Archive for febrero 2007
Creditos y Recuperación
La Nueva Estadística Peruana
Sin Analfabetos, Ni Desempleados
Desempleo Abierto en Lima y Callao
Diciembre | 2001 | 2002 | 2003 | 2004 | 2005 | 2006 |
Desempleo | 7.9% | 8.9% | 9.7% | 8.8% | 7.6% | 7.5% |
Ingreso Mensual en Lima y Callao
Enero - Diciembre | 2001 | 2002 | 2003 | 2004 | 2005 | 2006 |
Ingreso Mensual | N.D. | 766.70 | 792.80 | 807.70 | 828.20 | 859.40 |
Reformar el Estado donde No existe
Escribe Pedro Francke
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Para millones de peruanos el estado no existe, o casi no existe, que no es lo mismo pero es igual, porque no hay un centro de salud cerca para atenderse de una emergencia médica. Porque si hay un colegio primario, un solo profesor enseña en un aula a niños de primero a sexto grado sin estar preparado para ello y logrando muy pocos aprendizajes efectivos. Porque no hay colegio secundario ni hay ninguna forma alternativa de lograr educación secundaria. Porque si alguno de esos jóvenes logra estudiar la secundaria, no tiene ningún apoyo para ir a la universidad, debiendo agenciarse por su cuenta el alojamiento y el sostenimiento personal, así sea un genio. Porque no hay nadie que esté promoviendo la mejora tecnológica y comercial de la producción agropecuaria o artesanal de la que estas familias viven. Porque en su pueblo la policía no existe y las comunidades deben proteger su seguridad por su cuenta con rondas ciudadanas. Porque la justicia es lejana, tiene códigos ajenos a la gente y se imparte en un lenguaje que muchos de estos peruanos desconoce.
¿Discriminación contra las empleadas del hogar? Esta es la mayor discriminación que han sufrido muchas de ellas, que vienen a Lima a ganarse la vida porque en sus localidades el estado no provee educación ni salud ni promueve su progreso económico y social.
Este es el principal problema que la reforma del estado debe encarar. Con nuevas formas de hacer llegar la educación secundaria o superior, como podría ser la educación a distancia, los internados o las becas. Con nuevas formas de atención de la salud, basadas en birgasas itinerantes y en promotores comunitarios. Con nuevas formas de organizar el estado, en base a las propios pueblos y comunidades campesinas y nativas, cuya organización debe ser potenciada junto con los municipios cercanos. Si la reforma del estado no prioriza a los excluidos, poco aportará al desarrollo nacional.
El Operativo Empleada Audaz
Escribe Javier Mujica
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Empresarios y gobierno creen que basta con decir que ratificamos todos los convenios de la OIT en materia de derechos fundamentales, o que el número de inspectores crecerá a 250, para que los gringos se despreocupen y ratifiquen el TLC. Ojala fuera tan simple: Perú ha ratificado el 100% de los convenios fundamentales y 62 de los 159 convenios vigentes en la OIT; pero, según la misma OIT, 37 de los convenios ratificados (59.7 % del total) no son cumplidos adecuadamente. Y los gringos lo saben.
El 2003, Perú negoció un acuerdo con la OIT para implementar un “Programa para la Promoción del Trabajo Decente en el Perú 2004-2006”. Uno de sus ejes era promover la libertad sindical para crear el poder de negociación necesario para eliminar el gran número de practicas inaceptables (sic) existente en el país. El programa nunca se aplicó.
En el Perú oficial y empresarial predomina una orientación que valora la protección laboral como un obstáculo para el crecimiento económico, la mejora de la competitividad y la generación de empleo. Y todo ello se expresa en una generalizada precarización de las condiciones de empleo: trabajadores sin contrato, protección o seguridad social. Algo muy parecido a lo que internacionalmente se conoce como dumping social. Y los gringos saben lo que eso significa.
