“Ius et Veritas”: 20 años contribuyendo a pensar el Derecho en el Perú
Juan Francisco Rojas
Una comunidad se construye con el aporte de distintos factores, entre los que se encuentran la historia, la cultura, el arte, la religión, la economía. En este proceso, el ordenamiento normativo y la vigencia de sus principios orientadores, es un elemento clave; de ahí la importancia del desarrollo del pensamiento jurídico en nuestro país.
En las últimas dos décadas, estudiantes de la Pontificia Universidad Católica han dado vida a una prestigiosa revista de análisis, de doctrina y de opinión sobre el quehacer jurídico nacional e internacional. Nominada gracias al ingenio de Fernando de Trazegnies como “Ius et Veritas”, la revista ha hecho un apostolado en la búsqueda de las sinergias entre Derecho y Verdad, dando cabida en ese empeño a un conjunto variado y plural de académicos nacionales y extranjeros, hasta convertirse en un referente universal para el estudio del Derecho. La tolerancia y la diversidad son la clave de la universalidad del proceso de generación de pensamiento y, por ende, del progreso.
En estos veinte años, la revista ha sido testigo del encuentro entre Economía y Derecho. Dos ramas del conocimiento humando, siempre esforzadas por entender al hombre viviendo en sociedad y buscando satisfacer sus necesidades, que han aprendido a conocerse y aceptarse; que han aprendido a entenderse en un empeño común: asegurar la mejor convivencia, la convivencia pacífica. Así, en sus páginas es posible encontrar textos que discurren por el fenómeno de la contratación, instrumento central para el intercambio de bienes y servicios; el consumidor, protagonista de la dinámica que la economía social de mercado plantea; la solución alternativa de conflictos, pues la paz social es la única que asegura la continuidad y legitimidad de un sistema; la regulación económica, instrumento legal para corregir las imperfecciones del mercado; la sociología del derecho, que permite entender la diversidad que enriquece a nuestro país y, entre otras, el pensamiento conciente del costo beneficio involucrado en toda actividad normativa.
Editar de manera periódica e ininterrumpida una revista es una tarea ardua, más aún si los responsables son estudiantes que financian la edición con auspicios, eventos de difusión y mucha entrega generosa de tiempo y capacidad. La dificultad se acrecienta cuando se tiene en consideración que los estudiantes pasan y la revista queda. El proceso de formación de un abogado es de aproximadamente seis años y medio, y la revista tiene ya veinte años de circulación. En una emotiva ceremonia de aniversario, los miembros y ex – miembros identificaban a la revista como “un sentimiento”.
En esta hora de celebración, el reconocimiento a sus fundadores, a aquellos que visionaron el futuro y creyeron en él. Mención especial a Luís Alvarez Aranda y Miguel Yagi Higa, sus primeros directores; y a Juan José Cabello Arce, su inagotable reclutador de talentos.
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