El Nacimiento del Neo Mercantilismo

sábado, 27 de septiembre de 2008


Primera Parte
Bruno Seminario

Después de su memorable intervención, preguntó el Senador al Secretario del Tesoro quién asumiría las pérdidas si éstas llegaran a producirse. Como respuesta recibió de un nervioso Paulson un balbuceo apenas inteligible: “el gobierno”. No satisfecho, el inquisitivo Senador, replicó: ¿Y, quién financia al gobierno? Contestó Paulson: “los contribuyentes”.
Quien hacía las preguntas, era el senador republicano de Kentucky, Jim Bunning, al finalizar su intervención, ante el Comité de Banca de los Estados Unidos. Asistía, el perspicaz representante, a una sesión urgente, solicitada por el Presidente del Banco Central, Ben Bernanke, y el Secretario del Tesoro, Henry Paulson,en el mes de julio del presente año. En ella, las principales autoridades económicas de los Estados Unidos,habían reclamado a los senadores ahí reunidos poderes extraordinarios para comprar montos no especificados de la cartera de inversions de Fannie Mae, Freddie Mac e Indi Mac.
Aunque esta extraordinaria discusión tuvo lugar hace ya tres meses, hemos decidido con ella este breve resumen, para que el lector pueda apreciar , el gran plazo que existe entre la declaración de la crisis y el momento en que las autoridades económicas se enteran de los probables problemas, y apreciar la gran brecha que existe entre la información con que cuentan los especialistas y el público general. En el mes de julio, prevalecía en el mercado aún una visión optimista y complaciente de la crisis internacional.
¿Hubieron inversionistas capaces de imaginar los portentos que repletado los titulares de la prensa internacional en estas últimas dos semanas? Probablemente los hubo, pero fueron bastante pocos. Para el autor del informe que sobre la crisis aparece en el Economist, la atmósfera que prevalece en los mercados posee características subrealistas. Después de todo no es muy común , incluso en nuestros tiempos, que tantas cosas ocurra en tan poco tiempo: la nacionalización de Fannie Mae y Freddie Mac, la bancarrota de Lehman Brothers, la venta de Merrill Lynch´s, la intervención de AIG, la desaparición de la Banca de Inversión en Estados Unidos, la liquidación y venta de Walnut, la parálisis mas o menos generalizada del crédito en Estados Unidos, la quiebra de importantes bancos en Inglaterra, el dramático anuncio por parte de Paulson de un gigantesco plan de rescate financiero que hasta nadie conoce cómo será financiado, etc.
Cuando comenzaba a escribir este breve artículo recordaba, porque no cesa de asombrarme, con cuan poca información vivíamos a finales de los1980s, . Sin Internet teníamos que conformarnos con las noticias que diseminaban las principales agencias de noticias, los titulares de la prensa nacional, y, con la lectura ocasional de algún informe publicado por la CEPAL, el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional; pero ahora que podemos leer el mismo día las noticias que aparecen en los principales diarios del mundos, consultar las opiniones de distinguidos especialistas o estudiar las estadísticas que nos resumen la trayectoria de los principales indicadores del mundo , puedo reparar que no por eso disminuye la confusión y este hecho probablemente nos debe asombrar aún más.
Hay, sin duda, demasiada información pero también no parece ayudarnos, de ahí que decidimos ignorarla. Como no sabemos cómo usarla decidimos ignorarla. Sin embargo, todo parece indicar que esta prudente estrategia puede llevarnos nuevamente a un nuevo desastre económico. Podemos estar seguros que lo acaba de ocurrir en Estados Unidos afectará negativamente a todos economías del mundo en los próximos diez o quince años. Parece evidente que el Mundo ingresa a una nueva fase de desarrollo , que el periodo que se inició a finales de los 1970s, con la desregulación y programas de privatización en las principales economías del mundo, la revolución de la información, el derrumbe de la Unión Soviética, el predominio del capital financiero, y, la globalización , termina, finalmente.
¿Denominarán, acaso, los historiadores del siglo XXII, Neo Mercantilismo a la nueva fase del capitalismo? ¿Cuáles pueden ser sus características del nuevo orden que parece estar por emerger? ¿Puede volver a colapsar la globalización o ésta es un fenómeno irreversible? ¿Cuáles son los escenarios más probables de corto y mediano plazo? Especialmente, ¿Cómo pueden afectar los estos nuevos desarrollos a Estados Unidos, Asia, y, la Unión Europea? ¿Qué opciones se cierran para el Perú y América Latina? ¿Qué nuevas posibilidades pueden nacer de toda esta confusión? ¿Qué políticas económicas son apropiadas para enfrentar las nuevas circunstancias y amortiguar el impacto de los nuevos cambios? Es obvio que no podemos contestar aún estas preguntas, ya que los eventos acaban de ocurrir; a pesar de ellos podemos afirmar conseguridad , que podemos hacernos nuevamente este tipo de preguntas. De hecho,en el momento, actual , podemos encontrar en el internet, a muchos personajes del mundo académico en Estados Unidos – especialistas, en relaciones internacionales y políticos --- que comienzan a discutir las características del nuevo orden que puede emerger como consecuencia de esta crisis.
A pesar de las discrepancias, hay un curioso denominador en todas estas discusiones. En primera lugar, parece extenderse la opinión de gradualmente , Estados Unidos,puede perder como consecuencia de la crisis su papel central en el mundo, el cualingresaría a una nueva fase multipolar, En ella, probablemente, la economía mundial podría segmentarse en distintas áreas regionales, cada una dominada por una potencia . No hay nada inusitado en este desarrollos. De hecho un proceso similar al imaginado por estos académicos ya ocurrió en Occidente, a finales del siglo XVII, cuando la dinastía de los Habsburgo, desempeña el mismo papel que hoy desempeña Estados Unidos en el Mundo. En segunda lugar, todos estos investigadores parecen compartir la opinión, de que en el nuevo orden, disminuirá sustancialmente la importancia del Sector Financiero. También, que será necesario diseñar una nueva arquitectura financiera internacional, diferente a la que apareció a finales del segunda guerra mundial, y, a mediados de los años 1970s. En tercer, lugar el período de tránsito puede ser complicado, largo y peligroso, y, afectar a todas las naciones del mundo.

La Crisis Internacional y el Perú

martes, 23 de septiembre de 2008

Pedro Francke


Está fuertaza. En el lado financiero, la desconfianza es total. No es para menos, ya que miles de millones de bonos hipotecarios triple A resultaron valer nada: una especie de CLAE multiplicado por un millón. La quiebra de instituciones financieras no ha terminado y el crédito está paralizado. Los bancos del centro (EEUU) absorben capitales de la periferia (países en desarrollo) para poder sostenerse.



Socialismo de los ricos. La estatización de Fannie Mae y Freddie Mac es la más grande de la historia, apropiándose el gobierno EEUU de activos por 6´´000,000´000,000 de dólares. Siguen más intervenciones. La cantidad de dinero que está metiendo el gobierno EE.UU para rescatar a sus financieras es impresionante.



La crisis no es sólo financiera. Las economías gringa y europea ya están en recesión, que se va agudizar y no será corta. La paralización de crédito y la crisis inmobiliaria han detenido la construcción y el conjunto de la economía. Los impactos recesivos de la crisis financiera están en plena fase de expansión.



