Los cuatro jinetes del Monte Olimpo

Luis Gamero Russo, economista

En la revista alemana Spiegel se relata un caso real de cuatro profesores universitarios alemanes, ahora ya octogenarios, que intentaron parar la introducción del Euro en 1988 mediante una acción de amparo ante la Corte Suprema de Alemania. Si bien esa vez perdieron y el sistema Euro se implementó sin contratiempos, la historia reciente de Grecia y otros países europeos parece estar dándoles la razón: ellos nunca entendieron cómo se iban a unir monetariamente países tan dispares como Alemania y Grecia, por ejemplo, lo que consideraron una monstruosidad que iba a fracasar necesariamente pues la nueva unión carecía de controles efectivos al despilfarro fiscal.

En esos días, en Alemania, a estos cuatro caballeros los consideraron unos “lunáticos” excéntricos por oponerse al Euro, y los marginaron de muchos foros académicos. Sin embargo, el mundo ha cambiado en su favor, mientras que ellos han mantenido sin variar su manera de pensar.

Estos cuatro profesores han vuelto a la carga y ahora se oponen al rescate griego. Obviamente que su popularidad ha vuelto a renacer pues sus opiniones están siendo escuchadas nuevamente y están siendo entrevistados por numerosos periodistas, sobre todo de Alemania, donde los consideran los héroes del sentir mayoritario del contribuyente alemán que se opone al rescate de los gobiernos europeos “derrochadores”ⁱ.

El 7 de mayo, estos cuatro jinetes del Monte Olimpo han presentado una queja constitucional y una acción de amparo oponiéndose a la aceptación alemana del paquete de rescate griego. Y la aprobación apresurada del paquete el 10 de mayo en la cumbre de Bruselas solo termina por darles la razón, pues ellos insisten que se está violando la cláusula que prohíbe rescates financieros en el tratado de Maastricht. La explicación de uno de ellos, Wilhelm Hankel, profesor de economíaⁱⁱ, es muy sencilla: los dineros desembolsados por el rescate europeo de Grecia nunca beneficiarán directamente a los ciudadanos griegos sino que engrosarán las arcas de los bancos, en su mayoría europeos, que tomaron riesgos innecesarios y financiaron el déficit fiscal del corrupto gobierno anterior de Grecia. Al final de cuentas, ellos piensan que los que deben “pagar los platos rotos” deben ser los mismos bancos acreedores.

Además opinan, como cada vez más economistas internacionales, que la mejor solución para Grecia no está en permanecer tercamente en la zona Euro sino en abandonarla ordenadamente, implementar su moneda local nuevamente (dracma) y, mediante una devaluación independiente, recuperar la competitividad de su economíaⁱⁱⁱ.

Si estos caballeros tienen éxito o no en su reclamo constitucional, ya no importa, pues aún si fracasaran sus opiniones están causando tal furor entre los contribuyentes alemanes^iv que se podría hasta generar una insurrección tributaria en Alemania. Ya Ángela Merkel está perdiendo popularidad y adeptos…

i Estos países, generalmente de la orilla mediterránea de Europa, están siendo jocosamente tildados como “los países del Club Med”.

ii Profesor titular de la universidad de Frankfurt y profesor visitante de las universidades de Harvard y Georgetown.

iii Para una más detallada explicación del razonamiento de esta premisa ver el artículo anterior del autor sobre “La crisis de solvencia de Grecia” (publicado en: http://www.institutodelperu.org.pe/index.php?option=com_content&task=view&id=1021&Itemid=130).

iv Se estima que los contribuyentes alemanes serán los “paganinis” del rescate griego y de cualquier otro rescate por venir.