Migración y Economía

domingo, 1 de abril de 2007

Escribe Javier Iguiñiz

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En una columna publicada anteriormente en este diario presentamos la estrecha relación que encontramos entre la evolución de corto plazo de la producción en el país (PIB/cap) y la migración de peruanos al exterior. Después de haberse publicado dicho artículo, se han publicado nuevas cifras que corrigen las que utilizamos y que habían sido publicadas, si bien es cierto que en un informe preliminar. Estaríamos en falta con las lectoras y lectores si los mantuviéramos en un equívoco y no ofreciéramos la información y el análisis más actualizados sobre un tema que fue materia de la columna mencionada pues, además, algunas conclusiones no rigen, por lo menos tan nítidamente como lo indicamos en aquella oportunidad.

Para la elaboración de cifras se define oficialmente como migrante peruano a quien siendo de dicha nacionalidad y habiéndose registrado en la salida del país no registra un retorno en el plazo de seis meses. Esto define lo que se denominan “saldos migratorios”. El Grafico 1 presenta las cifras más actualizadas entre 1990 y 2005. Se notan dos momentos: el primero durante los años 90 y el segundo en los últimos cinco años aproximadamente. En éstos, la evolución de la migración parece no responder a la pauta de la década anterior pues crece ininterrumpidamente a pesar de un continuo crecimiento de la economía. El crecimiento de la economía parece no tener las características de magnitud y calidad que induzca a una reducción de la emigración. ¿Perdió definitivamente la economía peruana su capacidad de retener a sus trabajadores?

Es cierto que la tasa de crecimiento del producto no ha sido muy alta hasta el 2005. Pero además, hay algunos rasgos relacionados con el mercado laboral que pueden ayudar a explicar la razón de esa ineficiencia para retener trabajadores en el país. Una razón de que dicha reactivación productiva haya tenido tan poco efecto de freno de la migración puede ser que en este caso la reactivación de la economía no vino acompañada de una elevación significativa de salarios. Efectivamente, hay una fuerte relación negativa entre evolución de los salarios y de la migración.

Otra variable que parece tener una influencia grande sobre la migración es la tasa de desempleo. Por eso, una explicación económica de la creciente migración durante la reactivación económica hasta el 2005 es que la tasa de desempleo no se ha reducido. El Gráfico 2 muestra que cuando la tasa de desempleo se eleva o se reduce, también lo hace, más o menos un año después, la migración. Veámoslos en detalle. El desempleo aumenta en el año 1991 y la emigración en 1992; vuelve a suceder lo mismo en 1996 y 1997, en 1998 y 1999 y en 2000 y 2001. En la parte inferior del gráfico se observa que coinciden la reducción del desempleo y de la migración en 1994. Luego, en 1997, baja el desempleo y lo mismo ocurre con la migración en 1998. Finalmente, se reduce la tasa de desempleo en 1999 y la tasa de crecimiento de los saldos migratorios se reduce en el 2000. En los siguientes años la relación es menos clara.

¿Es previsible que la migración siga subiendo? Es probable que así sea, pero también lo es que un continuo crecimiento de la economía peruana y una paulatina elevación de las remuneraciones y del empleo dobleguen la tendencia de los últimos años y registremos pronto crecimientos, sí, pero menos rápidos.

Comments

One Comment

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Mark dijo...

Desempleo, corrupcion, racismo... entre otros son algunas de las causas que obliga a los peruanos a emigrar, dejando familia, amigos, sueños y lagrimas; pero parece ser que fuera del Peru no necesitas apellidar Romero o tener un tio en el gobierno de turno para conseguir trabajo.
Muchos deseamos volver a nuestro pais pero la idea de poder darles un mejor futuro tus seres queridos hace que la pena de no verlos sea menor.

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