El Mercado Internacional ... y la bella durmiente

lunes, 1 de septiembre de 2008


Luis Gamero Russo (*)

En esta época en que se suele criticar exageradamente al mercado porque supuestamente no funciona, vamos a sostener lo contrario, el mercado sí funciona. Para lo cual nos referiremos a la situación actual del mercado internacional de las principales materias primas. Y para ahondar un poco más en el análisis económico, veremos también la relación del mercado internacional con la política monetaria de los bancos centrales.

¿Han notado que en las últimas semanas, el precio del petróleo viene bajando? ¿Y también el del cobre? ¿Y el del zinc?

Esto se debe a que la mayoría de los países demandantes están reduciendo su consumo a causa de una desaceleración de sus crecimientos económicos. Según el FMI, esto está sucediendo claramente en la zona Euro, los EEUU, Japón y China. El PBI de la zona Euro crecería 1,7% en el 2008 y 1,2% en el 2009. Igualmente se están reduciendo los estimados de crecimiento para los EEUU, Japón y China. Ante esta perspectiva de menor crecimiento económico y menor consumo de materias primas en las principales economías del mundo, bajan los precios. Así de simple.

Ahora, esta nueva tendencia a la baja en los precios de las principales materias primas está produciendo ciertos efectos para las políticas monetarias de los principales bancos centrales del mundo, al menos temporalmente. Veamos dos ejemplos:

En los EEUU, por ejemplo, la FED (la Reserva Federal) decidió en su última reunión no aumentar su tasa de interés de referencia a pesar de un temido rebrote de la inflación, como venía acaeciendo hasta antes de la inflexión de los precios a la baja. En otras palabras, esta nueva tendencia de precios a la baja alivia la presión en las expectativas inflacionarias y, por lo tanto, termina por hacer la labor antiinflacionaria que le correspondería hacer a la política monetaria mediante una subida en las tasas de interés, pero con efectos más inmediatos en la economía real y sin sus consecuencias recesivas. Esto es un alivio para la FED pues los indicadores recesivos de los EEUU, sobre todo el desempleo, continúan agravándose y una subida de tasas de interés hubiera sido contraproducente.

En el Perú, también el Banco Central (BCR) ha tenido una reacción similar aunque en circunstancias diferentes. A nuestro entender, el ente emisor se había quedado “dormido” y se había retrasado en la subida de su tasa de referencia en términos reales, y venía más bien reaccionando ex-post y no anticipándose al fenómeno inflacionario, como debería ser. Esta nueva tendencia a la baja en los precios de las materias primas alivia en parte este retrazo. Por un lado, porque reduce presiones inflacionarias especialmente por el menor costo del petróleo importado, y porque desmejora, por otro lado, la balanza comercial sobre todo por los menores precios de los minerales de exportación.

Estos dos efectos, conjuntamente, han significado también un alivio para el BCR ya que la subida necesaria en la tasa de referencia real (para frenar expectativas inflacionarias y consumo privado) se ha visto menguada. Y conociendo a la “bella durmiente”, no es de extrañar, pues, que en su última sesión haya decidido una menor subida de la tasa de referencia que lo que hubiera sido necesario de continuar al alza los precios de las principales materias primas.

Similarmente al caso de los EEUU, los menores precios internacionales de las principales materias primas terminan por “hacerle la camita” al ente emisor peruano, al menos mientras dure la tendencia bajista.

(*) MPA, Harvard

Actualidad Económica del Perú

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