Primer golpe en Perú. El BCR ha vendido 1,500 millones de dólares en diez días para evitar un alza del tipo de cambio. ¿Se trata de especulación interna o salida de capitales? Está por verse si este movimiento implicará un recorte del crédito interno y la magnitud de éste. También está por verse como reaccionará el BCR y cuanto golpeará nuestro crecimiento.



Segundo golpe en Perú. Los precios de los metales han caído fuertemente antes de esta última agudización de la crisis, y caerán más. El cobre que llegó a estar a 4 dólares la libra, ahora está en 3.25. ¿Cuánto más caerán los metales? Sólo el oro sube en vez de bajar, porque sirve como refugio de valor ante la desconfianza en los bancos.



Menos gasto público. La caída de precios internacionales se reflejará en menos impuesto a la renta (30%) y menos canon regional y municipal. Valdivieso tiene pretexto para recortar el gasto público, aunque igual podría responder con más impuestos a los más ricos. Consejo a los gobiernos regionales y locales con canon: mejor guarden pan para mayo y no se apuren en gastar.



Tercer golpe en Perú. La demanda por exportaciones no tradicionales va a bajar. El TLC entrará en vigencia en el peor momento: cuando EEUU no quiere comprar sino vender. Paradoja anti-García: venderemos más textiles a la Venezuela de Chávez que a los EEUU!



Precio de los alimentos y petróleo abajo. La tendencia a la baja de estos precios ayuda al gobierno en la lucha antiinflacionaria. Gracioso del Castillo: cuando los precios internacionales suben, la inflación es externa; cuando los precios internacionales bajan, la inflación cae gracias al gobierno.



Con la guardia baja. Es verdad que tenemos muchas Reservas Internacionales, lo que nos ayuda. Pero la hiper-acelerada con apertura del gobierno ha llevado a un déficit externo que venía creciendo muy rápidamente. Por su imprudencia podemos irnos de narices.



¿Una nueva economía mundial? No, no es el fin del neoliberalismo. Es como la crisis de los Savings & Loans cuando Reagan. Solo es el fin de una burbuja financiera gigantesca, que requerirá una regulación financiera básica para estos intermediarios de bonos y titulizaciones que trabajaban sin supervisión prudencial. La siguiente década todavía veremos TLCs, movimientos de capitales y FMI.

Sobre la Crisis Que Se Viene

domingo, 21 de septiembre de 2008






ACTUALIDAD ECONÓMICA
Sobre la crisis que se viene y cómo evitarla
Félix Jiménez
Economista Ph. D. Profesor principal de la PUCP
La agudización de la crisis financiera internacional y sus efectos recesivos en la economía real de los países industrializados ya está repercutiendo negativamente en países como el nuestro. Se están reduciendo los precios de los commodities afectando el sector externo de nuestras economías y, como consecuencia, los capitales empiezan a salir generando presiones al alza del tipo de cambio.
Crecimiento económico y brecha externa
Según el gobierno, nuestra economía está blindada con reservas internacionales y superávit fiscal que le impedirá contagiarse de los efectos de la crisis internacional. Pero solo en las dos últimas semanas el BCR ha vendido más de mil millones de dólares para neutralizar los factores que ahora provocan la elevación del tipo de cambio. Sin duda, el gobierno apuesta a mantener estable el precio de la moneda extranjera quemando reservas (tenemos bastante, piensan), para así impedir la desaceleración del crecimiento económico y, por supuesto, por el temor a sus efectos inflacionarios. Hay también quienes piensan que la recesión internacional, a través de sus canales conocidos, atenuará el crecimiento de la demanda interna, por lo que sería contraproducente adoptar medidas monetarias y fiscales contractivas.
En ninguna de estas posiciones aparece el escenario de crisis del sector externo configurado por las propias políticas de este gobierno. Esta crisis, que ahora es larvada, sería la segunda más importante del modelo neoliberal, y de mayor envergadura que la primera ocurrida en 1998. El déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos aumentó de 3.1% en el primer trimestre a 4.5% del PBI en el segundo trimestre. Si este comportamiento creciente continúa, terminaríamos con un déficit equivalente al 6.8% del PBI, sin contar con los efectos de la caída de los precios de los commodities que, sin duda, continuará este semestre con el agravamiento de la crisis internacional. La primera crisis ocurrió con un déficit de 5.9% del PBI. Es verdad que el BCR tiene más reservas que antes, pero ahora las AFP tienen un amplio margen para expatriar nuestros ahorros. Este gobierno les aumentó el límite para sus inversiones en el exterior hasta 30%, no obstante que sus actuales inversiones no superan el 17%. Lo que sorprendería. Entonces, es el monto significativo de reservas que perdería el BCR para enfrentar la salida de capitales.
Las causas internas del deterioro externo
La actual brecha entre la demanda interna y el producto potencial, que ha dado lugar al desequilibrio externo y a presiones inflacionarias, es de exclusiva responsabilidad de este gobierno. Hay un factor externo que se sumó recientemente a la políticas internas y que son las responsables de los actuales desequilibrios macroeconómicos. Primero, se facilitó el crecimiento espectacular de los pasivos externos del sistema bancario que aumentó, en similar magnitud, el crédito doméstico en moneda extranjera. Con ello se aceleró el crecimiento de la demanda interna y, por lo tanto, el de uno de sus componentes, las importaciones. Recuérdese que el directorio del BCR aumentó la remuneración al encaje por los depósitos en moneda extranjera. Segundo, con este gobierno empezó a reducirse el tipo de cambio real, con lo cual también se incrementó la demanda interna, porque al abaratar las importaciones las hizo crecer más rápido que las exportaciones. Tercero, también se estimuló el crecimiento de las importaciones mediante las tres rebajas arancelarias; la última, la de marzo, con el argumento de bajar el componente importado de la inflación. Los efectos de estas reducciones no se circunscriben solo a contraer el superávit comercial, sino también dañaron a la industria nacional, reduciéndoles el mercado interno. Cuarto, el BCR aceleró el crecimiento de la demanda interna privada al dejar que disminuya significativamente la tasa de interés real de referencia, desde la segunda mitad del 2007. Este comportamiento de la tasa real no se revierte hasta ahora con los aumentos de la tasa nominal. Quinto, al crecimiento de la demanda interna impulsada por las políticas de este gobierno, se suma otro factor que exacerba el repunte inflacionario: la pérdida de credibilidad del BCR. La absurda reducción de la meta de inflación y la mezcla extraña de políticas para combatir el alza actual de precios (elevación de encajes y de la tasa de interés de referencia, y disminución de aranceles), han hecho que las expectativas inflacionarias se sitúen tres o más veces por encima de la meta de inflación.
La absurda contracción fiscal
Las medidas fiscales propuestas por este gobierno para prevenir la crisis (más por temor a los efectos de la crisis internacional) no afectan las causas de la brecha de demanda a producto potencial y del déficit en la balanza en cuenta corriente. La presión de demanda no proviene del sector público (cuyo tamaño, por lo demás, es ahora pequeño) sino del sector privado. Los que quieren recortar el gasto público en inversión repiten una receta conocida. El gasto público total representa solo el 10.8% de la demanda interna. El 89.2% corresponde al gasto privado. Además, cerca de la tercera parte del incremento de la demanda interna de los dos últimos años (33.1%) corresponde a importaciones. Es claro entonces que el exceso de demanda interna proviene del gasto privado, y parte importante de este gasto se desvía hacia las importaciones.
Por otro lado, los que le piden mucho (o solo) a la política monetaria creo que también están equivocados. La actual tendencia al desequilibrio externo requiere de otros instrumentos que sin duda deben también afectar a la demanda interna y, de paso, atenuar las presiones inflacionarias. Este desequilibrio es el problema central de la actual coyuntura. No hay que olvidar que con una crisis del sector externo, se refuerzan las presiones inflacionarias debido al overshooting cambiario que esta crisis general.
Las medidas
En conclusión, para prevenir la crisis del sector externo y abatir la inflación, hay que secar el crédito en moneda extranjera mediante una significativa elevación del encaje; hay que elevar la tasa de interés real de referencia; hay que reducir el límite de las inversiones de las AFP de 30% a 17%; hay que introducir una política fiscal contractiva mediante una mayor recaudación de impuestos directos, y no con la reducción de los gastos de inversión pública (el país necesita más educación, más salud, más carreteras, etc.); hay que limitar la importación de bienes suntuarios con un aumento de aranceles; hay que eliminar el subsidio a los combustibles a las empresas mineras; hay que fortalecer los programas sociales para morigerar el impacto de la inflación en la pobreza; y, con el mismo propósito, hay que elevar el salario mínimo para restituirle su capacidad de compra perdida con la inflación. En fin, hay que iniciar la modificación del estilo de crecimiento para hacerlo más justo y equitativo.
Este artículo lo puede leer también en: http://aeperu.blogspot.com
El martes no se pierda Actualidad Económica de Alan Fairlie.

