Kurt Burneo
Gestión, 4 de Enero del 2007
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He quedado verdaderamente sorprendido por los novísimos descubrimientos del Ministro de Economía, respecto a la insuficiente competencia en el financiamiento del sector micro y pequeña empresa, teniendo como consecuencia visible la existencia de tasas de interés poco competitivas. Valgan verdades, este tema del alto costo de financiamiento para las micro y pequeñas empresas así como la absoluta insuficiente atención de la demanda de crédito de éstas; son asuntos de vieja data, cuya fase inicial de atención gubernamental la inicié cuando el año pasado en el Banco de la Nación (BN) se realizaron las primeras operaciones de créditos a este segmento de empresas a través de una Edpyme, dejando en cartera –dado el cambio de administración- alrededor de 8 convenios por suscribir con otras Edpymes, Cajas así como con algunos bancos.
Curiosamente y a manera de anécdota esta iniciativa desde el principio tuvo opositores de distinto tipo: Desde el actual Superintendente de Banca (que ahora no dice nada porque dada la correlación adversa actual, necesita de su puesto de trabajo) algunos representantes de la ASBANC, algunos analistas económicos cuyos artículos de opinión siempre concluían que el BN debiese ser siempre solo una (obsoleta) ventanilla de pagos, analistas que por “”pura casualidad”” tuvieron una participación central en el manejo económico en el Fujimorato. Pero también hubieron algunos entusiastas defensores de la iniciativa como el entonces candidato Presidencial Alan García Pérez cuando junto con Hernán Garrido-Lecca me visitaron para explicarles los principales proyectos del BN, mostrándose muy interesados en la iniciativa crediticia a las Pymes que ya habíamos echado a andar meses atrás.
Coincido con el diagnóstico de la existencia de imperfecciones de mercado en el segmento de microfinanzas; como sabemos estas residen en la existencia de poder de mercado, falta de información y en la existencia de externalidades; en lo que sí discrepo es que se aluda como salida a la sola existencia de incentivos en los que no se visualiza la necesidad en el mediano plazo de la entrada del accionar empresarial del Estado como el mejor incentivo para promover la competencia. Esto es herejía o heterodoxia económica? Para nada, sino miremos sólo a manera de ejemplos el caso del Banco del Estado de Chile o El Banco de la Nación Argentina. Claro los críticos de siempre dirán que el BN no competiría en igualdad de condiciones para la obtención del fondeo porque este detenta el manejo de los recursos públicos, pero ¿Acaso hay algo que impida que cualquier banco pueda administrar estos? Nada. El BN no tiene monopolio en lo absoluto. Lo que ocurre es que la infraestructura del BN financiada con sus propios recursos logrados por sus propias operaciones le permite contar con esa posibilidad de administrar los recursos públicos a nivel nacional, por ello, si la banca privada quisiera manejar estos, entonces que gasten también en armar esa infraestructura imprescindible para encargarse también –como correspondería- de la pagaduría a nivel nacional, por lo demás el BN como cualquier otra entidad del sistema esta sujeta a la supervisión de la Superintendencia de Banca.
Por supuesto que esta fuera de toda discusión que es necesario en el tiempo potenciar al departamento de créditos y riesgos del BN a fin de dotarlos de las capacidades especializadas que este tipo de créditos requieren; puesto que creo que la acción que iniciamos el año pasado del BN como banca de 2do. Piso es sólo el paso inicial en tránsito para otorgar directamente dichos créditos; de alrededor de casi 2 millones de Pymes actualmente el sistema financiero en conjunto solo atiende a 700,000
Si bien reconozco que el tema del financiamiento es solo uno de los varios aspectos involucrados en el tema de la competitividad de las micro y pequeña empresas, no debe perderse de vista el que el conjunto de este segmento es el que explica una parte sustancial de la actual demanda de empleo en el Perú; entonces para actuar en el sentido adecuado creo que debe ponerse mucho mas celeridad en acciones gubernamentales mas decididas pero con el debido respaldo técnico para revertir situaciones limitativas a la competitividad de las Pymes tales como que el interés que se cobra en este segmento por parte del sistema financiero esté en un rango entre 41 y 49% anual con el añadido de atenderse solo a 1/3 del total del mismo.
Curiosamente y a manera de anécdota esta iniciativa desde el principio tuvo opositores de distinto tipo: Desde el actual Superintendente de Banca (que ahora no dice nada porque dada la correlación adversa actual, necesita de su puesto de trabajo) algunos representantes de la ASBANC, algunos analistas económicos cuyos artículos de opinión siempre concluían que el BN debiese ser siempre solo una (obsoleta) ventanilla de pagos, analistas que por “”pura casualidad”” tuvieron una participación central en el manejo económico en el Fujimorato. Pero también hubieron algunos entusiastas defensores de la iniciativa como el entonces candidato Presidencial Alan García Pérez cuando junto con Hernán Garrido-Lecca me visitaron para explicarles los principales proyectos del BN, mostrándose muy interesados en la iniciativa crediticia a las Pymes que ya habíamos echado a andar meses atrás.
Coincido con el diagnóstico de la existencia de imperfecciones de mercado en el segmento de microfinanzas; como sabemos estas residen en la existencia de poder de mercado, falta de información y en la existencia de externalidades; en lo que sí discrepo es que se aluda como salida a la sola existencia de incentivos en los que no se visualiza la necesidad en el mediano plazo de la entrada del accionar empresarial del Estado como el mejor incentivo para promover la competencia. Esto es herejía o heterodoxia económica? Para nada, sino miremos sólo a manera de ejemplos el caso del Banco del Estado de Chile o El Banco de la Nación Argentina. Claro los críticos de siempre dirán que el BN no competiría en igualdad de condiciones para la obtención del fondeo porque este detenta el manejo de los recursos públicos, pero ¿Acaso hay algo que impida que cualquier banco pueda administrar estos? Nada. El BN no tiene monopolio en lo absoluto. Lo que ocurre es que la infraestructura del BN financiada con sus propios recursos logrados por sus propias operaciones le permite contar con esa posibilidad de administrar los recursos públicos a nivel nacional, por ello, si la banca privada quisiera manejar estos, entonces que gasten también en armar esa infraestructura imprescindible para encargarse también –como correspondería- de la pagaduría a nivel nacional, por lo demás el BN como cualquier otra entidad del sistema esta sujeta a la supervisión de la Superintendencia de Banca.
Por supuesto que esta fuera de toda discusión que es necesario en el tiempo potenciar al departamento de créditos y riesgos del BN a fin de dotarlos de las capacidades especializadas que este tipo de créditos requieren; puesto que creo que la acción que iniciamos el año pasado del BN como banca de 2do. Piso es sólo el paso inicial en tránsito para otorgar directamente dichos créditos; de alrededor de casi 2 millones de Pymes actualmente el sistema financiero en conjunto solo atiende a 700,000
Si bien reconozco que el tema del financiamiento es solo uno de los varios aspectos involucrados en el tema de la competitividad de las micro y pequeña empresas, no debe perderse de vista el que el conjunto de este segmento es el que explica una parte sustancial de la actual demanda de empleo en el Perú; entonces para actuar en el sentido adecuado creo que debe ponerse mucho mas celeridad en acciones gubernamentales mas decididas pero con el debido respaldo técnico para revertir situaciones limitativas a la competitividad de las Pymes tales como que el interés que se cobra en este segmento por parte del sistema financiero esté en un rango entre 41 y 49% anual con el añadido de atenderse solo a 1/3 del total del mismo.
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