Por Pedro Francke
Economista
Un millón de empleos es lo que se nos prometió que iba a generar el TLC, gracias a que nuestras exportaciones se iban a ver favorecidas. Pero el 2009, año en que entró en vigencia el TLC, nuestras exportaciones textiles cayeron 28%, mientras lo que China, India o Bangladesh exportaron a EEUU casi no se redujo. Países que no tienen un TLC han tenido mejores resultados que el Perú.
Hay dos razones para este resultado. Por un lado, la posibilidad de vender al mercado norteamericano ya la teníamos con el ATPDEA desde años atrás y el TLC no mejoró ese acceso. Cuando en su momento hicimos esta crítica, los defensores del TLC insistieron en que el ATPDEA iba a caducar y que perderíamos lo avanzado; pero lo cierto es que 4 años después de firmado el TLC, Ecuador y Colombia siguen teniendo las ventajas del ATPDEA sin tener vigente un TLC.
Por otro lado, el éxito de China y otros países asiáticos ha mostrado que, para una estrategia exportadora, lo clave no es tener TLCs sino mantener un tipo de cambio competitivo y una política industrial sólida de apoyo a sus sectores productivos. Los TLCs tienen ventajas y desventajas, y exigen diversos requisitos para que nuestras exportaciones puedan acogerse a los beneficios. Pero si, como China, se tiene un tipo de cambio favorable a las exportaciones y se da crédito fácil y apoyo tecnológico a la industria, no hay que cumplir condiciones adicionales para vender en Estados Unidos o en cualquier otro país.
Alfredo Ferrero ha respondido diciendo que el negativo resultado de nuestras exportaciones textiles se debe a muy particulares condiciones del mercado de ropa. Pero resulta que con el TLC toda la balanza comercial ha sido favorable a los EEUU. Hace dos semanas, un artículo de Jurgen Schuldt demostraba que el ganador del TLC ha sido Estados Unidos: en efecto, el gran vecino del norte venía teniendo notorios déficits comerciales con Perú. Esos déficits comerciales que tiene con nosotros solo los ha logrado revertir a partir del año 2008. Lo que fue posible porque EEUU incrementó sus exportaciones al Perú en 50% y sus importaciones en solo 10%. Mientras que en 2009 redujo más sus importaciones del Perú (-27%) de lo que cayeron sus exportaciones a nuestro país (-20%). Nos hemos convertido en uno de los pocos países que tienen un déficit comercial con EEUU. No habiendo con el TLC ventaja para nuestras exportaciones, pero sí para las de ellos, tal resultado no es de extrañar.
Si no exportamos más quiere decir que no se genera más empleo. No es de extrañar, por eso, que el millón de empleos que el Mincetur de Alfredo Ferrero prometía, no se encuentre por ningún lado. Más bien las importaciones han quitado mercado a productos peruanos como el algodón y el maíz, matando más empleos nacionales.
Por otro lado, Ferrero dice que, como con el TLC se rebaja impuestos a las importaciones, el consumidor gana porque los precios se abaratan. Pero un reciente estudio muestra que, aunque el Estado ha perdido medio millón de dólares en impuestos, las medicinas importadas de los Estados Unidos no han bajado de precio. Los beneficios se quedan en las transnacionales farmacéuticas y las grandes cadenas, y no llegan al consumidor.