La Asimetría de la Inflación por estratos en Lima, 2008

jueves, 11 de septiembre de 2008

Juergen Schuldt

Un cálculo simple, a partir de los datos de inflación del INEI por rubros y de los de la estructura del gasto mensual de los hogares de Ipsos Apoyo, nos permite determinar con cierta aproximación a las tasas anuales de inflación por estratos de ingreso.

Como es sabido la inflación anual en Lima Metropolitana fue del 6,3%, comparando agosto de este año con el mismo mes del año pasado. Sin embargo, si consideramos los patrones de consumo de las familias por niveles de ingreso, observaremos diferencias muy sustanciales en la inflación que ‘siente’ cada familia promedio.

En los extremos tenemos que, mientras la inflación del estrato alto (‘A) fue del 3,8%, de del más bajo (‘E’) fue de más del doble que aquella: 7,7%. Evidentemente, como los alimentos fueron los que más subieron, también fueron los estratos más bajos los que más inflación soportaron.



Agrande imagen con un click.

Como también es obvio, hay una correlación positiva entre las tasas de inflación y los niveles de desaprobación del presidente por estratos de ingreso (Ver Gráfico). Más aún, de acuerdo a la última encuesta del Instituto de Opinión Pública de la Universidad de Lima, para agosto de este año, el 49,6% de los limeños desaprobaban la gestión del presidente por el “alza de precios”.

Y, diferenciando por estratos de ingreso, ese porcentaje varía precisamente en función a la inflación. Mientras en el sector ‘E’ lo desaprueba un 73,9% por este motivo, en el ‘D’ es del 51,7%, en ‘C’ es 41,5%%, en ‘B’ 28,3%% y en el ‘A’ apenas un 23,3% (Fuente: GOP/UL. Barómetro 416. Provincia de Lima y Región Callao, 30-31 agosto 2008, Cuadros 1 y 3: www.ulima.edu.pe/webulima.nsf/default/1090CF4DC0FE8CB905256E630017BCEC/$file/barometro_ago_2008.pdf).




Finalmente, sobre la base de estas tasas de inflación por estratos, también estamos en condiciones de calcular el incremento de los ingresos familiares reales en Lima durante el último año. Sorprendentemene, de ahí se puede concluir que en la capital (ver Cuadro siguiente para mayores detalles):

1. Sólo los estratos ‘A’ y ‘B’ han visto aumentar sus ingresos reales, aunque muy levemente; y
2. Los otros tres estamentos experimentaron una caída real de sus ingresos, como consecuencia de la inflación (el ‘E’ incluso descendió en términos nominales).


Amplíe la imagen con un click.

__ Nota importante respecto a este último cuadro: los aumentos reales están levemente sobrevaluados y las disminuciones están subvaluadas porque: a) estamos comparando los ingresos nominales de las encuestas que para el 2007 se realizaron entre el 18 de mayo y el 19 de julio, mientras que las del 2008 se hicieron del 3 de junio al 23 de julio. Lo que significa que el periodo transcurrido entre ambas es de 13 meses y no de 12 (como hemos supuesto aquí); y b) hemos asumido –para convertir a soles los ingresos que estaban en US$ en el 2007- a un tipo de cambio levemente superior al vigente en julio-agosto. De manera que un cálculo más minucioso llegaría a resultados algo más pesimistas que los aquí desplegados.

Las cortas piernas de una mentira presidencial

Farid Matuk



El gobierno, al que con un sonsonete llaman "gobierno de los ricos", ha reducido 8 puntos la pobreza en 2 años, en tanto que el régimen anterior apenas logró reducirla en 2 puntos en sus 5 años. (Declaración del Presidente García 9-IX-08)



De acuerdo al Presidente García el régimen anterior duró tres años entre 2001 y 2004, y la pobreza se redujo en 2.7 puntos, que redondeándolo hacia abajo es 2 puntos. También de acuerdo al Presidente García, su primer año de gestión presidencial es entre 2005 y 2007, cuando de acuerdo a sus peculiares cálculos, la pobreza se redujo en 9.4 puntos (48.7% en 2005 menos 39.3% en 2007), pero que por modestia sólo se adjudica una reducción de 8 puntos. Todos estos números se basan en los cuadros abajo copiados del Marco Macroeconómico Multianual del Ministerio de Economía y Finanzas.

¿Por dónde viene el ajuste?


Luis Gamero Russo, economista

Muchos explican el fenómeno actual de la inflación como si fuera causado por la subida de los precios de los productos importados. Pero, ¿no estaremos hablando más bien del resultado y no del origen? Veamos.

La causa de cualquier inflación es siempre una política económica expansiva, mediante la cual se rompe el equilibrio entre oferta y demanda. En el último round de inflación de materias primas a nivel mundial, por ejemplo, fueron las políticas económicas expansivas de los países BRIC[1] las que rompieron el equilibrio de oferta y demanda globales y generaron, como consecuencia, una subida en los precios de las principales materias primas.

En el Perú, similarmente, la demanda interna ha venido creciendo más allá que la producción potencial. El PBI está creciendo a un ritmo anual del 10.3% (primer semestre del 2008)[2], mientras que el BCR calcula que el PBI potencial debe crecer a una tasa de 7.5% anual. La brecha entre oferta y demanda dirige su presión hacia una mayor inflación interna o hacia un deterioro de la balanza de pagos, o ambos. Como lo segundo aún no se nota en toda su magnitud, el desequilibrio está por ahora presionando los precios internos.

