Sobre el mensaje del 28: no es suficiente hacer lo mismo.
Waldo Mendoza Bellido
Profesor del Departamento de Economía de la PUCP
El mensaje presidencial ha destacado el extraordinario momento por el que pasa la economía peruana, con el empleo y el producto creciendo a 8 por ciento anual, con una inflación por debajo del 2 por ciento y con el 70 por ciento de los recursos de inversión pública que estarán a cargo de los gobiernos regionales y locales. El ritmo de crecimiento de 8 por ciento anual se mantendría en los próximos años, con lo que buena parte de los problemas del empleo y la pobreza estarían básicamente resueltos en el 2011.
El mensaje, además, ha ratificado la preservación del actual modelo de desarrollo. El modelo impuesto en los años noventa, que reemplazó al que hacia fines de los años sesenta había impuesto Velasco Alvarado, no fue tocado por la administración del presidente Toledo ni tampoco por la administración actual. De esta manera, la economía peruana va a cumplir casi dos décadas con un modelo que cifra su crecimiento en el sector externo, sin que se hayan producido los virajes que son comunes en nuestro continente.
En el plano de la política macroeconómica, el mensaje presidencial subrayó la importancia de la responsabilidad fiscal y monetaria, manteniendo también así las líneas básicas de la gestión económica anterior.
En suma, la estrategia es la perseverancia en la política económica en curso, y el pedido a la población es de paciencia, en la espera de los resultados que aun no llegan.
Sin embargo, mantener el modelo de desarrollo y las políticas macroeconómicas heredadas pueden ser insuficientes para enfrentar los problemas que se han hecho visibles en la coyuntura actual. En primer lugar, porque se está ratificando que el auge económico en curso no garantiza una adecuada distribución del ingreso. En segundo lugar, porque no se está haciendo nada por elevar dichos ingresos que permitan financiar los gastos en el mediano plazo.
Los datos de pobreza publicados recientemente por el INEI son claros en mostrar el problema distributivo actual. Entre el 2004 y el 2006, la pobreza rural sigue afectando al 70 por ciento de la población rural, la pobreza en la sierra rural se ha elevado, y los departamentos de Apurímac, Ayacucho, Huancavelica y Cerro de Pasco son ahora más pobres que hace dos años. La bonanza macroeconómica acompañada de protestas de los sectores rurales no debiera entonces ser una sorpresa
¿Cuál es el instrumento de política para resolver este grave problema distributivo? La asignación territorial de recursos públicos tiene que ser fuertemente redistributiva, para corregir las distorsiones regionales que produce la actual Ley de Canon y que fueron agravadas por el óvolo minero. La solución a este problema estuvo ausente en el mensaje y La Ley de Presupuesto del 2008 puede ser la herramienta apropiada para enfrentar este problema.
Por otro lado, el listado de obras ejecutadas o por ejecutarse del mensaje presidencial, supone que los ingresos gubernamentales seguirán elevándose. Hasta ahora, el gobierno está gastando los ingresos provenientes de la elevación de la presión tributaria, de 11 a 15 por ciento, conseguida en los últimos 5 años.
¿Cuáles son las políticas para continuar con la elevación de la presión tributaria? El mensaje no dio respuesta a esta pregunta. Resignarse a vivir con la presión tributaria actual y esperar que el auge y los precios internacionales altos se mantengan, es una apuesta arriesgada.
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