Malarabismos inflacionarios

lunes, 25 de agosto de 2008


Kurt Burneo


En estos dÍas donde los ciudadanos se encuentran bastante preocupados y molestos por la subida de precios principalmente de alimentos pero extendido también a otros bienes y servicios, sorprende que el Presidente del Banco Central de Reserva (BCR) afirme que el indicador adecuado para medir la tendencia interna de la inflación y compararla con la meta inflacionaria referida por el actual Directorio del BCR, es aquella que no considere la suba del precio de alimentos ni el de la energía. Considerando este “novísimo” indicador, la inflación a julio es de 2.2% bastante menor y conveniente comparado con la inflación de 5.79% correspondiente al íntegro de bienes y servicios. Por supuesto que la diferencia entre estas tasas la explica en base al aumento del precio internacional de alimentos y energía, no existiendo por tanto ninguna responsabilidad por el lado de la política económica interna respecto al proceso inflacionario que acontece actualmente en Lima y mucho mas intenso en el resto de ciudades del país.. ¿Que tan correcta es esta “innovadora” medición? Y si parte de la inflación responde a factores internos ¿El actual directorio del BCR no tiene ninguna responsabilidad en este asunto?

Un novísimo indicador

Respecto a la original medida de la tendencia inflacionaria del Presidente del BCR, podría ser admisible no considerar la subida de precios de la energía dado que esta estaría reflejando en parte el aumento del precio internacional del petróleo, aunque ello podría relativizarse, en tanto el fondo de estabilización de los combustibles en la práctica al subsidiar parte de los precios internos, mediatiza el efecto del aumento del precio internacional de este carburante. Lo que definitivamente sí podría ser técnicamente cuestionable para medir la tendencia de los precios, es excluir además la inflación de todos los alimentos, argumentando que, a través del precio de los insumos importados, el aumento de estos últimos termina afectando los precios de todos ellos sin excepción. En línea con este argumento, para fines prácticos absurdamente significaría asumir que como si todos los alimentos –sin excepción- fueran comercializables con el exterior y por tanto afectos al tipo de cambio y a los precios internacionales. Encima con la idea de disimular la amplia diferencia entre la inflación límite (3%) propuesta por el actual directorio del BCR y la inflación efectiva, se pretende medir esta última, considerando sólo el 46.3% de los precios de la canasta (que es la canasta resultante de excluir alimentos y energía) que sirve para medir el Índice de Precios al Consumidor.

Otro argumento justificatorio para la omisión de la inflación de todos los alimentos se refiere a que mecánicamente el aumento de precio de alimentos que se comercializan externamente (transables) genera también una elevación en el precio de alimentos que sólo se transan internamente (no transables): “…Imaginémonos que alguien produce camote. Si el precio del maíz sube, dejará de producir camote y comenzará a producir maíz lo que hará que el precio del camote suba (al producirse menos)”. En este argumento se omite la existencia de distintas estructuras y formas de funcionamiento de los mercados así como la existencia de rezagos temporales entre la toma de decisiones y la provisión efectiva de un producto en el mercado. Al final todas estas acrobacias responden a la necesidad de negar lo evidente: La inflación actual no sólo se explica por factores externos, sino también por una exagerada expansión del gasto interno privado y público –llamado demanda interna-(12.2% de expansión en el primer semestre de 2008) en comparación con nuestra capacidad (potencial) de producción de bienes y servicios (que crece en no mas del 7.5%) Por último, si no hubiese este desequilibrio ¿Cómo explicar que en la nota de prensa del programa monetario de agosto del BCR se admita su existencia?, o incluso, ¿Para qué entonces el actual directorio del BCR ha venido subiendo encajes y la tasa de interés de referencia desde hace varios meses?

¿Inflación: sólo una fatalidad?

Los factores internos que en parte explican la inflación actual en mi opinión tienen sus gestores. Creo que el actual directorio del BCR dejó que se expandiera exageradamente el gasto privado a través del crédito (propulsando así el gasto interno).Es así como a julio de este año el crédito en soles crece anualizadamente en 41.68% y en dólares en un 28.15%. Si miramos a manera de ejemplo porqué el crédito en dólares, crece fuertemente, un factor explicativo es la expansión por 6 veces de las líneas de crédito de corto y largo plazo del exterior dirigidas a los bancos locales, que pasaron de US$ 1,000 mills en marzo del año pasado a 6,060 mills en junio de este año, así los bancos locales tienen mas dólares para prestar, y sin no los prestan no importa, porque hace 1 año el actual directorio del BCR les subió la remuneración al encaje. ¿Y por qué se expandieron estas líneas de crédito externas? Esta expansión fue promovida por el actual directorio del BCR al reducir la base de cálculo para estimar el encaje (dinero que se inmoviliza) aplicable a estas líneas de crédito foráneas, todo esto contextuado con tasas de interés menores en soles y dólares respecto a las existentes 2 años atrás. Por ello, no es de extrañar que el crédito siga con una fuerte viada.

Este crédito expandido, facilita la efectivización de precios mas altos. A manera de ejemplo: Si el precio del pollo sube, para que este se haga efectivo debe haber gente que esté dispuesta a pagar este precio mayor; si no se tuviese tan alegremente la facilidad del crédito, probablemente la gente reemplazaría el pollo por ejemplo por pescado dificultándose así la efectivización de un precio mas alto; pero justamente el tener crédito hace mas improbable esta sustitución, con lo cual la mayor disponibilidad del mismo termina facilitando la existencia de precios mayores. Por añadidura, y para complicar mas el panorama, este mayor gasto privado –al debe- es acompañado por un creciente gasto público enmarcado en una errada política fiscal procíclica desarrollada por el MEF. En conclusión, la inflación importada explicaría sólo parte de la inflación actual, mas hay otra parte que responde a errores atribuibles a la política monetaria y fiscal actuales en ese orden de importancia, frente a esta realidad los malabarismos son inútiles.

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