El alto crecimiento actual del país se debe mayormente al gasto privado, que representa el 88.3% de la demanda interna; mientras que el sector público solo asume el 11.7% restante. Entonces, resulta más viable lograr resultados en la lucha contra la inflación si atenuamos el crecimiento de la demanda interna vía desaceleración del gasto privado que del gasto público. Consecuentemente, el mayor peso de la lucha antiinflacionaria tiene que recaer en el BCR.

Esta institución ha venido utilizando dos herramientas de política monetaria: la tasa de referencia y el encaje. La primera es una señal que sirve para la configuración de las demás tasas de interés del sistema financiero. Si bien el encaje tiene un efecto directo sobre el costo del crédito y puede ser muy efectivo en frenarlo, no influye en el ahorro ni interviene en la formación de expectativas inflacionarias. Por eso es que la tasa de referencia es una herramienta superior y constituye la base de la política monetaria porque afecta a ambos lados de la ecuación y revela, conjuntamente con el anuncio de una meta de inflación, el nivel inflacionario que el Banco Central está dispuesto a defender.

Y de acuerdo a la regla de Taylor[3], a estas alturas la tasa de referencia del BCR debería ser 11.0% anual[4]. Si incluyéramos el efecto del encaje, esta tasa quizás debería estar por el 9.0% más o menos, en vez de la tasa actual de referencia. Si bien esta es una fórmula simple y mecánica, y hay otros factores a considerar, al menos nos muestra qué tan rezagado está el BCR.

Por lo tanto, si el BCR quisiera afectar realmente las expectativas inflacionarias, a la vez que frenar el crecimiento del crédito al sector privado[5], debería aplicar una política de tasas de interés realmente positivas y elevar decisivamente la tasa de referencia, dando así una señal categórica de que lo “está tomando en serio” y no está tonteando con recomendaciones de horticultura.



[1] Brasil, Rusia, India y China.

[2] BCRP, Resumen Informativo N° 34, 22 de agosto de 2008.

[3] Inflation Targeting and Monetary Policy Rules: Experience and Research, by John Taylor, IADB Conference, May 12, 2000.

[4] Tasa de Interés = inflación + 0.5 (desvío de la inflación) + 0.5 (brecha del PBI) + 2.0

[5] El cual viene creciendo a una tasa anual del 33.7% a Julio 2008 (NOTAS DE ESTUDIOS DEL BCRP, No. 47 – 29 de agosto de 2008).

¿Cómo Generar Empleo?

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Enrique Fernández-Maldonado Mujica1




Ante el requerimiento del periodista, el Ministro de Trabajo respondió: “El problema del empleo informal depende de un conjunto de factores. El primero es que la economía crezca. El segundo es contar con inspección del trabajo. El tercero es crear una conciencia de no tolerancia al trabajo en negro. El cuarto es ir buscando distintas soluciones a los bolsones de informalidad; por
ejemplo, con simplificación registral y poniendo restricciones en las licitaciones públicas a las empresas que no tengantrayectoria de cumplimiento. Lo que nosotros no creemos es en bajar
aportes y contribuciones a la seguridad social (…) No existe evidencia empírica, en ningún lugar del mundo, que la rebaja de aportes ayude a generar empleo formal”.


Quien declara no es, ciertamente, el Ministro de Trabajo Mario Pasco Cosmópolis; si no su par argentino, Carlos Tomada, consultado por la explotación laboral en su país (Página/12, 24/08/08). La cita viene a cuento porque, a diferencia de su homologo peruano, Tomada marca una prudente distancia con lo que fue el paradigma dominante en los noventa, basado en el abaratamiento del
factor trabajo como fórmula para generar empleo.


No sucede lo mismo en el Perú, donde el gobierno aprista opta por mantener un modelo de relaciones laborales con resultados tan mediocres como contraproducentes. Hoy sabemos que la flexibilización laboral que acompañó el ajuste estructural contribuyó poco o nada a promover el empleo adecuado (éste creció por debajo del empleo informal); polarizando, por el contrario, los
mercados de trabajo al concentrar el ingreso en pequeñas capas empresariales y profesionales, mayoritariamente urbanas; como señalan recientes encuestas sobre estratos socioeconómicos y consumo.

¿Por qué insistir, entonces, con políticas fracasadas?


Una hipótesis sugerida es que, para el gobierno, implementar una reforma redistributiva a favor del trabajo – en un país con una endémica debilidad sindical y escaso debate político – resulta un objetivo tan caro como disfuncional a su alianza empresarial, principal beneficiaria con el armazón legal del fujimorismo y toledismo. Esta pista explicaría el desahucio y defunción anticipada de la Ley General del Trabajo, desplazada por el “caballo de Troya” en que devino la Ley Mypes.


De otro lado, resulta claro que, desde una perspectiva sistémica, el déficit de empleo adecuado responde más al patrón de crecimiento y a la estructura ocupacional del país (cambiarlo puede tomar décadas), que a los “sobrecostos” laborales. Esto no exime al gobierno de tomar una actitud más agresiva para favorecer la inclusión social a través del empleo. La promoción de actividades y encadenamientos productivos intensivos en mano de obra; la articulación de economías locales, nacionales y regionales; la modernización tecnológica y organizacional de las mypes, así como la aprobación de marcos reguladores equilibrados (todo esto, vinculado a una reforma educativa), exige una determinación política (ausente estos tiempos) además de importantes sumas de dinero. Algo difícil de imaginar con los planes de reducción de la inversión pública y el gastosocial anunciados para el próximo año; o con la pobreasignación que recibe el MTPE (S/. 311,045 el 2008, apenas el0.49% del Presupuesto General de la República) para cumplir sufunción de promoción y fiscalización del empleoadecuado. No se trata de ser pesimistas, pero a este paso…


1
quiquefmm@yahoo.es


El Ajuste Fiscal

lunes, 8 de septiembre de 2008


Kurt Burneo

(Profesor de la PUCP)


Siendo las subidas de precios motivo de preocupación ciudadana, (este año la inflación bordearía el 6%); Algunos analistas y dirigentes empresariales subestimando la necesidad de enfrentar los factores internos que explican estas, se han mostrado opuestos a la necesidad de moderar el gasto público y el gasto interno en general, siendo claro que ello hará que el crecimiento económico sea menor ¿Esto último es inevitable? ¿El ajuste del gasto es la única opción?

Inflación y Errores

Sin duda que es saludable, el que las autoridades económicas actuales reconozcan que no toda la inflación se explica por la subida del precio internacional de los alimentos y que parte de ella responde a factores internos. Al respecto, yo diría mas bien que esto responde a errores de la administración económica actual, puesto que esta en estos dos años expandió fuertemente el gasto público y promovió el abaratamiento y expansión excesiva del crédito y así del gasto privado, en un contexto de expansión de la economía. Pero bueno; el reconocer un problema es el paso inicial para pensar e implementar soluciones, quizás por eso vemos ahora que el MEF busca disminuir la velocidad de crecimiento del gasto público y el directorio actual del BCR viene subiendo los encajes y su tasa de interés de referencia en términos nominales; aunque al ritmo en que vienen creciendo los precios, estás elevaciones nominales son menores y así, las tasas de interés en términos reales siguen cayendo y el crédito abaratándose.

