Escribe Juergen Schuldt
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El sábado pasado nuestro flamante Ministro de Economía declaró tajantemente que el año pasado la pobreza se redujo en 2,5 puntos porcentuales, al descender del 44,5% de la población total en 2006 a 42% en 2007. Lo que habría significado que 600.000 personas escaparan de la pobreza[1]. Logro que efectivamente merecería todo tipo de felicitaciones, aunque no precisamente para el mencionado, quien aparentaba estarse atribuyendo tamaña hazaña.
Lo que primero llama la atención es que, como lo informara La República, el ministro haya dicho “que estas cifras son una aproximación (sic) a los resultados oficiales que presentará el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) a mediados de año (otro sic), luego de culminar la revisión (doble sic) de la Encuesta Nacional de Hogares”. De manera que está advertido el jefe del INEI: ¡no se le vayan a apartar demasiado las cifras ajustadas a las que hiciera públicas el ministro! Por lo demás éste no debió hacer estas declaraciones (¡habiendo tantos temas pendientes que podría tratar!) sino hasta que dispusiera de las cifras definitivas, lo que francamente da que pensar sobre la seriedad de todo un Ph.D. en economía.
Al margen de todo el debate político en torno a la forma, las políticas y los procesos por los que salieron de la pobreza y si ello significa que no retornarán a ella[2], nos limitaremos a los simples números y sus más elementales proyecciones. Como tal este es un escrito dirigido a escolares primariosos para entrenarlos en aritmética, más que en economía.
Lo que, de paso, nos servirá para demostrar que –a partir de los datos del INEI difundidos por el ministro- es un cuento que los pobres hayan disminuido en 600.000 (sección 1.) y, de refilón, servirán para señalar que es prácticamente imposible lograr reducir la pobreza incluso al modesto y casi vergonzante 30% de la población hacia el año 2011, como lo ha prometido y repite a cada rato el gobierno (acápites 2., 3. y 4.). Para ésto último partiremos de los supuestos del ministro, cuando –muy suelto de huesos- afirmara, refiriéndose al año 2007, que: “A ese ritmo (...) la meta propuesta por el gobierno de reducir a 30% los niveles de pobreza en el país hacia el 2011 sería una realidad”.
A este último respecto, la pregunta clave sería ¿qué significa “a ese ritmo”?, términos muy gaseosos, criollamente muy inteligentemente utilizados por el piloto de la economía peruana. Porque ese ritmo puede referirse, cuando menos, a tres variables que podrían definir el ‘ritmo’ específico, a saber: a. Que todos los años baje la pobreza en 2,5 puntos porcentuales; ó b. Que todos los años disminuya la pobreza en 600.000 personas; ó c. Que en base al crecimiento económico de los próximos años –dada la elasticidad empleo/producto del 2007- se alcance la mencionada meta. Haremos el cálculo para cada una de las tres posibilidades, que los colegiales deben realizar por su cuenta[3].
2. Los imposibles 600.000
Para determinar la reducción de la pobreza en 2007 respecto a 2006, todo lo que tenemos que hacer es establecer la población total, ya que -como conocemos los porcentajes de pobreza en esos dos años- podemos obtener los números absolutos de pobres. Los resultados se muestran en la Tabla I y nos llevan a la conclusión que habrían disminuido en algo más de 535.000 personas, 12% menos que los 600.000 anunciados por el ministro. Se habrían inventado así más de 72.000 personas que ya no son pobres, por un simple error de cálculo o acto de birbibirloque[4].
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Pero, como el Dr. Carranza goza de nuestra simpatía, intentaremos sacarlo del apuro, para ver como cuadramos su cifra de la disminución de los pobres en 600.000. Para lo que podemos ejercitarnos con dos métodos, obviamente con la complacencia del INEI.
Una posibilidad es aumentar la población del Censo de 2005 (que de por sí ha sido cuestionado de múltiples perspectivas). El problema es que, si hacemos el cálculo, los 27 millones y pico consignados oficialmente como la población total habría que inflarlos en nada menos que unos 4 millones redondos, con lo que el Perú llegaría a 31 millones de habitantes (que es como traernos todos los peruanos que viven en el extranjero). El problema es que con ese ‘artificio’ los pobres del 2006 ya no serían 12 sino 14 millones en el 2006 y casi 13,4’ en el 2007, superiores en más de 1 millón a los que oficialmente se estiman. De manera que habrá que descartar esta vía, por más que con ella sí se llegaría a una disminución de los pobres en 600.000 durante el año pasado.