El país vive una radical tercerización de las actividades productivas mediante el uso extendido de services cuyo fin es burlar los derechos de los trabajadores; una sostenida degradación de los sistemas de control del fraude a la ley (con un MTPE que cuenta con menos del 1% del Presupuesto de la República); y una severa restricción del ejercicio de las libertades sindicales. Los índices de sindicalización en el sector privado cayeron a niveles 6 veces menores a los de hace 20 años; y en el sector público, salvo en los sectores de educación, salud y municipalidades, los sindicatos dejaron de existir. Al reducirse al mínimo la negociación colectiva (y las estadísticas del MTPE circulan en los EE.UU. como pan caliente), se ha deteriorado el nivel de ingreso de trabajadores, que además carecen de suficientes provisiones legales y protección judicial para ejercer sus derechos. Y los gringos también lo saben.
Gracias a las leyes de promoción del sector agrario y la micro y pequeña empresa, decenas de miles de trabajadores urbanos y rurales, dedicados a actividades vinculadas a la exportación, están sujetos a un régimen laboral discriminatorio que les reconoce menores derechos que los establecidos por la legislación laboral común. En el Perú, además, se requiere 20 trabajadores para constituir un sindicato, mientras que en Chile 8. Y como el 97,6% de las empresas en el Perú corresponden a establecimientos con menos de 20 personas, ese es el porcentaje de los que carecen de autorización legal para constituir un sindicato. Y así la lista podría seguir…
Las personas que discriminan en eishia y en el Perú no ven lo que ven todos los demás. Por eso un buen consejo es que si desean vivir en paz, y además hacer buenos negocios, hagan lo que deben hacer sin necesidad de que les caiga un nuevo operativo como el de la Empleada Audaz.
Las grandes tiendas comerciales y la regulación
Escribe José Oscátegui
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La Era de las Ventajas Absolutas
El Regreso de los Dilentantes
Escribe Jurgen Schuldt
La República
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Aparecen en “El País” de Madrid, todas las semanas, espléndidos ensayos de Mario Vargas Llosa, quien el domingo pasado escribió “El regreso del idiota”, breve reseña del libro que acaban de culminar los mismos autores que hace una década elaboraran el fascinante super-bestseller “Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano”: Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y su hijo Álvaro. Ya que MVLL ha sido uno de los pocos privilegiados que ha tenido acceso al manuscrito, será a partir de su columna que nos aventuraremos a adelantar algunos comentarios constructivos. Con lo que esperamos contribuir a la estrategia moderna de marketing que vienen desplegando sus autores para asegurarse un bien merecido nuevo éxito de ventas. Además, como el texto aún está en galerada para ser publicado en abril, queremos presentar algunas acotaciones puramente formales al texto, que seguramente serán incluidas en la versión definitiva.
Nos recuerda nuestro futuro Premio Nóbel que estos tremebundos idiotas latinoamericanos, marcados –casi genéticamente- por una “prédica ideológica tercermundista, en todas sus aberrantes variaciones, desde el nacionalismo, el estatismo y el populismo hasta, cómo no, el odio a Estados Unidos y al ‘neoliberalismo’”. Su reciente retorno masivo abarcaría “de un confín a otro del continente latinoamericano, (las que) en vez de disminuir parecen reproducirse a la velocidad de los conejos y cucarachas, animales de fecundidad proverbial”. Perspicaz comentario, pues en el transcurso de las últimas décadas ¿no han sido los ‘liberales’ –especialmente los de la variedad chicha- los que se han reproducido a un ritmo vertiginoso que ha despertado hasta la envidia de los cuyes criollos?
Curiosamente, sin embargo, hoy en día no parece haber tanta “izquierda boba”, porque –según reza contradictoriamente el texto del Maestro- la variedad ‘carnívora’ de ésta solo habría “renacido de sus cenizas con el ‘idiota’ estrella de este libro, el comandante Hugo Chávez (...)”, al que acompañan en la lista de marras el “discípulo e instrumento suyo, el boliviano Evo Morales”, potencialmente el “grandilocuente tecnócrata” (sic) ecuatoriano Rafael Correa y, como no, el que nunca se fue –aunque esté por irse- Fidel Castro. Es decir, serían apenas tres y medio idiotas completos los que gobiernan y siguen creyendo en “las viejas recetas del socialismo jurásico –dictadura política y economía estatizada-” en un subcontinente bastante más plural de lo que creen los liberales auténticos.
