se pensó que se estaba evitando también el contagio a los demás países débiles de la Europa unida. Pero eso no ha sucedido. Irlanda también ha solicitado su paquete de ayuda en estos días. Y luego, ¿quién seguirá?
Los casos de Grecia e Irlanda difieren en sus causas y resultados. Grecia venía de esconder cifras de déficits públicos y altas deudas por excesos fiscales de su gobierno anterior. En el caso irlandés, la crisis estalla de manera similar a la de los EE.UU. El déficit fiscal crece por la ayuda a bancos insolventes debido al estallido de una burbuja hipotecaria. La insolvencia fiscal en Irlanda es pues paralela a la insolvencia bancaria.
Pero Irlanda es un país mucho más ordenado y eficiente económicamente, sus costos laborales son los más bajos de la UE y sus empresas son muy competitivas. Además, el tamaño relativo de su deuda pública es menor (55 % del PBI). Todo esto augura mejores posibilidades de recuperación para Irlanda. España también está relativamente menos endeudada, aunque su competitividad externa es menor pues sus costos laborales son más altos. Portugal, por otro lado, presenta una situación más parecida a la de la Grecia, tanto desde antes de la crisis como en su evolución posterior.
Pero lo más grave de esta crisis europea es la avalancha de pagos de deudas que se vienen. Y es que en el paquete europeo de ayuda financiera no se habla para nada de una reestructuración de deudas, y los vencimientos de los bonos soberanos de varios países están muy concentrados en el corto plazo. España, por ejemplo, tiene vencimientos equivalentes a un 41% de su deuda neta en los próximos dos años (€128 mil millones en el 2011 y €74 mil millones en el 2012); Italia tiene vencimientos por un 36% de su deuda neta (€265 mil millones en el 2011 y €144 mil millones en el 2012); y Portugal tiene vencimientos por un 31% (€26 mil millones en el 2011 y €10 mil millones en el 2012). En total, los tres países suman €647 mil millones a pagar en los próximos dos años. ¿Cómo van a poder pagar esto si al Fondo de Rescate solo le quedan €555 mil millones después de Grecia e Irlanda? O amplían el Fondo o reestructuran los pagos…
Pero, al parecer, el problema de no querer enfrentar la posibilidad de una reestructuración de deudas radicaría en que los mayores acreedores de estos países son los bancos norte-europeos (sobre todo alemanes, franceses e ingleses). Y, como en una reestructuración típica de deuda por insolvencia se asumen recortes al principal, los europeos del Norte no están dispuestos a que sus bancos menoscaben su solvencia por los “derrochadores” del Sur.
La solución de la crisis europea está todavía por venir y llegará, a no dudarlo, por urgencias de la misma crisis.