Benedicto XVI y la economía
Escribe Javier M. Iguíñiz Echeverría
Las palabras del Papa Benedicto XVI en la sesión inaugural de
Sobre la globalización, el Papa reitera un enfoque crítico que es ya una tradición papal, por lo menos desde Paulo VI. Su manera de expresarla es la siguiente: “En el mundo de hoy se da el fenómeno de la globalización como un entramado de relaciones a nivel planetario. Aunque en ciertos aspectos es un logro de la gran familia humana y una señal de su profunda aspiración a la unidad, sin embargo comporta también el riesgo de los grandes monopolios y de convertir el lucro es valor supremo.”
La visión de la economía actual de los países es también clásica en
Retomando
¿Cómo enfrentar ese reto? La respuesta de Benedicto XVI insiste, como los papas anteriores, en que hay que incluir el reconocimiento de que hay de por medio un problema estructural. Dirá: “es inevitable hablar del problema de las estructuras, sobre todo de las que crean injusticia.” Y a continuación indica que: “En realidad, las estructuras justas son una condición sin la cual no es posible un orden justo en la sociedad.”
Pero ese análisis de la realidad no puede caer en un problema central cual es, el reduccionismo que expulsa de ella a Dios. En su vena intelectual se pregunta: “Qué es la ‘realidad’? ¿Qué es lo real? ¿Son ‘realidad’ sólo los bienes materiales, los problemas sociales, económicos y políticos? Aquí está precisamente el gran error de las tendencias dominantes en el último siglo, error destructivo, como demuestran los resultados tanto de los sistemas marxistas como incluso de los capitalistas. Falsifican el concepto de realidad con la amputación de la realidad fundante y por esto decisiva, que es Dios.” Es la visión realista de la realidad desde la fe cristiana.
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