Al parecer de don Mario, se habría descubierto otro espécimen de izquierda (el ‘vegetariano’), bastante más potable y “con el que casi simpatizan” los autores y que estaría encarnado por Lagos, Bachelet, Lula, Tabaré, García y Ortega. Toda “esta izquierda ya dejó de ser socialista en la práctica y es, en estos momentos, la mas firme defensora del capitalismo –mercados libres y empresa privada- aunque sus líderes, en su discursos rinden todavía pleitesía a la vieja retórica (...). Y, felizmente, se han resignado a la democracia y al mercado”. Y ¿cómo no van a simpatizar estos genuinos autores liberales con ese tipo de gobiernos, cuando vienen profundizando a pie firme el esquema económico liberal, pero con bastante más astucia política que lo que pudieran haberlo hecho los partidos de su preferencia (como UN-PPC, por referirnos al caso peruano) y que en la mayoría de países no habrían podido sobrevivir –dadas las condiciones sociopolíticas- ni seis meses con su aséptico programa aplicado a rajatabla? Con lo que nuestro reseñador parecería entrar en una leve contradicción, porque en ese caso gran parte del continente estaría en la línea correcta, ya que la mayoría de gobernantes estarían buscando “el verdadero progreso, (que) es inseparable de una alianza irrompible de dos libertades, la política y la económica, en otras palabras de democracia y mercado”. ¿No importaría, pues, que sigan siendo democracias ‘delegativas’ (a la O’Donnell) y que en nuestros peculiares mercados libres unos pocos sigan siendo mucho más iguales que otros?
Entre las muchas incoherencias que cometen los autores respecto a sus ídolos liberales clásicos y modernos, veamos unos pocos ejemplos, extraídos de su Manual de 1996. En primer lugar, idolatran la experiencia de ‘desarrollo’ del Japón y los Tigres Asiáticos, que nombran infinidad de veces, desconociendo explícitamente que ahí el Estado dirigista y hasta totalitario, en alianza con las ‘oligarquías’ (keiretsu en Japón y chaebol en Corea) que tanto critican, desarrollaron exitosos planes de desarrollo –generalmente quinquenales- en que se buscó generar ventajas comparativas dinámicas, en que se ‘seleccionaron ganadores’ (políticas sectoriales), se restringió la actividad política y la sindical, se manipularon los precios básicos de la economía, etc. Los autores también defienden al FMI, cuando sus ídolos lo han desahuciado hace tiempo. Por añadidura plantean explícitamente la necesidad de desarrollar los pequeños mercados internos que le darían una mayor estabilidad a la economía, sin menospreciar las exportaciones, que es un tema tabú para el dogma neoliberal. Anexo a ello, finalmente, propugnan una mayor diversificación de las exportaciones –de materias primas a productos industriales o servicios- y de los mercados de destino. Etcétera. Y es aquí donde se destapa con más claridad aún el diletantismo de los autores, interpretando la palabreja sin el sentido peyorativo que generalmente se le atribuye, sino valorándolos como serios pensadores aficionados o amateur y generalistas (como debe ser cuando se trata un tema tan complejo y amplio), que no son –ni me imagino que pretendan fungir como tales- especialistas o profesionales en la materia.