Siendo el consumo privado el principal componente del gasto interno en nuestra economía; creo que aún por varios meses las tasas inflacionarias se mantendrán alrededor de las magnitudes que observamos hoy; ello en la medida que el actual directorio del BCR no consiga elevar su tasa de interés de referencia por encima de la inflación en cuando menos 1 punto adicional –dadas las condiciones actuales- a pesar de la puesta en vigencia de una serie de medidas restrictivas sobre el otorgamiento y uso de líneas de crédito de reciente implementación por la SBS.

Por supuesto que va en el mismo sentido, -esto es de moderar el crecimiento del gasto interno-, el disminuir la expansión del gasto público. (consistentemente, el presupuesto de apertura presentado por el Poder Ejecutivo para el 2009 es 1.8% mayor en términos nominales que el de este año, mas considerando una inflación proyectada de 3.5% este se reduciría en términos reales en 1.7%); pero, si bien todas estas acciones de política económica servirían para enfrentar los factores internos de la inflación, ellas implicarán también un menor crecimiento económico, y ello debe verse no como una mala noticia sino mas bien como resultado de la prudencia, a destiempo pero prudencia al fin. O es que también se ignora la aparición de cuellos de botella por el lado de la infraestructura: Excesos de demanda de energía, mayores tiempos de espera en las operaciones de comercio exterior por límites en la provisión de servicios e infraestructura disponible etc

Pero esta necesidad de moderar la expansión del gasto público (y así que la política fiscal sea contracíclica), no sólo responde a las presiones inflacionarias internas, sino también para lograr ahorros (superávits) fiscales mayores y así aumentar el financiamiento que recibe el Fondo de Estabilización Fiscal, el cual es una suerte de gran alcancía, que se usa cuando lleguen las épocas de vacas flacas, es decir cuando se termine el boom de precios de minerales y se acabe el actual ciclo expansivo actual en el país. Una clarinada de alerta viene por lo ocurrido en el último mes. El precio del cobre se cayó en11.6%, plata 23%, plomo 15.7%.

Ajustar el gasto..y qué de los ingresos

A pesar de la reducción real del presupuesto, el ahorro (superávit) fiscal nominal para el 2009 según el MEF sería sólo del 2% del Producto bruto interno, cuando en este año este alcanzaría un 2.4%. Se requieren mayores esfuerzos, pero no sólo por el lado de moderación del gasto sino también por el lado de los ingresos fiscales. ¿En estos mas de 2 años de administración aprista han habido nuevas iniciativas para incrementar la recaudación? Dado que los incrementos actuales de esta, responden al crecimiento económico y a medidas que se tomaron hace 4 años. Por otro lado, ¿Cuan admisible resulta en el contexto actual dejar intactas las tasas del impuesto a la renta sobretodo la correspondiente a los ingresos mas altos (30%) dado que no pocas rentas extraordinarias se producen independientemente del accionar de las firmas? Este es el caso de las extraordinarias utilidades de las empresas mineras, gracias a los aun altos precios externos, que en el año 2007 alcanzaron los US$ 5,521 mills, sobre los cuales luego del pago del impuesto a la renta, el único aporte extra se dió en la forma del famoso “obolo voluntario” por US$ 178 mills. También tenemos el caso de las incrementadas utilidades de empresas del sistema financiero, por ejemplo el de las Administradoras de Fondo de Pensiones que operan en mercados cautivos.

Esta bonanza de firmas de distintos sectores, se asocia directamente no sólo con los mayores ingresos de los propietarios de estas, sino también se hace también extensible a los sueldos de un reducido grupo de profesionales y técnicos calificados que laboran en el sector moderno de nuestra economía; ello, explicaría una muy marcada diferenciación de ingresos. Es así que según un reciente informe de Ipsos Apoyo sobre niveles socioeconómicos en Lima Metropolitana para el 2008, el ingreso familiar promedio mensual del nivel socioeconómico A para Lima y Callao es de S/. 12,118; esto es 18.4 veces que los S/. 660 correspondientes al sector E y 13.4 veces que los S/. 902 correspondientes al sector D. ¿No hay margen para reajustar la tasa del impuesto a la renta aplicable a los ingresos más altos?

En conclusión, si bien es necesario que el gasto público se desacelere (y por supuesto el gasto privado también) el ajuste no debiese sólo limitarse a este. También debería incrementarse el ingreso fiscal a partir de los que más tienen, (lo que de paso ayudaría también a moderar el gasto privado). Al final si bien es deseable que la economía siga creciendo, también lo es, el que ello sea sostenible en el tiempo, pero sin ignorar a la equidad como principio.

El mercado “perfecto” del transporte interurbano pasajeros

miércoles, 3 de septiembre de 2008


Juan Francisco Rojas
La economía sostiene que la asignación óptima se produce cuando participan muchos ofertantes y adquirentes, el acceso al mercado es libre; ningún actor puede influir en los precios; la formación de éstos es fruto de la acción libre de la oferta y de la demanda; el producto es homogéneo y no existe asimetría de información. A este modelo teórico se le denomina “competencia perfecta” y no existe en la realidad, es sólo una aspiración ideológica.
Por increíble que parezca, en el mercado interurbano de pasajeros, hemos logrado aproximarnos al modelo de una forma cercana al libro de texto. Existen muchos ofertantes del servicio: “combis”, “lanchones”, “micros” y “eventuales”; y existen también muchos adquirentes del servicio: todos los sufridos usuarios. El acceso a la actividad es libre; tan libre que es suficiente con entrar a una ruta o modificar el recorrido de la misma a sola voluntad del chofer cuando no existen muchos clientes. El precio es fruto de la oferta y demanda, lo fija el mercado. El servicio es el mismo, es decir, homogéneo en su condición de deplorable. La información es casi perfecta: todo usuario sabe que al subir a uno de estos vehículos, su vida está en riesgo.
Lo curioso de esta situación es que mientras más nos aproximamos al modelo más deplorable es el servicio y la pérdida social más dramática. El consumo de combustible es excesivo y la utilización de pistas por gran número de vehículos ha provocado saturación; los controles de calidad y protección del medio ambiente no se cumplen; el maltrato al consumidor es costumbre que, incluso, ya no llama la atención; los accidentes urbanos con daños graves se multiplican; en general, el costo es mayor que cualquier beneficio que pudiera existir en un sistema de estas características.
La formación del precio del servicio es otro problema. Cada vez que los costos suben por el alza del combustible y otros insumos, los transportistas no pueden trasladar dicha alza al precio del pasaje urbano. El consumidor podría pensar que esto es bueno, pues el precio se mantiene. Sin embargo, ese mayor costo se traslada a una disminución de la calidad del servicio y del mantenimiento del vehículo, lo que, a la larga, lo perjudica gravemente. El transportista tampoco genera los recursos para la renovación de la unidad y el parque automotor del servicio exhibe una antigüedad que espanta. El único que gana con esto es el gobierno de turno, pues la inflación no aumenta, no se ve mellada su popularidad, e incluso lanza a su organismo de competencia a evitar una supuesta “concertación”.
¿Qué nos pasa? ¿Esto es lo que queremos en este mercado y en otros? ¿No existen acaso otras formas de solucionar estos problemas? Lamentablemente, los difusores del sistema de mercado sostienen desde la década de los noventa, que no se requiere de los bienes públicos que únicamente el Estado puede proporcionar (legislación, regulación, fiscalización, planificación, etc.). La miopía conceptual es de tal magnitud que se piensa que eliminando al Estado todos lo problemas quedan resueltos gracias a la magia del mercado “perfecto”.
La realidad demuestra que existen actividades económicas donde se requiere de acción estatal intensa y donde la ausencia de Estado es consecuencia de mayores perjuicios sociales. No esperemos actuar desesperadamente como se hizo con “tolerancia cero” en transporte interprovincial, cuando los accidentes en la ciudad nos sensibilicen a todos respecto de la existencia de un problema serio en este cotidiano servicio esencial.

