Canadá como ejemplo para los EE.UU.
Luis Gamero Russo
Mientras casi todos los colegas escriben sobre los planes y programas de los dos candidatos a la Presidencia del Perú, permítanme comentar sobre el milagro económico canadiense de los años 90, ahora que he regresado a este país por razones médicas, y coincidiendo con que la perspectiva crediticia estadounidense ha sido revisada a la baja.
Como se ha visto con mucha frecuencia, los países que siguen políticas fiscales derrochadoras, incurriendo deudas crecientes, finalmente terminan estrellándose contra la pared – tal como ha sucedido últimamente con Islandia y los países del llamado Club Med europeo. Pero también los EE.UU. parecen estar cayendo en esta situación. Veamos.
Canadá se estrelló contra la pared hace casi veinte años, cuando su deuda pública y déficits fiscales se volvieron muy difíciles de revertir (70% y 6% del PBI, respectivamente). Los gobiernos canadienses anteriores, tanto de Liberales como de Conservadores, venían gastando y endeudándose como locos. Y similares acciones en los EE.UU. de ahora pueden estar generando una falsa sensación de prosperidad, pero como cualquier canadiense de a pie les diría: “there is no free lunch”.
Canadá no solo sufrió la vergüenza de sucesivas rebajas en su calificación crediticia, sino también la inestabilidad recurrente de sus mercados financieros que trababan la actividad económica normal. El gobierno Liberal que entró a gobernar en 1993 se pasó los siguientes cinco años promulgando duras medidas de reducción del déficit fiscal, con una combinación de aumentos tributarios, salvo algunas reducciones en impuestos directos para incentivar el ahorro y la inversión, y reducciones en el gasto público federal.
El Ministro de Finanzas de entonces, Paul Martin, fue tan exitoso en reducir el déficit fiscal y en revertir la adicción canadiense a un “gobierno grande” que ha sido ahora contratado como asesor de la coalición británica de David Cameron. ¿Acaso algún ex secretario del Tesoro Americano ha recibido alguna oferta similar? Claro que no.
Justamente ahora que el mundo desarrollado está en búsqueda de guías en integridad fiscal, Canadá se ha convertido en el “modelo” a seguir. Después de muchos años de financiamientos masivos de sus déficits fiscales, entre la última parte de los sesenta hasta comienzos de los noventa, Canadá se encontraba en una situación parecida a la de un alcohólico y drogadicto con pocas esperanzas de redención. Pero fueron necesarias varias rebajas del riesgo crediticio del país, así como constantes inestabilidades financieras y caídas de la cotización de su moneda, para empujar a sus políticos a la acción definitiva. Y Canadá se ha convertido así en un ejemplo para los países altamente endeudados de que la corrección fiscal y la reducción de la relación estructural entre deuda y PBI son posibles.