¿Podemos extirpar la idiotez de la mente latinoamericana?. Ciertamente, porque los autores -en un capítulo final- han incorporado “una pequeña biblioteca para desidiotizarse (sic) y alcanzar la lucidez política (sic al cuadrado)”. Contiene ésta a los principales “clásicos del pensamiento liberal” – Friedrich von Hayek, Sir Karl Popper y Ludwig von Mises- hasta los más recientes, aún plebeyos, como Gary Becker y Milton Friedman, por nombrar algunos de una heterogénea variedad de campos. Si esos grandes filósofos y economistas leyeran el manuscrito se revolcarían en su tumba o los enterrarían en ellas, dadas las incoherencias que el trío comete respecto a ese pensamiento liberal. Y es que no pueden embutirse en un mismo saco a los pensadores de la Escuela Austriaca (los ‘clásicos’) con los de la Escuela de Chicago (que son neoclásicos), porque la filosofía social y política, la teoría del conocimiento y de la ciencia, la metodología de investigación y, sobre todo, la concepción de la ciencia económica de ambas escuelas son absolutamente irreconciliables. De manera que el trío no parece haber digerido suficientemente la bibliografía que recomiendan, a no ser que estén equiparando ambos enfoques porque creen en la democracia representantiva y la economía de mercado. Pero, en ese caso, comparten esos ideales con la mayoría de escuelas económicas contemporáneas, desde los neo y postkeynesianos, pasando por los institucionalistas y neoestructuralistas, hasta llegar a los ofertistas y el ‘Otro Canon’.
Por lo que mi recomendación es que los liberales –para ser consistentes- se plieguen a uno solo de tales paradigmas liberales si quieren “alcanzar la lucidez política” y la coherencia científica. Si se alinean con la Escuela Austriaca, en efecto, los ‘clásicos’ nombrados son lectura obligatoria y después tendrán que estudiar a los representantes neo-austriacos como Israel Kirzner, Ludwig Lachmann y Murray Rothbard. Si prefieren la otra escuela –propiamente Neoclásica- deben comenzar con los clásicos de esa tendencia (Alfred Marshall, Frank Knight y Jacob Viner), para seguir luego con Becker-Friedman y la miríada de seguidores jóvenes que hoy poseen el dominio prácticamente monopólico en las universidades de todo el mundo, no solo en la de Chicago.
Pero si, como el suscrito, no están de acuerdo con ninguno de ellos, para lo que sí hay que ser muy idiota por no acomodarse a la moda liberal, pueden seguir el solitario camino de autores tan heterodoxos como Joseph Schumpeter (el más grande economista austriaco del siglo XX), Michal Kalecki, John Maynard Keynes, Gunnar Myrdal, John Kenneth Galbraith, Alfred Hirschman y, entre los contemporáneos -que se ignoran y silencian por parte de quienes poseen La Verdad del Pensamiento Único- a Ha-Joon Chang, Carlota Pérez, Eric Reinert, Dani Rodrik, Jaime Ros, y similares. No puedo asegurar, sin embargo, que con ello alcance usted la ‘lucidez política’ que promete el luminoso recetario de la trinca de diletantes.
Macroeconomía:¿Nada de que Preocuparse?
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A pesar de una generalizada percepción que actualmente no hay motivo de preocupación alguna en cuanto al manejo macroeconómico en el Perú y a pesar que suene a aguafiestas, quisiera reiterar que sí existen algunos aspectos que debieran llamar por lo menos a una mirada más cuidadosa; me refiero por ejemplo a la política fiscal.
Si miramos el resultado económico del sector público no financiero desde el 2001, el déficit se ha venido sostenidamente reduciendo llegando inclusive a obtenerse un superávit fiscal en el 2006 equivalente a un 1.9% del PBI. Aunque debemos anotar que este último resultado se logra por el crecimiento del PBI, las cotizaciones altas de los minerales que exportamos y una limitada capacidad de ejecución del gasto público, a partir de esta limitación se explica la efectivización el año pasado de sólo el 38% del denominado shock de inversiones; no obstante esta restricción –aún no superada- no solo por parte del gobierno central sino también de los gobiernos subnacionales, resulta curioso -con un presupuesto vigente- la proliferación de iniciativas de mayor gasto en la forma de créditos suplementarios: Uno recién aprobado en la Comisión Permanente del Congreso y otro por S/.2,000 mills más en Abril próximo.