Fortaleciendo la planeación en el sector energético


Germán Alarco Tosoni

Investigador Principal CENTRUM Católica


Los problemas entre la demanda y producción de energía eléctrica reflejan la existencia de una crisis. Frente a ésta, algunos colegas señalan que la única salida es la de “sincerar los precios” (ajustar hacia arriba) o establecer mayores incentivos para que las empresas reaccionen ampliando la capacidad de generación. Sin embargo, eluden presentar información sobre la rentabilidad de éstas, omiten considerar los impactos en los ingresos reales de las familias y sobre la competitividad del aparato productivo. Lo más importante, soslayan la necesidad de introducir a la planeación como herramienta clave en la gestión del sector.

En la operación del sector energético se producen muchas “fallas de mercado” que justifican la planeación y regulación. La instalación de plantas generadoras implica un horizonte de largo plazo más aún cuando hablamos de la hidroeléctrica, se producen economías a escala, indivisibilidades, problemas de concentración, externalidades positivas y negativas, bastante cercanas a la que se presenta con la infraestructura de transporte (puertos, aeropuertos, carreteras y ferrocarriles) sujetas a abundante regulación y supervisión.

La Agencia Internacional de Energía (www.iea.org) emite anualmente el World energy outlook que incluye ahora proyecciones al 2030. La Energy Information Agency del Departamento de Energía de EE.UU. (www.eia.doe.gov) acaba de emitir tanto el Annual energy outlook como el International energy outlook con horizontes similares. Un caso interesante, pero aún con problemas de procedimientos y metodologías, es el mexicano donde se obliga a la realización de prospectivas anuales del sector energético (energía eléctrica, gas natural, petróleo y productos petrolíferos) con un horizonte de diez años hacia adelante (www.sener.gob.mx).

La planeación de la plataforma de producción y exportación de hidrocarburos (petróleo y gas natural) para el mediano y largo plazos requiere el cálculo y análisis detallado de las reservas probadas, probables y posibles. Es cierto que el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) publica un Informe anual de reservas, sin embargo, a diferencia de las prácticas internacionales éstas no son auditadas por otra instancia reconocida como la U.S. Securities and Exchange Commission (SEC) de EE.UU, el Instituto Francés del Petróleo (IFP), la Oficina de Geología de los EE.UU (USGS), entre otras.

Llama la atención el nivel de generalidad del Plan estratégico institucional 2007-2011 del MINEM publicado en octubre del 2007. No se hace mención alguna a la problemática de la seguridad energética ni a los niveles de reserva mínimos para las plantas generadoras de energía eléctrica. Si bien en el análisis se reseñan las debilidades relativas a la necesidad de reforzar la cultura de planeación, entre otras, no hay propuestas concretas para superarlas. Es necesario presentar el denominado Plan referencial reseñado por el MINEN, aterrizar los planes en indicadores y metas específicas, más allá de los relativos a la cobertura eléctrica, inversión y contribución al PBI que dicen muy poco. Hay que desarrollar más indicadores, realizar un balanced scorecard (sistema priorizado de indicadores) y llevar a cabo análisis de benchmarking (comparaciones continuas y sistemáticas) a nivel internacional.

La planeación del sector energético es fundamental. Como dice Alan Blinder, ex vicepresidente de la FED, “los mercados son creativos, pero a veces esa creatividad lleva direcciones extrañas y peligrosas”.

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¿Es Malo Crecer Menos?

martes, 2 de septiembre de 2008


Kurt Burneo

Dado que el tema de la subida de precios es motivo de preocupación para los ciudadanos, algunos analistas y dirigentes de gremios empresariales han estado criticando las acciones del Ministro de Economía actual, acciones enmarcadas en la reducción de la tasa de expansión del gasto público y de la demanda interna, dado que la expansión de esta última (13% al primer semestre) -bastante por encima del crecimiento del producto potencial (7.5%)- genera presiones inflacionarias; por supuesto que esto hará que el crecimiento del PBI sea menor ¿En verdad hay necesidad de hacer esto?

Sin duda que un avance importante es que las autoridades económicas actuales reconozcan que no toda la inflación es importada y que parte de ella responde a factores internos, -yo diría mas bien que responde a errores de la administración económica actual al haber sido procíclicas tanto la política fiscal y monetaria-. Pero bueno; el reconocer un problema es el paso inicial para pensar e implementar soluciones, quizás por eso vemos ahora que el MEF busca disminuir la velocidad de crecimiento del gasto público y el directorio actual del BCR ha venido subiendo los encajes y la tasa de interés de referencia en términos nominales; aunque a pesar de ello, en términos reales esta todavía sigue cayendo aunque a una tasa menor por lo cual la política monetaria aún seria expansiva.

Siendo el consumo privado el principal componente de la demanda interna; creo que en la medida que el directorio del BCR consiga elevar la tasa de interés real de referencia ajustando la tasa de interés nominal en cuando menos 1 punto adicional –dadas las condiciones actuales- junto con las acciones restrictivas sobre el otorgamiento y uso de líneas de crédito de reciente implementación por la SBS, mas la persistencia en la disminución en la velocidad de expansión del gasto (consistentemente, el presupuesto de apertura presentado por el Poder Ejecutivo para el 2009 es 1.8% mayor en términos nominales que el de este año, mas considerando una inflación proyectada de 3.5% este se reduciría en términos reales en 1.7%); todas estas decisiones de política económica servirán para enfrentar los factores internos de la inflación, pero también implicará una menor tasa de crecimiento del PBI, y ello debe verse no como una mala noticia sino mas bien como resultado de la prudencia, a destiempo pero prudencia al fin.

Pero esta necesidad de moderar la expansión del gasto público y a partir de ello acertadamente lograr que la política fiscal sean contracíclica, no sólo responde a las presiones inflacionarias internas, también a la necesidad de lograr superávits fiscales mayores para así aumentar el financiamiento que recibe el Fondo de Estabilización Fiscal, el caso es que a pesar de la reducción real del presupuesto de apertura, el superávit fiscal nominal para el 2009 según el MEF sería sólo del 2% del PBI, cuando este año este superávit alcanzaría un 2.4%. Sin duda que se requiere hacer mayores esfuerzos no sólo por el lado de moderación del gasto sino también por el lado de los ingresos fiscales. ¿En estos mas de 2 años de administración aprista cuales han sido las nuevas iniciativas por el lado de la administración tributaria para incrementar la recaudación, dado que los incrementos actuales de esta, responden a la expansión económica y a medidas que se tomaron hace 3 o 4 años? ¿Cuan admisible resulta en el contexto actual seguir dejando intocadas las tasas del impuesto a la renta sobretodo la correspondiente a los niveles de ingresos mas altos, observando que estos son resultado por ejemplo de las extraordinarias utilidades de las exportadoras de minerales gracias a los aun altos precios externos o resultado también de las incrementadas utilidades de empresas que operan en el sistema financiero, que en el caso por ejemplo de las AFPs operan en mercados cautivos? Otra razón para moderar la tasa de expansión del PBI, es por la aparición de cuellos de botella por el lado de la infraestructura: Excesos de demanda de energía, mayores tiempos de espera en las operaciones de comercio exterior por límites en la provisión de servicios e infraestructura disponible etc. Al final tan deseable que la economía siga creciendo, es que tal dinámica sea sostenible en el tiempo.