El otro método para sacar del apuro al ministro, consistiría en reducir la tasa de crecimiento demográfico. Ejercicio que hemos hecho, pero que nos lleva a la increíble respuesta de que –para que los pobres se hayan reducido en 600.000 en 2007[7]- la población tendría que haber aumentado apenas al 0,75% anual en el trienio pertinente, es decir a una tasa que es la mitad de la que ostentaba en el lapso intercensal de 1993 a 2005. Aunque es cierto que muchos peruanos han migrado al exterior, resulta difícil justificar que se hayan ido más aún de los que efectivamente se fueron (2006: 414.700; y 2007: 342.000). Porque habría que añadir 360.000 emigrados más para que las cifras del ministro cuadren.
Finalmente, cabría hacer una mezcla entre los dos métodos anteriores y los resultados cuadrarían, pero no le cabrían a nadie en el cerebro ni a la transparencia y responsabilidad social y moral que requieren a gritos las autoridades económicas y el INEI en estos días de incredulidad relativamente generalizada frente a las cifras oficiales que divulgan cada cierto tiempo.
Con lo que estamos en condiciones de realizar los ejercicios a futuro, para ver hasta qué punto es posible cumplir con la meta de reducción de pobreza al 30% para cuando llegue el año 2011. Insistimos que se trata de gimnasia aritmética, más que económica, lo que ya sería otro cantar.
3. 2,5 puntos porcentuales menos por año (para aprender a restar)
Este es el caso más sencillo para determinar los pronósticos del ministro, porque basta restar los 2,5 puntos porcentuales cada año al porcentaje del año anterior. La conclusión es que no se alcanzará a reducir la pobreza al 30% en el 2011, sino en marzo del 2012. Atraso que, de cumplirse, no sería mayormente preocupante por tratarse de décimas. Quizás sólo el Presidente estaría algo molesto porque no podría anunciar el logro de la meta prometida cuando deje el cargo[8] y, en caso de llegar, ofrezca su Mensaje a la Nación el 28 de julio del 2011.
4. 600.000 menos cada año (para reforzar la clase del ‘aprender a restar’)
En este caso, el cálculo no se hace mucho más difícil. Mientras el anterior lo puede hacer un estudiante de segundo de primaria, este tendría que hacerlo uno de tercero. Ahora debemos establecer la población de mediados de cada año, partiendo con el dato del 2005 (que es el ‘oficial’ del Censo, tal como lo consigna el INEI) y le añadimos un crecimiento demográfico de 1,4% anual[10], como en el ejercicio anterior (recuerde que entre los dos censos anteriores fue de 1,5%). Luego se establece el número de pobres de cada año, asumiendo que en el 2007 eran 42%, como lo proclamó el ministro. Finalmente, a la cifra absoluta de pobres obtenida, se le restan 600.000 personas, año por año.
________Aunque se acerca a la meta, tampoco en este caso la llega a achuntar plenamente, pero como en el ejercicio anterior, a pocos meses del año 2012 la vería hecha realidad. Una vez más, trinará el Presidente cuando tenga que dirigirse al Congreso a mediados del 2011.
5. Crecimiento y Pobreza
Una tercera posibilidad, ya bastante más sofisticada para un estudiante inicial de educación secundaria, consiste en estimar la reducción de la pobreza sobre la base de la elasticidad pobreza/crecimiento. Es decir, estimando el porcentaje en el que disminuye la pobreza como consecuencia del crecimiento económico. Para ello utilizaremos el dato de 2007 vis a vis 2006.
Del cuadro anterior se desprende que la pobreza se redujo en 4,3% en el 2007, mientras que el crecimiento económico fue del 9%. De manera que la elasticidad-arco que utilizaremos será del –0,48 (=-4,3/9). Es decir que, por cada punto porcentual que crece el Producto Interno Bruto, la pobreza se reduciría en casi medio punto[12]. Lo que nos hace falta ahora es conocer las proyecciones del crecimiento económico, el que obtenemos de las proyecciones del propio gobierno, según el cual en los próximos años la economía crecería a las tasas que figuran en un informe del FMI, tal como se consignan en la Tabla IV. Finalmente, lo que tenemos que hacer es aplicar ese relación a los años que siguen al de 2007, tal como se muestra en el cuadro siguiente.
A juzgar por estas proyecciones, que son las que serían las más realistas de las tres que hemos realizado, la meta del 30% no se logrará sino –en el mejor de los casos- hacia comienzos del año 2015. De manera que la euforia que irradió el ministro en sus declaraciones derivó seguramente del muy exitoso crecimiento económico del año pasado, ciertamente más deslumbrante en cantidad que en calidad.