Pero este resultado económico (convencional) del sector público no financiero nos puede llevar a error si queremos ver el efecto de la política fiscal en la demanda y en la sostenibilidad fiscal; así, una reducción del déficit se puede deber a variaciones en los ingresos que no responden a decisiones de política de la autoridad económica sino a cambios en el contexto económico, por ejemplo (como ocurre ahora) un PBI en alza que genera más recaudación o mayores precios internacionales de materias primas que tienen similar efecto en el ingreso tributario. Entonces se debe restar el efecto de la actividad económica y/o de los mayores precios de nuestras exportaciones de los ingresos fiscales lo que nos conduce al denominado resultado económico estructural. Siguiendo esta idea desde el 2001 ha venido reduciéndose el déficit estructural hasta el año pasado. (Anótese que en el 2006 no obstante existir un superávit fiscal nominal de 1.9% del PBI este equivalió a un déficit estructural de 0.3% del PBI).
Pero si queremos medir el carácter expansivo o contractivo de la política fiscal debemos mirar el cambio en el resultado primario estructural (también llamado impulso fiscal) , que no es más que el resultado económico estructural una vez deducidos los intereses de deuda: y lo que vemos es que desde el 2001 hasta el año pasado en la mayor parte del periodo este déficit estructural se ha venido reduciendo, habiendo existido en dicho periodo un claro proceso expansivo del PBI, se define de esta forma un impulso fiscal negativo, configurando esto una política fiscal contracíclica. Y esta última es deseable porque permitiría en el futuro, cuando nos encontremos en la fase contractiva del ciclo económico, morigerar las contracciones del gasto. El caso es que si se mira las proyecciones para el 2007 y 2008 la orientación de la política fiscal cambia sustantivamente: la política fiscal sería procíclica, esto es, se produciría un impulso fiscal positivo en medio de la expansión del PBI en dicho periodo, incrementándose así la volatilidad de éste. Esto no importa? No hay nada que discutir cuando el Ministro de Economía justifica la necesidad de gastar más con el simple argumento de la expectativa de una importante recaudación en la regularización del pago del impuesto a la renta? Porque no adoptar una mucho más moderada expansión del gasto en la perspectiva de contar con un mayor Fondo de Estabilización Fiscal que en el futuro podría servir para atenuar la reducción del gasto público cuando entremos en la fase de declive del ciclo económico?
Como ya lo he venido señalando desde hace algunos meses cuando se aprobó el Marco Macroeconómico Multianual, creo que debe revisarse el carácter procíclico que está adoptando la actual política fiscal; gastar más simplemente porque hay más ingreso fiscal creo que además de generar una indeseada mayor volatilidad del PBI y un probable ajuste más severo del gasto cuando se acabe el ciclo expansivo, configuraría, que duda cabe, un manejo cortoplacista de las finanzas públicas.
Derechos Laborales para el Desarrollo Económico
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En el debate de la Ley General del Trabajo, el neoliberalismo económico sostiene que hay que reducir los costos que representan los trabajadores. Proponen eliminar la CTS, recortar las vacaciones y gratificaciones y mantener a los trabajadores sin derechos básicos para que no pueden reclamar nada. Olvidan que los sueldos y salarios sustentan la demanda y que buenas relaciones laborales son un aliciente para el trabajo y la productividad.
Cómo hay millones de trabajadores, es su gasto en alimentos, ropa y vivienda lo que permite que miles de empresas hagan negocio y millones de informales se ganen la vida. Los trabajadores compran alimentos en el mercadito, gastan en ropa en Gamarra y compran ladrillos y cemento para mejorar su casa. Gracias a ellos, el bodeguero y el agricultor tienen su ingreso y la ladrillera vende y puede contratar más trabajadores. Gracias a ellos, el agricultor puede usar mejores semillas la próxima temporada y la ladrillera puede invertir en otro horno de producción. Son los sueldos y salarios los que sustentan el mercado interno del que viven las pequeñas y medianas empresas. Pero debido a la inexistencia de derechos laborales los salarios no han aumentado en los últimos años, el mercado para las pymes se ha mantenido reducido y les es difícil progresar. Y son las pymes las que generan la mayor parte del empleo en el Perú.
