Félix Jiménez
Economista Ph. D.
Profesor Principal de la PUCP
Alan García se jacta del actual crecimiento económico, pero no dice que él recibió un país en crecimiento y que este fue estimulado durante su gobierno por el aumento significativo de los términos del intercambio. No es mezquindad si digo que no hay nada nuevo y bueno en materia de estabilidad macroeconómica que se deba su gestión. Heredó una cuenta fiscal saneada y una bajísima inflación, con un nuevo esquema de política monetaria y un mercado organizado de deuda pública interna en soles que se adoptaron en los años 2002-2003. Pero, como aventajado seguidor del fujimorismo económico y político, enajenó, al igual que su antecesor, la soberanía del Estado sobre nuestros recursos naturales, y profundizó el modelo neoliberal primario exportador, desindustrilizador y terciarizador de la economía.
El gobierno de Alan García nos dejará una economía más vulnerable y dependiente de factores externos, menos industrial y más productor de servicios de bajísima productividad, y con una distribución del ingreso más desigual y, por lo tanto, más expuesta al conflicto social. Las razones son las siguientes:
- Aumentó la penetración de las importaciones, afectando a la producción industrial y agrícola. Sus causas son los tratados comerciales y las rebajas arancelarias (como la reciente que reduce el promedio arancelario a solo 3.5%). Toledo dejó un porcentaje promedio de importaciones respecto al PBI (ambos en términos reales) de 17.5% y García nos deja un promedio de 20.8%. En materia de exportaciones la gestión de García es solo beneficiaria de los precios altos de las materias primas. El porcentaje promedio de exportaciones con respecto al PBI fue de 19.4% en el gobierno de Toledo y de 19.8% en el gobierno de García. La enorme vulnerabilidad a la caída de los términos del intercambio, es obvia.
- La industria no primaria mantiene su baja participación de cerca de 12% en la generación del PBI. El crecimiento es liderado ahora por el Comercio y Otros servicios —además de la Construcción— que en conjunto representan el 63.0% del PBI. Estos dos sectores y la Construcción son los que más crecieron durante el período 2005-2009: 37.8%, 30.9% y 65.4%, respectivamente, mientras el PBI creció a la tasa de 20.9%.
- El crecimiento no se sustenta en aumentos sostenidos de la productividad y, por lo tanto, no conduce a ganancias de competitividad. En los sectores de Comercio y Otros servicios trabaja el 77% de la PEA en empresas de 1 y 10 trabajadores de baja calificación y donde el ingreso promedio mensual se ubica entre 600 a 650 soles.
- Esta manera de crecer acrecienta la desigualdad de ingresos y, por ende, alimenta el conflicto social. Mientras el PBI y las exportaciones resales per cápita crecieron en el período 2000-2008, en 47.2% y 69.1%, respectivamente, los salarios reales promedio decrecieron 10.0%.
- El modelo neoliberal es exportador neto de capitales. Entre enero de 2006 y setiembre de 2010, los capitales extranjeros expatriaron utilidades por casi 37 mil millones de dólares y solo ingresaron como inversión extranjera directa cerca de 27 mil millones de dólares. La reciente integración de los mercados de capitales de Perú, Chile y Colombia, reduciendo el impuesto de sus ganancias a 5%, amplían las posibilidades de salidas de capitales.
Primero nos dejo la hiperinflación ahora nos deja una economía más vulnerable y más dependiente de los mercados externos. «En lo que el hombre ejecuta — dice Stuart Mill — se funda su derecho a la consideración pública».