Armando Mendoza
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Un conocido refrán dice: "Dale a un pobre un pescado y saciaras su hambre un día. Enséñale a pescar y saciaras su hambre para siempre". Sabias palabras, ¿no? Pues vienen a colación, ante las recientes declaraciones del Ministro de Economía, Carranza, quien un poco más y descorcha champaña para celebrar, pues, según “estima”, el porcentaje de la población en pobreza disminuyó del 44.5 al 42% durante el 2007, lo que equivaldría a 600 mil peruanos que dejaron la pobreza en el último año.
Las declaraciones de Carranza llaman a controversia, pues acorde al Centro de Investigaciones de la Universidad del Pacifico, la inflación durante el 2007 castigó más a los sectores más vulnerables de la población, pues mientras la inflación general alcanzó 3.9%, para los más pobres habría alcanzado 8.2% debido al considerable alza en los precios de productos básicos, como alimentos, a los que los pobres dedican la mayor parte de sus ingresos.
¿Qué magia usa entonces Carranza para “asumir” que aunque los ingresos y la capacidad de consumo de la población han disminuido, sin embargo la pobreza se redujo? Quizás tenga que ver con la metodología de cálculo, quizás con los supuestos y tiempos de las estimaciones, o quizás simplemente el Ministro quemó cerebro y anda en plan surrealista, porque reducción de la pobreza al mismo tiempo que aumentan precios y disminuyen ingresos parece la cuadratura del círculo.
La pregunta de sí disminuyó o no la pobreza nos lleva a una cuestión adicional: ¿Cómo disminuyó? Pues la lucha contra la pobreza es como el refrán: Una cosa es enseñar a pescar, y otra cosa es repartir pescado. Con la primera opción se elimina la pobreza; repartiendo pescado sólo se logra un paliativo temporal. Sólo imaginemos a Carranza repartiendo pescado a 600 mil peruanos, proclamando jubilosamente: "¡disminuyó la pobreza!". Claro, al día siguiente nuestro buen Carranza descubre que esas personas siguen igual de pobres, a no ser que reparta más pescado.
Lo fundamental aquí es la estrategia del Estado para el desarrollo social. Sí la lucha contra la pobreza es vista como mero asistencialismo y atender necesidades puntuales, entonces es posible "disminuir" la pobreza temporalmente repartiendo subsidios. Sí por el contrario, la lucha contra pobreza es vista como creación de capacidades y oportunidades para los excluidos, entonces si podremos hablar de disminución permanente de la pobreza.
El Ministro "estima" que la pobreza ha disminuido. Bueno, yo "estimo" que el Perú ganará el próximo mundial de fútbol, y tengo un amigo timbero que todos los domingos "estima" que caballos ganarán las carreras, y, por supuesto, hasta ahora no la achunta. Más aún: aunque las cifras de Carranza fueran correctas, aun mantenemos una elevada tasa de pobreza, y la Encuesta Nacional de Hogares - ENAHO indica que en zonas rurales, sierra y selva, y en algunas regiones la pobreza apenas disminuye, no disminuye, o incluso aumenta.
Cierto, hay una relación directa entre crecimiento económico y aumento de los niveles de vida, pero la realidad es más compleja que simplemente suponer que como la economía creció entonces la pobreza retrocedió. No se trata de ser negativos sino realistas, porque en la lucha contra la pobreza el triunfalismo es un pecado. Así, antes que andar reventando cohetes porque -supuestamente- la tasa de pobreza disminuyó, sería mejor preguntarnos: ¿se está repartiendo pescado o enseñando a pescar?
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RSSY no sera que ambos tienen razon? Supongamos un escenario en el que mas gente esta "bajando" de la sierra a la costa agroexportadora y de alguna manera sube su nivel de vida. Sin embargo, la pobreza en la sierra aumenta? Tambien es posible que la disminucion de la pobreza sea solo un fenomeno urbano entre los menos pobres de los D y E y que los que quedan sean aun mas pobres. Eso cuadraria las cifras.
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