Buenas relaciones en el trabajo son además un aliciente para el trabajo. Los peruanos trabajamos muchas horas. Los empresarios usan una herramienta fundamental para asegurar nuestro esfuerzo: el miedo a ser despedido y perder el trabajo, que es tan difícil de conseguir. Pero el miedo no funciona cuando se trata de buscar nuevas ideas para aumentar la productividad, de trabajar en equipo para solucionar problemas difíciles y de avanzar en tecnología e innovación. Para eso hay que ganarse la buena voluntad de los trabajadores, reconocer sus derechos, promover su capacitación y compartir las ganancias obtenidas por la mayor productividad. -- D(["mb"," Los derechos laborales, incluyendo la sindicalización y la negociación colectiva, son básicos para la democracia pero pueden también ser un punto de apoyo al desarrollo económico. La Ley General de Trabajo debe responder a ello.\n Los derechos laborales, incluyendo la sindicalización y la negociación colectiva, son básicos para la democracia pero pueden también ser un punto de apoyo al desarrollo económico. La Ley General de Trabajo debe responder a ello.
Patrulleros:Todo estaba bien
Escribe Pedro Francke
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Cuando cualquiera de nosotros compra un carro, busca una combinación de precio y calidad que le acomode, porque si nos encaprichamos con un determinado modelo nos puede salir muy caro. El Ministerio del Interior se encaprichó con un modelo. Es algo común en las compras del estado porque es la forma de hacer trafa sin quebrar la ley: licitación con un solo postor.
Pero ojo: hay dos partes en este asunto. Si alguien en el estado es responsable de haber aprobado el sobreprecio, también hay una empresa privada que abusó de su posición monopólica. Resulta difícil pensar que es por pura casualidad que fue precisamente esa empresa, y no otra, la que resulta beneficiada.
La solución del gobierno al caso es renegociación del contrato. Pero la negociación es poco transparente y si el precio final es un millón más o un millón menos, eso depende sólo del negociador, sin que los ciudadanos podemos verificar que no hay tratos bajo la mesa. La negociación, en casos como éste, puede parecerse mucho al negociado.
Al iniciarse la Reforma del Estado, esta compra de patrulleros revela el serio problema de la corrupción en las compras públicas. El gobierno ha reaccionado diciendo que todo se hizo bien, que no es culpa de nadie, y que ahora va a renegociar con los mismos que habían arreglado todo para llevarse 5 millones de nuestros bolsillos. No huele bien.
La licitación debe anularse. Las leyes de compras públicas deben asegurar competencia. Hay que aumentar la transparencia, informando a la ciudadanía, que en este caso ha impedido que se consumen los hechos. Hay que establecer una nueva iniciativa anti-corrupción. Si se quiere empezar la Reforma del Estado con buen pie, no hay otro camino
Nueva Publicación en Internet
DELIVERING ON THE PROMISE OF PRO-POOR GROWTH
Insights and Lessons from Country Experiences
Timothy Besley and Louise J. Cord, Editors
A copublication of The World Bank and Palgrave Macmillan - 2007
Washington DC USA
Available online as PDF file [270p.] at: http://siteresources.worldbank
This book contributes to the debate on how to accelerate poverty reduction by providing insights from studies of eight countries that have been relatively successful in delivering pro-poor growth: Bangladesh, Brazil, Ghana, India, Indonesia, Tunisia, Uganda, and Vietnam.
It integrates growth analytics with the microanalysis of household data to determine how country policies and conditions interact to reduce poverty and to spread the benefits of growth across different income groups.