Los Precios en Lima en Agosto

lunes, 1 de septiembre de 2008

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Lima Metropolitana, en el mes de agosto registró un aumento de 0,59%, tasa ligeramente mayor a la registrada en el mes anterior (julio 0,56%), pero menor a la observada en junio del presente año (0,77%). La variación acumulada de los ocho meses es de 4,70%, reveló, el Jefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) Mg. Renán Quispe Llanos.

Explicó que, de acuerdo al Informe Técnico “Variación de los Indicadores de Precios de la Economía agosto 2008”, los productos que mostraron mayor incidencia en la variación del Índice de Precios fueron el pollo eviscerado con 7,9%, limón 49,1%, pasaje urbano e interurbano 0,7%, consumo de agua potable 3,8%, menú en restaurantes 0,5%, mandarina 18,9% y la gasolina 1,2%.

En conferencia de prensa, el Jefe del INEI, sostuvo que los precios internos de los derivados del petróleo subieron en promedio 0,6%, debido al aumento del precio de los combustibles como el diesel 2 subió en 2,8%, la gasolina 1,2% y kerosene 0,1%, así como el transporte aéreo en 1,7% y pasaje urbano e interurbano en 0,7%. Cabe mencionar que las refinerías reajustaron los precios ex planta de la gasolina 84 octanos y diesel 2, el 12 de agosto, como consecuencia de la reducción del subsidio a estos combustibles, que son utilizados principalmente en el transporte público, originando el reajuste parcial de sus tarifas a finales del mes.

Asimismo, los productos derivados del arroz y del trigo mostraron un incremento en sus precios de 0,4% y 0,1%, respectivamente (destacando sémola 3,2%, pasteles 1,0% y harina de trigo 0,4%). En tanto que, el comportamiento a la baja del aceite crudo de soya incidió en los menores precios del aceite vegetal (-0,6%).

Variación en los Grandes Grupos de Consumo: Agosto 2008
En el mes agosto del presente año, los ocho grandes grupos de consumo presentaron alzas de precios: Alimentos y Bebidas 0,70%, Transportes y Comunicaciones 0,69%, Alquiler de Vivienda, Combustibles y Electricidad 0,62%, Enseñanza y Cultura 0,47%, Otros Bienes y Servicios 0,44%, Cuidados y Conservación de la Salud 0,41% y en menor magnitud, Muebles y Enseres 0,26% y Vestido y Calzado 0,17%.

El jefe del INEI, señaló que el Grupo Alimentos y Bebidas registró la mayor alza con 0,70%, principalmente por el incremento de precios, asociado a una menor oferta estacional, observado en las frutas con 5,5% (limón 49,1%, que además muestra un crecimiento en sus exportaciones, sandía 20,9%, mandarina 18,9%, tuna 16,3%, manzana delicia 6,6%, maracuyá 5,6%, granadilla 5,4% y plátano de la isla 4,3%).
Asimismo, registraron mayores precios las carnes y preparados de carnes 4,1% destacando el dinamismo en precios mostrado en el pollo eviscerado que subió en 7,9%, cuyo mercado ha sido afectado tanto por una mayor demanda como por el menor abastecimiento presentado en este mes; y en igual sentido, aumentaron los precios de la carne de cerdo 3,2%, carnero 2,4% y de res 1,7%. Aumentaron también los precios de tubérculos y raíces 1,6%, pescados y mariscos 1,3%, café, te y cacao 0,9% y pan y cereales 0,3%.

Explicó que Transportes y Comunicaciones registró un aumento de 0,69%, por el reajuste de precios de los combustibles para el transporte 1,3%. También aumentaron los precios del equipo para el transporte de personal 1,7% (automóvil 1,9%), pasaje en avión 1,7% (pasaje aéreo internacional 2,0%, por inicio de temporada alta en destinos europeos, y pasaje aéreo nacional 0,6%, por mayor tipo de cambio). Asimismo, se observó en la última semana un aumento en el pasaje urbano e interurbano en 0,7% (taxi 0,8%, y algunas empresas transportistas que influyeron en el pasaje en ómnibus y micro 0,6%, pasaje en colectivo 0,6%, pasaje universitario 0,6% y pasaje escolar 1,1%).

En cuanto a Alquiler de Vivienda, Combustibles y Electricidad, dijo que registró una variación de 0,62%, explicado principalmente por el aumento de las tarifas de consumo de agua residencial con 3,8% y las tarifas de energía eléctrica con 0,3%.

El Índice de Precios al por Mayor a Nivel Nacional
El Índice de Precios al por Mayor a Nivel nacional, en el mes de agosto, presentó un aumento de 1,39%. Y en el periodo enero–agosto del presente año, varió en 8,14%.

El Índice de Precios de Maquinaria y Equipo de Lima Metropolitana
El Índice de Precios de Maquinaria y Equipo de Lima Metropolitana mostró un alza de de 0,49%. La variación acumulada entre enero y agosto del presente año se ubica en 0,77%.

El Índice de Precios de Materiales de la Construcción de Lima Metropolitana
El Índice de Precios de Materiales de la Construcción de Lima Metropolitana, registró en el mes de agosto un crecimiento de 1,58%. En los ocho meses del año, presentó una variación acumulada de 16,83%,

El Mercado Internacional ... y la bella durmiente


Luis Gamero Russo (*)

En esta época en que se suele criticar exageradamente al mercado porque supuestamente no funciona, vamos a sostener lo contrario, el mercado sí funciona. Para lo cual nos referiremos a la situación actual del mercado internacional de las principales materias primas. Y para ahondar un poco más en el análisis económico, veremos también la relación del mercado internacional con la política monetaria de los bancos centrales.

¿Han notado que en las últimas semanas, el precio del petróleo viene bajando? ¿Y también el del cobre? ¿Y el del zinc?

Esto se debe a que la mayoría de los países demandantes están reduciendo su consumo a causa de una desaceleración de sus crecimientos económicos. Según el FMI, esto está sucediendo claramente en la zona Euro, los EEUU, Japón y China. El PBI de la zona Euro crecería 1,7% en el 2008 y 1,2% en el 2009. Igualmente se están reduciendo los estimados de crecimiento para los EEUU, Japón y China. Ante esta perspectiva de menor crecimiento económico y menor consumo de materias primas en las principales economías del mundo, bajan los precios. Así de simple.

