Fernando Eguren/ enero 4, 2010
Presidente del CEPES
Con acierto, el ministro de Agricultura, Rafael Quevedo, declaró hace pocos días que daría prioridad a la ganadería en la Sierra.
¿Cuán importante es la ganadería para la economía campesina? Tomando en sentido amplio el término de ‘campesino’ como todo trabajador rural poseedor de 10 hectáreas o menos, es claro que la ganadería tiene una gran importancia. Ellos son, según el último Censo Agropecuario de 1994, cerca de 1.5 millones de familias, y representan el 85% del total de explotaciones agropecuarias. En el 48% de estas pequeñas explotaciones se crían vacunos, en el 39% ovinos y en el 37% porcinos. En cuanto a los camélidos, en las explotaciones de pequeños pastores, con áreas menores de 10 Has, se criaban el 59% de llamas y el 44% de las alpacas.[1] Según una fuente, en el altiplano puneño el 98% de los hogares rurales poseen ganado.[2]
Pero la ganadería campesina no es sólo importante para estas familias, sino para el país, pues concentra un gran porcentaje del acervo ganadero del Perú. Siempre según el Censo de 1994, el 68% del ganado vacuno estaba en manos campesinas, así como el 67% de ovinos y el 79%.
La ganadería cumple múltiples funciones para los campesinos. Además de restituir la fertilidad de los suelos de cultivo gracias al estiércol y de proporcionar tracción y transporte animal, representa un ingreso económico importante. También cumple función de ahorro y de capitalización, y de garantía para acceder a créditos. Abastece de alimentos a la familia y de materia prima para la artesanía. Permite, asimismo, amortiguar los riesgos de la agricultura.[3]
Por lo general, el conocimiento de cómo funciona la economía campesina lamentablemente no ha caracterizado nunca al Ministerio de Agricultura. Ello ha contribuido a que varias iniciativas que expresaban cierta voluntad de apoyar el desarrollo rural de la sierra hayan finalmente fracasado. Fracasó el Plan de Desarrollo Agrario de la Sierra de 1988, durante el primer gobierno de Alan García; fracasó el tardío proyecto Sierra Verde de Fujimori; el programa Sierra Exportadora de este segundo gobierno del Apra se está extinguiendo sin logros destacables. Ninguno de ellos valoró la importancia de la ganadería. Cuando ha habido intentos de apoyarla, han sido experiencias episódicas sin impactos significativos.
El ministro Quevedo aún no ha dado mayor explicación sobre en qué consiste su propuesta. Puede resultar finalmente en un saludo a la bandera, pues en el medio año que falta para el cambio de gobierno poco se puede hacer.
Queda por saber si los candidatos a la Presidencia de la República recogerán la iniciativa.
[1] La realización de un nuevo Censo agropecuario es urgente, indispensable para la definición de políticas adecuadas para el desarrollo rural.
[2] Mario Tapia, “La ganadería en el altiplano de Puno”. En Perú: el problema agrario en debate. SEPIA XII. Lima, 2008.
[3] Bernardo Fulcrand, “Las dos zootecnias y el desarrollo agropecuario en el Perú”. En Perú: el problema agrario…. Op.Cit.