Content
1. Overview Louise J. Cord
2. How Indonesia Connected the Poor to Rapid Economic Growth - C. Peter Timmer
3. The Policy Origins of Poverty and Growth in India - Timothy Besley, Robin Burgess, and Berta Esteve-Volart
4. Explaining Pro-Poor Growth in Bangladesh: Puzzles, Evidence, and Implications Binayak Sen, Mustafa K. Mujeri, and Quazi Shahabuddin
5. Pro-Poor Growth in Vietnam: Miracle or Model? Rainer Klump
6. Ghana: The Challenge of Translating Sustained Growth into Poverty Reduction Ernest Aryeetey and Andrew McKay
7. Uganda's Experience with Operationalizing Pro-Poor Growth, 1992 to 2003 John Okidi, Sarah Ssewanyana, Lawrence Bategeka, Fred Muhumuza
8. The Success of Pro-Poor Growth in Rural and Urban Tunisia Mohamed Hédi Lahouel
9. Human Capital, Inequality, and Pro-Poor Growth in Brazil Naércio Menezes-Filho and Lígia Vasconcellos
El Libre Comercio a la Mexicana
La República
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Muchas personas creen por acto de fé que la apertura y la reducción de los aranceles (los tratados de libre comercio) lleva automáticamente a los países a un mayor crecimiento económico. La realidad sin embargo ha mostrado que esto no es necesariamente así. Ha sido ampliamente demostrado que países que abrieron sus economías y se especializaron en materias primas redujeron en muchos casos sus estándares de vida, cosa que no sucedió con aquellos que se especializaron en bienes y servicios industriales. Por eso es que una corriente del pensamiento económico ha argumentado que el tipo de especialización productiva determina el crecimiento, es decir hay actividades económicas que crean más valor que otras.
Un caso sin embargo inédito hasta el momento es el Mexicano. México se abre a los Estados Unidos y al Canadá a través del NAFTA. Fruto de esa apertura y de su inserción, crecen espectacularmente sus exportaciones y cambia dramáticamente la composición de las mismas. Las exportaciones primarias que representaban a comienzos de los 90´s el 50% del total, llegan a representar el 12% a comienzos del 2000. De otro lado, las exportaciones industriales que solamente constituían el 14% del total en los 90´s, terminan siendo el 40% en el 2000. Con tan dramático cambio en su especialización productiva –produciendo una mayor proporción de productos industriales- cualquiera estaría tentado a aseverar que el crecimiento económico y el ingreso per cápita de México debieran haber sido espectaculares.
No hay duda que la realidad se encarga de destruir cualquier cosa que se acepta sin condicionamientos o como actos de fé. Un reciente estudio ha demostrado – todas las demás variables que explican el crecimiento positivo de México constantes- que por cada punto porcentual de aumento en las exportaciones industriales después de la firma de su TLC, se ha originado un descenso de 0.09% en su ingreso per cápita[2]. Es decir especializarse en producir bienes manufactureros les reduce sus ingresos per cápita. ¿ No destruye esta evidencia empírica las teorías que decían que era preferible producir productos industriales que materias primas? ¿Porqué una especialización productiva basada en productos industriales impacta negativamente en el ingreso per cápita?
Tres argumentos nos ayudan a explicar el desempeño negativo de la producción manufacturera Mexicana en su ingreso per cápita: 1) los escasos eslabonamientos internos e interindustriales de su producción manufacturera con las empresas locales, lo cual no propaga los beneficios al resto de la economía, 2) el escaso acompañamiento de valor agregado en cada actividad específica y en todo el sistema productivo, y 3) el crecimiento basado en su mano de obra barata.
Tan increíble como pueda parecer, sí México se hubiera especializado en exportaciones basadas en sus recursos naturales (materias primas) en vez de manufactureras como las que tiene hoy día, su ingreso per cápita hubiera aumentado mucho más del moderado incremento que observó.
En este sentido, más importante que el tipo de especialización productiva en el crecimiento del ingreso per cápita es el modo de inserción de las actividades económicas en la economía, su articulación, creación de valor agregado sistémico y sus fuerzas de diseminación sobre el resto del país. Si hay pocos eslabonamientos, alta propensión a importar y generación limitada de valor agregado, su impacto será poco relevante y hasta negativo. Tomemos consciencia de esta experiencia para que esto no suceda en el Perú.
No es necesario endeudarse para gastos en Defensa
Educación: Demasiado Mala,Demasiado Buena
Javier Iguíñiz Echevarría.
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