Ahora, esta nueva tendencia a la baja en los precios de las principales materias primas está produciendo ciertos efectos para las políticas monetarias de los principales bancos centrales del mundo, al menos temporalmente. Veamos dos ejemplos:

En los EEUU, por ejemplo, la FED (la Reserva Federal) decidió en su última reunión no aumentar su tasa de interés de referencia a pesar de un temido rebrote de la inflación, como venía acaeciendo hasta antes de la inflexión de los precios a la baja. En otras palabras, esta nueva tendencia de precios a la baja alivia la presión en las expectativas inflacionarias y, por lo tanto, termina por hacer la labor antiinflacionaria que le correspondería hacer a la política monetaria mediante una subida en las tasas de interés, pero con efectos más inmediatos en la economía real y sin sus consecuencias recesivas. Esto es un alivio para la FED pues los indicadores recesivos de los EEUU, sobre todo el desempleo, continúan agravándose y una subida de tasas de interés hubiera sido contraproducente.

En el Perú, también el Banco Central (BCR) ha tenido una reacción similar aunque en circunstancias diferentes. A nuestro entender, el ente emisor se había quedado “dormido” y se había retrasado en la subida de su tasa de referencia en términos reales, y venía más bien reaccionando ex-post y no anticipándose al fenómeno inflacionario, como debería ser. Esta nueva tendencia a la baja en los precios de las materias primas alivia en parte este retrazo. Por un lado, porque reduce presiones inflacionarias especialmente por el menor costo del petróleo importado, y porque desmejora, por otro lado, la balanza comercial sobre todo por los menores precios de los minerales de exportación.

Estos dos efectos, conjuntamente, han significado también un alivio para el BCR ya que la subida necesaria en la tasa de referencia real (para frenar expectativas inflacionarias y consumo privado) se ha visto menguada. Y conociendo a la “bella durmiente”, no es de extrañar, pues, que en su última sesión haya decidido una menor subida de la tasa de referencia que lo que hubiera sido necesario de continuar al alza los precios de las principales materias primas.

Similarmente al caso de los EEUU, los menores precios internacionales de las principales materias primas terminan por “hacerle la camita” al ente emisor peruano, al menos mientras dure la tendencia bajista.

(*) MPA, Harvard

El Banco Central y la Regla de Taylor


Luis Gamero Russo, economista

Es reconocido por todos los expertos que una alta tasa de inflación distorsiona las decisiones de inversión, ahorro y producción y, en última instancia, frena el crecimiento económico. Es por ello, que en los últimos lustros, un número creciente de países han otorgado independencia institucional a su banco central, comprometiéndolo legalmente a orientar la política monetaria hacia la estabilidad de precios.

Así, con mayor frecuencia y en más países se comenzaron a implementar políticas monetarias con metas explícitas de inflación para influir en las expectativas inflacionarias. Esto es conocido en la literatura económica como una política de “inflation targeting” y consiste habitualmente en la aplicación de “la regla de Taylor”.

Este tipo de política monetaria, de manera escueta, recomienda la aplicación de una tasa de interés relativamente alta cuando la inflación está por encima de la meta inflacionaria (desvío de la inflación) o cuando la economía está creciendo por encima de su PBI potencial (brecha de producto) o en ambos casos; y una tasa de interés relativamente baja en situaciones opuestas.

El artículo 84 de la Constitución de 1993 establece que la única finalidad del Banco Central (BCRP) es preservar la estabilidad de precios, y su propia ley orgánica fija mecanismos que garantizan autonomía en el ejercicio de sus funciones. Es así que en el Perú se comenzaron a fijar metas de inflación a partir del año 1994 con bastante éxito, ya que éstas se cumplieron hasta hace poco tiempo.

La eficacia estabilizadora de la política monetaria bajo metas de inflación descansa en que se espere que la inflación de largo plazo esté alineada en torno a la meta definida por el Banco Central. De no ser así, la estructura interna de las tasas de interés se altera y se complica la transmisión de la señal de la tasa de referencia a las expectativas inflacionarias. A este importante costo se agrega la complicación que trae el proceso de reconstrucción de credibilidad por parte del Banco Central y sus consecuencias negativas a toda la economía. Es por esto que el Banco Central debe monitorear un conjunto de indicadores para medir la evolución de las expectativas de inflación con respecto a su meta inflacionaria.

Sin embargo, a partir de comienzos del 2007 y coincidiendo con una aceleración más fuerte de los precios internacionales de las principales materias primas, la inflación peruana comienza a desviarse de la meta explícita del BCR. Esto también le sucede a los demás países Taylor1 pues la verdad es que sorprendió a todos como lo admite el mismo Banco Central de Chile (BCCH)2 a diferencia del BCRP que sigue en estado de negación y todavía no lo reconoce. Y es muy fácil demostrarlo con sólo un gráfico de la evolución, en términos reales, del mecanismo básico que emplea el BCRP, su tasa de referencia:

Este gráfico sencillo demuestra que, a pesar de que el BCRP movió la tasa de interés de referencia nominal a partir de julio del 2007, la tasa de referencia real ya venía cayendo desde mayo del 2007 y siguió cayendo rápidamente hasta llegar a niveles negativos en marzo último, a pesar de los incrementos en la tasa nominal. Incluso, las últimas elevaciones han servido apenas para colocar dicha tasa de referencia a niveles reales mínimamente por encima de la inflación. Y ni hablar si usamos como comparación la inflación promedio nacional, que a estas alturas anda por 6.8% anual y que colocaría la tasa de referencia a un nivel real negativo nuevamente. Peor aún si sabemos que la demanda interna ya venía creciendo desde el 2006 por encima del PBI, y éste por encima del PBI potencial3.

En síntesis, el BCRP se apartó de su propia “regla de Taylor”, aquella que recomienda que se deba aplicar una tasa de interés relativamente alta cuando la inflación está por encima de la meta inflacionaria o cuando la economía está creciendo por encima de su PBI potencial.

El Perú está con ambas situaciones, con un fuerte desvío de la inflación (aprox. 3.8%) y con una creciente brecha del producto (aprox. 3.0%), y por lo menos desde comienzos del 2006. Por lo que es sorprendente escuchar al Sr. Velarde repetir que han sido oportunos y agresivos en aplicar medidas contra la inflación. Su propia “regla de Taylor” lo desmiente, más aún si la tratamos de cuantificar en su expresión más sencilla:

Tasa de Interés = inflación + 0.5 (desvío de la inflación) + 0.5 (brecha del producto) + 2.04

11.1= 5.8 + 0.5 (5.8 – 2.0) + 0.5 (10.3 – 7.5) + 2.0

Y si incluimos el efecto del encaje5, para complicar las cosas, la tasa de referencia debería estar a alrededor del 9.0% anual y no como ahora que recién anda escasamente por encima del 6.0%. En México, por ejemplo, su inflación actual es de 5.4% anual, ligeramente inferior a la peruana, y su crecimiento económico es muy inferior al peruano, pero la tasa objetivo de su Banco Central es ya de 8.25% anual.

1 Llamamos así a los países que aplican políticas monetarias de metas explícitas de inflación (‘inflation targeting’).

2 “Coyuntura de la economía chilena”, José De Gregorio, Presidente del BCCH, 2 de julio de 2008.

3 “Políticas para combatir la inflación”, Luis. M. Valdivieso, Ministro de Economía y Finanzas, 21 de agosto de 2008.

4 Inflation Targeting and Monetary Policy Rules: Experience and Research, by John Taylor, IADB Conference, May 12, 2000.

5 Scotiabank, Reporte Macroeconómico: 20080814_mac_es.pdf.

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