(Segunda Parte)
Escribe Farid Matuk
En el gráfico adjunto tenemos once años de PBI mensual en el Perú, pero nuestros ojos son engañados por el mal hábito de creer que en el Perú se mide el PBI mes a mes. Este mal hábito empezó en 1987 cuando la Presidencia de la República quería “buenas noticias” mensuales, y el INEI tuvo la cortesía de empezar a medir mensualmente, lo que el resto del planeta mide trimestralmente.
El otro 70% del PBI no se mide en el campo, sino que se calcula en el gabinete para satisfacer un capricho presidencial que data de 1987. Este cálculo se hace con un conjunto variado de artificios matemáticos, que ni las potencias del G-7 ni los países europeos arriesgan usar, y este cálculo es grave porque induce a pensar que lo graficado como “PBI de Gabinete” es sólido, cuando en realidad es extremadamente dúctil.
El gráfico en cuestión parte de Agosto 1995 y culmina en Febrero 2007, y tenemos que en las gestiones Fujimori, Paniagua, y Toledo, ambos PBI están entrelazados, y por ello la medición total se puede considerar relativamente exacta. Pero en Marzo 2006 esta coherencia se pierde, porque el PBI de Gabinete que tiene una metodología dúctil, crece sin cesar y con ello el PBI Total también crece sin cesar.
Este cambio de patrón tiene como única explicación un cambio metodológico en el cálculo del PBI de Gabinete, que provoca una sobre-estimación sistemática de la medición del PBI Total. Esta medición errónea puede ser interpretada benévolamente como una “falla” a corregir de inmediato, o puede ser interpretada malévolamente como un “arreglo favorable”.
Desde afuera, el timbero creerá que el PBI continuará a tasas de crecimiento mayores mes a mes y tomará sus decisiones de acuerdo a esta realidad errónea, mientras que el timorato creerá que el PBI continuará creciendo a tasas en torno al 6% y tomará sus decisiones de acuerdo a esta realidad parcial.
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