Kurt Burneo
Reconociendo que somos cada vez menos los que miramos con algún detenimiento el mensaje a la Nación del Presidente de la República los 28 de julio de cada año, ello es el previsible resultado no sólo de experiencias recientes de ofrecimientos no cumplidos, tal como fue el 28 de julio pasado cuando el Sr. Garcia anuncia la creación del Pacto social, transferencia de Foncodes a las regiones, presentaciones de los planes sectoriales de los Ministros ante el Congreso etc sino también por las farragosas menciones de números, obras e indicadores que difícilmente pueden ser objeto de seguimiento y mucho menos de determinación de su relevancia.
De todas formas algunos asuntos económicos como el moderar la actual pérdida de poder de compra del Sol (la inflación nacional anualizada a julio alcanza un 6.65%) o cuan probable será encontrar trabajo (de calidad) en el futuro, sí podrían ser la excepción a esta extendida apatía ciudadana respecto a este mensaje, pero bueno ¿Qué nos dijo el Sr. Garcia el pasado 28 sobre estos asuntos económicos de interés?
Probablemente cuando él plantea 3 metas concretas: “Centrar los esfuerzos en quienes sufren exclusión, detener la inflación y crecer con prudencia creando empleo”; en realidad este es su intento mas acabado de evidenciar de alguna manera, su interés en una parte importante de las actuales preocupaciones económicas de los ciudadanos, Pero no es suficiente estar preocupado, hubiese sido mejor también plantear correctivos y en esto, ya sea por omisiones y/o señalamientos del mismo mensaje, surgen no pocas dudas.
Sobre la exclusión.
En el caso de la exclusión, en el sentido de la no incorporación de segmentos socioeconómicos completos en el acceso a los beneficios de la modernidad y el crecimiento actual de la economía ¿Se evidencia para los ciudadanos políticas sostenibles e institucional y no personalizadamente sustentadas en el tiempo, dirigidas a la reversión de esta? Sólo a manera de referencia, la omisión en el mensaje de un indispensable posicionamiento gubernamental respecto a los conflictos sociales -gran parte de ellos generados por una extendida exclusión reconocida por el propio Sr. Garcia- haría incierta la existencia de un genuino propósito resolutivo al respecto, y la percepción de ello por parte de la gente, la hace mucho mas escéptica sobre cualquier anuncio sobre estos temas por parte del Presidente de la República.
Detener la inflación,
Cuán posible es detener la suba de precios –ese es su ofrecimiento explícito- cuando el mismo reconoce la imposibilidad de revertir las alzas en los precios internacionales de alimentos y petróleo;”Nadie puede evitar esta conmoción, porque no hay islas en las economías del mundo” No obstante, lo que sí creo factible, es reducir el componente interno de la inflación actual, -dado que no es verdad que esta es exclusivamente generada por alzas en precios internacionales- sino ¿Cómo se explica que la inflación (en Lima) anualizada de bienes y servicios que no se comercializan con el exterior –y por tanto no tiene mucho que ver con la inflación externa- a junio de este año alcance un 5.7% (frente a una inflación límite de 3% del Banco Central de Reserva)?
Lo que sucede hoy, es que no puede sostenerse una demanda interna que crece casi en un 13% en el primer semestre frente a una oferta potencial de bienes y servicios que a lo sumo crece en un 7.5%, sin que se generen presiones inflacionarias a la vez de una disparada de las importaciones. Claro entre líneas cuando el Sr. Presidente refiere un crecimiento prudente de la economía uno –solo por intuición- podría asumir que está pensando en moderar la expansión del gasto público- y suponer también que el actual directorio del Banco Central de Reserva (aunque sobre el cual él no tiene injerencia) buscará seguir incrementando el costo del crédito para moderar la fuerte expansión del consumo privado; remarco, son sólo presunciones, porque en el mismo mensaje para echar dudas en sus propósitos finales, anuncia nuevos incrementos en el gasto público, por ejemplo a través de la implementación de un subsidio por S/. 800 mills. para la incorporación a la seguridad social de los trabajadores de las Mypes o mayor gasto –no sabemos cuanto- al anunciarse el allanamiento de la Oficina de Normalización Provisional, frente a las demandas por devengados de pensionistas actuales.
Por otra parte, ofrecer que la inflación en el Perú seguirá siendo la mas baja en la región no creo que sirva de mucho para amenguar el justificado descontento ciudadano actual, ¿O piensa que los peruanos somos mas felices porque la inflación en Caracas, La Paz o Santiago es mayor que la que ocurre en promedio en nuestro país?; creo que no entiende que el raciocinio de la gente es muy concreto: Hace 2 años con S/. 1 compraba un kilo de papas, hoy sólo puedo comprar1/2 de kilo. Y por si fuera poco para agravar lo que viene ocurriendo, en julio la inflación nacional (1.09%) casi duplica la inflación en Lima metropolitana (0.56%), con lo cual la pérdida de poder de compra de cada sol es mucho mayor justamente allí (localidades fuera de Lima) donde la concentración de población pobre es mucho grande. Una paradoja de la inflación actual, es que al estar explicada en parte por la fuerte expansión del consumo privado resultado a su vez de un excesivo crecimiento del crédito, la inflación resultante termina golpeando mas justamente a aquellos que no tienen acceso a este último; es decir no participan en la fiesta pero si pagan los costos de ella.
Crecimiento prudente con empleo.
La expectativa de los ciudadanos es que las oportunidades de empleo sean permanentes, para ello es indispensable asegurar las condiciones para que el crecimiento del producto se mantengan en el mediano y largo plazo. ¿Se ha propuesto algo al respecto, fuera de anunciar algunas obras de infraestructura público y privadas? Difícilmente se puede admitir que el crecimiento con empleo sea sostenible sin políticas sectoriales que impliquen la promoción de sectores intensivos en el uso de mano de obra, la cual a su vez debiese ser incorporada en procesos de educación y entrenamiento a fin de incrementar su empleabilidad, dado que la inversión no puede circunscribirse en la forma de fierro y cemento ¿Estos asuntos siquiera han sido bosquejados en el mensaje? En suma, mirando estos temas económicos, no son pocas las razones que explican la apatía y el desinterés ciudadano sobre este mensaje presidencial.
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