[1] Las afirmaciones del ministro que aquí utilizamos han sido reproducidas del informe de Vanesa Ochoa, aparecidas bajo el título “600 mil dejaron de ser pobres en el 2007”, publicado por La República de febrero 23, 2008; p. 12 (www.larepublica.com.pe/component/option,com_contentant/task,view/id,205770/Itemid,484/).
[2] Porque aparentemente se les sacó de la miseria paternalista y clientelarmente “ofreciendo pescado en vez de enseñar a pescar”, esa tan manida parola que el Dr. Toledo utilizó antes, durante y después de ejercer la presidencia. A ese respecto es ilustrativo el artículo de Armando Mendoza, “Pobreza: ¿Repartiendo pescado o enseñando a pescar?”, en La República, febrero 26 (www.larepublica.com.pe/content/view/206224/645/).
[3] Por adelantado les agradezco a quienes me indiquen los errores que pueda haber cometido en algunos cálculos.
[4] No llego a entender porqué esta palabra tan atractiva no figura en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Habrá que sugerírsela a nuestro paisano MVLL para que, como miembro ilustre de la Academia desde 1996, la incorpore. Esperamos las gracias.
[5] Dado que la tasa de crecimiento demográfico entre 1993 y 2005 fue del 1,5%, asumiremos que ha bajado al 1,4%, tasa que postularemos para este cálculo.
[6] Este dato es oficial y corresponde al Censo de ese año.
[7] En cuyo caso los pobres caerían de 12,2’ a 11,6 millones en el año 2007.
[8] O se las arregle para continuar por otro quinquenio, que actualmente todavía lo prohibe la Constitución vigente. Dos Legislaturas Ordinarias podrían arreglar el problema, pero evidentemente los votos y alianzas –por más provechosas que fueran las ofertas del partido de gobierno- no permiten vislumbrar un final (in)feliz en ese sentido.
[9] A los estudiantes que no han aprendido la diferencia que existe entre ‘porcentajes’ y ‘puntos porcentuales’ los remitimos al siguiente artículo, que también incluye otros errores típicos y que será de gran utilidad para políticos y periodistas (y hay economistas que no se salvan), ya que confunden ambos términos, imperdonablemente: “Cinco Errores o Trucos Numéricos Comunes” (www.lainsignia.org/2006/julio/econ_002.htm).
[10] Podría postularse un 1,3% anual de crecimiento de la población, pero dado que la emigración del país ha venido cayendo, aparentemente por el aparatoso crecimiento económico, asumiremos un 0,1 de punto porcentual más. En efecto, según informa la Dirección General de Migraciones, mientras en el año 2006 emigraron del país –para no regresar más- 414.700 personas, mientras que el año pasado ‘sólo’ lo hicieron 342.000 (ver: “Perú, país de donde fuga el talento”, en Gestión, febrero 26, 2008; p. 30).
[11] Nótese, de partida, que aquí ya el ministro sobrevaluó la disminución de pobres para el 2007, ya que disminuyeron en 527.719; es decir, en menos de 72.000 personas de las que él dio a conocer.
[12] Esta cifra coincide gruesamente con los estimados de Pedro Francke y Javier Iguiñiz, “Crecimiento Pro-Pobre en el Perú”, Lima: CIES, febrero 2006. Véase especialmente el Cuadro 10 que presentan los autores, en que se estiman minuciosamente las elasticidades pobreza-crecimiento, incluso por regiones, por consumo y por ramas económicas. Es evidente que esta elasticidades divergen –a menudo muy radicalmente- según cada uno de esos criterios, aparte de que son relativamente volátiles en el tiempo.
[13] Las proyecciones han sido tomadas de las que publicara el FMI en enero de este año y están referidas al periodo 2008-2012: “IMF Country Report No. 08/28 “, enero 2008; Tabla 12, p. 36 (www.imf.org/external/pubs/ft/scr/2008/cr0828.pdf). Es interesante señalar que su cifra referida al crecimiento económico de 2007 es del 7,5%, frente a la cifra oficial peruana del 9%.
[14] Esta cifra se obtiene por regla de tres.
[15] Datos oficiales para el crecimiento y el porcentaje de pobres. El número absoluto de pobres lo calculamos en el ejercicio anterior.
[16] Desde este año en adelante las proyecciones son nuestras, muy optimistas... para no perder las esperanzas.
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